Lecciones para adultos: "Evangelismo y testificación"
Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2012
Lección 2: "Cada miembro, un ministro"
Para el 14 de abril de 2012
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El sábado enseñaré...
Saber analizar qué es necesario para tener una relación creciente y personal con Dios, y cuáles son las formas en las que podemos compartir esta relación con otros.
Sentir el estímulo y la alegría que surgen del acto de ocuparse en el servicio junto con el Espíritu Santo y con los miembros del cuerpo de la iglesia.
Hacer: trabajar hacia la meta común del cuerpo de Cristo como un colaborador en los campos de cosecha.
Saber: Segadores
¿De qué modo una apasionada relación con el Señor de la Mies se manifiesta en un ministerio de servicio en la cosecha?
¿Cuáles son las metas comunes que compartimos con el cuerpo de Cristo?
¿Qué estrategias o planes pueden usar los segadores para fortalecer la obra?
Sentir: Gozos compartidos
¿De qué manera informar del progreso de la obra misionera da gloria a Dios y animan a la iglesia?
¿Por qué es importante colaborar con el Espíritu Santo, tanto en el trabajo individual como en el del conjunto de la iglesia? ¿Cómo atrae el Espíritu Santo a los obreros hacia la unidad?
Hacer: Metas comunes
En tus oportunidades de testificar, ¿cómo puedes contar a otros lo que recibiste en tu relación con Cristo?
¿De qué modo puedes animar a tus compañeros de tareas al trabajar para Cristo?
Como miembros del cuerpo de Cristo, cada uno tiene el ministerio personal de compartir lo que él ha hecho por nosotros, así como una responsabilidad para con todo el cuerpo a fin de cooperar en la obra local y mundial.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Cada miembro recibe no una, sino dos invitaciones de Dios: a ser salvo y a servir. Primero y principal, Dios nos llama a tener una relación con él; y, como resultado de esta relación, nos llama a realizar un ministerio personal hacia otros en la obra de extensión y evangelización.
Solo para los maestros: Cuán fácil es olvidarnos (los que vivimos en las culturas individualistas de nuestro mundo) que el cristianismo es principalmente comunitario. La mayor parte del Nuevo Testamento se escribió para “vosotros”, un grupo de creyentes que creen juntos y trabajan juntos para edificar el Reino de Dios. Excepto cuando se dirige a personas individuales por nombre, Pablo se refiere al pueblo de Dios en un sentido singular solamente cuando les escribe como parte de un cuerpo más grande, de Cristo. Somos cristianos “solos”, únicamente cuando estamos trabajando tan estrechamente con otros que se nos puede describir como partes de un solo cuerpo.
Actividad inicial: Pide a los miembros de la clase que piensen ejemplos de trabajo en equipo, que existen en diversos sectores de la vida. Podrían incluir los equipos deportivos, de negocios y de corporaciones; un grupo de personas que trabaja en una producción teatral; un equipo de constructores; el grupo de cocineros en un restaurante; y muchos otros. Cuando trabajan en forma óptima, estos grupos lo hacen con una meta o una causa común. Elige uno d (tal vez un equipo deportivo) y analicen los diferentes roles que desempeñan los miembros dentro del grupo. Obviamente, aunque el equipo visible en la cancha desempeña diferentes roles, hay muchos otros que hacen una contribución al juego, como administradores, entrenadores, el cuerpo médico, etc. ¿Cuánto más importante es el trabajo en equipo que hace cada miembro de la iglesia cuando participa en la misión de compartir con el mundo el amor de Dios y el mensaje de salvación?
Solo para los maestros: Esta sección ofrece la oportunidad de considerar y analizar textos bíblicos que describen los roles individuales y grupales en la misión evangelizadora que Dios le dio a su pueblo.
Comentario de la Biblia
I. Reconciliar a las personas con Dios
(Repasa, con tu clase, 2 Cor. 5:15-20).
Cuando comenzamos a apreciar lo que Dios hizo por nosotros, pronto nos damos cuenta de que aquello lo que hizo no es solo para nosotros. Además, nos damos cuenta de que tenemos algo tan vital y asombroso que debe ser compartido con otras personas. Lo que Dios ha hecho, gracias a su amor por nosotros, nos motiva a permitirle que haga aún más por nuestro intermedio. Llegamos a ser agentes de esperanza y embajadores de reconciliación. Si bien esa sigue siendo la obra de Dios, llegamos a ser el medio por el cual esa obra avanza en el mundo.
Considera: Una falta de aprecio por los actos y el amor de Dios puede ser una razón por la que muchas personas no dan prioridad al evangelismo. ¿Cómo se puede remediar esto?
¿Cuál es la importancia de la palabra “reconciliación”, en estos versículos? ¿Qué añade esto a nuestra comprensión del evangelio y del compartirlo?
II. Equipar para la obra de Dios
(Repasa, con tu clase, Efe. 4:11-13).
Mientras Pablo viajaba y establecía iglesias, demostraba la importancia de una estructura eclesiástica básica y explicaba que Dios ordenó los roles complementarios para que diferentes personas puedan servir dentro de la comunidad de la iglesia. Claramente, esta división de roles y trabajos señala alguna clase de organización o estructura con el propósito específico de equipar al pueblo de Dios para la misión, a fin de realizar la obra de Dios y contribuir a la edificación de su iglesia.
Considera: ¿De qué modo encontramos el equilibrio entre los roles específicos y profesionales de un ministerio, y la idea de que todos tenemos un ministerio y un rol que desempeñar en la evangelización?
¿Cuáles son los peligros de concentrarse demasiado en ministerios especializados, o bien, en un ministerio general?
III. Plantar y cosechar
(Repasa, con tu clase, Juan 4:35-41).
Cuando hablamos acerca de la evangelización, con frecuencia lo primero que viene a nuestra mente son programas de evangelización pública a gran escala. Esta es una forma de evangelismo pero, en muchos casos, es solo una parte de un proceso más largo. Cada vez más se describen estos eventos como “de cosecha”. En vez de considerarlo como evangelismo completo, estos eventos tienen más resultados cuando forman parte de un plan mayor, complementando los esfuerzos de las iglesias y los miembros individuales, a veces por un período de varios años. Tal vez estamos llegando a comprender más el proceso que Jesús describe en los versículos citados.
Considera: Este modelo de plantar y cosechar ¿nos anima cuando a veces nos parecen pocos los resultados de nuestro esfuerzo evangelizador?
IV. Por el poder del Espíritu al mundo entero
(Repasa, con tu clase, 1 Tes. 1:5-8; Hech 14:27).
Pablo y Bernabé habían sido enviados al mundo conocido de entonces, para contar las buenas noticias acerca de Jesús. En su viaje de regreso a la iglesia que los había comisionado en Antioquía, se ocuparon en dar su informe, contándoles lo que el Espíritu Santo había hecho en las regiones que habían visitado. Estas fueron las primeras “historias de las misiones”, una tradición que continúa en la iglesia actual. Tales informes deberían animar a la iglesia al mostrar el éxito del trabajo misionero y el modo en que Dios actúa, y desafiar a los miembros a ser fieles a la tarea que todavía debe ser completada.
Considera: ¿Por qué son importantes las “historias de las misiones” en la vida de la iglesia?
Al hablar de la obra de la evangelización, ¿encontramos un equilibrio entre nuestro trabajo y el del Espíritu Santo?
Solo para los maestros: Cuando hablamos de que cada miembro es un ministro, podríamos ser tentados a pensar en trabajar aislados, en vez de concentrarnos en el hecho de que cada miembro debe desarrollar un papel en una comunidad activa y efectiva que, en sí misma, es un testigo poderoso. Lesslie Newbigin nos recuerda que la comunidad de la iglesia, en sí misma, es uno de los argumentos más poderosos en favor del evangelio: “¿Cómo podría el evangelio ser creíble y que la gente llegue a creer que el poder que tiene la última palabra en los asuntos humanos está representado por un hombre colgado de una cruz? Estoy sugiriendo que la única respuesta, la única hermenéutica del evangelio, es una congregación de hombres y mujeres que lo creen y viven por ello”.-The Gospel in a Pluralistic Society, p. 227.
Preguntas de aplicación:
¿De qué formas puede actuar tu iglesia como un equipo en manera efectiva, al extenderse a la comunidad, para atender sus necesidades y compartir el evangelio? ¿Cómo podría mejorarse esto?
¿Qué es más importante y por qué: que los feligreses sean adiestrados para evangelizar, o que ellos vean lo que pueden hacer bien y usen ese potencial para la evangelización?
A la luz del modelo de evangelismo de plantar y cosechar, descrito por Jesús en Juan 4, ¿cómo podríamos definir mejor el evangelismo?
¿Qué riesgos podría enfrentar una iglesia que queda “fija” en el modo de plantar? ¿Qué podría significar ese estancamiento? ¿Qué lugar tiene el Espíritu Santo para impedir que esto suceda?
¿Podría la iglesia, al sostener a los “segadores”, despreciar a veces a los “plantadores”? ¿De qué forma? ¿Cómo podemos adiestrar a los miembros de la iglesia para ser mejores “plantadores”?
Si cada miembro es un ministro y un evangelista, ¿cuán responsables deberían ser los miembros ante la iglesia en ese ministerio? ¿O solo somos responsables ante Dios? Indica razones para tu respuesta, basándote en las Escrituras.
Las historias de las misiones, a veces pueden tentarnos al triunfalismo, a centrarnos en nosotros mismos o aun a tergiversar la verdad. ¿Cuáles son algunos principios que nos guían para contar mejor las historias de las misiones?
Solo para los maestros: Esta actividad tiene la intención de ser una auditoría de las muchas actividades y programas dirigidos por la iglesia y sus miembros, a la luz del modelo de plantar y cosechar como lo describió Jesús en Juan 4:35 al 41. Esto debería mover a la clase a pensar sobre diferentes actividades que podrían considerarse evangelizadoras, y a apreciar los roles que todos los miembros pueden desarrollar en la misión de la iglesia.
Actividad:
Sugerencias para actividades del grupo o del equipo
Consideren las actividades de extensión y de evangelización de la iglesia como una parte del proceso de crecimiento: desde plantar hasta cosechar. En una hoja de papel o un pizarrón, prepara tres columnas y escribe por títulos: “Plantar”, “Regar” y “Cosechar”. Pide a los alumnos que sugieran actividades, eventos o programas conducidos por la iglesia o por miembros individuales, que podrían entrar en esas diferentes categorías. A medida que la lista crece, vean cómo los distintos elementos de cada columna pueden combinarse para formar un plan evangelizador. Además, consideren si la iglesia, como un todo, tiene solo unos pocos elementos anotados en algunas de las columnas. Si es así, ¿qué podrían hacer para concentrarse más en este aspecto del crecimiento de la gente hacia Dios? Termina orando por estas diferentes actividades, pidiendo humildemente que Dios use estos programas y a los miembros de la iglesia, a fin de producir una cosecha en su comunidad para el Reino de Dios.
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Juan 12:44,45.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Servid al señor de todo corazón basada en Colosenses 3:23-24.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Fábulas por arte compuestas basada en Daniel 8:14.
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