Lecciones para adultos: "1 y 2 Tesalonicenses"
Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2012
Lección 8: "Los muertos en Cristo"
Para el 25 de agosto de 2012
Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes
Lee Para el Estudio de esta Semana: 1 Tesalonicenses 4:13-18; Hechos 17:3; 1 Corintios 15:20-23, 51-58; Juan 5:28, 29; Apocalipsis 20:4-6.
Para Memorizar: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tes. 4:16).
Pensamiento clave: Pablo les da a los tesalonicenses (y a nosotros) una gran esperanza para el futuro: la segunda venida de Cristo.
EN ESTE PASAJE (1 Tes. 4:13-18), Pablo reacciona por una mala comprensión teológica entre los tesalonicenses. Aunque no es bien claro cuál era el error, algunos miembros estaban angustiados por la suerte de los creyentes que murieran antes del regreso de Jesús: parece que tuviera que ver con la diferencia entre los que morían antes del retorno y los que estuvieran vivos en esa ocasión.
Exploraremos la situación que llevó a Pablo a escribir 1 Tesalonicenses 4:13 al 18. Aquí, Pablo no solo corrige errores del siglo I, sino también da una base sólida sobre la cual ubicarse los cristianos del siglo XXI. “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7). Y, por el ministerio profético de Pablo, Dios nos ha revelado maravillosas verdades con respecto a la segunda venida de Cristo. Al estudiar estos versículos, medita con oración sobre la increíble esperanza contenida en ellos.
Domingo 19 de agosto: La situación en Tesalónica
Lee 1 Tesalonicenses 4:13 al 18. Enumera los indicios que presenta este pasaje acerca de las falsas creencias que había en la iglesia de Tesalónica que produjeron dolor innecesario a quienes las abrigaban.
En el judaísmo de los días de Pablo, prevalecían diferentes conceptos acerca del tiempo del fin. Uno de ellos, de alguna manera, se introdujo en la iglesia de Tesalónica. Aunque no estamos seguros de qué se trataba exactamente, parece haber sido la idea de que, aunque todos los fieles compartirían el “mundo por venir”, solo los que estuvieran vivos en el fin serían llevados al cielo. Los que morían antes del fin resucitarían y permanecerían en la Tierra. En tal sistema de creencias, sería una desventaja morir antes de que llegara el fin. Pero también sería un medio de separación entre los que fueran llevados al cielo y los que quedaran en la Tierra. Si los tesalonicenses a quienes escribía Pablo vivían hasta el fin, realmente ascenderían al cielo en la segunda venida de Cristo, pero tendrían que dejar a sus amados fallecidos aquí en la Tierra (ver 1 Tes. 4:13, 14).
No es sorprendente, por lo tanto, que Pablo comience 1 Tesalonicenses 4:13 al 18 con un comentario acerca de la ignorancia de la iglesia, en vez de “vosotros sabéis perfectamente”, que aparece en otra parte (5:2; ver también 4:2). Con respecto a la profecía acerca de la segunda venida, había cosas importantes que la iglesia no sabía y otras que debía desaprender.
Al pensar en la profecía, debemos recordar que no fue dada para satisfacer nuestra curiosidad acerca del tiempo y los detalles de los eventos del fin del tiempo. La profecía tiene un propósito ético y moral. Dios la diseñó para enseñarnos cómo vivir. Tiene la intención de darnos ánimo y propósito, especialmente en medio del sufrimiento y la pérdida. Comprendida correctamente, la profecía de la Biblia tiene un poder que cambia la vida. En otras palabras, aunque es importante creer como un adventista (que significa creer en la profecía bíblica), aún más importante es vivir como uno de ellos.
¿Qué significa “vivir como un adventista”? Lleva tu respuesta a la clase el sábado.
Lunes 20 de agosto: Dolor sin esperanza (1 Tes. 4:13)
Según 1 Tesalonicenses 4:13, ¿Cuál fue el propósito de Pablo al escribir los versículos 13 al 18? ¿Por qué estos versículos significan mucho para nosotros hoy?
¿Por qué se lamentaban los creyentes de Tesalónica como si no tuvieran esperanza? Un factor importante probablemente fue el breve período que Pablo estuvo con ellos. Sabemos que Pablo habló acerca de la muerte y la resurrección de Jesús (Hech. 17:3). También hay evidencia de que habló acerca de los eventos finales, y tal vez su instrucción fue mal comprendida, al no haber tenido tiempo suficiente de clarificar el problema de la resurrección de los creyentes.
Un elemento adicional es el trasfondo pagano de la mayoría de los creyentes a quienes escribió Pablo (1 Tes. 1:9). Aunque las religiones de misterio de ese tiempo hablaban de la vida posterior a la muerte, la mayoría de los paganos no tenían esperanza de una vida después de la muerte. Un ejemplo conmovedor es este, que aparece en una carta del siglo II: “Irene a Taonnofris y Filón, buen consuelo. Yo lamento y lloro por el que ha partido como lloro por Didymas. Y todas las cosas que fueron apropiadas, he hecho. [...] Pero contra tales cosas no podemos hacer nada. Por lo tanto, consuélense unos a otros. Pásenlo bien”. -Citado en Adolf Deismann, Light From the Ancient East, p. 176.
Es irónico que esta carta a una madre que ha perdido a un hijo termine con las mismas palabras de 1 Tesalonicenses 4:18, aunque con un giro radicalmente diferente. ¿Consolaos unos a otros, aunque no hay esperanza? Eso es lo que ella estaba diciendo. (Qué contraste con lo que expresa Pablo a los tesalonicenses!
El propósito de Pablo para el pasaje se bosqueja en frases que contrastan al comienzo y al final. Pablo escribe para que ellos no tengan dolor como los que no tienen esperanza (1 Tes. 4:13). Y él desea que la verdad de la naturaleza de la segunda venida les dé razones gloriosas para alentarse unos a otros en tiempos de pérdida (1 Tes. 4:18).
Alguien dijo: “A la larga, todos estamos muertos”. Desde una perspectiva humana, eso es correcto. Sin embargo, desde la perspectiva bíblica, es muy limitado. ¿Cuál es la gran esperanza que tenemos en Jesús, y cómo podemos consolarnos en esa esperanza ahora mismo?
Martes 21 de agosto: Morir y resucitar (1 Tes. 4:14)
Lee 1 Tesalonicenses 4:14. ¿Qué esperanza ofrece Pablo con respecto a los que murieron?
En el versículo 14, Pablo ofrece la solución al problema del dolor sin esperanza. En el idioma original, habla de los creyentes que murieron como que “se durmieron por medio de Jesús”. Aunque dormirse es una metáfora común para la muerte, en el Nuevo Testamento la expresión normal para la muerte de un creyente es “dormirse en Jesús”, o “en Cristo”. Un buen ejemplo de esto es los “muertos en Cristo” (vers. 16).
Un segundo problema con el texto es la idea de que Dios “traerá consigo” a quienes durmieron. Algunos ven esta frase como si los que murieron en Cristo (y que, presumiblemente, fueron al cielo) regresaran con Jesús cuando venga. Pero esta interpretación contradice la enseñanza de Pablo en el versículo 16, que la resurrección de los creyentes muertos ocurre en la segunda venida, no antes.
¿Cómo ayuda 1 Corintios 15:20 al 23, y 51 al 58, a entender este punto de 1 Tesalonicenses 4:14?
Podemos saber lo que está diciendo si vemos el punto principal de Pablo. Él está haciendo una comparación entre la muerte y la resurrección de Jesús y la muerte y la resurrección de los creyentes. Para Pablo, la resurrección de Jesús es una garantía de que todos los creyentes también resucitarán en la segunda venida (ver también 1 Cor. 15:20-23). La teología de Pablo es consecuente: “Si creemos” (1 Tes. 4:14) en la muerte y la resurrección de Jesús, deberíamos también creer en la resurrección de quienes murieron como verdaderos seguidores de Jesús.
De este modo, Pablo usa la expresión “por medio de Jesús” del mismo modo que “en Cristo” en el versículo 16. El punto que él presenta a los tesalonicenses es que sus hermanos muertos no quedarán en la Tierra cuando los creyentes vivientes asciendan al cielo. Todos ascenderán al cielo juntos (ver también Juan 14:1-3). Dios no “trae” consigo a la Tierra a los cristianos resucitados cuando Jesús venga; en cambio (como fue con Jesús), él los “trae” del sepulcro y, junto con los que están vivos, los lleva al cielo. Como la resurrección de Jesús precedió a su ascenso al cielo, así será con sus seguidores fieles.
Miércoles 22 de agosto: Resucitar en Cristo (1 Tes. 4:15, 16)
En 1 Tesalonicenses 4:13 al 5:11, Pablo se basa en las enseñanzas terrenales de Jesús. Hay más de una docena de similitudes entre estos pasajes del tiempo del fin y los dichos de Jesús registrados en Mateo, Marcos y Lucas. Pero, cuando Pablo habla acerca de la “palabra del Señor” en 1 Tesalonicenses 4:15 se está refiriendo a un dicho de Jesús que no entró en los cuatro evangelios, pero que Pablo conservó (lo mismo se ve en Hechos 20:35).
Lee 1 Tesalonicenses 4:15 y 16. Según Pablo, ¿Qué sucederá cuando Cristo regrese? Ver también Apoc. 1:7; Mat. 24:31; Juan 5:28, 29; Hech. 1:9-11.
La segunda venida de Cristo es estruendosa. Está acompañada por la fuerte orden de un arcángel y la trompeta de Dios. Todos la verán y oirán (ver Apoc. 1:7; Mat. 24:31; Juan 5:28, 29; Hech. 1:9-11).
El punto clave de Pablo aquí es el orden de los eventos que sucederán cuando Jesús venga. Los tesalonicenses creían que morir antes del regreso de Jesús daba ciertas desventajas en la eternidad, tal vez una separación física eterna de quienes vivieran hasta el regreso de Jesús.
Pero Pablo asegura a los tesalonicenses que los creyentes que estén vivos no “precederán”, o no tendrán ventaja, sobre los que murieron. Los muertos en Cristo se levantarán primero (ver Apoc. 20:4-6). Eso sucede antes de que los vivos asciendan para encontrar a Jesús en el aire (1 Tes. 4:17). Los justos muertos resucitan y reciben la inmortalidad junto con los que viven cuando él retorne.
Este pasaje no enseña que los creyentes van al cielo al morir. Si Pablo les hubiera enseñado que los muertos estaban en el cielo, ¿por qué estarían ellos tristes y por qué no les dijo eso? El consuelo que ofrece Pablo es el saber que la resurrección los reunirá con los que habían amado.
Piensa en lo que sucede en la segunda venida de Cristo: Jesús viene desde el cielo, todos lo ven, los muertos vuelven a la vida, los vivos reciben la inmortalidad y todos son llevados juntos al cielo. Esto es fantástico y en contra de lo que el sentido común, la experiencia y la ciencia nos enseñan. No obstante, esto es lo que tenemos que creer; de otro modo, no tenemos esperanza. Si puedes confiar en Dios en algo como esto, ¿Cómo no vas a confiar en él en cualquier cosa “menor” con la que estás luchando?
Jueves 23 de agosto: Alentaos unos a otros (1 Tes. 4:13, 17, 18)
En 1 Tesalonicenses 4:13, 17 y 18, ¿Cuál es el propósito de la segunda venida de Jesús?
La profecía no está para satisfacer nuestra curiosidad sino para enseñarnos cómo vivir hoy. Para Pablo, el orden de los eventos finales tiene implicaciones prácticas para la vida diaria. La profecía afecta la forma en que nos relacionamos con Dios y con los demás. Pablo usó estos eventos para consolar a quienes perdieron seres amados.
En 1 Tesalonicenses 4:16 y 17, ¿Qué aspectos de la segunda venida no se cubren allí? Ver Juan 14:1-3; Mat. 24:31; Hech. 1:9-11.
Este texto dice que los creyentes se reunirán con Jesús en el aire, a fin de estar con él para siempre. La clave es reunirnos unos con otros y con Jesús. El texto no dice nada acerca de dónde van después del encuentro inicial, pero tampoco Pablo dice que en la segunda venida, Jesús y los creyentes descenderán del cielo y reinarán aquí. En el pasaje, los santos solo suben. Los creyentes muertos resucitan primero y luego, con los creyentes vivos, ascienden juntos para encontrarse con el Señor en el aire.
Pablo da más información en 1 Corintios 15:23 y 24. Aquí hace una comparación entre la experiencia de Jesús y la de los que están “en Cristo”. Jesús resucitó y ascendió al cielo como “primicias”; así, los que están en Cristo tendrán una experiencia similar.
El destino inmediato de los santos está claro en Juan 14:1 al 3. Cuando Jesús venga, llevará a los discípulos a donde él está (el cielo); no se unirá con ellos donde están (en la Tierra). Por eso creemos que, durante los mil años después del retorno de Jesús (Apoc. 20:4-6), los justos estarán con él en el cielo, los malvados estarán muertos y Satanás estará confinado en la Tierra sin nadie a quien tentar. Solo después del milenio, los fieles volverán a la Tierra para vivir en ella (2 Ped. 3:13; Apoc. 3:12).
Considera cuán “fuera de este mundo” es nuestra esperanza. Después de todo, ¿Qué esperanza de largo alcance nos ofrece este mundo? ¿Cómo podemos aprender a no quedar entrampados en lo que no ofrece esperanza?
Para Estudiar y Meditar:
“Muchos interpretan este pasaje (1 Tes. 4:14) como si significara que los que duermen serán traídos con Cristo desde el cielo, pero Pablo quería decir que, así como Cristo se levantó de los muertos, Dios llamará a los santos que duermen en sus tumbas, y los llevará con él al cielo” (HAp 213, 214).
“Los tesalonicenses se habían aferrado ansiosamente a la idea de que Cristo estaba por venir para transformar a los fieles que vivían, y llevarlos consigo. Habían protegido cuidadosamente la vida de sus amigos, para que no murieran y perdieran la bendición que ellos esperaban recibir al venir su Señor. Pero la muerte había arrebatado a sus amados, uno tras otro, y los tesalonicenses habían contemplado con angustia por última vez los rostros de sus muertos, atreviéndose apenas a esperar encontrarlos en la vida futura.
“Cuando abrieron y leyeron la epístola de Pablo, las palabras referentes al verdadero estado de los muertos proporcionaron gran gozo y consuelo a la iglesia. Pablo demostró que los que estuvieren vivos cuando Cristo viniese, no iban a salir al encuentro de su Señor antes que los que hubieran dormido en Jesús” (HAp 212, 213).
Preguntas para Dialogar:
En la clase, analicen lo que significa “vivir como un adventista”. ¿Qué hay en algunas de nuestras creencias características que debe reflejarse en un estilo de vida distintivo?
Piensa en la caída de la humanidad, el plan de salvación y la promesa de la vida eterna. ¿Qué hizo Jesús que nos da esperanza, y promete que la muerte no será para siempre? ¿Qué razones tenemos para confiar en lo que él hizo por nosotros? ¿De qué modo la resurrección de Jesús nos ofrece esperanza de que también nosotros resucitaremos si morimos antes de que regrese? ¿Cómo podemos obtener consuelo del plan de salvación, cuando la muerte parece tan final y tan completa?
Resumen:
En el pasaje de esta semana, Pablo corrige varios malentendidos acerca del estado de los muertos y de los eventos que rodean la segunda venida de Jesús. Cuando Jesús regrese, los muertos en Cristo resucitan primero, y luego todos los creyentes ascienden juntos para encontrar a Jesús en el aire. Los creyentes pueden obtener gran consuelo al saber que la separación de sus amados creyentes es solo temporaria.
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Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. Hebreos 9:22.
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- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Luz para un mundo en tinieblas basada en Isaías 60:2-3.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Agradecidos por cada momento que se nos concede basada en Juan 14:18.
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