Lecciones para adultos: "El evangelio en Gálatas"
Cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2011
Lección 13: "El evangelio y la iglesia"
Para el 24 de diciembre de 2011
Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes
Lee Para el Estudio de esta Semana: Gálatas 6:1-10; Mateo 18:15-17; 1 Corintios 10:12; Romanos 15:1; Juan 13:34; Lucas 22:3.
Para Memorizar: “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (Gál. 6:10).
“ALGUNOS LABRIEGOS que cultivaban papas (patatas) decidieron guardar las más grandes para sí y usar las más pequeñas como semillas. Después de algunas cosechas pobres, descubrieron que la naturaleza había reducido sus cosechas de papas al tamaño de canicas (bolitas). Mediante este desastre, aquellos agricultores aprendieron una importante lección.
“No podían tener las mejores cosas de la vida para sí mismos y usar lo que quedaba como semilla. La Ley de la vida decreta que la cosecha reflejará la siembra.
“Plantar papas pequeñas es todavía una práctica común. Tomamos las cosas grandes de la vida para nosotros y plantamos las que quedan. Esperamos que nuestro egoísmo será recompensando con generosidad” (International Student Fellowship Newsletter, marzo de 2007).
Pablo aplica este principio en Gálatas 6:1 al 10. En vez de que los miembros se muerdan y se coman entre sí (Gál. 5:15), la iglesia debe ser el lugar donde el Espíritu nos conduzca a poner a los otros antes que a nosotros mismos. Comprender que somos salvos por gracia debería hacernos humildes y más compasivos al tratar a otros.
Domingo 18 de diciembre: Restaurar a los caídos
Pablo tenía elevadas expectativas acerca de la vida cristiana (Gál. 5:16), y su consejo a los creyentes, en Gálatas 6:1, es muy alentador y realista. Los seres humanos no son perfectos, y aun los cristianos más consagrados se equivocan. Las palabras de Pablo en Gálatas 5:16 indican que visualizaba una situación que probablemente suceda en la iglesia hoy. Pablo da consejos prácticos acerca de cómo tratar tales situaciones cuando se presentan.
¿Cómo deberían responder los cristianos cuando un creyente cae en alguna conducta pecaminosa? Gál. 6:1; Mat. 18:15-17.
Para beneficiarnos con el consejo de Pablo, necesitamos comprender cuál era la situación exacta en la que Pablo pensaba. Ella giraba en torno a dos palabras usadas en Gálatas 6:1. La primera es ser sorprendido (RVR, NVI) o incurra (BJ). Literalmente significa “ser detectado o sorprendido”. El contexto sugiere que Pablo se refiere no solo a un creyente que sorprende a otro en un acto malo, sino también cuando una persona encuentra que “incurrió” en una conducta errada (ver Prov. 5:22) que habría elegido evitar.
Es probable que la mala conducta que Pablo analiza no sea deliberada, por los términos que usa. La palabra “falta” (RVR), o “pecado” (NVI), se refiere a un error, un tropezón o un paso en falso. Esto parece lógico por el comentario acerca de “andar” en el Espíritu. Aunque esto no excusa el error, Pablo hace claro que no está tratando con un caso de pecado desafiante (1 Cor. 5:1-5).
La respuesta adecuada no debería ser el castigo, la condenación o el desglose como miembro, sino la restauración. La palabra para “restaurar” es katartízo, y significa “remendar” o “poner en orden”. En el Nuevo Testamento se la usa para “remendar” las redes de pesca (Mat. 4:21). Del mismo modo que no abandonaríamos a un compañero creyente que se cae y se quiebra una pierna, como miembros del cuerpo de Cristo debemos cuidar tiernamente a nuestros hermanos en Cristo que pueden tropezar y caer al caminar juntos por el sendero al Reino de Dios.
En lugar de practicar Mateo 18:15 al 17, ¿por qué hablamos mal, tan a menudo, de la persona con la que estamos enojados, dejamos que nuestro enojo siga activo contra ella, o incluso hacemos planes para vengarnos?
Lunes 19 de diciembre: Cuidado con la tentación
“Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre” (2 Sam. 12:7).
La seriedad de las palabras de Pablo en Gálatas 6:1 –de cuidar que no seamos igualmente tentados– no debería ser pasada por alto. Se puede ver un sentido de urgencia y una preocupación personal, por la forma en que Pablo hace esta apelación. La palabra “considérate” (RVR) o “cuídese” (NVI) significa “mirar con cuidado algo”, o “prestar cuidadosa atención a algo” (comparar con Rom. 16:17; Fil. 2:4). Lo que Pablo quería decir era: “Mantengan un ojo atento sobre ustedes mismos”, para que el pecado no los tome por sorpresa. Para subrayar esta advertencia, Pablo pasa de la segunda persona del plural (vosotros) a la segunda persona del singular (tú) en la última parte del versículo. Esto no es una advertencia que se aplica a toda la congregación; es una amonestación individual a cada persona dentro de la iglesia.
Pablo no identifica explícitamente la naturaleza de la tentación contra la que advierte tan fuertemente a los gálatas. Tal vez no recordaba ninguna equivocación específica sino sencillamente se refería al peligro de cometer el mismo pecado del cual trataban de restaurar a otro. Sus palabras en Gálatas 5:26 contra ser “vanagloriosos” sugieren que estaba advirtiéndoles contra el hecho de que no se sintieran espiritualmente superiores a los que estaban restaurando.
¿Por qué Pablo advierte a los gálatas contra el orgullo espiritual? Considera 1 Corintios 10:12; Mateo 26:34; y 2 Samuel 12:1-7.s
Uno de los mayores peligros del cristiano es sentir orgullo espiritual lo que nos hace pensar que estamos inmunes a cometer ciertos tipos de pecado. El hecho solemne es que todos tenemos una naturaleza pecaminosa, que se opone a Dios. De este modo, sin el poder contenedor del Espíritu de Dios, podríamos ceder prácticamete a cualquier pecado, si las circunstancias fueran apropiadas. Tal percepción de nuestra verdadera identidad aparte de Cristo puede impedirnos caer en el pecado de la justicia propia, y puede darnos una mayor simpatía por otros que cometen errores.
¿Cuántas veces has condenado a otros (tal vez solamente en tu corazón) por pecados de los que, alguna vez, fuiste culpable tú mismo?
Martes 20 de diciembre: Sobrellevar cargas (Gál. 6:2-5)
Además de restaurar a los caídos, ¿qué otras instrucciones da Pablo a los gálatas? Gál. 6:2-5; ver también Rom. 15:1; Mat. 7:12.
La palabra “carga”, en Gálatas 6:5, es báros, y habla de un peso grande que debía llevarse a grandes distancias. Luego, llegó a ser una metáfora para cualquier dificultad, tal como un largo día de trabajo (Mat. 20:12). Por el contexto inmediato, la admonición de Pablo era llevar “los unos las cargas de los otros”, incluyendo las faltas morales de otros creyentes. La instrucción de Pablo revela algunas vislumbres espirituales que no debemos pasar por alto.
Primera: “Todos los cristianos tienen cargas. Nuestras cargas difieren en tamaño y forma. [...] Para algunos, es la carga de la tentación o las consecuencias de un traspié moral (como en el vers. 1). Para otros, es un malestar físico, un desorden mental, una crisis familiar, la falta de empleo, la opresión del demonio, o alguna otra cosa; pero ningún cristiano está exento de cargas” (Timothy George, Galatians, p. 413).
Segunda: Dios no desea que llevemos todas nuestras cargas solos. A veces estamos más dispuestos a ayudar a otros a llevar sus cargas de lo que estamos en permitir que otros nos ayuden. Pablo condena esta suficiencia propia (Gál. 6:3) como orgullo humano, al no admitir que tenemos necesidades. Esto no solo nos quita el consuelo de otros sino también impide que otros cumplan el ministerio que Dios les dio.
Finalmente, Dios nos llama a llevar las cargas de otros para manifestar el consuelo de Dios, pues la iglesia es el cuerpo de Cristo. Pablo ilustra esto al decir: “Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito” (2 Cor. 7:6). Nota que “el consuelo de Dios no le fue dado a Pablo por su oración privada y espera en Dios, sino por medio del compañerismo de un amigo y con las buenas noticias que él trajo. La amistad humana, en la cual sobrellevamos los unos las cargas de los otros, es parte del propósito de Dios para su pueblo” (John R. W. Stott, The Message of Galatians, p. 158).
¿Qué te impide buscar ayuda: el orgullo, la falta de confianza, o un sentido de suficiencia propia? Si tienes necesidad, ¿por qué no buscas a alguien en quien confías y le pides que comparta tus cargas?
Miércoles 21 de diciembre: La ley de Cristo (Gál. 6:2-5)
Pablo conecta el sobrellevar las cargas con el cumplir la ley de Cristo. ¿Qué quiere decir él con “la ley de Cristo”? Gál. 5:14; 6:2; Juan 13:34; Mat. 22:34-40.
Esta frase de Pablo, “la ley de Cristo” (tou nómon tou Christou), no aparece en ninguna otra parte de la Biblia, aunque él usa una expresión similar en 1 Corintios 9:21 (énnomos Christou). Esta frase singular sugirió muchas interpretaciones diferentes. Algunos alegan que es una evidencia de que la ley de Dios dada en el Sinaí fue reemplazada por la ley de Cristo. Otros pretenden que la palabra ley significa un “principio” general (ver Rom. 7:21), y quiere decir que al llevar las cargas de otros, seguimos el ejemplo de Jesús. El contexto sugiere que “cumplir la ley de Cristo” es otra referencia a cumplir la ley mosaica mediante el amor. Pablo mostró en su carta que la Ley Moral no fue anulada con la venida de Cristo. En cambio, la Ley Moral, interpretada por el amor, sigue siendo muy importante en la vida cristiana. Esto es el resumen de lo que Jesús enseñó y practicó durante toda su vida, y aun en su muerte. Al sobrellevar las cargas de otros, no solo seguimos las pisadas de Jesús, sino también cumplimos la Ley.
Hay una aparente contradicción entre Gálatas 6:2 y 6:5. Este problema se resuelve fácilmente al notar que Pablo usa dos palabras diferentes para describir dos situaciones distintas. Como ya vimos, la palabra “carga” en el versículo 2 (báros) se refiere a un peso grande que tiene que llevarse a una gran distancia. La palabra fórtion, en el versículo 5, sin embargo, se refiere a la carga de un barco, la mochila de un soldado, o un niño en el vientre. Las primeras cargas pueden ser puestas a un lado; las últimas, no. Una madre embarazada debe cargar a su niño. Se observa que las personas pueden ayudarnos a llevar algunas cargas, pero hay otras que ningún ser humano puede llevar por nosotros, tales como la carga de una conciencia culpable, el sufrimiento y la muerte. Para estas, dependemos solo de la ayuda de Dios (Mat. 11:28-30).
Aunque para algunas cargas puedes conseguir ayuda de otras personas, algunas tienes que llevarlas solo a Dios. ¿Cómo puedes aprender a dar al Señor las cosas que tú mismo sencillamente no puedes llevar?
Jueves 22 de diciembre: Sembrar y cosechar (Gál. 6:6-10)
La palabra “burlado” (mukterízo) aparece solo aquí en el Nuevo Testamento, aunque está en la traducción griega del Antiguo Testamento. Significa “arrugar la nariz con desprecio”. En el Antiguo Testamento, suele referirse al desprecio hacia los profetas de Dios (2 Crón. 36:16; Jer. 20:7), y aun se usa una vez para describir gráficamente una actitud de rebelión hacia Dios (Eze. 8:17).
Lo que Pablo dice es que las personas pueden ignorar a Dios o aun despreciar sus mandamientos, pero no pueden ser más sabios que Dios. Él es el juez definitivo, y al fin tendrán que pagar el precio de sus acciones.
Lee Gálatas 6:8. ¿Qué quiere decir Pablo aquí? ¿Qué ejemplos encuentras en la Biblia de personas que sembraron para la carne, y de aquellas que sembraron para el Espíritu? (Ver, por ejemplo, Hech. 5:1-3; Luc. 22:3; Dan. 1:8; Mat. 4:1).
La metáfora de Pablo acerca de la siembra y de la cosecha no es exclusiva. Es un hecho que aparece en muchos proverbios antiguos. Pero es importante cómo Pablo la usa para subrayar sus comentarios anteriores acerca de la carne y el Espíritu. James D. G. Dunn nota: “Un equivalente moderno es que hay libertad de elección, pero no somos libres para elegir las consecuencias de nuestra elección” (Galatians, p. 330).
Aunque Dios no siempre nos libra de las consecuencias de nuestros pecados, no debemos desesperarnos por las malas elecciones que hicimos. Podemos regocijarnos en que Dios perdona nuestros pecados y nos adopta como hijos.
Entretanto, Gálatas 6:10 ilustra el punto de que “la ética cristiana tiene un foco doble. Uno es universal y abarca todo: ‘Hagamos bien a todos’; el otro es particular y específico: ‘mayormente a los de la familia de la fe’. La apelación universalista de Pablo está basada en el hecho de que todas las personas, en todas partes, son creadas a la imagen de Dios, y muy preciosas a su vista. Dondequiera que los cristianos olvidaron esto, inevitablemente fueron víctimas de los pecados del racismo, el sexismo, el tribalismo, y mil otras hipocresías que han plagado la comunidad humana desde Adán y Eva hasta el presente” (Timothy George, Galatians, pp. 427, 428).
¿Qué estás sembrando, el bien o el mal? ¿Qué clase de cosecha recogerás?
Para Estudiar y Meditar:
“El Espíritu de Dios mantiene el mal bajo el dominio de la conciencia. Cuando el hombre se ensalza por encima de la influencia del Espíritu, recoge una cosecha de iniquidad. Sobre un hombre tal, el Espíritu tiene una influencia cada vez menor para restringirlo de sembrar semillas de desobediencia. Las advertencias tienen cada vez menos poder sobre él. Gradualmente pierde su temor a Dios. Siembra para la carne, y cosechará corrupción. Está madurando la cosecha de la semilla que él mismo ha sembrado. Desprecia los santos mandamientos de Dios. Su corazón de carne se convierte en un corazón de piedra. La resistencia a la verdad lo confirma en la iniquidad. [...]
“Todos deberían ser inteligentes en cuanto a la causa por la cual el alma es destruida. No se debe a algún decreto que Dios haya enviado contra el hombre. Él no hace que el hombre sea espiritualmente ciego. Dios proporciona suficiente luz y evidencias para capacitar al hombre a fin de que distinga entre la verdad y el error, pero no lo fuerza para que reciba la verdad; lo deja en libertad de elegir el bien o el mal. Si el hombre recibe la evidencia que es suficiente para guiar su juicio en la dirección correcta, y elige el mal una vez, lo hará más fácilmente la segunda vez. La tercera vez se apartará de Dios aun con mayor avidez, y elegirá estar del lado de Satanás. Y continuará en este proceder hasta que sea confirmado en el mal y crea que es verdad la mentira que ha fomentado. Su resistencia ha producido su cosecha” (“Comentarios de Elena G. de White”, CBA 6: 1.112).
Preguntas para Dialogar:
En un sentido práctico, ¿qué significa “restaurar” a un creyente que ha caído en el pecado? ¿De qué modos el pecado cometido afecta el proceso de restauración? La restauración ¿hará que todo sea igual que antes? Analiza.
Siendo que hay cargas que la gente debe llevar por sí misma (Gál. 6:5), ¿cómo determinamos si debemos ayudar a alguien?
¿De qué modo tu iglesia cumple las instrucciones de Pablo en Gálatas 6? ¿Qué puedes hacer tú para marcar una diferencia?
Resumen: Si la presencia de Dios está entre su pueblo, se verá que un espíritu semejante al de Cristo se manifiesta dentro de la iglesia. Puede verse en la forma en que se extiende el perdón y la restauración a aquellos que yerran, en cómo se ayudan unos a otros en las pruebas y en los actos de bondad que se comparten; no solo entre ellos sino también con los no creyentes.
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Juan 12:44,45.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Servid al señor de todo corazón basada en Colosenses 3:23-24.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Fábulas por arte compuestas basada en Daniel 8:14.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
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