Lecciones para adultos: "1 y 2 Tesalonicenses"

Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2012

Lección 13: "Mantener fiel a la iglesia"

Para el 29 de septiembre de 2012

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber esperar el encuentro de dificultades y desafíos en la vida cristiana, que exigirán estar firmes en la fe y apoyarse en Dios.

Sentir la necesidad de la gracia y la fuerza permanente de Dios para estar protegidos durante los tiempos difíciles.

Hacer: Procurar cada día experimentar la gracia sustentadora de la vida.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: Vendrán tiempos difíciles

   1. A veces los cristianos suponen que después de decidir seguir a Jesús, cesarán los conflictos reales de la vida. ¿Qué dice Pablo en 2 Tesalonicenses 2:13 al 3:17, donde indica que los cristianos no están exentos de experimentar tiempos difíciles?

   2. Aunque tanto los creyentes como los incrédulos experimentan desafíos en la vida, ¿qué ventaja tienen los cristianos en tiempos difíciles?

2. Sentir: Dios es fiel

   1. Para animar a los tesalonicenses, Pablo les recuerda que Dios “es fiel” (3:3). ¿De qué modo Dios se ha mostrado fiel en las Escrituras?

   2. ¿Cómo la fidelidad de Dios te ha animado cuando atravesabas por momentos de dificultad?

3. Hacer: Buscar la ayuda de Dios

   1. ¿Cuál debería ser nuestra respuesta diaria al comprender la verdad de la fidelidad de Dios hacia nosotros?

   2. ¿Cómo podemos expresar, en oración, tanto nuestra necesidad de la gracia sustentadora de Dios como nuestra aceptación de ella?

 

Resumen

En lugar de estar sorprendidos y desanimados por la presencia de problemas y conflictos en la vida cristiana, los creyentes deberían encontrar esperanza en saber que Dios está siempre con ellos, a fin de proveerles la fuerza para vencer.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: La gracia sustentadora y capacitadora de Dios es más que suficiente para fortalecernos, de modo que podamos soportar los desafíos a nuestra fe que encontremos tanto de dentro como de fuera de la iglesia.

 

PASO 1: ¡Motiva!

La amonestación final de Pablo a los nuevos creyentes de Tesalónica nos recuerda las instrucciones que un padre les dio a sus hijos durante unas vacaciones familiares hace varios años. A pedido de los hijos, la familia decidió pasar un día en un parque de diversiones. Como nunca habían ido a un lugar así, los niños estaban alborozados y decidieron subir a cada juego disponible. Aunque todos estaban excitados, los padres sabían que, si sus hijos no eran cuidadosos, podrían lastimarse. Al ir de un juego a otro, los padres les dijeron que no se precipitaran y que recordaran “agarrarse siempre con fuerza”.

Pablo dice lo mismo a los tesalonicenses al llegar al final de su segunda carta. “Estad firmes y retened” (2 Tes. 2:15) es el consejo básico de Pablo. Él sabía que la vida cristiana está llena de dificultades y desafíos, y quería que ellos supieran, desde el principio, que la vida no siempre es fácil. El apóstol quiere inspirar a los creyentes con una actitud de determinación, para que no sean tomados por sorpresa cuando lleguen los tiempos duro, aun tiempos difíciles dentro de la iglesia. Pablo los alienta para que, sin importar la clase de experiencias afronten en el “juego” de la vida, recuerden “aferrarse” siempre de Jesús.

Considera: ¿Por qué algunos cristianos parecen marchitarse bajo las dificultades, mientras que otros son capaces de enfrentarlas con confianza?

 

PASO 2: ¡Explora!

 

Comentario de la Biblia

I. La base de nuestra estabilidad

(Repasa, con tu clase, 2 Tes. 2:13-17).

Temor, preocupación y pánico. Una vez que alguien es atacado por uno de estos enemigos, a menudo es difícil conseguir que se calme. Al tratar con alguien en este estado de agitación, lo mejor que una persona puede hacer es mantener un espíritu calmado mientras trata de explicar por qué esos temores son completamente injustificados. Esto es exactamente lo que vemos que Pablo hace en forma magistral al terminar su segunda carta a los Tesalonicenses.

Como estudiamos antes, los nuevos conversos en Tesalónica estaban al borde del pánico respecto del regreso de Cristo. Al notar lo “movidos” y “conturbados” que estaban, Pablo primero procura corregir los conceptos escatológicos equivocados que causaban esos temores. Ciertamente los animaba saber que el “fin” todavía no había llegado; sin embargo, quizá debido a su estado emocional, algunos de ellos todavía podrían sentir aprensión de ser parte del grupo engañado y perdido. Así, cambiaron un temor por otro.

Sin embargo, el apóstol se propone asegurarles que no tienen nada que temerle a ese día. En realidad, él no está siquiera preocupado por ellos. ¿Cuál es la fuente de la seguridad de Pablo? Primero, que Dios los había escogido desde el principio (2 Tes. 2:13). Jesús había dicho lo mismo a sus discípulos: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” (Juan 15:16). Pablo no está sugiriendo una forma de predestinación, como enseñan los Calvinistas. Sencillamente, está diciendo que nuestra salvación reside en el hecho de que Dios tomó la iniciativa de salvar a la raza humana. Y eso significa que Dios no dejará fácilmente que alguno se pierda. Una persona se perderá solo porque en forma deliberada y persistente rehusó aceptar a la gracia de Dios. Vemos esto en el mismo hecho de que Pablo describe, a quienes están perdidos, como los que “no recibieron” el amor de la verdad o “se negaron” a recibirlo (2 Tes. 2:10).

Y aún más: Pablo recuerda a los tesalonicenses que el proceso de prepararnos para el Reino de Dios (santificación) es algo que Dios hace en nosotros por medio de su Espíritu (compara 1 Tes. 4:3; 5:23; 2 Tes. 2:13). No importa lo que Satanás haga o deje de hacer, no necesitamos vivir con temor. Dios está decidido a salvarnos mientras estemos dispuestos a permitírselo.

Por lo tanto, sobre la base de lo que Dios hizo, está haciendo, y hará en nuestras vidas, Pablo les dice a los tesalonicenses: “Estad firmes y retened” las cosas que les fueron enseñadas. La única manera de resistir las falsas enseñanzas es aferrarse de la verdad. Pero, para que los nuevos conversos no comenzaran a preocuparse otra vez, Pablo les recuerda, nuevamente, cuánto los ama Dios (2 Tes. 2:16), y su divina capacidad de tomar la inestabilidad de sus hijos y volverla en estabilidad al consolarlos y afirmarlos (vers. 17).

Considera: La preocupación puede ser perjudicial para la vida y la fe de una persona. ¿Qué pruebas dio Jesús, en Mateo 6:25 al 34, para ayudar a sus seguidores a no preocuparse?

II. La oración de Pablo

(Repasa, con tu clase, 2 Tes. 3:1-5).

Aunque a menudo tendemos a convertir a este apóstol en una especie de ídolo por las cosas sorprendentes que realizó, Pablo era tan humano como el resto de nosotros, y se dio cuenta de que no podía hacer la obra del Señor con sus propias fuerzas. En todas sus cartas, encontramos a Pablo pidiendo que otros oren por él y por su ministerio. En los versículos iniciales de 2 Tesalonicenses 3, Pablo pide a los tesalonicenses que oren por dos asuntos específicas: 1) que el evangelio se difunda rápidamente por todo el mundo y sea glorificado, y 2) que él sea librado de hombres perversos.

Cuando Pablo habló sobre la rápida difusión del evangelio, probablemente pensaba en atletas de pies ligeros en una carrera. Tales pruebas eran parte de los Juegos Ístmicos que se realizaban cada dos años en la ciudad de Corinto, lugar desde el cual, muy probablemente, Pablo les escribía. No es la primera vez que Pablo usa en sus cartas imágenes tomadas del atletismo (1 Cor. 9:24-27). También pudo estar pensando en las imágenes del Antiguo Testamento, tomadas del Salmo 147:15. Pablo quiere que la Palabra corra velozmente y, adondequiera que vaya, que la gente la honre.

El segundo pedido de Pablo parece señalar a un grupo específico de personas (en griego dice: “hombres malvados”) y no a adversarios en general. Considerando que Pablo había afrontado la oposición de los judíos incrédulos en Tesalónica y, poco después, en Corinto (Hech. 18:12), es probable que tuviera en mente a este grupo. Más tarde, encontraría una resistencia similar de parte de otras personas (Hech. 19:23-41; 1 Tim. 1:20).

Considera: Pablo quería que los tesalonicenses oraran para que el evangelio se difundiera rápidamente por todo el mundo y sin impedimentos. Además de orar, ¿qué podemos hacer para ayudar para que el evangelio “corra y sea glorificado”?

 

PASO 3: ¡Aplica!

 

Preguntas para reflexionar:

1. Aunque era un apóstol, Pablo afrontaba severas dificultades en su vida. ¿Qué nos dicen los siguientes pasajes acerca de la clase de adversidades que Pablo afrontaba y, más importante, cómo fue capaz de vencerlas? 2 Cor. 11:24-28; 12:7-10.

2. Pablo anima a los tesalonicenses recordándoles que Dios es fiel. De acuerdo con lo que Pablo describe en 2 Tesalonicenses 2:13 al 3:17, ¿qué tipo de acciones realiza Dios por sus seguidores, que ilustran algunas de las formas en que él es fiel?

3. En términos prácticos, ¿qué hace Dios para “confortar” nuestros corazones (2 Tes. 2:17)?

4. Dos veces Pablo señala que Dios “confirma” nuestros corazones (2 Tes. 2:17; 3:3). ¿Qué quiere decir Pablo con esto?

Preguntas de aplicación:

1. Pablo ora para que el “Señor de paz” les dé “paz en toda manera” (2 Tes. 3:16). ¿Hasta qué punto experimentas la paz de Dios? ¿De qué modos podrías experimentarla más plenamente?

2. ¿Qué puedes hacer para asegurarte de que no lleguemos a ser “entremetidos” en nuestra experiencia cristiana?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Al terminar este trimestre, concluye la clase de manera positiva, enfocando la fidelidad de Dios. Considera usar una o ambas de las actividades que siguen, para ayudar a dar este énfasis.

Actividades:

1. Estudio de palabras: usando la concordancia gratuita de la Biblia en línea (www.biblegateway.com/keyword/?language1=es), busca las siguientes frases en las Escrituras: “Dios es fiel”, “El Señor es fiel”, “fidelidad”. Imprime una copia de los resultados, y distribuye las páginas en clase. Divídanse en grupos y hagan una lista de todas descripciones de Dios como un Dios fiel, en estos pasajes. Luego, pide a los miembros de los grupos que compartan experiencias en las que han visto esos casos específicos de la fidelidad de Dios en sus vidas.

2. Himno final: termina la clase cantando o leyendo juntos el himno Nº 55, “Grande, Señor, es tu misericordia”, en el Himnario Adventista, ed. 2009.