Guías o lecciones de la Escuela Sabática para el Estudio de la Biblia

Lecciones para adultos: "Evangelismo y testificación"

Segundo trimestre (abril-junio) de 2012

Lección 8: "Equipar para el ministerio"

Para el 26 de mayo de 2012

Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes

 

Ir ArribaSábado 19 de mayo

Lee Para el Estudio de esta Semana: Mateo 4:19; 11:1-11; 10:1-14; 1 Pedro 5:8; 2 Pedro 3:9.

Para Memorizar: “Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (Mat. 4:19).

Pensamiento clave: Es importante que el adiestramiento sea adecuado, pero debemos estar fundados en nuestra relación con Jesús antes de estar “apropiadamente equipados” para testificar con efectividad de nuestra fe.

ES POCO PROBABLE QUE UNA PERSONA que no tiene la seguridad personal de la salvación pueda conducir a otros a una relación íntima con Jesús (aunque a veces sucede). Puede ser capaz de convencer a otros de algunas doctrinas bíblicas, y fechas y datos bíblicos, y hasta puede hacer que la gente haga cambios de estilo de vida importantes. Pero como se pueden hacer buenas obras aparte de Jesucristo, es imperativo que todo adiestramiento para la testificación y la evangelización incluya tanto lo doctrinal como lo espiritual. Para ser un buen evangelista, uno debe estar bien arraigado en el “evangelio eterno” y vivirlo, pues es lo que produce la creencia, la confesión, la conversión, la certeza y el discipulado.

Veremos que equipar a la gente en lo espiritual y en las habilidades para la evangelización y la testificación es un principio bíblico, y que necesitamos animar a la gente para que esto sea una realidad en su iglesia local.

 

Ir ArribaDomingo 20 de mayo: La necesidad de adiestramiento

En Mateo 9:37, Jesús dijo que la mies es mucha pero que los obreros son pocos. Hoy, la mies es infinitamente más grande y los obreros todavía son pocos. Hay gran necesidad de enviar sembradores y segadores que estén bien equipados. Aunque siempre la influencia del Espíritu Santo es el factor principal en el éxito de la testificación y de la evangelización, todavía es importante que los que Dios llama al servicio sean adiestrados por instrucción formal, observación y participación. En Efesios 4:11 y 12, Pablo dice que debe equiparse a la gente para los diversos aspectos del ministerio y el servicio.

Dios prometió bendecir a los dirigentes con dones que los ayudarán a actuar como líderes y adiestradores para el ministerio. Los evangelistas, los pastores y los maestros no están siguiendo las directivas bíblicas si ellos solos están haciendo toda la obra y no están equipando a otros para el servicio. Todo el que está adiestrado para testificar y evangelizar debe llegar a la convicción de que es la voluntad de Dios que el mundo sea salvado del pecado, de que su iglesia crezca y de que la obra dada por Dios a la iglesia sea la de alcanzar a los perdidos.

Lee Mateo 4:19 y Marcos 1:17 en el contexto de Mateo 28:19. ¿Qué importancia ves en que la primera orden de Jesús fue: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”? ¿Qué deberían indicarnos esas palabras acerca de nuestra comprensión de los mensajes de los tres ángeles? ¿Cuánta “pesca de hombres” estamos haciendo en comparación con solo “cuidar nuestras propias barcas”?

Es importante notar que Jesús no llamó a los discípulos a hacerse pescadores de hombres. Él no les dijo: “Síganme, y háganse pescadores de hombres”. Les dijo: “Síganme, y yo os haré pescadores de hombres”. Al comienzo de su asociación con Jesús, estos hombres se embarcaban en un adiestramiento importante. Jesús los condujo a un ambiente educacional donde serían adiestrados para la tarea a la cual los llamaba. Los discípulos aprenderían mucho por la observación y la acción. Solo cuando aprendieron qué hacer y cómo hacerlo, Jesús les dio la comisión evangélica mundial. Sin el adiestramiento, la instrucción y el desarrollo personal espiritual apropiado, la tarea de llevar el evangelio a nuestro vecindario parecería imposible.

 

Ir ArribaLunes 21 de mayo: Aprender observando

Los que desean servir al Señor tienen que considerar dos aspectos del aprendizaje, y uno lleva al otro. Primero, aprender a conocer a Jesús; luego, aprender a compartirlo y lo que ofrece a toda la humanidad.

Lee acerca de la alimentación de los cinco mil (Mat. 14:13-21; Mar. 6:30-44; Luc. 9:10-17; Juan 6:1-14). Enumera lo que los discípulos habrán observado, que los equiparía para su ministerio futuro. ¿Qué cosas podemos suponer que observaron que no están mencionadas en los evangelios? Lee también lo que añade la Sra. Elena de White en El Deseado de todas las gentes, páginas 332 a 339.

¡Qué emocionante habrá sido escuchar al más grande predicador y observar su predicación (Luc. 9:11), que creaba un deseo del Reino de Dios en cada corazón!

El principio del aprendizaje por medio de la observación es aplicable a todos. Aprender de los libros, o al escuchar la instrucción, siempre debe realizarse sobre la observación y la participación. Jesús esperaba que los discípulos de Juan el Bautista aprendieran de lo que habían observado.

Examina Mateo 11:1 al 11. ¿Qué habían observado los discípulos de Juan, y qué esperaba Jesús que le dijeran a Juan como resultado de sus observaciones? ¿Qué lección estaba enseñando Jesús a Juan y a sus propios discípulos?

Juan el Bautista presentó a Jesús como el Cordero de Dios. Pero, luego, Juan fue encarcelado, y oía solamente informes de segunda mano acerca del ministerio de Jesús. Parecería que su experiencia en la prisión le produjo algunas dudas con respecto a Jesús. Cuando surgen dudas, debemos ir a Jesús, y es lo que hizo Juan. Jesús envió de vuelta a los discípulos de Juan para contarle lo que habían visto y oído. Sus informes animaron a Juan, pero nos preguntamos qué influencia tuvo lo que vieron y oyeron sobre su propio ministerio de testificación y evangelización.

En muchos casos, no podemos hacer milagros como hizo Jesús. Pero, con una disposición de morir al yo y vivir para otros, ¿qué podemos hacer, en nuestra esfera, que refleje la clase de obra que hizo Jesús en la Tierra?

 

Ir ArribaMartes 22 de mayo: Aprender haciendo

No importa cuántos libros lea una persona acerca de su deporte favorito y cuántos juegos haya observado, si quiere ser un jugador tiene que salir al campo y jugar. Esto se llama experiencia práctica, aprender haciendo; sin ello, una persona no está equipada. Esta verdad universal se aplica a la testificación y a la evangelización cristianas. A veces la gente dice que no quiere involucrarse porque no está lista. Deben entender que la participación activa es una parte vital de estar listos. Comenzando en pequeño, paso a paso, se logra. Si el Espíritu Santo nos dirige, nuestras habilidades, experiencia y confianza aumentan.

En Mateo 10:1 al 14 dice que Jesús equipó a sus discípulos y los envió. Por diferente que sea la situación hoy, ¿qué podemos aprender que revela que eso era parte de su adiestramiento?

Jesús les enseñó “en el aula”, por así decirlo. También los llevó al campo, donde aprendieron observando lo que hacía. Después de que Jesús los equipó con el poder de sanar a los enfermos, resucitar muertos y echar fuera demonios (vers. 8), los envió sin ir con ellos. Pero, nota la cantidad de instrucción que les dio. Los instruyó acerca de qué predicar, qué milagros realizar, qué no debían llevar, con quién alojarse y cuándo abandonar un campo no fructífero. Solo por medio de esta interacción con la gente aprenderían muchas lecciones importantes. Este pasaje muestra el adiestramiento en el trabajo mismo. No podían ministrar si no se ponían en contacto con la gente; nunca debemos olvidar esto.

Lee Lucas 10:1 al 11. ¿Qué semejanzas hay entre las instrucciones que les dio a los Doce y a los Setenta? ¿Qué principios podemos aprender nosotros de esas instrucciones?

Aunque Jesús envió a los Setenta a lugares donde quería ir poco después (vers. 1), él sabía lo que los discípulos encontrarían al intentar esparcir el evangelio después de su ascensión, cuando estuvieran solos. Las instrucciones dadas a los setenta discípulos indica que Jesús los estaba preparando para lo que estaba delante de ellos.

¿Cuántas excusas logras encontrar para no testificar de tu fe cuando surge la oportunidad? ¿Cuál es la más frecuente?

 

Ir ArribaMiércoles 23 de mayo: Aprender de los fracasos

Algunas veces podemos no alcanzar los blancos que se han fijado para una actividad evangelizadora específica. ¿Significa esto que hemos fracasado? Por supuesto que no, porque en nuestro esfuerzo por ganar a los perdidos tendremos tanto éxitos como fracasos. Tal vez la meta fue muy alta. Por ejemplo, si no alcanzamos un blanco bautismal fijado, podemos haber puesto un blanco no realista; o pudo haber sido una actividad más de siembra que de cosecha.

Lee 1 Pedro 5:8. ¿Qué otro poder está dedicado a socavar tus intentos de ganar personas para Dios? ¿De qué manera esta amenaza nos debe ayudar a preparar y ejecutar mejor nuestra tarea?

En nuestros intentos de ganar almas, tenemos un enemigo sobrenatural muy activo que influye sobre las personas en contra del evangelio. A veces, cuando soltamos la mano del Señor, el Malo nos da problemas en nuestro trabajo para Dios. Nuestra defensa es la completa entrega a Dios en cada momento de nuestra vida.

Como sucedió con Adán y Eva en el Edén, el fracaso nos lleva a echar la culpa a otros, una herramienta de Satanás de mucho éxito para producir falta de armonía entre el pueblo de Dios. En vez de mirar a quién echarle la culpa, deberíamos hacer una evaluación seria y honesta, recordando que aun Jesús, el mayor Predicador, no ganó a todos a quienes apeló.

Compara Lucas 10:17 con Mateo 17:14 al 20. ¿Qué hicieron los discípulos cuando se enfrentaron al fracaso en su ministerio?

En lugar de entregarnos a la desesperación por nuestros fracasos, podemos aprender otra vez de los discípulos. Aun cuando se les había dado poder sobre los malos espíritus y habían tenido éxito, es evidente que a veces dejaron de lograr aquello para lo cual Jesús los había dotado. En esas ocasiones, fueron a Jesús y le pidieron que les explicara lo que estaba sucediendo y por qué (ver Mat. 17:19). Aquí hay un principio que debemos notar nuestra búsqueda de razones por el fracaso, y cómo hacer mejor en la tarea evangelizadora.

¿Qué aprendiste de tus intentos fallidos de testificar que pueden ayudarte en el futuro? ¿Cuán a menudo el temor al rechazo te retiene?

 

Ir ArribaJueves 24 de mayo: Aprender del éxito

Hay dos áreas en las que podemos aprender del éxito. Está el área que podríamos llamar “de práctica/procedimiento”, y el área que puede llamarse “de cooperación espiritual”. Aunque puede alegarse, con razón, que hay un aspecto espiritual en ambas áreas, las trataremos separadamente para destacar mejor lo que podemos aprender del éxito.

La práctica/procedimiento es donde aprendemos de lo que realmente hacemos. Por ejemplo, aprendemos la secuencia más aceptable para presentar los estudios bíblicos en nuestra área. Aprendemos qué lugar de predicación es mejor, qué anuncios atraen a más gente, y una cantidad de otras elecciones prácticas o de procedimiento que mejor se adecuan a nuestra ubicación específica.

La cooperación espiritual es un énfasis sobre el hecho de que Dios está íntimamente involucrado en la testificación y la evangelización del creyente. Después de todo, es la voluntad de Dios que todos se salven.

Lee 2 Pedro 3:9. ¿Qué lección importante obtenemos de este versículo que siempre debemos recordar y reclamar en todas nuestras actividades de testificación? Ver también 1 Corintios 3:6.

No tiene lógica plantar si nadie regará la semilla. Del mismo modo, no tiene lógica regar si no pones el agua donde se plantaron las semillas. Y, aun si el sembrador y el que riega lo hacen bien, todavía no habrá crecimiento a menos que Dios lo dé. Cuando vemos la bendición de Dios que da éxito a nuestros humildes esfuerzos, aprendemos. Aprendemos hasta dónde Dios quiere y está involucrado en nuestras actividades. Aprendemos a confiar más en él. Aprendemos la importancia de una estrecha cooperación espiritual con Dios al esforzarnos por alcanzar a las almas por las que Cristo murió, porque no hay ninguna persona a la que testificas por la cual Cristo no haya muerto y que él no quiera ver salvada. Cuán importante es que nunca olvidemos esta verdad vital.

¿Cómo tomamos las palabras de Jesús en Juan 15:5 y las hacemos prácticas y reales en nuestra vida, especialmente en nuestra obra de testificación y evangelización? ¿Cómo podemos, como individuos o como un equipo de ministerio, realmente experimentar lo que Cristo nos dice en este texto? ¿Qué cosas debemos cambiar para tener esta clase de conexión con él?

 

Ir ArribaViernes 25 de mayo

Para Estudiar y Meditar:

Formula estrategias evangelizadoras

Cuando tu iglesia procura hacer su parte en la extensión a otros, recuerda los siguientes puntos:

  1. Por lo menos, involucra a todo el equipo del trabajo evangelizador en el proceso de planificar las estrategias.

  2. Planifica inicialmente para el próximo año eclesiástico. Una estrategia de doce meses es suficiente para comenzar. Más tarde, se pueden añadir más planes y estrategias que seguirán más allá del período inicial.

  3. Presta mucha atención a ayudar al personal estratégico a saber exactamente qué se espera de él y en qué momento. Cuando la gente no está segura de qué hacer, o cuándo y cómo hacerlo, el impulso estratégico de la iglesia hacia sus blancos puede ser más lento o hasta detenerse.

Preguntas para Dialogar:

  1. “Cada iglesia debe ser una escuela práctica de obreros cristianos” (MC 107).¿Cuán bien está tu iglesia en esta área? Si no está muy bien, ¿qué se puede hacer para producir los cambios necesarios?

  2. “Cada día Satanás tiene sus planes para llevar a cabo: ciertas cosas destinadas a obstaculizar el camino de los testigos de Cristo. A menos que los instrumentos humanos de Jesús sean humildes y mansos de corazón por haber aprendido de Jesús, con seguridad cederán a la tentación, porque Satanás es vigilante, artero y sutil, y los obreros serán tomados desprevenidos si no tienen constantemente una actitud de oración. Satanás se aproxima cautelosamente a ellos, como un ladrón en la noche, y los lleva cautivos. Luego obra en la mente de las personas para pervertir sus ideas individuales y montar sus propios planes, y si los hermanos ven el peligro y hablan de él, ellos piensan que se les ha causado un daño personal y que alguien procura debilitar su influencia. Uno tira hacia un lado y el otro en una dirección opuesta” (Ev 78, 79). ¿Cómo podemos nosotros, al buscar hacer la obra de testificación, tratar con el peligro tan gráficamente presentado en esta cita? ¿Cuál es nuestra única defensa?

  3. En la clase, hablen acerca de alguien o de algún proyecto evangelizador que ha tenido éxito. ¿Qué pueden aprender de ellos? ¿Cómo pueden adoptar lo que podría funcionar en su área? Nota que cada situación es diferente y que lo que resulta en un lugar puede no funcionar en otro.

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