Lecciones para adultos: "Evangelismo y testificación"

Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2012

Lección 6: "Evangelización y testificación personales"

Para el 12 de mayo de 2012

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber por cuáles razones el testimonio personal es efectivo para ganar almas.

Sentir deseos de imitar las actitudes de Cristo para atraer a otros a sí.

Hacer: Por la gracia de Dios, vivir una vida que gane a otros para Cristo.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: El poder de ser personal

   1. ¿Por qué los cónyuges, amigos y vecinos pueden ver lo que significa que Cristo viva su vida en nosotros?

   2. ¿Qué clase de personas ha usado Dios en lo pasado para hablar por él? ¿Qué les da las credenciales de hablar por Dios?

   3. ¿Qué frase sencilla usaron tanto la mujer junto al pozo como los discípulos al compartir lo que habían encontrado en Cristo?

2. Sentir: Amante y amable

   1. ¿Qué actitudes tenía Cristo que atraía a quienes buscaban la verdad?

   2. ¿Qué actitudes debemos tener para ganar a otros sin predicarles ni regañarlos?

3. Hacer: Acciones que hablan

   1. ¿Qué necesitamos hacer al dar razón de la esperanza que ilumina nuestro camino?

   2. ¿Qué clase de conversaciones con familiares, amigos y vecinos puede usar el Espíritu Santo para atraer almas a Cristo?

   3. ¿Cuáles acciones hablan más alto que las palabras al reflejar nuestra relación con Dios?

 

Resumen

Un testimonio personal es una invitación para que otros miren más de cerca la diferencia que hace Dios en nuestras vidas.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Nuestra relación diaria con Cristo es la verdadera base para compartir con otros.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Usa esta actividad para ayudar a tu clase a compartir sus experiencias reales y diarias con Dios.

Actividad inicial: Haz las siguientes preguntas:

• ¿De qué promesa bíblica dependiste en forma especial durante esta semana?

• ¿De qué manera Dios te ayudó a cambiar tu vida?

• ¿Cuál respuesta a una oración significó más para ti en el pasado reciente?

• ¿Qué alabanza tienes por una bendición especial que recibiste últimamente?

• ¿Algún elemento te provocó un giro en tu relación con Jesús? ¿Cuál?

Invita a los miembros de la clase a compartir una experiencia reciente con Dios, que ha sido de importancia para ellos.

Considera: Pregunta a los miembros de tu clase cómo se sintieron cuando oían lo que contaban los demás. ¿Qué ilustra esta experiencia acerca de la sencillez en la testificación? Es importante poder dar razón de la esperanza que tenemos (1 Pedro 3:15). ¿Cómo podríamos compartir nuestra experiencia y esperanza en Dios, hasta que llegue a ser una segunda naturaleza?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Examina en tu clase de qué forma diversos personajes bíblicos influyeron sobre otros, al compartir sus convicciones, su fe y su esperanza.

Comentario de la Biblia

I. Estar con Jesús

(Repasa, con tu clase, Hech. 4:13, 14).

Pedro y Juan estaban ante el tribunal más poderoso de la nación. Los dirigentes del Sanedrín -entre quienes estaban los sumosacerdotes Anás, Caifás, escribas y ancianos- exigían saber de quién era el poder con que ellos predicaban y sanaban.

Lleno con el Espíritu Santo, Pedro hizo una defensa elocuente. En respuesta al testimonio de Pedro, la Biblia registra que los ancianos hicieron cuatro cosas. Primero, vieron la valentía de Pedro y Juan. Ellos no hubieran podido verla si Pedro y Juan no les daban algo que presenciar. Apasionados y fieles al evangelio, procuraron compartir su mensaje liberador, sin importarles las amenazas a sus vidas. El día anterior habían predicado, sin temor sobre la resurrección, y el efecto sobre el pueblo fue tan poderoso que, a pesar del arresto público de Pedro y Juan, “muchos de los que habían oído la palabra, creyeron” (vers. 4). Arrestar a los dos hombres parecía ser la solución perfecta que aplacaría el interés despertado por el evangelio. Después de todo, ¿quién desearía unirse a un movimiento disidente que prometía pérdidas temporales, cárcel y, posiblemente, la muerte? Si los saduceos pensaron que arrestar a los discípulos sería un freno para la gente, la estrategia les salió mal, porque “el número de los varones [que creyeron] era como cinco mil” (vers. 4).

Segundo, los dirigentes percibieron que Pedro y Juan no se habían educado en las escuelas rabínicas ni tenían educación formal en teología. Hablaban llenos del Espíritu Santo (vers. 8), destacando la importancia de a quién conocían por sobre qué conocían. Esto no sugiere que el conocimiento bíblico y el adiestramiento adecuado no son esenciales, porque lo son. Pero sin la influencia del Espíritu Santo para bendecir nuestro adiestramiento y esfuerzos, según Pablo “de nada me sirve” (1 Cor. 13:3).

Tercero, los dirigentes “se maravillaban”. ¿Cómo podían estos hombres indoctos, no educados, hablar con tanta osadía, autoridad y poder? ¿De dónde salieron esas cualidades?
La respuesta surgió clara e inmediata en la mente de los gobernantes. Y eso nos lleva al cuarto punto de lo que ellos hicieron. Se dieron cuenta de que Pedro y Juan “habían estado con Jesús” (Hech. 4:13). El rostro de Moisés brilló cuando bajaba del monte con las tablas de la Ley, y mostró que había estado con Dios. Cuando pasamos tiempo con Dios, quedan señales visibles de su presencia en nuestras vidas. “Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra” (vers. 14). ¿Por qué eso silenció a los gobernantes? Pedro no podía haber falsificado ese milagro. Este hombre era “cojo de nacimiento” (Hech. 3:2). La valentía del hablar de Pedro y Juan, a pesar de no haber ido a las escuelas rabínicas, daba una clara evidencia del Espíritu Santo en sus vidas. Y, junto con la curación milagrosa del paralítico, evidenciaba el hecho de que ellos habían estado con Jesús.

Considera: ¿Qué nos revelan la respuesta de los discípulos y la reacción de los gobernantes acerca de lo que significa “haber estado con Jesús”? ¿Qué señales visibles de la presencia de Dios existen en nuestras vidas, que muestran que también “hemos estado con Jesús”?

II. “Venid y ved”

(Repasa, con tu clase, Juan 1:37-39).

Una de las primeras cosas que los discípulos de Jesús hicieron (descritas en el primer capítulo de Juan) fue traer a otros a Cristo. Y esto fue resultado directo de la atracción de Jesús. Como Dios le dijo a Moisés: “Al que él [Jehová] escogiere, él lo acercará a sí” (Núm. 16:5).

Nota el método de Jesús para hacer discípulos. Su respuesta a Andrés y a Juan fue preguntarles: “¿Qué buscáis?” (Juan 1:38). En esta pregunta sencilla vemos el valor de despertar el interés de quienes son atraídos a nosotros. Nota también la naturaleza de la pregunta misma. Es directa y no forzaba a nadie. Implica que Jesús estaba interesado en la respuesta de ellos y en conocerlos personalmente.

Luego, Jesús los invitó a presenciar su vida. Una vez que consiguió el interés de ellos, Jesús aprovechó la oportunidad de su curiosidad para invitarlos a presenciar su vida de abnegación y sacrificio. Jesús fue un huésped amable. Abrió su vida y su corazón, y mostró cuánto valor daba a cada persona y la importancia del toque personal cuando se trataba de alcanzar la vida de otro. La Biblia dice: “Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día” (Juan 1:39). Y por ese contacto personal, Jesús transformó la curiosidad ávida en un deseo genuino del corazón de unirse a su ministerio.

Hay aquí otra lección valiosa. Andrés y Juan se volvieron a Jesús porque buscaban al Cordero de Dios. Esto significa que ya lo buscaban, pero que no podían descubrir quién era Jesús en la multitud que rodeaba a Juan el Bautista. Cuando el Bautista les señaló a Jesús, su curiosidad se despertó lo suficiente como para seguirlo.

Hay muchos que nos “siguen” en nuestra vida diaria -nos siguen con los ojos y los pensamientos-, toman nota de lo que decimos y hacemos, y nos evalúan y juzgan. El mismo Espíritu de Dios puede, así como lo hizo Juan el Bautista, impresionar sobre sus corazones el deseo de ver “al Cordero de Dios” (vers. 29) en nosotros. Ellos pueden acercarse, deseando saber más quiénes somos, pero sin preguntarlo directamente. Como Jesús, podemos hacerles una pregunta que implique un interés en sus necesidades. Podemos ofrecerles nuestra hospitalidad. Nota, también, que Jesús no realizó milagros para atraer a Andrés y a Juan hacia sí. Solo fue el sencillo milagro de la cortesía, la hospitalidad y la bondad. Qué esperanza nos da a quienes no somos evangelistas ni predicadores. Él hizo una humilde invitación, que también podemos hacer nosotros: “Ven y ve por ti mismo”.

Considera: Cuando cada discípulo aceptó la invitación de “venir y ver” y se encontró cara a cara con Jesús, él comenzó una relación con estos nuevos conocidos. ¿Qué desafíos afrontaron los discípulos al desarrollar una relación con Cristo? ¿De qué manera el método de Jesús de hacer discípulos transforma nuestros esfuerzos personales de testificación?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Usa esta historia para ilustrar el modo en que una vida transformada puede ser un testimonio poderoso para Dios.

Testimonio de una vida: Un pastor relata que una mujer joven fue a él tras una reunión, preocupada por salvar su matrimonio. Él le sugirió que considerara con oración el siguiente pasaje como su guía:

“Cristo vivía rodeado de la presencia del Padre, y nada le aconteció que no fuese permitido por el Amor infinito para bien del mundo. Esto era su fuente de consuelo, y lo es también para nosotros. El que está lleno del Espíritu de Cristo mora en Cristo. El golpe que se le dirige a él, cae sobre el Salvador, que lo rodea con su presencia. Todo cuanto le suceda viene de Cristo. No tiene que resistir al mal, porque Cristo es su defensor. Nada puede tocarlo sin el permiso de nuestro Señor; y ‘todas las cosas’ cuya ocurrencia es permitida ‘a los que aman a Dios... les ayudan a bien’ (Rom. 8:28)” (DMJ 62, 63).

Cuando el pastor se encontró con esta joven al año siguiente, ella le relató una historia muy emocionante. La joven había comenzado a tomar la conducta de su esposo hacia ella como que caía primero sobre Cristo; como resultado su matrimonio había comenzado a darse vuelta. No solo su esposo había regresado a la iglesia, sino también sus padres, tocados por la transformación en la vida de ella al ver que sometía todas las cosas a Cristo.
Aplicación: ¿Cómo se transforman nuestras vidas si decidimos aceptar todo lo que nos sucede como algo permitido por Cristo y que cae primero sobre él? ¿Cómo podría esta transformación afectar otras vidas cercanas a nosotros?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Sugiere las siguientes actividades para hacer durante la semana.

1. Planifica un momento de testimonios personales para el culto de familia del viernes. Pide que cada miembro de la familia cuente el evento más importante en su relación con Dios.

2. Realiza un torbellino de ideas sobre formas en las que podemos mejorar la relación con nuestros vecinos. Considera compartir comida, flores, productos de la huerta; ayudar en el cuidado de los niños o dar un descanso a quien cuida de un familiar anciano.