Lecciones para adultos: "1 y 2 Tesalonicenses"

Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2012

Lección 9: "Los eventos finales"

Para el 1 de septiembre de 2012

Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes

 

Sábado 25 de agosto

Lee Para el Estudio de esta Semana: 1 Tesalonicenses 5:1-11; Génesis 3:15-24; Isaías 13:6-9; Lucas 21:34-36; Romanos 1:18.

Pensamiento clave: La realidad del regreso de Cristo nos llama a estar preparados continuamente.

EL TEMA PRINCIPAL de esta semana es la segunda venida, pero el foco cambia. Aquí Pablo no da detalles acerca del regreso de Jesús, sino proclama la necesidad de estar siempre preparados para ese regreso (y el juicio que lo acompaña). El pasaje previo era animador; cuando viniera el fin, el resultado sería más positivo de lo que ellos esperaban. Ahora que comprendían mejor la naturaleza de su regreso, el tema es cómo prepararse para ello.

El problema en esa iglesia parece haber sido una teología de “paz y seguridad”, y tal vez algunos miembros que calculaban el tiempo de la segunda venida. Por medio de la profecía, los tesalonicenses esperaban poder predecir cuándo vendrían los eventos finales, para poder prepararse. Como resultado, algunos estarían viviendo sin un sentido de urgencia.

¿Quién de nosotros no puede identificarse? Cuanto más demora, más fácil es perder ese sentido de urgencia. Por ello, necesitamos atender las palabras de Pablo aquí.

 

Domingo 26 de agosto: Los dos lados del juicio

Aunque la palabra “juicio” no aparece en 1 Tesalonicenses 5:1 al 11, Pablo quiere que los creyentes de Tesalónica sepan que el Juicio de Dios no se limita a algo que sucede en el cielo al fin del tiempo, sino que tiene consecuencias para sus vidas diarias.

Muchas personas hoy están incómodas con el tema del Juicio. No les gustan las implicaciones de negatividad y amenaza. Pero, el concepto bíblico del Juicio es más que solo amenazas, condenación y ejecución; hay un aspecto positivo. Las acciones de misericordia y bondad de cada día no pasan inadvertidas o sin recompensa (ver Mat. 10:42, por ejemplo). Dios ve todo lo que hacemos, sea positivo o negativo, y todo tiene significado en el esquema último de las cosas.

La naturaleza doble del Juicio es evidente en las narraciones tempranas de la Biblia. En el Jardín del Edén, Dios juzga el pecado de Adán y Eva en forma negativa. Hay consecuencias del pecado en relación con el nacimiento de los hijos, la agricultura y dónde se les permite vivir. Al mismo tiempo, Dios los juzga positivamente. Crea una enemistad entre ellos y Satanás, y los viste con pieles, a fin de que no sufran con el cambio de ambiente. También esas pieles simbolizan la justicia de Cristo, que cubriría su pecado.

En Génesis 4, Dios juzga a Caín negativamente al enviarlo al exilio. Pero Caín recibe un juicio positivo. Dios le pone una marca, a fin de que nadie lo mate. En el tiempo del diluvio, Dios juzga a la raza humana en forma negativa a través de la destrucción producida por el diluvio, pero en forma positiva al proveer el arca como vía de escape (Gén. 6-9:17).

En Génesis 11, Dios confunde las lenguas y esparce a los hombres por toda la Tierra (negativo). ¿Dónde está el lado positivo? Se encuentra en el llamado a Abraham con el propósito de que sea una bendición para “todas las familias de la tierra” (Gén.12:3), la misma gente que fue esparcida en Babel años antes (Gén. 11:9).

 

Lunes 27 de agosto: Repentino e inesperado (1 Tes. 5:1-3)

“El día de Jehová” es frecuente en los pasajes de juicio del Antiguo Testamento. Es una intervención de Dios en el “tiempo del fin”, con énfasis en las consecuencias negativas de la desobediencia (Isa. 13:6-9; Jer. 46:10; Eze. 30:2-12). Aquí, Pablo combina este concepto con la analogía del ladrón, que introdujo Jesús (Mat. 24:43; Luc. 12:39).

La combinación del Día de Jehová, un ladrón en la noche y el dolor del parto muestra que la segunda venida de Jesús será repentina e inesperada para los impíos. El tiempo del fin no es el momento indicado para prepararse.

En el versículo 4, Pablo no reprende a los tesalonicenses. Ellos ya saben que el Día vendrá como ladrón en la noche. Son otros, los que claman “paz y seguridad”, quienes se sorprenderán por la destrucción venidera.

En Hechos 1:6 y 7, los discípulos le preguntaron a Jesús acerca del tiempo de los eventos finales de la Tierra. Pero Jesús no satisface su curiosidad. No les corresponde saber cuándo vendrá el fin. La frase “tiempos y ocasiones” habla de intentos de fijar el tiempo del fin. Tales intentos llaman la atención, pero no benefician en lo espiritual. O causan chascos cuando pasa el tiempo calculado, o demora la preparación cuando el tiempo esperado está demasiado adelante.

Según Lucas 21:34, muchas personas -por el alcohol y los entretenimientos- tratan de escapar de la responsabilidad espiritual. Otros se preocupan por la preparación espiritual para el fin, pero se distraen con los cuidados y las ansiedades de la vida. Que el fin sea repentino significa que los distraídos no tendrán tiempo de escapar. En Lucas 21:34 al 36, hay una salida para los que están atentos.

 

Martes 28 de agosto: La ventaja del creyente (1 Tes. 5:4, 5)

Al principio del capítulo 5, Pablo se ocupa de quienes, por cualquier razón, no están preparados. Los tesalonicenses saben que la segunda venida de Cristo es segura; solo el tiempo es desconocido. La sorpresa será trágica para quienes no estén listos. Algunos no están preparados porque no creen en la segunda venida; otros, porque creen que pueden postergar su preparación hasta que los eventos los convenzan de que el fin está cerca.

En la década de 1950, un joven oyó decir a un predicador que Jesús vendría en 1964, de modo que debía prepararse. El joven decidió que, como todavía faltaban varios años, él no se preocuparía en prepararse hasta 1962. En otras palabras, la intención del predicador de aumentar el sentido de urgencia tuvo el efecto opuesto en este joven. Esa demora es peligrosa, porque no sabes si vivirás siquiera hasta mañana. La buena noticia es que no necesitamos saber cuándo vendrá Jesús y debemos prepararnos hoy.

En estos versículos, Pablo comienza una serie de contrastes con día/noche y oscuridad/luz (en el versículo 3 está implícito el contraste ruina/rescate). Los eventos del fin sorprenderán a los incrédulos, pero no a los creyentes. ¿Por qué? Porque ellos viven en la luz. La Biblia es una “lámpara a mis pies ... y lumbrera a mi camino” (Sal. 119:105). La profecía fue dada para que tengamos suficiente información con el fin de estar espiritualmente preparados para lo que suceda en el futuro.

La preparación para la segunda venida involucra: 1) ocupar tiempo de calidad para estudiar la Palabra de Dios; 2) el acto de depositar tesoros en el cielo. La preparación es una entrega diaria al Señor.

Hay muchas distracciones en el mundo actual, desde los trabajos hasta el correo electrónico, los entretenimientos, y el consumo de drogas y otros elementos perjudiciales. La apelación de Pablo nos llega desde la antigüedad. Pon a un lado las distracciones. Pon la Palabra de Dios primero en tu vida, y no serás abrumado por los eventos, no importa cuán inesperados sean.

 

Miércoles 29 de agosto: Velar constantemente (1 Tes. 5:6-8)

Pablo comienza el versículo 6 con “por tanto”, o “así pues”, según la traducción. Ya ha establecido que los verdaderos seguidores de Jesús son hijos de la luz y del día. Ahora la metáfora los exhorta a estar preparados para el regreso de Jesús. Aunque el versículo 7 ofrece una pequeña digresión, los versículos 6 y 8 animan a los tesalonicenses a estar despiertos y sobrios para los desafíos que afrontarán.

Pablo comienza con el contraste de dormidos/despiertos. Como los creyentes “son del día”, deberían no dormir. Pablo escribe aquí en forma metafórica. El sueño es una metáfora para la pereza espiritual o la falta de interés (en el versículo 10 es una metáfora de la muerte). La expresión “no durmamos”, en el original, sugiere “ni siquiera comiencen a dormir”. Pablo supone que están despiertos, y los anima a perseverar en velar más y más.

Pablo desea que sean sobrios en vez de embriagados. En el mundo antiguo, la sobriedad era un símbolo de la razón filosófica. Pablo quiere que los tesalonicenses sean reflexivos y cuidadosos en su uso de las Escrituras. Algunos usan la Biblia para fijar fechas y especular. Él quiere que los creyentes estén concentrados en las enseñanzas de las Escrituras, para su propia preparación espiritual. La metáfora sobrios/embriagados también puede señalar a la limitación ética a la que él los anima en 1 Tesalonicenses 4:1 al 12.

El día está asociado con estar despierto y sobrio. En la noche, la gente duerme y muchos se embriagan. En el versículo 8, usa la imagen de un guardia militar. Él debe estar despierto y sobrio, de día y de noche. Así, los soldados deben seguir la norma de ser vigilantes. Pablo también espera que los cristianos respeten la norma de prepararse para la segunda venida. Y, como soldados, los cristianos deben ponerse todo el equipo antes de ocupar sus puestos.

 

Jueves 30 de agosto: Animaos unos a otros (1 Tes. 5:9-11)

En 1 Tesalonicenses 5:1 al 11, Pablo planteó diversos contrastes para ilustrar los dos lados del juicio. Pablo ahora se ocupa del contraste entre la ira y la salvación. Los creyentes pueden tener confianza en los últimos días porque en Cristo tienen certeza de que son hijos de la luz.

Muchos sienten que el concepto bíblico de la ira de Dios refleja más la cultura de los tiempos bíblicos que la verdad acerca de Dios, pero es equivocado. En la Biblia, Dios ha dado su verdad en un lenguaje humano. Pero la idea de la ira de Dios no se limita a las partes más antiguas de la Biblia; también está en el Nuevo Testamento, incluyendo palabras de Jesús (Luc. 21:23; ver también Juan 3:36), en la pluma de Pablo (Rom. 1:18, 1 Tes. 1:10) y en las visiones del Apocalipsis (Apoc. 6:16, 17; 15:1). Así que, no podemos ignorar esta idea, ya que expresa algo importante acerca de Dios y del plan de salvación.

Aunque aquí no podemos profundizar en el tema, debe estar claro que la ira de Dios no es una furia irracional e impulsiva. Los caminos de Dios no son los nuestros (ver Isa. 55:8, 9). El concepto bíblico de la ira de Dios es más como la necesidad de justicia que tiene una nación en relación con los que quebrantan las leyes y oprimen a otros. Los que persisten en la impiedad serán destruidos. Como todos quebrantamos la ley de Dios, todos estamos sujetos a la ejecución de la justicia si no fuera por la vida, la muerte y la resurrección de Cristo.

Esas son las buenas nuevas de la ira de Dios que brillan a través de 1 Tesalonicenses 5:8 al 11. El propósito de Dios no es la “ira” o justicia punitiva, sino la gracia y la salvación. Y Cristo ha provisto la protección que necesitamos para no experimentar la destrucción en el Juicio. Por eso, Pablo dice que la ira de Dios, bien comprendida, es animadora en lugar de temible (1 Tes. 5:11). En Cristo, no necesitamos enfrentar la ira de Dios porque, en la cruz, Jesús la afrontó por nosotros.

¡Y esas son buenas nuevas!

 

Viernes 31 de agosto

Para Estudiar y Meditar:

“Hay necesidad de vigilancia. Nuestros propios corazones son engañosos; estamos rodeados de todas las debilidades y las flaquezas humanas, y Satanás está decidido a destruir. Nosotros podremos no estar en guardia, pero nuestro adversario nunca está ocioso. Conociendo su infatigable vigilancia, no durmamos, como lo hacen otros, antes ‘velad y sed sobrios’.” (TI 5:386).

“Algunos sienten que deben estar a prueba y demostrarle al Señor que están reformados antes de reclamar su bendición. Pero [...] Jesús quiere que vayamos a él tales como somos: pecadores, desvalidos, necesitados. Afirmamos que somos hijos de la luz, no de la noche o de las tinieblas; ¿qué derecho tenemos a la incredulidad?” (MS 3:169).

“Los más de los que profesan ser cristianos [...] están viviendo para el mundo. Su fe ejerce poca influencia refrenadora sobre sus placeres; mientras que profesan ser hijos de la luz, andan en oscuridad, y son hijos de la noche y de las tinieblas” (JT 1:154).

“El mundo, que actúa como si no hubiera Dios, absorto en propósitos egoístas, experimentará pronto una súbita destrucción y no escapará. [...] Bailando y parrandeando, bebiendo y fumando, complaciendo sus pasiones animales, marchan como bueyes al matadero” (Ev 24).

Preguntas para Dialogar:

1. En la clase, pregunta: Si Cristo volviera mañana, ¿estarías listo? Analiza las respuestas y las razones dadas en las respuestas.

2. Repasa las respuestas dadas a la pregunta que está al final de la sección del lunes. ¿Cómo mantenemos un sentido de urgencia y, no obstante, al mismo tiempo, actuamos “normalmente” en la sociedad?

3. ¿Hasta qué punto el foco de los adventistas acerca del tiempo del fin ha sido una influencia positiva o negativa en tu vida? ¿Cómo cambiaron tus conceptos del tiempo del fin con los años? ¿Por qué entender el plan de salvación y la justificación solo por la fe, es tan vital para una comprensión clara de los eventos de los días finales?

Resumen:

En 1 Tesalonicenses 5:1 al 11, Pablo invita a un compromiso total, a fin de prepararse para la segunda venida de Jesús. Cuando aceptamos el evangelio, llegamos a ser hijos de la luz. Al vivir el evangelio con fe, esperanza y amor, crecemos más y más a la imagen de Jesús. Si estamos listos para morir por Cristo hoy, estaremos listos si Jesús viniera hoy.