Lecciones para adultos: "El evangelio en Gálatas"

Edición para maestros. Cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2011

Lección 9: "Apelación pastoral de Pablo"

Para el 26 de noviembre de 2011

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber describir cómo la carta de Pablo a los Gálatas avanzó, de un argumento bíblico, a uno basado en una apelación personal.

Sentir aprecio por el ruego emocional que Pablo hizo como pastor, compartiendo sus ansiedades y recordando a los gálatas sus experiencias compartidas.

Hacer la resolución de beneficiarnos con las vislumbres espirituales de nuestros líderes, su amor y su preocupación humanos; y además, apoyarlos.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: Una apelación doble

   1. ¿Por qué Pablo hizo una apelación teológica y otra personal?

   2. ¿Por qué el compartir su ansiedad ministerial ayudaría a los gálatas a darse cuenta de la seriedad de su crisis?

2. Sentir: La ansiedad pastoral

   1. ¿De qué modo el relatar su historia compartida ayudó a Pablo a evocar recuerdos anteriores de lecciones importantes?

   2. ¿Por qué las súplicas y la agonía podrían despertar un

      1. reavivamiento del corazón, así como un asentimiento intelectual a la verdad?

   3. ¿De qué modo contrastó Pablo su preocupación por el bienestar de la iglesia con el deseo de los falsos maestros de obtener el favor de ellos?

3. Hacer: Verdades amantes, aunque incómodas

   1. ¿Cómo podemos estar abiertos a lecciones que nos reprenden, así como a las que nos animan?

   2. ¿Cómo podemos, al igual que Pablo, utilizar las relaciones humanas para compartir la verdad, aunque sea incómoda?

   3. ¿Cómo podemos apoyar a quienes tal vez hayan pasado por “dolores de parto” espirituales por nosotros?

 

Resumen

Después de una fuerte argumentación espiritual, Pablo hace una apelación a los Gálatas a fin de que permanezcan en el evangelio de la gracia.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: El evangelio que predicamos debería ser el evangelio que vivimos. No hay nada tan irresistible como ver a un cristiano enamorado de Cristo y comprometido con la salvación de la humanidad perdida.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Analiza la realidad social en la que gran parte del mundo se encuentra hoy; una realidad en la que las palabras y los hechos raramente concuerdan.

Abundan los que hablan. Solo basta encender el radiorreceptor, mirar la televisión o navegar en Internet para descubrir gente que habla; y están muy listos para opinar acerca del último problema del día. Los analistas financieros se sienten calificados para condenar el estado del sistema educativo; los políticos dicen una cosa cuando buscan ser elegidos, luego hacen lo opuesto cuando están en los cargos, mientras todo el tiempo aceptan velados sobornos de “intereses especiales”.

Y luego están los mentalmente trastornados que ocupan las ondas de la radio, vomitan palabras generando odio a una audiencia, para llenarse de dinero. El mundo parece estar lleno de charlatanería o de personas totalmente fuera de su ambiente, a quienes siguen impávidos.

Como el comandante militar que envía tropas furtivamente detrás de las líneas enemigas, Dios envía a los cristianos a vivir y a hablar del evangelio. ¡Que amor maravilloso por un mundo caído!

Considera: Pide a la clase que preparen una lista de los “grandes habladores” que dominan los medios de comunicación. ¿Qué los mantiene en las noticias? ¿Por qué tienen una audiencia? ¿Cómo son sus mensajes: positivos o negativos? Finalmente, ¿viven ellos lo que dicen?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Al explorar el comentario de esta semana, la clase puede considerar la obediencia personal de Pablo a Dios, su disposición a sacrificarse para ver que Cristo se refleja en los creyentes, y sus esfuerzos tendientes a que ellos elijan a Cristo. El corazón de Pablo por los perdidos es muy inspirador.

Comentario de la Biblia

I. Alcanzar el corazón mediante una fe viva

(Repasa, con tu clase, 1 Cor. 9:19-23; Hech. 14:1-26; Gál. 4:12).

En la sección del martes exploramos un aspecto importante: contextualizar la verdad con el reobjetivo de que la gente a quien se la comparte tenga la mejor posibilidad de alcanzar en sus corazones. La comprensión que tenía Pablo de esta realidad lo llevó a afirmar: “a todos me hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos” (1 Cor. 9:22).

Al paso que sentía un noble deseo de conducir a otros a Jesús, Pablo no emprendía su tarea en forma descuidada, especialmente cuando se relacionaba con su comprensión de la Ley de Dios y de los códigos legales civiles. Había razones para una adherencia estricta de Pablo a un código personal de conducta, que estaba más allá de toda crítica. Mientras Pablo y Bernabé ministraban en Iconio –con gran éxito–, “los judíos que no creían excitaron y corrompieron los ánimos de los gentiles contra los hermanos” (Hech. 14:2). La multitud de la ciudad se dividió: “unos estaban con los judíos, y otros con los apóstoles” (vers. 4).

Pablo no podía ser imprudente en la forma en que vivía su fe. Sus enemigos lo seguían de cerca; pero, el deseo mayor de Pablo era agradar a Dios, en primer lugar.

Considera: Pide que alguien lea Lucas 15:1 al 10. Nota que Jesús afrontó ataques espurios cuando intentó hacer bien a quienes estaban marginados de la sociedad durante sus días.

De qué modo la contextualización que hizo Pablo del evangelio refleja la de Cristo? ¿En qué formas es diferente?

II. Cueste lo que costare

(Repasa, con tu clase, Gál. 4:19; Juan 3:3; Col. 1:27).

Pablo se valió de la metáfora del nacimiento de un niño con el fin de presentar lo que él había soportado como dolores de parto para llevar a esas personas a Cristo. Él contemplaba el retorno a una forma legalista de la fe, y deseaba “hacerlos nacer” para comenzar de nuevo. Pablo, sin duda, repite como un eco el lenguaje de Jesús al hablar a Nicodemo (ver Juan 3).

El apóstol persistía en extenderse a los gálatas porque deseaba que Cristo reinara en sus corazones (Gál. 2:20). Como la sección del miércoles lo aclara, Pablo avanza a través de su enfermedad personal para completar su tarea. En su carta a los Colosenses, otra vez usa el lenguaje y la metáfora de la maternidad con el fin de dejar en claro que si Cristo fuera formado en nosotros representa la única “esperanza de gloria” de la humanidad (Col. 1:27).

Considera: Explora el concepto de la formación cristiana con tu clase. ¿Cómo es la vida de un cristiano, una vez que Cristo comienza a formarse en el interior? ¿Qué cambia? ¿Qué continúa siendo igual? ¿Por qué Pablo estaba tan motivado para ayudar a los creyentes gálatas a tener una fe profunda y permanente en Jesucristo, como su única fuente de salvación? ¿Cómo fue la vida de Pablo después de que Cristo “nació” en su corazón? ¿De qué modo esto cambió su propia vida, con la libertad que le trajo; y también fue la fuerza impulsora detrás del deseo de Pablo de ver que otros experimentaran lo mismo?

III. Cerrando el trato

(Repasa, con tu clase, Gál. 4:16; 2 Cor. 1, 2).

Las apelaciones emocionales son una de las características más distintivas del apóstol Pablo. En un momento en que muchos ministros del evangelio rehúyen hacer llamados en los sermones, las exhortaciones “directas” de Pablo parecen fuera de lugar. En realidad, las emociones pueden ser tocadas como un instrumento, y muchos dirigentes religiosos han dominado esta técnica; pero Pablo es muy sincero.

En Gálatas 4:16 Pablo, amigo cercano de los creyentes gálatas, arriesgó esa amistad en un esfuerzo por hacerles “ver” a Cristo en medio de la neblina del legalismo que los había envuelto. “¿Están ustedes enojados conmigo porque yo les digo la verdad?” diría en el lenguaje de hoy.

La apelación de Pablo a la iglesia de Corinto, en 2 Corintios 1 y 2, es aún más directa. Su autoridad ministerial había sido desafiada, y Pablo escribió: “Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueses contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo” (2 Cor. 2:4).

El amor de Pablo por aquellos que querían llegar a conocer a Cristo era la base de sus apelaciones, y eso las hizo más efectivas.

Considera: ¿Por qué algunos cristianos tienen miedo de abrir sus corazones al extenderse a otros? Algunas culturas son más reservadas que otras. ¿Qué lugar deberían ocupar las normas culturales en la manera en que apelamos a la humanidad en favor de Cristo?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Anima a tus alumnos a responder a las preguntas que siguen. Da tiempo para los que deseen compartir sus respuestas.

Preguntas para reflexionar:

1. ¿Cómo llegaste a aceptar a Jesús como tu Señor y Salvador? ¿Fue el estímulo de un amigo, un sermón que convenció tu corazón o una apelación que no pudiste resistir? ¿Qué te atrajo y te hizo desear entregar tu vida a Jesús?

2. A menudo Pablo afrontó el rechazo, en sus esfuerzos por ganar almas para Cristo. ¿Te inhibe de compartir tu fe el temor al rechazo? ¿Qué planes estás haciendo para vencer ese temor?

Pregunta de aplicación:

En 2 Corintios 5:20, Pablo afirma: “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. ¿Qué dones o talentos específicos posees, que Dios puede utilizar para atraer a otros por tu intermedio?

Preguntas para testificar:

1. Es obvio que un coro de voces contradictorias estaba confundiendo a los creyentes gálatas. Si no fuera así, Pablo no se hubiera preocupado por explicar la Ley y cómo ella complementa la fe en Jesucristo. ¿Qué desafíos específicos plantea la gente que “habla hasta por los codos” a los intentos cristianos de compartir el evangelio de Dios?

2. ¿Cómo llegas a un equilibrio correcto entre edificar relaciones con quienes deseamos ver salvados y el decirles la verdad? ¿Qué lugar tiene el Espíritu Santo en este proceso?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Distribuye papel entre tu clase, y pídeles que escriban una o dos oraciones detallando cómo deberíamos apelar a la gente mencionada en los siguientes escenarios:

1. Un hombre, muchas veces ebrio, deambula frente a tu iglesia cada sábado, porque sabe que recibirá algo de comida, y algunos feligreses le darán algo de dinero. Nunca concurre a la iglesia para alguna de las reuniones. ¿De qué modo debería responder la iglesia?

2. Sara asistió a tu iglesia varias veces. Escucha con atención lo que se dice allí; y hasta se compró una Biblia a fin de poder seguir en ella lo que señala el ministro. Todos se preguntan cuándo entregará su corazón a Jesús y se bautizará, pero tu pastor rara vez hace llamados. Cuando lo hace parece incómodo, y se apresura para acabar con ese momento. ¿Qué harías para apelar a Sara?

3. Un amigo cercano ha estado haciendo trampas con sus impuestos durante años. Busca formas en que puede ahorrar dinero, pero también se pasa de la línea. A veces, hace bromas acerca de ello contigo, y justifica su conducta diciendo: “De todos modos, es mi dinero; todo lo que hace el Gobierno es derrocharlo”. ¿Cómo lo ayudarías a ver que su conducta está errada? ¿Le hablarías de Dios referente al tema, o simplemente le hablarías de la perspectiva legal: que está quebrantando la ley? Explica tu respuesta.