Lecciones para adultos: "Vestidos de gracia: Vestiduras figuradas en la Biblia"

Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2011

Lección 7: "A la sombra de sus alas"

Para el 14 de mayo de 2011

 

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber usar la metáfora de las alas de Dios para describir su poder protector y misericordioso.

Sentir la profundidad de nuestra vulnerabilidad e impureza, y nuestra gran necesidad de encontrar refugio bajo la sombra de las alas de Dios.

Hacer una confesión de nuestros pecados, arrepentirnos y buscar la restauración sanadora de Dios por medio de sus provisiones de gracia.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: La sombra de sus alas

   1. ¿De qué maneras necesitamos estar cubiertos y protegidos bajo las alas de Dios?

   2. ¿Qué imágenes visuales del movimiento de los pájaros y sus hábitos enriquecen esta metáfora y amplían nuestra comprensión de Dios?

2. Sentir: Nuestra vulnerabilidad

   1. Para apreciar plenamente las alas de Dios, necesitamos darnos cuenta de nuestra gran necesidad. ¿Qué sucede cuando rehusamos reconocer nuestros pecados?

   2. David sintió que su pecado afectaba su relación con Dios. ¿Cómo describió él su experiencia en los salmos?

   3. ¿Cómo describió sus sentimientos acerca de la acción restauradora de Dios en su favor?

3. Hacer: Pasos hacia la confesión

   1. ¿Qué pasos necesitamos dar para confesar humildemente nuestros pecados, arrepentirnos, y permitir que Dios nos limpie y nos restaure al gozo de una relación con él?

   2. ¿Cómo podemos expresar nuestro anhelo del perdón de Dios, como lo hizo David?

 

Resumen

Cuando confesamos humildemente nuestros pecados, nos apartamos de ellos y buscamos la gracia restauradora de Dios, estamos escondidos bajo las alas de Dios, salvos y completos.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: El arrepentimiento de nuestros pecados es una parte vital de la restauración de nuestra relación con Dios y de la aceptación de la cubierta que él ofrece “bajo sus alas”.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: En la actividad que sigue, cuando animes a los miembros de tu clase a recordar una experiencia potencialmente negativa de su vida, hazlo con cuidado y sensibilidad. Al dirigir tu clase, siempre deberías concentrarte en el perdón y la restauración que Dios ofrece.

Actividad inicial: Pide a tus alumnos que recuerden una ocasión en sus vidas cuando un malentendido amenazó una relación. Pídeles que recuerden cómo se sintieron cuando se dieron cuenta de que su accionar había puesto en riesgo la confianza en la relación y que era necesario pedir disculpas. ¿Y de qué modo cambiaron sus sentimientos después de que se disculparon y se restauró la relación o, por lo menos, comenzó a restaurarse?

Por causa del pecado, nuestra relación con Dios –nuestro Creador– se rompió en forma similar. ¿Cuánto más nosotros deberíamos confesar y arrepentirnos de nuestros pecados ante Dios? El Salmo 32 registra la experiencia de arrepentimiento de David y cómo su relación con Dios fue progresando: de “gemir” (vers. 3), llegó a “alegrarse” (vers. 11). La experiencia de David traza un camino para que nosotros lo sigamos.

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Esta sección proporciona un breve repaso de la historia del pecado de David, su arrepentimiento y el perdón de Dios.

Comentario de la Biblia

I. Relato de una historia de confrontación

(Repasa, con tu clase, 2 Sam. 12:1-12).

.Las cosas le iban bien a David. Mejor que bien. Después de tantos años de ser fugitivo, ahora estaba instalado en Jerusalén como popular y poderoso rey. Dios lo había bendecido, lo había protegido, y había cumplido las promesas hechas. La gente lo celebraba. Sus hazañas legendarias eran el tema de las canciones en labios de mujeres y niños en las calles de Jerusalén. Sus enemigos le temían y lo admiraban. Era rico por los despojos de la guerra, y sus hombres estaban listos para deponer sus vidas por él en cualquier momento.

Sin embargo, David tiene un secreto oscuro. No sabemos si era conocido solo por algunos de sus consejeros más cercanos o si el chisme recorría la ciudad; pero David no podía reconocer su mala acción y trataba de decirse a sí mismo que podría superarlo. Después de todo, él era el hombre más poderoso de la nación. Su cargo, sin duda, lo protegería.

Entra el profeta Natán, un amigo personal del rey por muchos años. Conversa con David, lo atrapa con una historia bien contada, que lo confronta con su pecado y le hace pronunciar un juicio contra sí mismo en un momento de irónica autocondenación. David queda sacudido, su credibilidad ha sido destruida y, paradójicamente, en medio de esta destrucción, está en camino de ser perdonado y restaurado.

Considera: ¿Qué salió mal? ¿Por qué crees que David cayó tan dramáticamente?

• ¿Cómo crees que habría reaccionado David si Natán simplemente lo confrontaba sin contarle esa historia? ¿Por qué crees que Natán escogió lidiar con la situación del modo en que lo hizo?

II. Un canto de arrepentimiento

(Repasa, con tu clase, 2 Sam. 12:13; y Sal. 51).

David responde a la reprensión de Natán con una confesión completa: “Pequé contra Jehová” (2 Sam. 12:13). Es un hábil resumen del Salmo 51. Sí, David había pecado contra Betsabé, contra Urías, contra su familia, contra otros que habían sido arrastrados a pecar con él y contra toda la nación. Sin embargo, la principal relación que había quebrado y que necesitaba restauración era su relación con Dios. La restauración de esa relación era la base para la restauración, hasta donde fuera posible, del daño hecho a otros.

David era el líder político y espiritual de su nación. La mayoría de nosotros apenas podemos imaginarnos lo que debe haber sido para él aceptar esta reprensión, reconocer su pecado y buscar, con humildad, el perdón de Dios. Políticamente, arriesgaba el mantenimiento de su poder. Espiritualmente, arriesgaba su credibilidad. Y personalmente, tenía que renunciar a su orgullo. Por supuesto, todas estas cosas ya estaban en riesgo por lo que había hecho, pero él confiaba en que, al aceptar el mensaje del profeta, la misericordia y el perdón de Dios obraría en medio de este colosal enredo que él había generado.

Considera: ¿Qué te parece que representaba un mayor riesgo para David: reconocer su pecado públicamente o seguir procurando cubrirlo? ¿Por qué?

• ¿Crees que está bien que David reconociera solo su pecado “contra Dios”? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Qué sucedería con las otras personas heridas por lo que él había hecho mal? Basado en el relato, ¿qué clase de reparaciones necesitaba hacer a quienes había herido?

III. Cubierto por sus alas

(Repasa, con tu clase, 2 Sam. 12:13-25; y Sal. 63:7).

David terminó su dramática audiencia con Natán con la certeza de que Dios había quitado su pecado (ver 2 Sam. 12:13). Es una increíble nota de certeza que podemos compartir, aun en medio de las consecuencias de nuestros pecados. El impacto del accionar errado de David siguió manifestándose en su familia, en los siguientes capítulos de 2 Samuel: la muerte del bebé, la violación de Tamar por su hermano Amnón, el asesinato de este a manos de Absalón, y la posterior rebelión de Absalón contra el trono.

De algún modo, David vivió a través de estas secuelas, sin duda con remordimiento, pero también con la seguridad de que, a pesar de todo el horror de lo que había ocurrido y lo que todavía sucedería, él estaba perdonado. Podía alegrarse, como lo describe al final del Salmo 32, y regocijarse bajo la cubierta de “sus alas”, como lo describe en Salmo 63:7.
Considera: ¿Por qué Dios castigó a David y a su familia de este modo al permitir que su hijito muriera?

• ¿Cómo podemos saber con certeza el perdón de Dios en nuestra vida hoy aun cuando, por las circunstancias, pareciera que no estamos perdonados y restaurados?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: La historia del pecado de David y su perdón plantea algunas preguntas profundas acerca de la naturaleza del perdón en general, y del perdón de Dios en particular. Al animar a los miembros de tu clase a pensar acerca del perdón en sus propias vidas, tal vez se pueda captar una vislumbre de cómo Dios perdona, y cómo podríamos nosotros ser capaces de practicar el perdón en nuestras propias vidas.

Preguntas de aplicación:

1. ¿Cuándo deberíamos arriesgarnos a decir algo difícil pero importante a un amigo, así como lo hizo Natán?

2. Cuando has sido herido, ¿cuán difícil te resulta perdonar a la persona que te lastimó? ¿Es posible restaurar completamente la relación tal como era antes de la herida? ¿Qué más puede hacerse para restaurar esa relación?

3. Si Dios realmente perdonó a David, ¿por qué tantas cosas salieron mal en su familia y en su reino después de esta ocasión? ¿No debería el perdón de Dios dejar todas las cosas en orden? Analiza tu respuesta.

4. Si nuestro pecado ha sido realmente cubierto, ¿por qué sigue impactando tantas vidas?

5. ¿Por qué a veces sentimos como si la tragedia en nuestras vidas fuera un castigo de Dios? ¿Crees que esta actitud es una forma válida de explicar la tragedia en nuestras vidas?

6. Si todavía estamos viviendo las consecuencias de nuestro pecado, ¿cómo podemos vivir con la seguridad del perdón y la salvación?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Las actividades sugeridas deben ser dirigidas con sensibilidad, teniendo en cuenta las experiencias y las circunstancias de los miembros de tu clase. Respeta la privacidad de las personas, ya que algunas de estas actividades pueden no ser fáciles para algunos miembros de tu clase. La intención es demostrar y apreciar las realidades prácticas del arrepentimiento y del perdón en nuestra relación mutua y en el contexto de nuestra relación con Dios.

Actividades:

Sugerencia para actividades individuales:

Proporciona papel y lápiz a tu clase, e invítalos a escribir una carta a alguien a quien sienten que deben ofrecer disculpas. Algunos miembros podrían no estar preparados para entregar o enviar la carta, pero pueden descubrir que el proceso de escribir la carta les resulta útil y animador. Si los miembros de tu clase envían sus cartas con pedidos de disculpas, algunos querrán compartir con la clase las respuestas que reciban en las próximas semanas.

Cuando las cartas estén escritas, los miembros de tu clase deberían tomar tiempo adicional para escribir una carta similar a Dios usando, tal vez, el Salmo 51 como modelo, y recordando que la primera preocupación de David era que había pecado contra Dios.

Sugerencia para actividades en grupo o equipos:

Proporciona papel y lápiz a los miembros de tu clase. Pídeles que piensen en algo de lo que están avergonzados o por lo que sienten culpa. Si es posible, que escriban el motivo en unas pocas palabras. (Todo lo escrito debe ser hecho en privado y sabiendo que no será leído.) Pide a los miembros de tu clase que doblen los papeles de modo que lo que escribieron no se pueda leer y, si es posible, quemen esos papeles hasta reducirlos a cenizas. Esto demuestra la eliminación de los pecados, que Dios nos ofrece cuando nos arrepentimos. (Si no usan el fuego, pídeles que imaginen que los queman.) Donde sea práctico, esparzan las cenizas en el exterior y oren juntos, agradeciendo a Dios por el perdón que ofrece y por su gracia, que nos da la seguridad del amor y el perdón de Dios.