Lecciones para adultos: "El evangelio en Gálatas"

Edición para maestros. Cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2011

Lección 2: "La autoridad de Pablo y el evangelio"

Para el 8 de octubre de 2011

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber describir cómo Pablo definió la autenticidad de su llamado al evangelio, y de sus enseñanzas.

Sentir empatía con la pasión fervorosa con la que Pablo defendió la verdad del evangelio y luchó en contra de enseñanzas equivocadas en Galacia.

Hacer la decisión de mantener con firmeza las verdades de las Escrituras y apoyar su defensa.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: La defensa de Pablo

   1. ¿De qué modo Pablo presenta, en los primeros párrafos de Gálatas, su posición con respecto a su llamado y su autoridad para atender y corregir enseñanzas doctrinales?

   2. ¿De qué manera el informe que brinda Pablo de su historia personal en el ministerio refuerza su pretendida autoridad? ¿De qué modo otros líderes convalidaron esta pretensión?

2. Sentir: La pasión de Pablo

   1. ¿Qué frases, a comienzos de la carta de Pablo, ilustran su fuerte sentimiento con respecto a doctrinas erróneas y sus efectos sobre los feligreses?

   2. ¿De qué forma los errores doctrinales causaron estragos en la historia de la iglesia?

3. Hacer: El llamado a una defensa apasionada hoy

   1. ¿Cuáles son los desafíos doctrinales que confrontan a la iglesia hoy, que demandan una defensa devota, decidida y valiente de nuestra parte?

   2. ¿Qué necesitamos hacer con el fin de asegurarnos que nuestra defensa de las verdades bíblicas obra en cooperación con Cristo y con su cuerpo, para la gloria del evangelio?

 

Resumen

Pablo inicia su carta a los Gálatas con una referencia breve y dotada de autoridad a la supremacía de los dones de la gracia de Dios, y una denuncia decidida de cualquier doctrina contradictoria.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: El evangelio que predicó Pablo todavía es la base inamovible para la fe cristiana actual. Toda nuestra vida debe sujetarse a su autoridad.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Enfatiza el hecho de que, mientras Pablo defendió su propia autoridad para enseñar, llamó la atención a la única verdadera autoridad: Jesucristo.

Internet y otras formas modernas de tecnología han hecho posible que los que “sintonizamos” con ella obtengamos acceso a una increíble suma de información. Al mismo tiempo, esta accesibilidad ha posibilitado más que nunca antes que podamos “desintonizar” voces con las que no estamos de acuerdo o que nos desafían. Por eso, nuestro concepto del mundo es modelado por las autoridades que elegimos aceptar como dignas de ser tales.

Cuando Pablo escribió a los Gálatas, el mundo no era muy diferente. Había muchas personas que pretendían ser autoridades; con toda clase de razones plausibles de que sus adversarios no lo eran. Los adversarios de Pablo defendían un evangelio que no era el fidedigno, atacaban a Pablo socavando sus afirmaciones de autoridad, y sembraban confusión y sospechas dentro de la iglesia. Pablo respondió basando su autoridad no sobre sus propias cualidades personales, sino sobre la mejor base de todas: su encuentro con Jesucristo y el mensaje recibido, el evangelio.

Analiza con la clase: Pablo puso toda su confianza y su fe en el evangelio que había sido llamado a predicar, y en Aquel que lo había comisionado a predicarlo. ¿Sobre qué pones tu confianza? En último análisis, ¿quién, o qué cosa, es tu autoridad?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: En la iglesia primitiva, tal como hoy, la esencia de la enseñanza era una Persona, Jesucristo, su vida y su ministerio. En ese tiempo, la iglesia primitiva no contaba con la colección completa de documentos que conocemos hoy como el Nuevo Testamento. Pero, tenían apóstoles vivientes, que habían conocido y caminado con Jesús durante su existencia terrenal. Necesariamente, una carga importante de confianza y de autoridad los acompañaba. Enfatiza la importancia del lugar que tenía Pablo como apóstol, y los esfuerzos que se hacían para ponerlo en duda o minimizarlo.

Comentario de la Biblia

I. “Según la sabiduría que le ha sido dada...”

(Repasa, con tu clase, 2 Ped. 3:15, 16).

La mayoría de los estudiantes de la Biblia saben que los primeros cristianos no tenían otras Escrituras que el Antiguo Testamento; y que el Nuevo Testamento, como lo conocemos, no llegó a tener su formato actual sino hasta el siglo segundo. Sin embargo, 2 Pedro se refiere a las cartas de Pablo como Escrituras; o por lo menos implica ese estatus al igualarlas con “las otras Escrituras”. Algunos eruditos proponen una fecha tardía para 2 Pedro, y aun niegan que Pedro la haya escrito. ¿Cómo podría el autor saber, preguntan ellos, que las cartas de Pablo recibirían el estatus de Escrituras?

Primero, la iglesia primitiva reconocía muy bien la presencia de la inspiración viviente entre ellos. Los apóstoles, incluyendo a Pablo, no eran personas carismáticas y altamente espirituales, que poseían algunas buenas ideas y percepciones, como podríamos decir de algún pastor actual. Pero, se los estimaba porque habían conocido y caminado con el Cristo viviente o se habían encontrado con él, y habían sido tenidos por dignos de representarlo en el mundo.

Por eso, lo que los apóstoles escribieron o enseñaron tenía autoridad adicional. Si esos escritos o enseñanzas eran considerados al mismo nivel que el Pentateuco o que los profetas del canon normativo del Antiguo Testamento, está abierto al debate. Pero, ciertamente se los consideraba como que tenían fuerte autoridad.

Esto nos lleva a la situación específica que Pablo encuentra en Galacia. La mayor diferencia entre Pablo y sus adversarios era que él podía afirmar que era un apóstol, y sus oponentes no podían hacerlo; y tampoco pretendían esa situación para ellos. Entenderíamos que podrían haber hecho esa afirmación si hubiesen podido apoyarla, o aun si los miembros de la iglesia no supieran lo suficiente como para refutarla o ponerla en duda. Pero, claramente la falta de estatus de ellos era bien conocida. Todo lo que quedaba era que afirmaron: “No seremos apóstoles, pero Pablo tampoco es realmente un apóstol”.

Considera: ¿Cómo se refleja actualmente la actitud que tuvieron los adversarios hacia Pablo en los intentos de socavar la autoridad de las Escrituras?

II. La autoridad de Pablo

(Repasa, con tu clase, Gál. 1:11-24).

Como hemos visto, los adversarios de Pablo lo atacaban sobre la base de sus cualidades personales, y de la solidez de su llamado y de sus enseñanzas. Superficialmente, sus golpes podrían haber sido atrayentes para las personas del mundo grecorromano del siglo I. Pablo nunca se había encontrado con Jesús en la carne; hasta lo admitía. Así, aunque no le gustara, no podía ser considerado al mismo nivel que, digamos, Pedro.

Además, los adversarios judaizantes de Pablo hablaban en favor de la tradición. El respeto por la tradición era algo en lo que concordaban judíos, romanos y griegos. Al contrario de la creencia moderna en el progreso, la gente de ese tiempo sostenía que la Edad de Oro (literal) había estado en lo pasado, y que las cosas habían ido cuesta abajo desde entonces. Así, aquello que podían pretender haber trasmitido desde el pasado inmemorial era superior a las cosas que solo recientemente habían llegado al escenario del conocimiento. Muchos griegos y romanos se burlaban de las tradiciones judías como desagradables, extrañas u opuestas al sentido común. Pero, casi tantos otros las consideraban con reverencia; como una revelación de una época en que sus propios antepasados acababan de salir de la barbarie. Había quienes hasta creían que alguno de los judíos helenistas, tal como Filón de Alejandría, pretendía (entre otras cosas) que Platón había obtenido todas sus ideas de Moisés. Es decir, la innovación no era valorada. Y consideraban a Pablo, correcta o erróneamente, como un innovador.

¿Cuál fue la respuesta de Pablo? Sus adversarios estaban absolutamente correctos: él no había recibido sus doctrinas por medio del contacto personal con el Jesús histórico, durante su ministerio terrenal. Las había recibido del Jesús resucitado y celestial, que ahora vivía a la mano derecha del Padre, en el cielo. Esta revelación era, obviamente, tan poderosa y auténtica que aun los que habían caminado con Jesús durante su ministerio terrenal estaban impulsados a reconocerlo y a “glorificar a Dios” por causa de ello (vers. 24).

Pablo tenía un trasfondo de tradición judaica de interpretación de las Escrituras y de las prácticas religiosas mucho mayor que la de sus atacantes; y este conocimiento le había hecho poco bien. Lo había puesto en el sendero equivocado, que lo condujo a perseguir a los mismos judíos cristianos que ahora pretendían que él no estaba suficientemente arraigado en el judaísmo. De hecho, para llegar a ser un apóstol como lo fue, tuvo que eliminar muchas de las posturas que lo habrían hecho más creíble para sus detractores.

Considera: En su ministerio, Pablo no podía depender de muchas de las cosas que otros podían usar con la intención de asegurarse su propio valor y autosuficiencia. ¿Sobre qué basas la seguridad de tu llamado y de la presencia de la gracia de Dios en tu vida?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Usa las siguientes preguntas para desafiar a tus alumnos a basar sus vidas sobre la autoridad del mismo Jesucristo de quien Pablo dependía para su autoridad de enseñanza y prédica.

Preguntas para reflexionar:

1. Los adversarios de Pablo fundamentaban sus enseñanzas, esencialmente, en el recurso a la tradición. ¿Cuál es el lugar de la tradición en la vida de la iglesia y en la propia vida espiritual de cada creyente?

2. El apostolado de Pablo fue, probablemente, difícil de aceptar al comienzo para los “pilares” de la iglesia en Jerusalén. Pero, eventualmente, alabaron a Dios por ello. Y aun los detractores de Pablo en Galacia no atacaron de frente las afirmaciones de Pablo. ¿Qué había en el ministerio de Pablo que mostraba claramente su autenticidad, siendo que sus oponentes, al parecer, podrían haber afirmado fácilmente que él imaginaba cosas?

Aplicaciones a la vida:

1. ¿Cómo pueden nuestras vidas demostrar, a los escépticos, la realidad de Dios?

2. Pablo habla acerca de un evangelio verdadero y de “otros evangelios”, falsos. A veces, la diferencia es muy sutil. ¿Cómo podemos saber que somos guiados por el evangelio verdadero, aun cuando los evangelios falsos parezcan plausibles?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Gálatas va al corazón del porqué creemos lo que creemos; lo que es una cuestión de autoridad. Enfatiza que, en la vida cristiana, hay solo una autoridad final, Jesucristo, y el evangelio que él vivió y predicó. Somos atraídos a ese evangelio por la forma en que se manifiesta en nuestras vidas y en nuestra experiencia, así como la autoridad de Pablo se manifestaba en su ministerio efectivo y en su vida radicalmente transformada. La siguiente actividad desafiará a tus alumnos a evaluar las autoridades que ellos aceptan, y a hacer de Dios y de su Palabra lo primero en sus vidas.

Pregunta a tus alumnos cómo es que saben lo que saben. ¿Por qué creen en la existencia de la Antártida, por ejemplo? ¿Cuántos han estado allá? Tal vez, conocen a alguien que estuvo en ese lugar, pero ¿cómo saben que esa persona es digna de confianza? Después de que tus alumnos acopiaron evidencias en favor de la confiabilidad de las autoridades que aceptan, compáralas con las Escrituras.