Guías o lecciones de la Escuela Sabática para el Estudio de la Biblia

Lecciones para adultos: "Vislumbres de nuestro Dios"

Primer trimestre (enero-marzo) de 2012

Lección 7: "Señor del sábado"

Para el 18 de febrero de 2012

Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes

 

Ir ArribaSábado 11 de febrero

Lee Para el Estudio de esta Semana: Génesis. 2:1-3; Éxodo 20:8-12; Deuteronomio 5:12-15; Mateo 12:1-13; Juan 9; Juan 19:30.

Para Memorizar: “El sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado” (Mar. 2:27, 28).

Pensamiento clave: El séptimo día, sábado, nos dirige a Jesús, nuestro Creador y nuestro Redentor de todas las maneras.

“EN EL PRINCIPIO ERA EL VERBO, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él, nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres... Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:1-13).

Estos versículos están señalando a Jesús como Aquel que hizo “todas las cosas” y como Aquel que da salvación a los que “creen en su nombre”. Esto es, Jesús como Creador y Jesús como Redentor. Y ambos aspectos vitales se encuentran en el mandamiento del sábado.

 

Ir ArribaDomingo 12 de febrero: El sábado en el Génesis

Una de las grandes verdades de la Biblia es que en el Edén, un lugar perfecto creado por un Dios perfecto, el séptimo día fue puesto aparte y hecho santo. El sábado nos viene desde entonces. El sábado, es una de las verdades bíblicas fundamentales y fundacionales.

¿Qué cuatro acciones de Dios están registradas en Génesis 2:1 al 3, al crear el sábado?

Dios creó un día, el séptimo; descansó en ese día, lo bendijo y lo santificó, lo que significa que lo hizo santo, lo puso aparte para un uso santo. ¡Cuán fascinante es que Dios mismo “descansó” en el séptimo día! ¡Cuán seriamente debemos tomar ese día, ya que Dios mismo descansó en él!

Génesis 2:3 también afirma que el Creador “bendijo” el séptimo día así como había bendecido a los animales y al hombre el día anterior (Gén. 1:22, 28). Dios se refiere a esa bendición del sábado en el cuarto mandamiento del Decálogo, donde vincula el sábado de la creación con el sábado semanal.

Nota cuántas veces se repite la frase “el séptimo día” en Génesis 2:1 al 3. ¿Qué importancia tiene esta repetición?

Tres veces se menciona ese día específico. Con eso se acentúa la naturaleza extraordinaria del sábado, y lo separa del resto de la semana. Debemos recordar que Dios no hizo especial ningún otro día. La bendición destacada es para el séptimo día.

Con la creación del sábado en el séptimo día, Dios terminó su obra creativa. Tomó siete días y los organizó en una semana. Este ciclo semanal se observó en todas las Escrituras y la historia. Dios demuestra así su poder, no solo sobre el espacio y las cosas del espacio, sino también sobre el tiempo. No podemos controlar una hora, o siquiera un minuto. El tiempo invariablemente avanza, más allá de nuestras maquinaciones. Cuán importante es que aprendamos a confiar en Dios en la pequeña cantidad de tiempo que tenemos sobre la Tierra.

Piensa en la marcha del tiempo, cómo nos lleva adelante, momento tras momento, día tras día y año tras año. Aunque no tenemos control sobre el tiempo mismo, lo que podemos controlar es lo que hacemos con él. ¿Cuán bien usas tu tiempo? ¿Qué cosas ocupan tu tiempo? ¿Cómo podrías usar mejor el poco tiempo que tienes aquí?

 

Ir ArribaLunes 13 de febrero: El sábado en el Éxodo

Lee Éxodo 20:8 al 11. ¿Qué dice Dios que hagamos, y qué razón nos da para ello?

Todos los que pertenecen a un hogar, incluyendo a los sirvientes y a los trabajadores así como al “jefe”, descansarán juntos. El sábado es el gran ecualizador, el nivelador de todas las desigualdades de la estructura social. Ante Dios, todos los seres humanos son iguales, y el sábado es una manera singular de revelar esta verdad vital, especialmente en un mundo tan dominado por la estructura de clases que pone a algunos grupos “por encima” o “por debajo” de otros.

Este mandamiento es una unidad cuidadosamente estructurada:

A. Introducción: “Acuérdate del sábado para santificarlo” (vers. 8).

B. Mandato: “Seis días trabajarás, y harás toda tu obra” (vers. 9).

C. Motivación: “mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios” (vers. 10a).

B1. Mandato: “no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni...” (vers. 10b).

C1. Motivación: “Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, [...] y reposó...” (vers. 11a).

D. Conclusión: “Por tanto, Jehová bendijo el sábado, y lo santificó” (vers. 11b).

(A) contiene, como afirmación inicial introductoria, el principio esencial del mandamiento del sábado como un todo.

(B) trasmite el mandato positivo de ocuparse de trabajar seis días.

(B1) da el mandato prohibitorio de abstenerse de toda obra en el sábado, incluyendo a la familia, los animales domésticos y cualquier huésped en el hogar.

(C) y (C1) suministran la motivación para los mandatos.

(C) reconoce el factor del tiempo en la secuencia de seis días/séptimo día al enfatizar que “el séptimo día es el sábado para Jehová tu Dios”.

(C1) contiene la cláusula de motivación formal con la expresión “porque”. Presenta la motivación detallada en términos de los seis días de trabajo de Dios y su descanso en el séptimo día, que se basa directamente en el primer sábado de la semana de la Creación.

(D) es una cláusula independiente, que comienza con un “porque” o “por lo tanto”, y también forma la conclusión. Las últimas palabras del mandamiento, “y lo santificó”, corresponden a la exhortación del inicio.

(A) “para santificarlo”. Ambos están vinculados con la santidad que Dios otorga al sábado en Génesis 2:3.

 

Ir ArribaMartes 14 de febrero: El sábado en Deuteronomio

Los adventistas del séptimo día estamos bien familiarizados con el mandamiento del sábado que aparece en Éxodo; Dios lo dio de nuevo en Deuteronomio. Es fascinante que los mandatos aparezcan con un lenguaje muy similar, pero no idéntico. Además, en Deuteronomio se da otra motivación, que no aparece en Éxodo.

Lee Deuteronomio 5:12 al 15. Compáralo con Éxodo 20:8 al 11. ¿Qué semejanzas y diferencias existen entre ambos? ¿Por qué estas diferencias son importantes?

Aunque hay detalles iguales, hay un elemento y un énfasis nuevos. Ambos mandamientos indican que los siervos deben descansar el sábado, pero Deuteronomio lo enfatiza más. El texto dice que se debería guardar el sábado “para que descanse tu siervo y tu sierva como tú” (Deut. 5:14, la cursiva fue añadida). Aquí se repite que el sábado ayuda a que el amo y el siervo estén en el mismo nivel, ya que descansarán en el mismo día. El sábado ofrece a los siervos alguna protección de su amo que podría hacerlos trabajar sin parar.

Por supuesto, esto plantea una cuestión interesante. Cuando se instituyó el sábado al principio, era un recordativo de la Creación en un mundo no caído. No había siervos ni siervas; tampoco menciona la esclavitud en Egipto, un símbolo de la esclavitud al pecado, ni la liberación de esa esclavitud. Este nuevo elemento fue añadido después de la caída; es decir, el precepto original fue alterado para incorporar algo que originalmente no contenía.

Al principio, el sábado era un símbolo de la Creación; después del pecado, además de ser un símbolo de la Creación, también lo es de la Redención, que es un símbolo de la re-creación (2 Cor. 5:17; Gál. 6:15; Apoc. 21:1). La Creación y la Redención están estrechamente ligadas en la Biblia; solo Dios el Creador podía ser Dios el Redentor, y Jesús es ambos (ver Juan 1:1-14). Ambas versiones de este mandamiento muestran que el sábado (séptimo día) es el símbolo de la obra de Jesús, nuestro Creador y nuestro Redentor.

Piensa en la esclavitud del pecado. ¿Qué promesas de libertad tienes en Jesús? ¿Cómo puedes reclamarlas, y luego permitir que Dios las haga reales en tu vida?

 

Ir ArribaMiércoles 15 de febrero: "Jesús y su sábado: parte 1"

Se escriben libros para mostrar que Jesús, cuando estuvo en la carne, indicó a la gente que se apartara del sábado, ya sea hacia la adoración en domingo o a remplazar el séptimo día por un “reposo” más genérico en Cristo.

Estas opciones no se basan en los evangelios que hablan de Jesús y el sábado. La razón para tales libros es obvia: una necesidad de justificar el rechazo del sábado por la mayoría de los cristianos desde los siglos XVII y XVIII. A su vez, se alegan que las curaciones de Cristo en sábado fueron precursoras de la eliminación de ese mandamiento.

¿Qué diremos acerca de estos argumentos? Una mirada cuidadosa a lo que Jesús hizo en sábado muestra lo contrario de lo que estos teólogos tratan de obtener de los incidentes.

Lee Mateo 12:1 al 13, concentrándote específicamente en las curaciones en sábado. Pregúntate: ¿Cuál es el contexto de esta curación? ¿Por qué Jesús la hizo ese día? ¿Cuál es el punto principal que él presenta?

Tal vez el versículo que explica todo sea el 7. Todo el problema se centraba en las personas, la misericordia, la bondad y el amor a otros. Guardado adecuadamente, el sábado nos ofrece la oportunidad de mostrar misericordia a los que tienen necesidades, más que las que tenemos en otros días cuando debemos trabajar. El problema era que el sábado estaba cargado con una cantidad de reglas hechas por los hombres, que llegaron a ser fines en sí mismas en vez de ser medios para un fin: amar a Dios y a los demás. El amor, dice la Biblia, es el cumplimiento de la Ley, y cualquier cosa que cambie la Ley para negar el amor es algo que debe descartarse. El sábado había llegado a ser una ley sin amor, es decir, crudo legalismo. Con las curaciones en sábado, Jesús estaba luchando contra eso.

En la curación del ciego de nacimiento (Juan 9), vemos aplicada la Ley sin amor.

Si Jesús hubiera usado sus curaciones en sábado para indicar a la gente que se apartara del sábado literal, ¿no sería una forma muy extraña de hacerlo?

Pregúntate: ¿En qué formas podemos manifestar la Ley sin amor? ¿Será que eres culpable de hacer lo mismo?

 

Ir ArribaJueves 16 de febrero: "Jesús y su sábado: parte 2"

“Consumado es” (Juan 19:30).

Jesús, por medio de sus milagros en sábado, demostró de qué trata realmente el sábado. Es un día para sanar y restaurar. Jesús tenía la intención de que el sábado recordara el poder creador de Dios. De este modo, el sábado es el día en que él libera a los cautivos (Luc. 4:31-37), hace caminar al inválido (Luc. 13:10-17; Juan 5:1-9) y restaura la vista al ciego (Juan 9).

Para Jesús, el sábado tiene más que ver con las personas que con las reglas. Esto, en parte, fue la causa de su declaración de que el sábado fue hecho para la humanidad, y no la humanidad para el sábado. Al mismo tiempo, como ya vimos, si se observan adecuadamente, las reglas protegen a las personas.

Jesús no solo reforzó la validez y la importancia del descanso en sábado mientras estuvo vivo, también lo hizo cuando murió. Lee Mateo 27:57 al 28:1; Marcos 15:42 al 16:1; Lucas 23:52 al 24:1; y Juan 19:31 al 20:1. ¿Cuál es el punto común que plantean los cuatro evangelios? Más importante aún, ¿qué nos dicen acerca del sábado, especialmente en el contexto de la pregunta sobre la validez del sábado?

Después de exclamar: “Consumado es” (Juan 19:30), es decir, después de que su obra de Redención (en la Tierra) se consumara, ¿qué hizo Jesús?

Reposó el séptimo día. ¿Suena familiar? ¿Dónde viste eso antes? Por supuesto, en Génesis 2:1 al 3. Después de la obra de la Creación divina, él descansó el séptimo día. Ahora, después de su obra de Redención, hizo lo mismo.

Además, en lo que toca a que Jesús alejó a la gente del sábado, su ejemplo de descansar en la tumba el sábado es, sin duda, otra manera extraña de plantear su propuesta. Si al morir selló el nuevo pacto, y el nuevo pacto remplaza el sábado del séptimo día, resulta difícil la lógica de los que creen que el mandamiento del sábado fue abolido en la Cruz. Si hubiera sido abolido, ¿por qué descansaría el sábado inmediatamente después de la Cruz?

Por eso, tanto en la vida como en la muerte, Jesús nos enseñó la continuada validez del sábado y su importancia.

 

Ir ArribaViernes 17 de febrero

Para Estudiar y Meditar:

“¿Debía Dios prohibir al sol que realizase su oficio en sábado, suspendiendo sus agradables rayos para que no calentasen la tierra ni nutriesen la vegetación? ¿Debía el sistema de los mundos detenerse durante el día santo? ¿Debía ordenar a los arroyos que dejasen de regar los campos y los bosques, y pedir a las olas del mar que detuviesen su incesante flujo y reflujo? ¿Debían el trigo y la cebada dejar de crecer, y el racimo suspender su maduración purpúrea? ¿Debían los árboles y las flores dejar de crecer o abrirse en sábado?

“En tal caso, el hombre echaría de menos los frutos de la tierra y las bendiciones que hacen deseable la vida; la naturaleza debía continuar su curso invariable. Dios no podía detener su mano por un momento, o el hombre desmayaría y moriría. Y el hombre también tiene una obra que cumplir en sábado: atender las necesidades de la vida, cuidar a los enfermos, proveer a los menesterosos. [...] El santo día de reposo de Dios fue hecho para el hombre, y las obras de misericordia están en perfecta armonía con su propósito” (DTG 176, 177).

Preguntas para Dialogar:

  1. Es fácil hoy mirar atrás y burlarnos de la dureza y frialdad de esos líderes religiosos que atacaron a Jesús por sus curaciones en sábado. Ellos, ciertamente, serán juzgados por sus actos. Pero, trata de ponerte en sus sandalias. Estas reglas humanas estuvieron tanto tiempo en su religión, que los líderes pensaron que eran la esencia de la observancia del sábado; por eso, creían que Jesús estaba violando el sábado. ¿Cómo nos sentiríamos si alguien viniera hoy y, pretendiendo tener gran luz y verdad, tal vez aun haciendo milagros, pensaríamos que pisoteaba el sábado? ¿Cómo reaccionaríamos? ¿Qué lección importante podemos aprender de este ejercicio acerca de saber cómo separar la verdad de la mera tradición, y por qué no siempre es fácil de hacer?

  2. Examina en la clase la idea de que Dios descansó después de su obra de Creación y de su obra de Redención. ¿Por qué es importante este hecho sorprendente?

  3. Ponte en el lugar de alguien que cree que los milagros de Jesús en sábado mostraban que él lo estaba aboliendo. Compara lo que él dijo e hizo con lo que tú imaginarías que él haría si estuviera por hacer ese cambio. ¿Qué imaginas que él habría hecho en forma diferente?

Resumen:

La Biblia revela a Dios como el Dios del sábado del séptimo día, la señal más básica de él como Creador y Redentor.

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