Lecciones para adultos: "Jesús lloró: La Biblia y las emociones humanas"
Edición para maestros. Primer trimestre (enero-marzo) de 2011
Lección 8: "La resiliencia"
Para el 19 de febrero de 2011
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El sábado enseñaré...
Saber describir los resultados positivos que se derivan de vivir el sufrimiento con paciencia y confianza en Dios.
Sentir la necesidad de desarrollar el descanso y la esperanza en Dios, sin tener en cuenta cuán difíciles parezcan las circunstancias.
Hacer la decisión de perseverar, aferrándonos a Dios y confiando en su cuidado, no importa lo que ocurra.
La obra perfecta del sufrimiento
¿Qué clase de beneficios puede provenir de un sufrimiento soportado con paciencia?
¿De qué modo la historia de José ilustra la resiliencia y la perseverancia bajo las pruebas?
¿Cómo sostuvo Rut a Noemí en su sufrimiento? ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Rut acerca de apoyar a quienes están sufriendo?
Las preguntas de Job a Dios acerca de sus pruebas nunca fueron realmente contestadas. ¿Qué podemos aprender de las respuestas de Dios a Job?
Sentir: Aprender a estar satisfechos
¿Cómo podemos aprender a estar satisfechos en cualquier circunstancia que Dios nos da?
La paz viene de tener completa confianza en la capacidad de Dios para cuidarnos. ¿Qué versículos bíblicos nos ayudan a repasar la historia del cuidado de Dios por quienes están sufriendo?
Hacer: Confianza constante
¿Cómo pueden las pruebas enseñarnos a someternos más completamente al cuidado de largo alcance que ofrece Dios?
Cuando las cosas van bien, es mucho más fácil confiar en Dios. ¿Cómo podemos confiar en Dios en ocasiones difíciles, que fortalecen la fe?
La resiliencia bajo las pruebas surge de aprender a ser paciente y a tener fe en la previsión, la fortaleza y la constante bondad de Dios hacia nosotros, no importa lo que suceda.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Aun los momentos más difíciles de desesperación –los que nos llevan a través del “valle de sombra de muerte” y que amenazan quebrarnos– son oportunidades para crecer en la gracia de Dios, cultivando la resiliencia emocional, mental y espiritual.
El cielo se llena de aves de rapiña; sus cuerpos son puntos negros en el cielo sin nubes. Vuelan en círculo muy por encima del agua, al parecer perezosamente y sin propósito. Finalmente, una de ellas se desprende, pliega las alas y se lanza en caída libre, en picado, para zambullirse en el agua. Por un momento, una de las señoras del aire se vuelve una criatura del agua, completamente sumergida. Un largo segundo más tarde, la superficie del agua se rompe otra vez, mientras alas poderosas baten el agua hasta salir, y el ave mojada se dirige hacia el cielo, con un pez en las garras.
Este acto se repite en todos los continentes (tal vez con excepción de la Antártida), cerca de masas de agua donde el águila pescadora (Pandion haliaetus) hace su nido. Estas águilas pescadoras pasan el invierno boreal en los continentes del hemisferio sur, y cada año realizan el difícil y traicionero vuelo de regreso a sus antiguos hogares al norte del ecuador. Viajando entre 150 y 250 km por día, cumplen un viaje de retorno a los lugares de su nacimiento para aparearse, incubar y criar a sus polluelos. El informe de un ornitólogo en Arizona, EE.UU., cuenta que filmó a una águila hembra solitaria que volaba sobre el desierto, en dirección al noroeste del continente norteamericano. Si eso no es suficientemente notable, la misma ave, junto con millares de otras, tiene que recorrer un largo camino sobre territorios adversos.
A lo largo de nuestra vida, muchos de nosotros pasaremos por situaciones similares, desiertos figurados, experiencias difíciles que parecen imposibles de soportar, jornadas complicadas que prueban nuestra fe en el amor de Dios. Pero, al igual que Dios ordenó que esas águilas realizaran su difícil migración anual, así ha permitido que cada uno de nosotros enfrente nuestra cuota de pruebas y tribulaciones. ¡Qué interesante que el viaje de esa águila refleje la confianza y la resiliencia que se nos llama a ejercer en nuestro viaje de fe!
Comentario de la Biblia
I. Job: La fuente del sufrimiento
(Repasa, con tu clase, Job 1:8-10; 2:5).
La historia de Job es una de las pocas historias en la Biblia que nos da una idea de la explicación divina de por qué Dios permite que suframos. Job 1:6 al 12 y Job 2:1 al 6 revelan que las calamidades que afrontó Job estaban vinculadas con el conflicto mayor entre Dios y Satanás. Satanás procuraba demostrar que Job, el hombre más perfecto y recto sobre la tierra (Job 1:8), era fiel a Dios solo porque tenía una vida fácil y protegida; específicamente, porque tenía riquezas materiales (Job 1:10) y estaba bendecido con salud física y bienestar (Job 2:5). Además, descubrimos que Satanás quiso sembrar, en la hueste celestial de Dios, dudas sobre la fidelidad de Job.
Considera: ¿Qué lección se obtiene de saber que los orígenes del sufrimiento de Job estaban vinculados directamente con el conflicto universal entre el bien y el mal? La historia de Job ¿queda como un recordativo de que aunque nosotros, como Job, no podamos comprender la razón de nuestro sufrimiento, podemos estar seguros de que la raíz del problema es la misma? ¿Cómo este conocimiento puede ayudar a nuestra fe y nuestro espíritu a soportar, con resiliencia, las pruebas más negras?
II. Pruebas de fe
(Repasa, con tu clase, Job 12-14).
En los capítulos 3, 7, 9, 10, 12 al 14, 16, 17, 19, 21, 23, 24, y 26 al 31, encontramos el informe personal de la perseverancia de Job, aferrándose a su fe en medio de una lucha para reconciliar sus sufrimientos con su concepto de un Dios justo y amante. Aquí vemos a Job exigido hasta el límite de su capacidad física, mental y espiritual. Él lamenta su propio nacimiento, afirmando la futilidad de la vida. Desea estar muerto. Dice que Dios lo destruyó, y vacila entre la desesperación por el trato de Dios hacia él y la afirmación del poder de Dios como Redentor de su vida, un Salvador que él anhela.
Considera: La crisis de fe de Job es familiar para cualquiera que ha experimento tragedias sin sentido y profundas pérdidas personales. Sabemos que la fe de Job era tan grande que este fue calificado por Dios como un hombre “perfecto y recto”, sin otro igual en la tierra (Job 1:8). Pero incluso un hombre como Job puede llegar al límite de perder la esperanza en Dios, en medio de su dolor y su angustia. Considera el hecho de que ser resilientes no implica que no haya momentos de profundas dudas. ¿Cómo muestra la historia de Job que la resiliencia no se mide por los momentos individuales de fortaleza o debilidad a lo largo del camino, sino más bien en cómo terminamos?
Solo para los maestros: A menudo, queremos saber por qué se nos pide que soportemos sufrimientos; pero esta pregunta rara vez es respondida. Al mismo tiempo, Dios se revela para fortalecer a los débiles (por ejemplo, Job) o actúa por medio de otros para proveer apoyo (por ejemplo, Noemí y Rut), y dan recursos para ayudar a los individuos a soportar sus circunstancias. Concéntrate en los ejemplos bíblicos provistos esta semana, que muestran que las personas que se hallan en situaciones difíciles pueden formar parte de un plan mayor (por ejemplo, Job, José, Ester), y analiza posibles aplicaciones para nuestra vida hoy.
Preguntas para reflexionar:
En vez de preguntar las razones de nuestro sufrimiento, ¿qué otras preguntas podemos hacernos que nos ayuden a crecer en gracia y fortaleza para pasar esos momentos oscuros?
En circunstancias que no podemos cambiar, todo lo que podemos hacer es decidir cuál será nuestra respuesta a ellas. ¿Cómo podemos cultivar una actitud resiliente y un espíritu agradecido? (Lee Rom. 8:28; 1 Tes. 5:18).
Preguntas de aplicación:
Piensa en la circunstancia más desafiante de tu vida. Al mirar esa experiencia, ¿qué bendiciones inesperadas surgieron de ella que tal vez no pudiste ver durante la prueba?
Analiza cómo Dios logra extraer algo hermoso de una tragedia, cómo puede transformar nuestros mayores fracasos en fuentes de crecimiento y fortaleza personales.
A los jóvenes y a quienes no están siendo probados, dar gracias en el sufrimiento podría parecerles imposible. ¿De qué manera el testimonio de quienes tienen experiencia puede fortalecer la resiliencia de la persona que está siendo probada en su fe, por primera vez? (Lee Heb. 12:1-3; Rom. 5:3-5; Efe. 6:18).
Inspiración: “Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo” (Heb. 12:1-3, NVI).
Durante la mayor parte de nuestra vida, afrontamos desafíos diarios. Las circunstancias en el trabajo son un desafío, se rompen las cañerías, nuestros amigos o familiares nos chasquean... Piensa en los tres problemas principales que afrontas en tu vida. ¿Cuán a menudo dejamos de usar estos desafíos como oportunidades para crecer en gracia y fe? Avanzando, ¿cómo podemos darle una nueva mirada a nuestra vida, específicamente, a los problemas que afrontamos, y cultivar una actitud nueva y un espíritu de agradecimiento? ¿Cómo podemos usar las circunstancias en las que nos encontramos para fortalecer la resiliencia (y todos los frutos del Espíritu) para nosotros mismos, nuestro cónyuge, nuestra familia y nuestra comunidad más amplia? (Lee Gál. 5:19-23.)
¿Cómo la fidelidad en afrontar desafíos pequeños conducen a capacitarnos para afrontar los grandes desafíos de la vida?
¿Qué ejemplo de comunidad cristiana encontramos para ayudarnos a comprender qué es lo que crea la resiliencia? ¿Cómo fomentamos la resiliencia en nuestra familia, nuestra iglesia y nuestra comunidad? ¿Cómo educamos a los hijos para enfrentar la adversidad y fomentar recursos internos con el fin de soportar el sufrimiento? ¿Qué redes de apoyo espiritual creamos para sostenernos y ministrarnos unos a otros?
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Colosenses 3:1.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Fieles en lo poco basada en Lucas 16:10.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Preparémonos para la inmortalidad basada en 1 Juan 5:4.
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