Lecciones para adultos: "La adoración"
Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2011
Lección 5: "Bienaventurado eres, ¡oh, Israel!"
Para el 30 de julio de 2011
Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea
El sábado enseñaré...
Saber reconocer las diferencias entre la adoración centrada en uno mismo y la adoración centrada en Dios.
Sentir una actitud de sumisión y obediencia en la adoración.
Hacer: someternos completamente a la voluntad y los caminos de Dios, en vez de sustituirlos por ideas y métodos propios acerca de sus requerimientos.
Saber: Adoración centrada en Dios
¿Por qué es importante reconocer las distinciones que hace Dios entre lo sagrado y lo común?
¿Qué ejemplos de las escrituras describen las consecuencias de sustituir los requerimientos de Dios por nuestros propios caminos y medios de adoración?
¿Por qué las medidas drásticas que tomó Dios con Nadab y Abiú fueron tan importantes en ese momento del desarrollo de los conceptos de adoración en Israel?
Sentir: Obediencia en vez de sacrificios
¿De qué modo la actitud de Ana al adorar fue diferente de la de Saúl? (Ver 1 Sam. 1; 15.)
¿En qué forma las actitudes de Nadab y Abiú hacia la adoración fueron similares a las de Saúl? (Ver 1 Sam. 15; Lev. 10).
¿Qué actitudes es importante fomentar en la adoración, y por qué?
Hacer: No mi voluntad, sino la tuya
¿Dónde encontramos la mayor tentación de seguir nuestra propia voluntad, en vez de someternos a la dirección de Dios?
¿Qué debemos hacer para concentrarnos en Dios durante la adoración en vez de hacerlo en nosotros mismos?
Cuando siguió las indicaciones explícitas de Dios en la adoración, Israel fue recompensado con la presencia divina. Aquellos que sustituyeron lo que Dios requería por sus propios caminos y medios se encontraron con consecuencias graves.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Dios no es un ser imaginario a quien podemos moldear de acuerdo con nuestros caprichos y opiniones. Hay una manera dinámica y satisfactoria de adorar y servir a Dios, y hay una manera de servir al yo. Cuando adoramos, pongamos siempre a Dios antes que nuestros caprichos y opiniones.
Solo para los maestros: Enfatiza el hecho de que amar a Dios significa mostrar ese amor mediante la obediencia, el deseo de agradarle y la voluntad de descubrir lo que causa su amor.
Probablemente, todos nosotros hemos pasado por la experiencia de que nuestras opiniones o preferencias fueran tratadas como si no tuvieran importancia. Por ejemplo, ¿te han preguntado lo que querías para el cumpleaños o para Navidad, solo para recibir otra cosa, o algo que se notaba que fue elegido porque la persona no quería dedicar tiempo o tomarse la molestia? ¿Cómo te sentiste? Lo que valía era el hecho de acordarse de ti, pero, en todo caso mejor hubiera sido que no te preguntaran nada. Y el sentimiento es peor cuando se trata de alguien que dice amarte o respetarte, ¿verdad?
Durante las semanas pasadas, hemos estado explorando el significado de la verdadera adoración, la que procede de un corazón verdaderamente dedicado a Dios, y con el deseo de aprender y hacer su voluntad. Pero, cuán a menudo ignoramos lo que él quiere de nosotros, y le damos solo lo que pensamos que él debería recibir o aquello que estamos listos para abandonar. Dios quiere nuestro corazón, alma, mente y obediencia. Nada menos que eso es lo apropiado.
Considera: ¿Cómo puedes mostrar tu amor a Dios mediante la obediencia?
Solo para los maestros: Enfatiza el hecho de que amar a Dios significa rechazar todo lo que no le agrada. Expresado en forma más positiva, agradar a Dios debería ser más importante para nosotros que todo lo demás, aun el éxito mundano.
Comentario de la Biblia
I. Isaías y la escala de valores variable
(Repasa, con tu clase, Isa. 5:18-23).
Se ha dicho que la realidad es lo que, cuando dejas de creer en ello, no se va. La mayoría de nosotros estamos bastante dispuestos a aceptar esta idea cuando se trata de autobuses que nos vienen al encuentro, hongos venenosos y víboras ponzoñosas. Si nos muerde una serpiente venenosa y la reclasificamos como no venenosa, es poco probable que, en los hechos, eso produzca alguna diferencia en nosotros, las víctimas.
A su vez, no se debate mucho acerca de qué es amargo y qué es dulce, pues es necesario dejar lugar para algunas diferencias culturales. Por ejemplo, los chinos consideran el gusto del té como dulce, mientras que muchos occidentales lo consideran amargo. Pero, aún así, la reacción al gusto percibido como amargo es inmediata, y pasa completamente por alto las facultades racionales. Y ninguno es relativista en una oscuridad impenetrable, especialmente cuando le ofrecen una linterna.
Así, en la práctica, hay poco o ningún debate acerca de la dulzura versus la amargura, o la oscuridad y la luz. ¿Qué pasa con el bien y el mal, lo correcto y lo equivocado? La mayoría de nosotros tenemos una escala, y pensamos en algún dictador repugnante en el extremo del mal y alguien como la Madre Teresa en el extremo opuesto. Pero tendemos a actuar sobre la base de una escala variable, particularmente si “todos lo hacen” o, aun más, si nosotros o los que están en nuestro círculo social lo hacen. Sabemos distinguir el bien del mal pero, tal vez decimos que es sólo un poco malo. Si nosotros mismos no lo estamos haciendo, tal vez nos sentimos particularmente iluminados y compasivos para excusarlo o ignorarlo.
En este pasaje, Isaías llega directamente al corazón del asunto. ¡Ay de aquellos que llaman bueno a lo malo, y a lo malo bueno! Esa es una distinción que debería ser tan real e importante para nosotros como la luz y la oscuridad. Nota que él no menciona personas que hacen lo malo en este pasaje. Toma a personas que excusan el mal, o que rehúsan reconocer que existen lo bueno y lo malo.
Considera: ¿De dónde proceden tus normas para la adoración o para la vida misma? ¿Por qué es importante que estén basadas en Dios en vez de estarlo sobre lo que otros hacen y piensan que es lo correcto, o lo que ellos piensan que “no es tan malo”?
II. La obediencia es más importante que los resultados
(Repasa, con tu clase, Núm. 20:8-12).
Muchos lectores y estudiantes de la Biblia se han preguntado por qué Dios castigó tan duramente a Moisés por los eventos registrados en este pasaje. Moisés era el dirigente consagrado de un pueblo a menudo petulante y recalcitrante. Afrontó adversidades y dificultades que hubieran hecho gritar y huir a un hombre de menor capacidad. Y, después de todo esto, estas mismas personas, a quienes había dirigido y provisto de todo, lo acusaron de no saber lo que estaba haciendo y de llevarlos a una marcha de muerte sin sentido. Entonces, Moisés se enojó, y golpeó la roca en vez de hablarle. ¿Y qué pasó?
De todos modos, resultó. Salió agua de la roca, así como habría salido si Moisés hubiera seguido las instrucciones de Dios al pie de la letra. Y tampoco leemos mucho acerca de la murmuración o el disenso de la gente en los pasajes que siguen de inmediato. Moisés los hizo callar. ¿Qué podría ser mejor?
Este incidente demuestra que Dios puede producir resultados positivos aun de nuestros errores o nuestra desobediencia. Él es misericordioso y ve el panorama general. Pero esto no significa que debemos permitirnos ser arrastrados por nuestros caprichos –sea en la vida, en el ministerio o en la adoración– y hacer lo que nos parece correcto en el momento, sin considerar lo que es mejor a los ojos de Dios. Dios nos permitirá lograr resultados a pesar de nuestra ignorancia o nuestros fracasos, pero él espera que aprendamos mientras nuestra mente se vuelve más parecida a la de él. Moisés habló con Dios cara a cara. Nosotros tenemos que buscar no solo lo que es adecuado para lograr nuestras metas, sino seguir la buena y perfecta voluntad de Dios en todo.
Considera: Dios, al bendecirnos y darnos un conocimiento más completo de su voluntad y carácter, espera más de nosotros. Si decimos que queremos conocer a Dios y su voluntad, ¿cómo debemos modelar nuestra vida siguiendo esa voluntad?
Solo para los maestros: Usa los siguientes ejercicios y preguntas para enfatizar la necesidad de reclamar el manto de justicia de Cristo a fin de ser reconciliados con Dios.
Preguntas para reflexionar:
En Deuteronomio 33:5 y 26, Moisés se refiere al pueblo de Israel como “recto”, literalmente, “justo” (Jesurún, en hebreo). Pero sabemos, por la historia registrada, que a menudo se comportaban de un modo que no parecía ser recto de ninguna manera. Moisés, más que todo el pueblo, tenía razones para afirmar esto. ¿Por qué, entonces, se refirió a ellos como justos? ¿Qué sugiere esto acerca de la forma en que Dios nos ve, o acerca de lo que podríamos ser?
Nuestra tendencia natural, como seres humanos, es concentrarnos en pecados específicos que nosotros consideramos particularmente terribles, y de los cuales (en general) no somos culpables personalmente. Podemos ver esto en las campañas morales que con periodicidad saturan el panorama político. Pero en 1 Samuel 15:22 se nos dice que la rebelión (cualquier acto de desobediencia a Dios a sabiendas) es comparable con uno de los pecados más grandes y brillantes: la brujería. ¿Qué sugiere esto acerca de la distancia entre las normas de Dios y las nuestras, que a menudo son superficiales?
Preguntas de aplicación:
Aunque todos somos pecadores, Dios está listo y dispuesto a tratarnos como si fuéramos rectos. ¿Cómo podemos mejorar nuestras muestras de gratitud a Dios por aceptarnos en Cristo?
No sabemos todas las circunstancias en las que Nadab y Abiú ofrecieron “fuego extraño”, en Levítico 10:1 al 3. ¿Fueron arrogantes y sacrílegos intencionalmente, o pensaban que lo que estaban haciendo era correcto? Al final, saber las respuestas no cambiará la historia. Ellos estaban anteponiendo sus propias normas y juicios a los de Dios. ¿Cómo podemos evitar nosotros hacer lo mismo, aun cuando las consecuencias, raramente, son tan rápidas en el mundo actual?
Solo para los maestros: Las siguientes actividades tienen la intención de ayudarnos a concentrarnos en las muchas razones que tenemos para estar agradecidos a Dios por su conducción.
Como cristianos, creemos en un Dios que actúa en la historia. Y no solamente actúa en la historia –aquella que aparece en la Biblia, en los comentarios sobre la Biblia, y en los libros de Historia–, él también actúa en nuestras vidas. La mayoría de nosotros, probablemente, hemos sentido que Dios trató de decirnos algo específico, aun si no de un modo literal y audible.
Pregunta a la clase si estuvieron alguna vez conscientes de la comunicación de Dios con ellos acerca de sus vidas, o de un cierto curso de acción. ¿Cómo reaccionaron ellos? ¿Obedecieron? ¿Lo ignoraron? ¿Cuáles fueron los resultados?
Alternativa: Concéntrate en la adoración. Usa un pizarrón o un papel grande para esta actividad. Reconoce que Dios habla de diferentes maneras a diferentes personas, pero que hay algunas características claras de la verdadera adoración que conducen a la obediencia. Cualquiera sea la forma exterior, ¿qué debería incluir tal adoración? Anota las respuestas que da la clase. ¿Qué revelan las respuestas acerca de nuestras actitudes hacia Dios? ¿Hacia la adoración? ¿Acerca de nosotros mismos?
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Juan 12:44,45.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Servid al señor de todo corazón basada en Colosenses 3:23-24.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Fábulas por arte compuestas basada en Daniel 8:14.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
Principal | Nosotros | Noticias | Recursos | Descargas | Devoción | Directorios
Iglesia Adventista del Séptimo Día de Santa Clara
Primer Sitio Cubano al Servicio de Cristo
©2002-2024
Contáctenos: iasdsantaclara@yahoo.es
Patrocinadores:
Ministerio PedrAngular
Craig Pettersen