Lecciones para adultos: "El evangelio en Gálatas"

Edición para maestros. Cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2011

Lección 10: "Los dos pactos"

Para el 3 de diciembre de 2011

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber comparar y contrastar los pactos antiguo y nuevo, con los hijos de Agar y de Sara, y su relación con Abrahán.

Sentir que alimentas actitudes de aprecio, de fe y de amor a Dios por nuestra liberación del pecado.

Hacer: Depender de las promesas del pacto de Dios.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: Ismael e Isaac

   1. ¿De qué modo los que insistían en la circuncisión se pusieron del lado del hijo que nació en forma natural, Ismael, en lugar de hacerlo del lado del hijo que nació por un milagro, Isaac?

   2. ¿Qué otros ejemplos bíblicos ilustran nuestros intentos de hacer las cosas por nosotros mismos?

   3. ¿De qué modo ilustra Abraham, en esta historia, nuestra tendencia a depender del pacto antiguo, en vez del pacto nuevo?

2. Sentir: Aprecio por el Pacto Nuevo

   1. ¿Cómo nos enseña el fracaso de Israel, al no guardar su promesa realizada en el monte Sinaí, la necesidad de depender del poder de Dios?

   2. ¿De qué modo el sentir nuestra gran necesidad de la ayuda divina despierta en nosotros confianza y amor a Dios?

3. Hacer: Hijos de la promesa

   1. ¿Cómo somos tentados a crear nuestros propios “hijos de la promesa”, como lo hizo Abraham, en vez de permitir que Dios obre en forma milagrosa por nosotros?

   2. ¿Qué oposición afrontamos por cuanto somos hijos del pacto nuevo, en vez de serlo del antiguo?

 

Resumen

Como Abraham, Agar e Israel en el monte Sinaí, a menudo somos tentados a tratar de lograr por nosotros mismos que la Palabra de Dios se cumpla. Pero, nuestros propios esfuerzos no solo no funcionan, sino también generan tragedias. La gracia de Dios conlleva bendiciones, en vez de desgracias.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: La actitud del pacto antiguo es de hacer que las cosas sucedan, mientras que la actitud del pacto nuevo es la confianza en que Dios cumplirá sus propósitos.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Los atletas consideran los deportes en formas diferentes. Hay atletas tan preocupados por hacer que las cosas sucedan que fuerzan las acciones, hasta el punto de hacer trampa cuándo y dónde pueden.

Otros lo hacen en forma diferente: permiten que “el juego venga hacia ellos”. Tienen confianza en el sistema o en el plan de juego preparado por los técnicos y se preocupan solo en su papel asignado en la ejecución del plan. Estos atletas alcanzan el éxito no porque “hicieron que las cosas sucedieran” o porque “forzaron la acción”, sino porque dependieron de la sabiduría y la experiencia de sus entrenadores, y aceptaron sus procedimientos de adiestramiento y el lugar que les asignaron. Este enfoque exige aceptar confiadamente la conducción de los entrenadores, y estar preparados para realizar el plan de su director técnico cada vez que se presenten las oportunidades.

Los seguidores de Dios, a lo largo de la historia, han dado ejemplo de ambos enfoques. Los antiguos israelitas declararon confiadamente su intención de ejecutar la voluntad de Dios a la perfección. Abraham entró en pánico, porque creía que el tiempo del juego de Dios estaba expirando y, en vez de esperar pacientemente en el plan divino de juego, tomó sobre sí la responsabilidad de procrear un descendiente. Esta ayuda solo complicó las cosas. Afortunadamente, la madurez espiritual de Abraham experimentó un cambio dramático cuando obedientemente entregó a Isaac. Esta semana contrastaremos vívidamente estos enfoques conflictivos para con la espiritualidad.

Considera: ¿Cuál es la diferencia entre las actitudes del pacto antiguo y del nuevo pacto? ¿Cómo vivimos la actitud del nuevo pacto?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Abraham es un ejemplo persuasivo de ambos enfoques, en el cumplimiento del pacto. Al principio, mostró autodependencia cuando tomó sobre sí la responsabilidad de cumplir la promesa de Dios. ¿Cuántos cristianos bien intencionados emulan ese error? Sinceramente tristes por causa de su pasado pecaminoso, con confianza propia declaran que nunca más repetirán su conducta anterior, afirmando efectivamente que su poder de voluntad es suficiente para cumplir las promesas de Dios en sus vidas transformadas. La disposición de Abraham procreó a Ismael... y una casa paterna profundamente dividida.

Desdichadamente, los creyentes autodependientes producen, o fomentan, del mismo modo, resultados similares; y dividen a la familia de Dios. Más tarde, Abraham aprendió que la entrega propia, no la dependencia propia, abre los almacenes de las bendiciones de Dios.

En la cumbre del monte Moria, Abraham entregó a su hijo en sacrificio, esencialmente entregándose él mismo, sin tomar en cuenta las aparentes consecuencias para sus sueños acariciados. Completamente rendido, Abraham estaba ahora en la posición de experimentar la extravagante gracia de Dios. El Hijo de Dios, prefigurado en el carnero enredado en el matorral, cumpliría la promesa, sustituiría a Isaac y a toda la humanidad. El poder renovado pertenece a Cristo, no a los seres humanos.

Hoy hay abrahames de la segunda fase: creyentes que sinceramente lamentan su conducta pecaminosa, y además reconocen que los esfuerzos humanos por vencer las tentaciones no pueden alcanzar la justicia, sino la sumisión momento tras momento a la conducción de Dios, y una confianza absoluta en el sacrificio de Cristo. La iglesia renovada es un grupo de creyentes que ha remplazado el pacto antiguo, que se trataba de la obediencia con confianza propia, por el nuevo pacto, una obediencia en totalmente confiada. La obediencia nunca está en duda: serviremos a alguien; ya sea a las ideas de justicia humanamente fabricadas o al Cristo, tal y como lo revelan todas las Escrituras.

Comentario de la Biblia

I. Abraham, Sara y Agar

(Repasa, con la clase, Gál. 4:21-31; Gén. 16).

Aquellos de nosotros que compartimos sensibilidades modernas podemos quedar consternados con la ilustración de Pablo que involucra a Agar; porque aparentemente echa la culpa a ella y a Ismael, como ejemplos de una religión legalista. ¿Qué imparcialidad puede haber en castigar a una mujer esclava, indefensa, que no podía elegir si quería engendrar un hijo de su amo rico o no? Para empeorar las cosas, Pablo exalta la relación de Abraham y Sara (las personas que causaron el problema) como un ejemplo de justicia genuina. El propósito de Pablo, aquí, no es vilipendiar a la abandonada Agar ni elevar a Sara, la conspiradora. La triste situación de su hogar meramente ilustra dos fases de la trayectoria espiritual de Abraham: la fase de “religión hazlo tú solo” y la fase posterior, de “confía completamente en Dios”.

Desgraciadamente, las malas elecciones de Abraham dañaron irrevocablemente la relación con su primer hijo, e introdujeron tensiones innecesarias en su casa. Ciertamente, debemos recordar que fue la relación que produjo la concepción de Ismael –no Ismael mismo– lo que simboliza la justicia propia. La autodependencia de Abraham, que se impuso sobre la impotente Agar, resume la justicia propia. Agar e Ismael fueron meramente víctimas del experimento de Abraham con la religión “hazlo tú mismo”.

Considera: En los conflictos dentro de la iglesia con respecto a la naturaleza de la justicia, a veces se ataca a personas legalistas. Tal vez, quienes han experimentado la gracia salvadora de Cristo deberían mostrar más gracia hacia quienes no la han experimentado. En vez de condenarlos, ¿no deberían los creyentes genuinos demostrar más compasión hacia las víctimas de esta falsa, aunque extendida, filosofía de la religión? ¿Cómo pueden los cristianos genuinos oponerse a la filosofía de autodependencia, mientras exhiben compasión hacia la persona legalista? ¿Qué podemos aprender de la transformación de Abraham de tener una religión autodependiente de hazlo tú mismo, a otra de dependencia de Dios?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Pensamientos para reflexionar:

1. ¿Qué actitudes con respecto a la observancia de los pactos distingue al pacto antiguo del nuevo?

2. Los requerimientos éticos del pacto antiguo permanecen inalterados. El adulterio continúa siendo adulterio; el asesinato sigue siendo asesinato; el pecado permanece como malo. Las Escrituras no sugieren en ninguna parte que quebrantar los Mandamientos sea aceptable. Sin embargo, la orientación del pacto ha cambiado. Anteriormente, Israel consideraba el pacto de Dios como una pesada obligación. ¿Por qué razón el guardar el nuevo pacto se reconoce como un privilegio lleno de gozo?

Preguntas de aplicación:

1. ¿Cómo pueden subsanarse las divisiones en la iglesia sin comprometerse en una religión orientada hacia las obras?

2. ¿Cómo pueden los devotos fanáticos autodependientes ser llevados a una relación orientada hacia la fe?

 

PASO 4: ¡Crea!

Actividad: Examina los himnos de Navidad dentro del himnario, buscando expresiones de la relación del nuevo pacto con Dios. Invita a los miembros de tu clase a compartir sus descubrimientos con los demás. Pide que cada uno explique cómo las frases que eligieron son un ejemplo de la relación del nuevo pacto.