Lecciones para adultos: "Jesús lloró: La Biblia y las emociones humanas"

Edición para maestros. Primer trimestre (enero-marzo) de 2011

Lección 13: "Asociación con Jesús"

Para el 26 de marzo de 2011

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber describir los beneficios que tiene sobre la salud una relación espiritual con Cristo en la iglesia.

Sentir la experiencia de esperanza y la paz que vienen del caminar diario con Dios, así como el apoyo emocional de los demás creyentes.

Hacer que el perdón y el servicio a otros sean una parte de la experiencia religiosa práctica.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: Una vida espiritual saludable

   1. ¿De qué modo es beneficiada a la salud por una activa vida de oración y de relación con Dios?

   2. ¿Qué beneficios sobre la salud proporciona el asistir a la iglesia y tener buenas relaciones con los demás creyentes?

   3. ¿Por qué el perdón y el servicio también son importantes para la salud?

2. Sentir: Bendiciones espirituales

   1. ¿Qué bendiciones has sentido por encontrarte con otros creyentes?

   2. ¿Qué emociones positivas resultan de una relación con Dios?

   3. ¿De qué manera tratan los cristianos con la culpa?

3. Hacer: Perdonar y servir

   1. ¿Hay alguien en tu vida a quien necesitas perdonar? ¿Cuáles son los primeros pasos que puedes dar para perdonar?

   2. ¿Cómo podemos concentrarnos más hacia afuera? ¿En qué necesidades de la iglesia o del vecindario podemos ayudar en esta semana?

   3. ¿Cómo pudo Cristo tener una fe inquebrantable en Dios, aun cuando se sintió abandonado?

 

Resumen

Relaciones sólidas con nuestros compañeros creyentes y Cristo ayudan a crear estabilidad emocional. La confianza en Dios nos trae paz y consuelo ahora, y la esperanza de la vida eterna, como Dios ha prometido, sin mal ni muerte.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Las claves para una vida de éxito se forjan mediante la asociación con Dios.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: En 1979, la Corporación Chrysler estaba a punto de entrar en bancarrota. Incapaz de rescatarse a sí misma, buscó un socio con grandes reservas. Consiguió una sociedad con el gobierno federal de los Estados Unidos, que adelantó mil quinientos millones de dólares a la corporación moribunda. Sin esta asociación, Chrysler se hubiera desintegrado y miles de familias habrían quedado desempleadas. La asociación fue vital para la viabilidad.

La asociación es también vital para la viabilidad espiritual. La Escritura afirma que los humanos están espiritualmente en bancarrota, pero esto no implica que no tengan valor. Aun afrontando la bancarrota, Chrysler tenía valiosos bienes. Sin embargo, su condición demostraba que debía mucho más de lo que podía pagar. Del mismo modo, la raza humana debe mucho más de lo que alguna vez podríamos pagar. Nuestra bancarrota espiritual requiere una sociedad con alguien que posea recursos ilimitados para cubrir nuestras deudas: el Gobierno celestial del Universo.

En Jesucristo, el cielo nos adelantó la justicia, la salvación, la justificación, la redención, la santificación y la esperanza eterna. Separados de Cristo no tenemos vida, pero llegamos a ser viables con Jesús como socio controlador. Nuestro estudio concentra nuestra atención en cómo se forma esta sociedad con Dios.

Actividad inicial: Analiza las sociedades comerciales y las razones para la realización de adquisiciones o fusiones. No es necesario usar lenguaje técnico, pero estos conceptos básicos surgirán de esta conversación: 1) a menudo, las compañías entran en deudas que no pueden manejar solas, o tienen aspiraciones que no pueden alcanzar sin capital adicional; 2) otra compañía se interesa en la compañía que está en dificultades, y acuerda financiar la deuda o da el capital necesario para alcanzar sus metas; 3) la compañía que provee los recursos llega a ser el socio controlador; y 4) en gratitud, la sociedad que recibe la ayuda financiera proporciona retornos valiosos por la inversión hecha.

Considera: Piensa en la parábola de los talentos en Mateo 25. ¿Fue el hombre muy severo al esperar un retorno por la inversión hecha? ¿Cómo la actitud de los dos primeros siervos contrasta con la del último siervo? ¿Cuál será la actitud del creyente sincero?

 

PASO 2: ¡Explora!

 

Comentario de la Biblia

I. El Señor ora

(Repasa, con tu clase, Mar. 1:21-35; Luc. 5:16).

La oración es comunicación divina. ¿Podrían existir las grandes corporaciones sin comunicaciones? Jesús era perfecto, pero oraba constantemente. Cristo valoraba la comunicación con su Padre celestial, su socio en la empresa de la redención.

Irónicamente, los seres humanos, débiles y frágiles, parecen menos inclinados a orar que Cristo, aunque necesitamos más la asistencia de nuestro Socio Controlador. Jesús comenzaba y terminaba cada día con esa comunicación divina. Quien sinceramente desee recompensar la inversión que Dios hizo en él, y aprecia su liberación de la deuda espiritual, no puede sino comunicarse con Dios por medio de la oración y la lectura de las Escrituras.
Considera: ¿Cómo la oración fortalece al creyente en la batalla contra el mal?

II. La adoración y la comunidad de la iglesia

(Repasa, con tu clase, Luc. 4:16).

Una asociación pasiva no está fundada en la Escritura, ni una “sociedad independiente” corresponde al cristianismo bíblico. De hecho, una “sociedad independiente” es una contradicción de términos. Jesús tenía compañerismo regular con los creyentes cada sábado. Aunque la perfección se hizo carne, Cristo consideraba la interacción con sus discípulos o las masas como algo digno. Reservó tiempo para tener comunión con su Padre, pero estaba constantemente ocupado en alcanzar, con el evangelio, a las almas perdidas. Los cristianos hoy necesitan reunir fuerzas para realizar con éxito la obra que Dios les dio: alcanzar a otros con su amor.

Considera: ¿Qué medios prácticos podemos emplear para apoyarnos y fortalecernos unos a otros?

III. El perdón

(Repasa, con tu clase, Col. 3:13).

Toda organización humana puede tener malentendidos, juicios erróneos y percepciones defectuosas. La iglesia también es susceptible de ambición, de egoísmo, de avaricia, de conducta no ética, de acoso, falta de honestidad y apatía, a veces cubierta por un manto de justicia. A veces, las organizaciones religiosas sufren de ingenuidad con respecto a ciertas conductas no éticas, ni siquiera admisibles por las organizaciones seculares, porque éstas toman una conducta pecaminosa con más seriedad que la iglesia. Dado que nuestras expectativas de la iglesia pueden llegar a ser irrealmente elevadas, dosis de realidad a menudo hieren, y la desilusión abruma aun a los creyentes veteranos. El perdón es el único antídoto para ella.

El perdón nunca excusa ni minimiza la conducta pecaminosa sino, más bien, reconoce la fragilidad de los seres humanos y su inclinación al pecado. Los que perdonan reconocen su propia necesidad de perdón. El perdón libera a los deudores de la justa condenación de sus malas acciones. Irónicamente, la liberación de quienes pecan contra nosotros también nos libera a nosotros.

Considera: ¿Cómo podría la iglesia actuar por un cierto tiempo sin dar mucho perdón? ¿Por qué las personas perdonadoras, generalmente, experimentan mejor salud (física y mental), redes sociales satisfactorias y menor incidencia de depresión? ¿A quién deberíamos perdonar esta semana próxima?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Las sociedades de éxito minimizan las expectativas de las funciones. Cuando ambas partes de la sociedad asumen la función de Gerente General, los conflictos son inevitables. Las organizaciones humanas usan descripciones de tareas y títulos. Las Escrituras atribuyen ciertos títulos y “descripciones de tareas” a Dios. Del mismo modo, las Escrituras definen nuestra función en la redención. Los siguientes ejercicios ofrecen una oportunidad de analizar la parte de Dios y la nuestra.

Actividad:

Usando una hoja de papel grande o una pizarra, enumeren las características y la responsabilidad que Dios tiene en a la sociedad e, inversamente, enumeren las características y responsabilidades que corresponden a los seres humanos. La siguiente lista de textos bíblicos puede ayudar.
Socio Controlador: Gén. 1:1; Juan 3:16; 5:27; 14:1-3, 15-18; 15:1-3; 16:7, 8; Deut. 5:6; Isa. 9:6, 7; 35:4, 10; 44:6-8; 53:1-12; 55:3; 65:17, 18; Amós 3:7; Sal. 139:1-6; 1 Juan 3:20.

Socio menor: Luc. 9:23-27; Rom. 1:1; 12:1, 3-6; Mat. 19:13-15, 16-21; 22:37-39; Hech. 2:38; Juan 14:15; 21:17; Deut. 5:7; 6:1-7; Miq. 6:8.

Preguntas para reflexionar:

1. ¿Cuál es la función del socio controlador?

2. Mientras el socio menor es subordinado, ¿qué contribución valiosa puede hacer?

3. ¿Qué resultados desastrosos pueden ocurrir si los socios menores asumen funciones asignadas al controlador (por ejemplo, ser el juez)?

4. ¿Qué consecuencias peligrosas ocurren cuando los socios menores intentan quitarle al controlador su función de gerente general?

5. ¿Qué resultados trágicos surgen cuando los socios menores dejan de cumplir sus responsabilidades, esperando que el socio controlador haga el trabajo de ellos?

6. ¿Cómo describirías la función de Dios en términos de los líderes contemporáneos? ¿Cómo definirías la función de los seres humanos en un lenguaje moderno?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Estudiamos cómo la sociedad con Dios trae verdadero éxito. Todo experimento científico serio comienza con una hipótesis claramente definida, que incluye algunas afirmaciones con respecto a los resultados. El resultado aquí tiene la etiqueta de éxito, pero la forma en que se define el éxito determinará si nuestra hipótesis es correcta. Si definimos el éxito como riqueza terrenal, posición política de poder, situación social elevada o prestigio terrenal, la conclusión inevitable sería que la sociedad con Dios no produce éxito.
Sin embargo, si se define el éxito en términos de satisfacción, felicidad, relaciones satisfactorias, propósitos claramente definidos, bienestar emocional, un sentido de pertenencia y una orientación hacia el servicio, podríamos concluir que la sociedad con Dios produce éxito.

Actividad final: Desarrolla una definición de éxito con todo el grupo. Conduce el análisis de modo que ningún alumno domine el intercambio. Una vez que se logró una definición aceptable, analicen cómo el énfasis principal de la lección (la oración, la adoración corporativa y la participación en la comunidad, el perdón, el servicio, y la confianza en Dios) influyen en nuestra sociedad con Dios. ¿Podemos afirmar inequívocamente que estos elementos contribuyen a nuestro éxito en la vida? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Hay un “efecto integrador”, que indique que estos diversos elementos se refuerzan unos a otros en vez de hallarse aislados? ¿Cuál es el hilo común que vincula este conjunto? Los experimentos científicos serios consideran el cuerpo total de la evidencia: la que parece apoyar la hipótesis y la que no lo hace. Permite que se expresen libremente aquellos cuya experiencia en la vida aparentemente no apoye la hipótesis. Los chascos con la oración, la comunidad de la iglesia o alguna otra cosa pueden haberlos llevado a otras conclusiones.