Lecciones para adultos: "Vestidos de gracia: Vestiduras figuradas en la Biblia"

Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2011

Lección 6: "El manto de Elías y Eliseo"

Para el 7 de mayo de 2011

 

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber examinar las historias de Elías, Eliseo y Acab en busca de relaciones simbólicas entre la vestimenta, la responsabilidad y el arrepentimiento.

Sentir el llamado del Espíritu y la responsabilidad de ser usado por Dios cuando Eliseo aceptó el manto de Elías.

Hacer: dar una respuesta fiel y de todo corazón al llamado de Dios.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: Mantos y túnicas

   1. ¿Qué actitudes diferentes simbolizaron Acab y Eliseo cuando rasgaron sus ropas?

   2. ¿Qué simbolizó el hecho de que Elías compartiera su manto con Eliseo en cuanto a la descripción de su trabajo, la responsabilidad y la función del Espíritu Santo en la vida de un profeta?

2. Sentir: El llamado

   1. La responsabilidad del liderazgo no debiera ser tomada livianamente. ¿Cómo mostró Eliseo que comprendía la elevada vocación simbolizada en la transferencia del manto de Elías?

   2. ¿Qué emociones mostró Acab al rasgar sus vestidos? ¿Qué revelaron esos sentimientos acerca de su carácter?

3. Hacer: Responder al llamado

   1. ¿En qué formas nos ha llamado Dios al servicio y al liderazgo?

   2. ¿Qué nos ha llamado a hacer?

   3. ¿Cómo estamos respondiendo al llamado de Dios?

   4. ¿Qué deberíamos pedir para llevar a cabo su llamado?

 

Resumen

Rasgar los vestidos en los tiempos bíblicos generalmente significaba dolor y tristeza profundos. Pero, en el caso de Eliseo, pareció simbolizar no solo una emoción profunda, sino también un cambio muy grande en su vid, al tomar la seria responsabilidad de responder al llamado de Dios.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: El don profético de Elías y su llamado fueron simbolizados por el manto que vestía. El manto puede verse como un símbolo del llamado de Dios a su pueblo para hacer su obra, y la protección y la cubierta que él nos proveerá al hacerla.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Enfatiza el ejemplo dado por Elías al aceptar la voluntad de Dios para su vida y al ser el representante de Dios ante el mundo con lo mejor de su capacidad.
¿Por qué la gente viste lo que viste? Como vemos en la historia de Adán y Eva, la gente en su condición caída siente la necesidad de cubrirse. La ropa que usaron nuestros primeros padres –aunque se diga cualquier otra cosa de ellos– era definidamente utilitaria. Pero desde entonces hemos avanzado mucho.

En cada sociedad, se han usado diferentes formas de ropas y adornos para indicar condición social, sexo, edad, ocupación, conformidad con las normas de la sociedad, rebelión contra esas mismas normas, estilo de vida, forma de entretenimiento o recreación, etcétera. Lo que todas ellas tienen en común es que son afirmaciones acerca de uno mismo: afirmaciones de modas. Las hacemos aun cuando pensamos que sencillamente nos ponemos algo.
Una forma antigua de vestir era el manto. Un manto era básicamente una capa, e indicaba que quien lo usaba era una persona con autoridad temporal, como un personaje de la realeza, un líder militar, o alguien de importancia religiosa como un sacerdote o un profeta. Elías usaba un manto para indicar el hecho de que él representaba la más alta autoridad. La mayoría de nosotros hoy no usamos mantos, pero Dios todavía nos llama a tomar su manto espiritual y representarlo a él ante el mundo.

Analiza con tu clase: Hoy pocos son profetas como lo fueron Elías y otros de su tiempo. ¿Cómo podemos representar mejor la causa de Dios ante el mundo? ¿Qué puede ayudarnos a estar más atentos a las oportunidades que Dios nos da para servir bajo su autoridad?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: A diferencia de otros profetas del Antiguo Testamento, Elías no tiene un libro totalmente dedicado a sus escritos y enseñanzas. No obstante, él es, tal vez, una de las figuras más importantes de la era profética. Estimula a tu clase para que considere por qué Elías fue tan importante.

Comentario de la Biblia

I. “El sonido del silencio...”

(Repasa, con tu clase, 1 Rey. 19:5-19).

La frase traducida como “un silbo apacible y delicado” (vers. 12) realmente significa la frase paradojal: “el sonido de un silencio diáfano”. Es interesante notar que la conversación que mantuvo con el silbo apacible fue, palabra por palabra, la misma que había tenido con Dios en la cueva varios versículos antes. Dios le pregunta, retóricamente, qué está haciendo allí, y Elías le responde. Podemos suponer que el informe de Elías también era retórico porque él sabía que Dios conocía mejor la situación que él mismo.

¿Qué estuvo Elías tratando de decir en 1 Reyes 19:10? Es claro, por el contexto, que él osadamente reprendía a Dios. El texto oculto sería: “¡Mira cómo me pagas por mi buen y fiel servicio!” Elías –que huía aterrorizado de Jezabel, quien era meramente una reina humana– redescubre su valor cuando llega el momento de reprender a Dios. Dios pudo haberle respondido del mismo modo o pudo haber evaporado a Elías. En cambio, ignora su lástima propia y le dice que se prepare porque él pasará por allí.

Como podría esperarse, Elías presenció algunos fenómenos naturales impresionantes. Un viento muy fuerte, pero que era solo viento. Un terremoto de los grandes. Y saliendo de ninguna parte, un muro de fuego. Entonces, Elías se encuentra con Aquel que manda al viento, al terremoto y al fuego. Tiene voz. Y la voz es muy parecida al... ¿silencio? Dios repite su pregunta y Elías repite su queja, pero es probable que lo hiciera con un tono diferente, más humilde, porque esconde su rostro en su manto. Elías sabía que hablaba con el poder que manda a la naturaleza y a las naciones.

Considera: ¿Estuviste alguna vez enojado con Dios o perplejo por su aparente indiferencia? ¿Cómo podemos saber que Dios sigue cuidándonos y velando sobre nosotros aun cuando creer eso fuera en contra de las evidencias visibles?

II. Viste esto, no aquello

(Repasa, con tu clase, 2 Rey. 2:12).

Rasgarse los vestidos, en el Antiguo Testamento, era una señal de pena. Podía ser pena por eventos tales como la muerte de un ser amado, o podía ser –como en el caso de Acab en 1 Reyes 21:27– pena y arrepentimiento por las acciones que ahora lamentaba y que sabía que eran equivocadas. Este gesto tenía más importancia cuando la ropa había sido hecha a mano; y nadie, excepto los reyes y los nobles, tenían mucha ropa.

Cuando tomamos la decisión de servir a Dios o, en un sentido, de tomar el manto de Dios, ella probablemente esté acompañada por pena a causa de las cosas que hemos hecho antes (quizá por ignorancia). Aun si no tenemos un pasado malo, podemos querer hacer un corte claro con los hábitos y costumbres que marcaron nuestra separación de Dios o nuestra ignorancia con respecto a él. Algunas decisiones pueden parecerles extremas a los que nos conocen. Tal vez revisamos y reducimos nuestras colecciones de CD o el contenido de nuestros roperos, o encontramos nuevas formas de recreación y gozo. O podemos decidir, al crecer espiritualmente, eliminar cosas que no son malas en sí mismas, pero que nos estorban. Tal vez reconozcamos que Dios tiene planes específicos para nosotros, que requieren que dejemos de hacer lo que hacíamos y comencemos la vida de nuevo. Esto nos lleva a Eliseo.

Eliseo seguramente estaba aterrorizado y desanimado por el pensamiento de que Elías siguiera su camino, como podríamos estarlo nosotros cuando iniciamos una nueva fase de nuestras vidas. Pero, al mismo tiempo, Eliseo anhelaba lo Elías le estaba dejando, y estaba preparado para servir a Dios en esta nueva etapa. Es interesante que el texto dice que él rompió sus vestidos en dos, expresando que ya no los podría usar más aunque lo deseara. No tenía otra opción que tomar la nueva vestidura –y función– que se le ofrecía.
Considera: ¿Por qué es necesario hacer todas las cosas que Dios nos pide, a fin de servirle mejor y crecer espiritualmente?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Elías fue uno de los personajes más interesantes del Antiguo Testamento, y la gente de muy diversos trasfondos y tradiciones continúan identificándose con él y su discípulo Eliseo. Enfatiza en la clase de qué manera las luchas y triunfos de la vida de Elías, que él dedicó a Dios, son para nosotros como un espejo y un ejemplo.

Preguntas para reflexionar:

1. ¿Qué significa que la voz de Dios sea un silbo apacible y delicado o, literalmente, “el sonido del silencio”? ¿Qué nos dice esto acerca de Dios? ¿Se comunica Dios siempre con un silbo apacible? Si no, ¿por qué elegiría hacerlo así en ciertas ocasiones?

2. En la lección anterior vimos las vestiduras sacerdotales y la importancia de que “llevaba” cosas en el pectoral y sobre él, para simbolizar su carga sagrada. ¿Podría el manto de Elías haber simbolizado algo similar, al llevarlo sobre sus hombros? A veces, él llevaba mensajes que deben de haber parecido una carga, pero los entregó con buena disposición y alegría. Analiza.

Preguntas de aplicación:

1. Como nosotros, el carácter de Elías tenía muchas facetas. Estaba el Elías que con habilidad y confianza derrotó a los sacerdotes de Baal, y estaba el Elías que huyó con terror de la policía secreta de Jezabel. Analiza una ocasión en la que te sentiste como Elías. ¿Cuándo te sentiste más confiado en la conducción de Dios? ¿Qué puede ayudarte a recordar esas ocasiones, cuando el camino de Dios parece menos claro?

2. A menudo, como Elías, nuestro caminar con Dios está ligado con nuestra admiración y apego a otras personas que nos inspiran. Aunque esto es bueno y necesario dentro de límites razonables, ¿cómo podemos encontrar el valor de depender solo de Dios?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Como uno de los profetas más honrados y recordados del Antiguo Testamento, Elías escuchó y habló con Dios con una intimidad casi igual a la de los primeros patriarcas. Al final, fue uno de los dos únicos seres humanos que, según sabemos por la Biblia, no gustó la muerte, sino que fue llevado al cielo antes de la resurrección general en la segunda venida de Cristo. Las siguientes actividades enfatizarán las lecciones que podemos aprender de la vida y la carrera de Elías.

Elías oyó la voz de Dios en el silencio y la quietud. Sospechamos que fue una sorpresa para él como lo sería para cualquiera. ¿Cuánto tiempo hace que escuchaste el sonido del silencio? Pide a tu clase que permanezca un minuto o más en silencio. No dices nada; ellos no dicen nada. ¿Es incómodo? ¿Notaste algo especial? (Por favor, nota: No estamos sugiriendo que medites o que procures oír voces de espíritus. La idea es liberarse de las distracciones acostumbradas por un breve período y dedicarse a escuchar en vez de hablar. Pide a los miembros de tu clase que durante la próxima semana adopten una actitud de quietud o silencio antes de comenzar a hablar a Dios en oración. Pide que ellos compartan luego el impacto que el silencio y la quietud tuvieron sobre su vida de oración).

Alternativa: El manto de Elías, de cierto modo, era solo un abrigo. Pide a tu clase que cite otros ejemplos de artículos de vestir que llegaron a ser símbolos de una idea específica, un estilo de vida, una actitud, etcétera, por las personas que los usaron. Siéntete libre de mirar hacia el mundo de la política, del entretenimiento y otros.