Lecciones para adultos: "Jesús lloró: La Biblia y las emociones humanas"

Edición para maestros. Primer trimestre (enero-marzo) de 2011

Lección 6: "Los buenos pensamientos"

Para el 5 de febrero de 2011

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber el impacto de nuestros pensamientos sobre nuestras palabras y conducta, y el efecto de las palabras de Dios en una dirección nueva de nuestro pensamiento.

Sentir el poder disponible por medio del Espíritu Santo al meditar en la Palabra de Dios.

Hacer la elección de permitir que el Espíritu dé forma a nuestro pensamiento y meditar en el poder creador de Dios, su amor fiel y su ley.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: El manantial de la acción

   1. ¿Qué relación tienen nuestros pensamientos con lo que decimos y hacemos?

   2. ¿Qué diferencia marca en nuestros pensamientos y sentimientos cuando nos detenemos en las palabras de las Escrituras? ¿De qué modo actúa la oración para cambiar la dirección de nuestros pensamientos?

2. Sentir: El poder de las palabras de Dios

   1. Nuestros sentimientos están estrechamente relacionados con lo que nos decimos a nosotros mismos. ¿Por qué es tan importante tomar decisiones conscientes acerca de las palabras en las que meditamos?

   2. ¿Cómo puede el Espíritu, al cambiar nuestros pensamientos, cambiar nuestros sentimientos?

3. Hacer: Elige el Espíritu

   1. Al ponernos intencionalmente donde el Espíritu puede llenar nuestra mente con su manera de pensar, permitimos que él controle nuestra mente y corazón.

   2. ¿Qué podemos hacer para que el Espíritu tenga acceso a nuestros pensamientos?

   3. ¿Qué cambios necesitamos hacer en las elecciones de asociaciones y entretenimientos?

 

Resumen

Nuestros pensamientos son el manantial de nuestras palabras y acciones y, como tal, necesitan ser entregados al control del Espíritu Santo, a cada momento.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: En todo momento, nuestros pensamientos son una fuerza poderosa que nos acerca a Cristo o nos aleja más de su voluntad para nuestra vida.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Tratar de controlar nuestros pensamientos puede ser como tratar de agrupar peces: arrinconas a uno, mientras otros cinco se te escapan. Ayuda a tu clase a comprender la poderosa función de nuestros procesos de pensamiento –conscientes e inconscientes– en el modelar nuestro caminar cristiano diario, y a explorar las herramientas espirituales para salvaguardar nuestras mentes.

Actividad inicial: El 18 de noviembre de 1978, más de 900 hombres, mujeres y niños murieron en un suicidio masivo: un pacto de muerte en una aldea de Guyana. Los pocos sobrevivientes de la “masacre de Jonestown” dijeron que muchos padres voluntariamente inyectaron a sus hijos con una solución de cianuro antes de beber ellos del mismo veneno. Pero un audio, recuperado más tarde, mostró que no todos participaron voluntariamente. Una mujer, Christine Miller, en voz alta desafió a Jim Jones, el carismático líder religioso del grupo, que presidió la muerte de sus seguidores. Jones respondió como lo había hecho muchas veces para acallar el disenso. Él animó a otros a “acallar a gritos” a Christine, y su voz solitaria de protesta fue ahogada por una avalancha de desaprobación del populacho.

Los métodos de Jones para el control de las multitudes no eran nuevos. Gustav LeBon, en su libro de 1895, The Crowd: A Study of the Popular Mind, exploró cómo los pensamientos de una persona pueden ser pervertidos, controlados y canalizados hacia la acción por el poder de la “mentalidad de masa”. Décadas más tarde, Adolfo Hitler utilizó técnicas similares al usar los medios masivos.

Considera: Es fácil olvidar el poder de lo que ocurre dentro de nuestra mente, o la increíble capacidad de los esquemas de pensamiento para impactar en nuestra propia vida y la vida de los que nos rodean (para bien o para mal). ¿Consideramos la temible vulnerabilidad de nuestros pensamientos a influencias exteriores: lo que miramos o leemos, o en lo que nos permitimos meditar?

Explora el sencillo poder de la sugestión. Pide a los miembros de tu clase que NO piensen en un elefante rosado haciendo equilibrio sobre una cuerda floja. ¿Cuántos fueron capaces de impedir que esta imagen estuviera en su mente? Pídeles que mencionen influencias diarias que dan forma, inconscientemente, a su pensamiento.

 

PASO 2: ¡Explora!

 

Comentario de la Biblia

I. Haciendo la conexión

(Repasa, con tu clase, Luc. 6:43-45; Mar. 7:21-23).

Los pensamientos pueden ser pasajeros. Fisiológicamente, son simples chispas de la sinapsis en nuestro cerebro. No obstante, el mensaje de Jesús es inconfundible: los pensamientos importan. Finalmente, expresamos nuestras convicciones y emociones más íntimas en nuestras decisiones, discursos y actos. Si el amor es la fuerza controladora de nuestra mente, entonces, “el amor no puede existir sin revelarse en actos exteriores, como no se puede mantener ardiendo el fuego sin combustible” (1 T 695).

Considera: Las Escrituras, a menudo, se refieren a nuestras acciones como “frutos (karpós). Contrasta el “fruto” de quienes no controlan sus pensamientos con los “frutos” de los que entregan su pensamiento a Dios (Gál. 5:19-23). Examina la metáfora. ¿Qué lecciones prácticas del vivir cristiano podemos obtener del crecimiento natural de una planta viviente? Así como la producción de frutos requiere primero una semilla saludable, bien plantada y cultivada regularmente, ¿qué debe venir antes de la cosecha del “fruto” espiritual?

II. Fijando nuestra perspectiva

(Repasa, con tu clase, Col. 3:1-17).

¿Cuál es el paso más vital al edificar una vida de pensamientos saludables? Lee Colosenses 3:1 al 4. Nota las frases: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo”; “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”; y “vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. Ahora, compara esto con el lenguaje similar en Hebreos 3:1: “participantes del llamamiento celestial”.

Pablo está recordando a sus lectores que han tenido, con su Señor, un encuentro que les transformó la vida, que les alteró la perspectiva, con su Señor. Vemos las cosas en forma diferente. Nuestra perspectiva ahora trasciende el mundo finito. Vemos a través de la lente de la eternidad.

Pregunta para reflexionar:

¿Qué cambios prácticos da esta “perspectiva eterna” a la forma en que pensamos acerca de nuestra carrera, nuestra familia, nuestras finanzas?

III. Ingresos/egresos

(Repasa, con tu clase, Fil. 4:8).

Si un encuentro con Dios provee el fundamento de una vida de pensamiento saludable, ¿cómo edificamos sobre este fundamento? ¿Cuán importante es, en este proceso, la sencilla ecuación: “entra basura = sale basura”?

Preguntas para reflexionar:

1. Lee otra vez Colosenses 3:16. ¿Cómo la comunidad de los creyentes puede ayudarnos a desarrollar un pensamiento saludable? ¿Cuán importante es tener un lugar seguro para expresar nuestros temores, fallas, esperanzas y luchas? ¿Qué sucede cuando intentamos ser “cristianos de rostro inmutable”, manteniendo adentro todas las cosas?

2. ¿Cuánto influyen, en el “guardar las avenidas de la mente”, cosas aparentemente terrenales tales como obtener descanso adecuado, comer bien, mantener un estilo de vida equilibrado y rechazar sustancias que podrían dañar nuestra capacidad para pensar con claridad?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Estos principios bíblicos son vitales en el mundo actual de medios masivos. Ayuda a tu clase a tomar estas enseñanzas antiguas para proteger la mente y aplicarlas dentro del contexto moderno.

Considera: ¿Cuán consciente eres de los mensajes que forman tus pensamientos cada vez que enciendes la televisión, entras en Internet o abres una revista? ¿Qué significa cultivar un marco mental de “evaluación crítica”?

Aprende a contestarles a los medios que observas. Si estás mirando un programa o leyendo un artículo, hazte estas preguntas: “¿Qué estás tratando de que yo crea? ¿Qué suposiciones, valores y concepciones del mundo subyacen en los mensajes que me estás dando? ¿Son éstos aceptables para mi visión del mundo? ¿Están en línea con mis valores y la “perspectiva eterna” que Cristo me dio?

Actividades:

1. Entrega a cada persona en tu clase una hoja de una revista o un diario. Pídeles que miren los artículos y las publicidades y, luego, que compartan con la clase dos o tres valores o suposiciones que, aunque no estén expresados, son comunicados. ¿De qué manera estas suposiciones desafían nuestros valores cristianos?

2. Los juegos de video violentos están en el centro de un debate continuo acerca del vínculo entre la violencia en los medios y las agresiones crecientes. En la serie de juegos Grand Theft Auto, los jugadores se ocupan en robos simulados, violencia, actividades de pandillas en la calle, actividad sexual y profanidad de lenguaje. Pide a tu clase que desarrolle una lista de principios sencillos que podrían ayudar a los padres cristianos a guiar a sus adolescentes a través de este difícil mundo de juegos y de los medios. Igualmente importante, analicen cómo estos principios podrían ser comunicados en forma efectiva y positiva a los adolescentes.

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Bloquear las influencias negativas es solo un aspecto de la batalla para guardar nuestra mente. Anima a los miembros de tu clase a buscar formas prácticas de cultivar “la paz de Dios” en su vida pensante.

Preguntas para reflexionar:

¿Tienes paz mental? A menudo nos concentramos exclusivamente en la amonestación contenida en Filipenses 4:8, pero ¿qué tema encuentras que se repite en los versículos que rodean este texto (los vers. 7 y 9)? ¿Qué te dice este énfasis en la “paz de Dios” acerca de un importante resultado final de aprender a cuidar nuestros pensamientos?

Actividad:

Crea dos listas en un pizarrón o una hoja grande de papel. Pide a la clase que anote los “perturbadores de la paz” más poderosos en lo que se refiere a nuestros pensamientos (tales como preocupaciones acerca del trabajo o las finanzas, ira, tentaciones, etc.).

Junto a cada ítem pide a la clase que anote promesas específicas o pasajes de la Palabra de Dios que podrían ayudar a alguien a combatir este esquema negativo específico de pensamiento y encontrar la paz de Dios. Desafía a los miembros de la clase a seguir haciendo eso durante la semana próxima: cada vez que sean asaltados por la negatividad, busquen deliberadamente un “antídoto” adecuado en las Escrituras, en una pieza de música, en un libro de meditaciones o en la naturaleza.

Reflexión:

Termina la clase con un período de reflexión y oración silenciosas. Pide a los miembros de la clase que consideren la salud de sus propios pensamientos y lleven sus luchas ante Dios. Pídeles que reflexionen sobre las siguientes preguntas: ¿Tengo un fundamento firme para una vida de pensamientos saludables? ¿He tenido un encuentro con Dios que transforma vidas y altera perspectivas? ¿Estoy tratando de librar la batalla con mis propias fuerzas o, en cambio, pido diariamente a Dios que reine en mi corazón y ni mente? ¿Qué cambios específicos podría hacer esta semana para ayudarme a enfocar mis pensamientos en aquello me lleva más cerca de Dios?