Guías o lecciones de la Escuela Sabática para el Estudio de la Biblia

Lecciones para adultos: "1 y 2 Tesalonicenses"

Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2012

Lección 1: "El evangelio llega a Tesalónica"

Para el 7 de julio de 2012

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

Texto Clave: Hechos 17:1-4.

 

Ir ArribaEnseña a tu clase a:

Saber que el sufrimiento y la muerte de Cristo fueron el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento.

Sentir la certeza de que su fe no está mal colocada, sino arraigada en el plan definitivo de Dios para salvar al mundo.

Hacer: Compartir con otros la certeza de su propia fe.

 

Ir Arriba Bosquejo de la Lección

  1. Saber: Muerto desde la fundación del mundo

    1. Apocalipsis 13:8 describe a Jesús como el “Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo”. ¿Qué revela esto acerca de la naturaleza y el origen del plan de Dios de redimir al mundo?

    2. ¿Por qué fue necesario que Cristo sufriera y muriera para restaurar el mundo? ¿Por qué Dios, no podía sencillamente, haber pasado por alto el pecado de Adán y Eva?

    3. El apóstol Pablo se refiere a Cristo como “nuestra pascua” (1 Cor. 5:7). ¿De qué forma el cordero pascual es un tipo de Cristo?

  2. Sentir: Salvado por otro

    1. Si hubieras sido el hijo mayor de una familia hebrea en Egipto durante la Pascua, ¿qué clase de emociones piensas que habrías experimentado a la mañana siguiente?

  3. Hacer: Impulsado a compartir

    1. ¿De qué modo el agradecimiento por el don gratuito de la salvación dado por Dios te impulsa a dedicarle tu vida?

 

Ir Arriba Resumen

El sufrimiento y la muerte de Cristo no fueron en definitiva, un error judicial, sino el cumplimiento del plan de Dios para redimir al mundo. Tomar conciencia de esto nos da confianza en el amor de Dios por nosotros y en su Palabra como también sucedió con los nuevos creyentes de Tesalónica.

 

Ir Arriba CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: El sufrimiento y la muerte de Cristo no fue, en definitiva, un error judicial, sino una parte del plan divino de tratar con el pecado, y de restaurar a los pecadores al compañerismo final con él.

 

Ir ArribaPASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Esta semana exploraremos por qué las Escrituras dicen que era “necesario” que el Mesías sufriera y muriera, a fin de cumplir el plan de Dios de redimir al mundo.

El 5 de agosto de 2010, el desastre golpeó una mina de metales preciosos en Chile, cuando 700 mil toneladas de roca colapsaron en el túnel principal de la mina, y atraparon a 33 mineros que estaban a unos 700 metros bajo el nivel del suelo. Equipos de rescate casi habían abandonado la esperanza de encontrarlos con vida. Sin embargo, finalmente y después de 17 días de perforar pequeños orificios en diversas partes de la mina, una perforación volvió a la superficie con una nota pegada al trépano: “Estamos bien en el refugio los 33”. Los mineros habían sobrevivido milagrosamente, aunque casi habían muerto por el hambre. De inmediato se hicieron planes para perforar un pozo de escape.

Aunque muchos se sintieron frustrados porque el proceso duró más de dos meses, otros temían que la perforación, que atravesaba más de 660 metros de roca sólida, fuera muy estrecha.

¿Por qué debía que ser tan angosta esa perforación? Aunque los ingenieros tenían explicaciones detalladas, la respuesta simple es que era “necesario” para que el rescate tuviera éxito. Una perforación más grande (en una mina que ya tenía más de cien años de trabajo) era demasiado peligrosa.

Considera: Si hacemos un paralelismo entre la difícil situación de los mineros chilenos y nuestra necesidad de un rescate divino; ¿cuántos detalles acerca de la “necesidad” del plan de rescate divino necesitamos comprender?

 

Ir ArribaPASO 2: ¡Explora!

 

Comentario de la Biblia

I. La necesidad del sufrimiento y la muerte de Cristo

(Repasa, con tu clase, Hech. 17:1-4).

Según Lucas, un componente central de la presentación del evangelio que Pablo hacía a los tesalonicenses era el hecho de que el sufrimiento y la muerte de Cristo no fueron un error trágico, sino una “necesidad” divina. El vocablo griego traducido como “necesario” (dei) es una palabra importante para Lucas. Aparece dieciocho veces en su evangelio y veintidós veces más en Hechos. Lucas usa esta palabra para indicar que los eventos en la vida de Jesús no fueron meramente el resultado del azar, sino parte del plan divino revelado en las Escrituras para redimir a la raza humana.

Lucas usa esta palabra por primera vez en su evangelio cuando José y María perdieron de vista a Jesús, de doce años, en Jerusalén (Luc. 2:41-51). Cuando por fin lo encontraron en el templo, Jesús dice que no debería sorprenderlos que estuviera allí, porque le era “necesario” estar en los “negocios de mi Padre”. Este mismo mensaje básico aparece muchas veces en Lucas, cuando Jesús habla de diversos aspectos de su vida. Jesús habla acerca de la necesidad divina de su predicación del evangelio (Luc. 4:43); de la curación de la mujer inválida en sábado (13:16); de su comida en la casa de Zaqueo; y lo más importante y frecuente, de la necesidad de sufrir, de ser rechazado, y de morir en Jerusalén (13:33; 17:25; 22:37; 24:7, 26).

Aunque es fácil ver la “necesidad” detrás de algunos de estos eventos, tales como la curación de alguien para demostrar el amor de Dios, ¿por qué también era “necesario”, como parte del plan de Dios salvar al mundo que Jesús sufriera y muriera? ¿No podría Dios, sencillamente, haber pasado por alto el pecado o habernos dado una segunda oportunidad que no demandara su muerte?

Aunque pasar por alto el pecado parecería ser algo fácil, Dios no podía hacerlo sin comprometer su justicia y su santidad. El pecado no es un problema trivial. Es lo enteramente opuesto a Dios. El pecado es malo, causa sufrimiento y produce la muerte. Dejar de lado el pecado sería equivalente a justificar su existencia. Eso es algo que Dios no podía hacer; su misma naturaleza requería que tratara con el pecado. No obstante, como es un Dios amante, también quería ofrecer misericordia a los pecadores.

Para ser justo al tratar con el pecado y misericordioso al tratar con los pecadores, Dios eligió tomar sobre sí el castigo y la pena de nuestros pecados. Hizo esto al enviar a Jesús para ser nuestro Sustituto. Jesús murió la muerte que nosotros merecemos, de modo que podamos tener la vida que él merecía y nosotros no. Esto es exactamente lo que el apóstol Pablo explica en Romanos 3:26, donde dice que la muerte de Jesús hizo posible que Dios fuera “el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús”.

Considera: La Biblia repetidamente describe a Dios como justo al tratar con el pecado y, a la vez, como un Dios amante al tratar con los pecadores. ¿Qué cuadro distorsionado surgiría si enfatizáramos demasiado uno de estos atributos, o solo enfatizáramos uno de ellos?

II. La “locura” de la Cruz

(Repasa, con tu clase, Rom. 1:16).

Aunque los primeros cristianos vieron los sufrimientos y muerte de Cristo como una parte “necesaria” del plan divino para redimir al mundo, los judíos y los gentiles no lo vieron así. La idea de que el Mesías, por largo tiempo esperado, debía ser crucificado parecía ridícula a los judíos. El Mesías debía derrotar a los enemigos de Israel, no ser crucificado por ellos. Los romanos también pensaron que los cristianos estaban engañados al seguir a Jesús. ¿Quién adoraría, por lo menos en la mente de los romanos, a alguien que había sido crucificado como un criminal? Desde la perspectiva del mundo, la crucifixión era un motivo de vergüenza y derrota, no algo para ser venerado.

En un antiguo y pequeño grafiti descubierto en Roma, que proviene tal vez del tiempo de Pablo, podemos obtener un vistazo del tipo de burlas y desprecio que deben de haber experimentado los cristianos a causa de su fe. Es interesante este descubrimiento, que se conoce como el grafiti de Alexamenos, aparece también el dibujo más antiguo de la crucifixión de Jesús. Muestra una escena de crucifixión donde quien está en la cruz tiene la cabeza de un asno, pero el cuerpo de un hombre. Junto a la cruz hay un joven arrodillado en adoración. Garabateado debajo de la cruz hay una declaración: “Alejandro adora a [su] dios”. El punto es obvio: se veía a los cristianos como tontos al creer en Jesús. En este ambiente, no es extraño que, cuando Pablo escribió a los romanos, tuvo que recordarles que el evangelio de un Jesús crucificado y resucitado no era algo de qué “avergonzarse”, sino algo de que jactarse (Rom. 1:16). Porque por medio de la “locura” (1 Cor. 1:18) de la Cruz fue que Cristo conquistó el poder del pecado y de la muerte.

Considera: El mensaje de la cruz de Jesús sigue siendo ridiculizado por los incrédulos de hoy. ¿Qué podemos hacer para animar a quienes están dentro de la iglesia a que no se avergüencen de la Cruz, sino que se gloríen en ella?

 

Ir ArribaPASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Estimula a tus alumnos a usar estas preguntas como una manera de pensar la necesidad de la muerte de Cristo desde una perspectiva bíblica.

Preguntas para reflexionar:

  1. Después de la resurrección, Lucas cuenta cómo Jesús reprendió (Luc. 24:25) a dos discípulos en el camino a Emaús por no reconocer que las Escrituras del Antiguo Testamento indicaban que era “necesario” que el Mesías sufriera y fuera rechazado. ¿Qué eventos o relatos ves en el Antiguo Testamento que señalan la “necesidad” de la muerte de Jesús?

  2. ¿Qué historias y eventos en las Escrituras podrían haber parecido, en cierto momento, fracasos o errores judiciales, si no se conociera el final de todos ellos? ¿De qué manera puede esto animarnos en nuestro caminar cristiano de hoy?

Preguntas de aplicación:

  1. ¿Por qué piensas que el mensaje de la Cruz sigue siendo una piedra de tropiezo para los seres humanos de hoy?

  2. La realidad del sufrimiento en el mundo es uno de los problemas más difíciles que impiden que la gente crea en la existencia de un Dios todopoderoso y amante. Aunque ciertamente no hay respuestas fáciles o rápidas para el problema del sufrimiento, ¿qué consuelo y esperanza podemos encontrar en la necesidad del sufrimiento de Cristo en nuestro favor?

  3. El hecho de que Pablo tuvo que animar a los cristianos de Roma a no “avergonzarse” del evangelio (Rom. 1:16) indica que estaban afrontando el ridículo público por sus creencias. ¿De qué modo la sociedad actual ridiculiza a los cristianos?

 

Ir ArribaPASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Muchas personas nunca piensan realmente en cuán necesario fue para Jesús venir como nuestro Sustituto. Usa la siguiente actividad para ayudar a los miembros de la clase a reflexionar sobre este problema, al considerar primero sus propias circunstancias.

Actividad: Pide a la clase que reflexione sobre aquellas situaciones de sus propias vidas en las cuales fue necesario que alguien fuera en su ayuda. ¿Qué hubiese ocurrido sin esa ayuda? ¿Cómo expresaron su gratitud como respuesta? Después de compartir varios incidentes, dirige la conversación de vuelta a la lección, preguntando qué habría sucedido si Dios no hubiera hecho por nosotros lo que era “necesario”. ¿De qué manera deberíamos expresar nuestra gratitud a él, como respuesta?

Devoción

Logo Escuela SabáticaLecciones de la Escuela Sabática

Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.


Devoción Matutina

Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel. Josué 24:23.


Libros de Lecturas Devocionales

- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura A Dios sea la gloria basada en Jeremías 9:23-24.

- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Receta divina basada en Proverbios 4:20-22.


Club de Oración

Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.

Principal | Nosotros | Noticias | Recursos | Descargas | Devoción | Directorios

Iglesia Adventista del Séptimo Día de Santa Clara
Primer Sitio Cubano al Servicio de Cristo
©2002-2024
Contáctenos: iasdsantaclara@yahoo.es

Patrocinadores:
Ministerio PedrAngular
Craig Pettersen