Lecciones para adultos: "El Fruto del Espíritu"
Primer trimestre (enero-marzo) de 2010
Introducción
“El fruto del Espíritu es...”
Una mujer conducía su automóvil, y agentes de la patrulla hicieron que se detuviera. Cuando los oficiales descendieron de su vehículo, llevaban desenfundadas sus armas. La mujer quedó conmocionada. ¿Qué había hecho ella?
Usted estaba serpenteando entre el tránsito, haciendo gestos obscenos a los otros conductores y maldiciéndolos –le informó uno de los patrulleros.
¿Por eso desenfundaron sus armas? –replicó ella.
Bueno –dijo el oficial–, vimos la inscripción en su parachoques posterior, que dice que usted es cristiana, y supusimos que el auto había sido robado.
Este incidente saca a la luz un punto importante: se espera que los cristianos, por causa de su profesión de fe misma, tengan una norma moral elevada. Al fin y al cabo, consideren a aquel a quien profesan tener como modelo, Jesucristo.
Entonces, ¿cómo deberían vivir los cristianos? ¿Cómo deberíamos actuar en público y en nuestra casa? La clave se encuentra en Gálatas 5:22 y 23, el tema de este trimestre. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.
Consideraremos este “fruto del Espíritu”; es decir, qué les sucede a aquellos que han entregado sus vidas a Dios y permiten que el Espíritu Santo trabaje en ellos. “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Juan 3:6). El fruto del Espíritu es lo que crece en nosotros cuando nacemos del Espíritu; es lo que sucede cuando “nacemos de nuevo”.
Nota que Pablo dice que “el fruto del Espíritu es...” Él está hablando en singular. Pablo no está hablando de rasgos separados que actúan en forma independiente unos de otros, sino de una realidad única. El fruto del Espíritu es lo que el Espíritu Santo crea dentro de nosotros; define la clase de persona que hemos de llegar a ser en Jesús.
El fruto del Espíritu es como una joya preciosa con muchas facetas. Cada faceta es una característica de Jesús y representa una cualidad que él quiere reproducir en nuestras vidas. Este es el corazón del asunto. El propósito de Dios es hacernos semejantes a Jesús, y ha enviado al Espíritu Santo para morar en nosotros a fin de lograr ese cambio.
Al estudiar las lecciones, verás que el fruto del Espíritu no es una teoría aunque lo hayamos hecho objeto de estudio. No es un estilo de vida aunque una persona que esté cultivando el fruto del Espíritu no vivirá como lo hacía antes. En cambio, el fruto del Espíritu es un cambio del ser. “Las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Cor. 5:17). El fruto del Espíritu es lo “nuevo” en la vida de una persona que ha pasado de la muerte a la vida en Cristo (1 Juan 3:14).
El propósito de las lecciones de este trimestre no es concentrarnos en cómo podemos llegar a ser más pacientes, o más amantes, o más bondadosos, o más fieles, sino cómo podemos permitir que el Espíritu Santo nos haga más semejantes a Jesús, que es la personificación de la paciencia, del amor, de la bondad, y de la fe.
Te animaremos a cultivar las gracias del fruto del Espíritu en todo tiempo, pero especialmente en casa. Veremos que la clave es entregarse, es una disposición a morir al yo, y a vivir para Dios y para los demás. Finalmente, veremos que todo lo que hagamos, debe ser hecho bajo la convicción de que somos pecadores que necesitamos que nos cubra la gracia de Cristo, quien nos ama, ya sea que la cosecha sea abundante o escasa. Nunca debemos olvidar que el fruto del Espíritu es precisamente eso: el “fruto”; el resultado de la salvación, no el medio para obtenerla. El medio siempre es Jesús y lo que él hizo por nosotros, que lo pedimos por fe.
El pastor Richard O’Ffill, autor y orador, ha trabajado para la iglesia en tres continentes, incluyendo siete años en las oficinas centrales de la Asociación General. Reside actualmente en Orlando, Florida, EE.UU.
Clave de Abreviaturas
CBA Comentario bíblico adventista, 7 tomos
CM Consejos para los maestros, padres y alumnos
CSS Consejos sobre la salud
DMJ El discurso maestro de Jesucristo
DTG El Deseado de todas las gentes
Ed La educación
ELC En los lugares celestiales (meditación matinal de 1968)
Ev El evangelismo
FV La fe por la cual vivo (meditación matinal de 1959)
HAd El hogar adventista
HAp Los hechos de los apóstoles
JT Joyas de los testimonios, 3 tomos
MB El ministerio de la bondad
MC El ministerio de curación
MeM Meditaciones matinales (1953)
NVI La Biblia, Nueva versión internacional
OE Obreros evangélicos
PP Patriarcas y profetas
PVGM Palabras de vida del gran Maestro
TI Testimonios para la iglesia, 9 tomos
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Colosenses 3:1.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Fieles en lo poco basada en Lucas 16:10.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Preparémonos para la inmortalidad basada en 1 Juan 5:4.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
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