Lecciones para adultos: "Jesús lloró: La Biblia y las emociones humanas"

Edición para maestros. Primer trimestre (enero-marzo) de 2011

Lección 11: "Libertad de adicciones"

Para el 12 de marzo de 2011

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber comparar y contrastar los efectos de las adicciones con la libertad en Cristo para hacer la voluntad de Dios.

Sentir la esclavitud que viene con las adicciones y la necesidad de depender, en cambio, de la gracia de Dios en tiempos de tentación.

Hacer que no nos centremos en los efectos negativos producidos por satisfacer los deseos humanos destructivos, sino que vivamos para hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: Los males de la adicción

   1. ¿Cuáles son algunas clases de adicción?

   2. Algunas adicciones, tales como la heroína, son perjudiciales aun en pequeñas cantidades. Otras no son inherentemente malas, tales como la comida, el sexo o el dinero. ¿Qué marca la diferencia? ¿Cuáles son las semejanzas? ¿Qué efectos tienen las adicciones sobre nuestra vida?

   3. ¿Cómo puede Cristo darnos la libertad de vivir para Dios, en vez de vivir para nuestros deseos destructivos?

2. Sentir: Dependencia

   1. ¿Cómo nos sentimos cuando estamos esclavizados? ¿En qué forma las adicciones son como una esclavitud?

   2. ¿De qué modo la dependencia del poder salvador de Dios nos libera?

   3. ¿Puede la dependencia de Dios ser adictiva? ¿Por qué sí o por qué no?

3. Hacer: Vivir para Dios

   1. Si el trabajo, el dinero, el poder y la belleza pueden ser adictivos, ¿qué necesitamos hacer a fin de vivir para Dios en lugar de vivir para estas cosas, aunque sean buenas en sí mismas?

 

Resumen

Cuando algo llega a ser un deseo obsesivo, incontrolable y destructivo, se convierte en una adicción. Sin embargo, Dios ha prometido libertad de los deseos destructivos.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Solo el poder de Dios puede liberarnos de las garras de una conducta adictiva.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Carola sirvió durante años como cocinera de un campamento cristiano. Ella fue testigo de muchos jóvenes que se entregaron a Cristo allí, incluyendo dos de sus hijos. Ella era miembro del equipo, y proveía comidas que no solo eran nutritivas, sino también sabrosas. Ella había entregado su vida a Cristo poco antes de comenzar a trabajar en el campamento; pero Carola tenía un secreto que guardaba muy escondido del pastor y de los feligreses.

Era adicta al alcohol. Comenzó en forma inocente, en la escuela secundaria. “Una vez” seguramente era aceptable. Sus amigas bebían aparentemente sin efectos de largo alcance. Quienes experimentan “una vez” no son alcohólicos, ¿verdad? ¿Cómo podría ella no saber que los investigadores estiman que hasta un séptimo de la población puede tener predisposición hacia el alcoholismo, lo que significa que aun un encuentro solitario con el alcohol puede traducirse en una vida de esclavitud? Ese “inocente atrevimiento” la atrajo hacia el alcoholismo, una lucha de toda la vida que continuó aun después de su bautismo. Dios la libró de la adicción meses antes de su muerte, pero las consecuencias fueron inevitables. Detrás quedaron sus niños hermosos, inteligentes, en edad de escuela primaria.

Luis luchó con las adicciones sexuales. Sin saberlo el liderazgo de la iglesia, este director del Club de Conquistadores secretamente abusaba de sus hijastras, hasta que su esposa lo descubrió. Luego ella, abrumada por la vergüenza y la culpa, se suicidó.

“Liberación de los cautivos” es la promesa divina que el planeta Tierra necesita ver cumplida hoy.

Actividad inicial: Esconde pequeños objetos metálicos magnéticos dentro de un envase opaco de arroz crudo. Usando un imán poderoso levanta esos objetos metálicos invisibles de entre el arroz.

Considera: ¿De qué modo el imán descubrió los objetos invisibles dentro del arroz? ¿Cómo las tentaciones pueden descubrir fallas y adicciones invisibles del carácter detrás de la fachada llamada “participación en la iglesia/en la comunidad”? ¿Cómo pueden los cristianos anular el poder de la tentación?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: La proclamación de libertad que hizo Isaías (Isa. 61:1, 2), cumplida por medio de la aparición terrenal de Cristo (Luc. 4:18), es esencialmente el evangelio. La libertad de la opresión y de los cautivos es el pulso del mensaje cristiano. El pecado es adictivo por naturaleza. La mente aberrante de Satanás nunca está satisfecha con entregas intermitentes. Sea dependencia química, o esclavitud emocional o psicológica, las adicciones progresivamente encadenan a sus víctimas, extrayendo de ellas todo resto de vida. Una excitación ocasional gradualmente es remplazada por compulsiones involuntarias. Cada exposición adicional a la adicción es un hilo que sella la esclavitud. Una sola hebra no aflige; sin embargo, muchos hilos forman una soga irrompible. La humanidad anhela que Dios derribe nuestras cautividades y nos libere. Alaba a nuestro Padre celestial por esta promesa. “Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36).

Comentario de la Biblia

I. El amor al dinero

(Repasa, con tu clase, Prov. 30:8, 9).

Cuando se consideran las conductas adictivas, los cristianos, en general, condenan las dependencias químicas, la pornografía y otros tabúes. Pero, a menudo, se escapan otras que, no por eso, son menos pecaminosas. El amor al dinero es una de esas adicciones que generalmente escapan a la condenación y, a menudo, son aceptables.

El apóstol Pablo identifica la adoración al dinero como la raíz del mal. El dinero meramente representa lo que puede lograrse con su posesión. La gente adora el dinero por el poder que les ofrece y, para conseguirlo, hay muchos senderos: políticos, organizacionales o financieros. En definitiva, todos parten del amor propio, que ha asumido la forma de “amor al dinero”. Es interesante notar que una traducción al inglés de 1 Timoteo 6:10 usa el lenguaje de la adicción -“ansiando dinero”- para describir a “las personas que anhelan ser ricas”, y que “caen en la tentación y son atrapadas por muchos deseos necios y dañinos que los arrojan a la ruina y la destrucción” (vers. 9).

Considera: Si la adoración al dinero es un sendero a la usurpación del poder, ¿de qué modo podría el apóstol Pablo haber evaluado otros medios de acumular poder? El amor al dinero con el propósito de acumular poder ¿es más pecaminoso que cultivar el poder por medio de peleas políticas internas, trepar la escalera de la organización o calumniar a los colegas? ¿Por qué los cristianos podrían condenar a los borrachos, y a los adictos a la cocaína y a la pornografía, pero no condenar al compañero creyente que quiere poder y tiene hambre de dinero? ¿Y qué diremos de los líderes de la iglesia que, sedientos de poder, comprometieron la pureza del evangelio durante la Edad Media? ¿Qué función tuvo el juego del poder en el gran conflicto entre Cristo y Satanás?

II. Imagen personal

(Repasa, con tu clase, 1 Ped. 3:3, 4).

Entre los cristianos en general, la moda también puede ser clasificada como una adicción. Tal evaluación no es popular, pero subraya la naturaleza insidiosa de esa adicción. La negación es un obstáculo para vencer cualquier adicción. Hablando en forma práctica, hagamos esta prueba sencilla: ¿Gasto más tiempo en asuntos de apariencia –comprar ropa, estudiar y crear estilos de peinados, comparar técnicas de cirugía cosmética, aplicar maquillaje, leer revistas de desarrollo muscular, etc.– que el que paso leyendo la Palabra de Dios y orando? Si respondemos honesta y afirmativamente, deberíamos, por la gracia de Dios, reordenar nuestras prioridades. No es tanto lo que uno viste, sino cuánta importancia uno le da a la apariencia en relación con las cosas espirituales.

Cristo vino para redimir lo que somos, no cómo nos vemos. Lo que importa a nuestro Hacedor es quiénes somos en relación con él. Cuando adoramos la moda, conservadora o excéntrica, en vez de adorar al Creador, llegamos a ser idólatras, una forma de adoración al yo; pero cada corazón entregado a Dios es un canal de luz en un mundo oscuro, permitiendo que Jesús brille a través de nosotros.

Considera: ¿Por qué permitimos que la apariencia exterior influya indebidamente sobre el juicio? ¿Por qué prestamos más atención a asuntos superficiales en detrimento de la transformación interna? ¿Cómo influye Santiago 2:1 al 9 en nuestro enfoque sobre estos temas?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Los miembros de la clase podrían presentar el siguiente diálogo. Analiza con ellos las implicaciones de cómo lograr la liberación de nuestras adicciones y conductas compulsivas.

La luz

Dueño: ¡Renuncio! Nunca encontraré la salida de esta trampa.

Amigo: ¿Trampa? Esta es tu casa. Tú la construiste. Invertiste tus ingresos para conseguir este sitio. ¿Ahora quieres salir?

Dueño: De inmediato. Siento que me traicionaron y mintieron.

Amigo: ¿Qué?

Dueño: ¡Me escuchaste! Me dijeron que esta era una gran aventura.

Amigo: ¿Cuál es?

Dueño: La ausencia de luz. Al principio era una novedad. Realmente daba gusto caminar a tientas en la oscuridad, parecía el juego de escondidas que jugábamos cuando éramos niños. Entonces, tropecé con algo. Caí por una escalera que nadie me había dicho que existía. Traté de ir tocando las paredes para encontrar un tomacorriente para enchufar una luz, y recibí un choque eléctrico. Odio la oscuridad.

Amigo: Entonces deja que entre la luz.

Dueño: ¿No me estás escuchando? Lo he tratado... Se me prometió esta luz para siempre... un artefacto fluorescente que no se apaga nunca... solo que no sé dónde atornillarlo, y me caí sobre él. Me corté la mano. Me dijeron que arrancara el generador para tener luz, pero la cuerda de arranque se soltó. He hecho todo lo que sabía para poner algo de luz en esta mazmorra. Nada, quiero decir, nada funciona. Estoy condenado a la oscuridad.

Amigo: Tú eres el que no me escuchas. Yo no dije: “Fabrica la luz”, o “Genera electricidad”. Meramente dije: “Deja que entre la luz”.

Dueño: ¿Eh?

Amigo: Hay mucha luz del otro lado de tus cortinas oscuras. No tienes que hacerla. Solamente, deja que entre.

Preguntas para reflexionar:

1. Para vencer la oscuridad de las adicciones, ¿somos capaces de generar el poder para vencer la tentación? ¿Es humanamente posible generar luz (comprensión, sabiduría, poder de voluntad)?

2. ¿Existe esa luz más allá de nosotros? Si ese poder existe, ¿cómo hacemos para que la luz entre en nuestra vida? ¿Qué función desempeñan los amigos en ayudarnos a “apropiarnos” del dolor mientras se disipa la oscuridad?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Las adicciones más peligrosas son las que fácilmente son aceptables por la mayoría de los cristianos. Aunque la actividad final se aplica a todas las adicciones, no permitas que la clase pase por alto cómo se aplican a las que son socialmente aceptables.

Actividad:

1) Identifica lo que constituye una adicción. 2) Analiza lo que las adicciones de “esta semana” (alcohol, juegos de azar, avaricia, moda, sexo) tienen en común. 3) Crea un plan bíblico de escape para los que están así entrampados.