Lecciones para adultos: "1 y 2 Tesalonicenses"
Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2012
Lección 7: "Vivir vidas santas"
Para el 18 de agosto de 2012
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El sábado enseñaré...
Saber que el plan de Dios para su vida incluye un llamado a la santidad en todos los aspectos de la vida, incluyendo la actividad sexual, y aceptarlo.
Sentir la convicción de permitir que Dios tome el control del aspecto público y privado de su vida.
Hacer: Dar los pasos necesarios para volverse del mal y permitir que la voluntad de Dios se haga en su vida.
Saber: Llamado a la santidad
Prácticamente no hay carta de Pablo que no incluya una advertencia contra la inmoralidad sexual. ¿Por qué este pecado recibe tanta atención inspirada?
Dos veces Pablo les dice a los conversos tesalonicenses que lleven una vida que agrade “más y más” a Dios (4:1, 10). ¿Qué nos dice esta frase tan repetida, acerca de la experiencia de los tesalonicenses y la naturaleza de la vida cristiana?
Sentir: Verdadero amor por otros
Pablo advierte contra transgredir y perjudicar a otros por la inmoralidad sexual. ¿En qué clase de transgresiones y daños piensa Pablo? ¿Cómo podemos evitar cometerlos?
¿Por qué la inmoralidad sexual y el amor genuino no pueden convivir?
Hacer: Abstenerse de la inmoralidad
El llamado a abstenerse de la inmoralidad sexual está acompañado de instrucciones sobre el control del cuerpo en santidad y honor. ¿Qué consejo le darías a alguien para ayudarlo a controlar su cuerpo en santidad y honor?
En un mundo plagado por la lujuria sexual y la perversión incontrolada, Dios desea que sus seguidores tengan vidas sexualmente puras y que edifiquen a otros.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Los cristianos no deben ser gobernados por la pasión sexual, sino por el deseo de agradar a Dios viviendo una vida santa, señalada por la moderación sexual y la pureza.
Solo para los maestros: La naturaleza personal y sensible de esta lección tal vez haga que muchos miembros de la clase se sientan incómodos, incluyendo, tal vez, al maestro. Como cristianos, no podemos seguir evitando el problema de la conducta sexual solo porque nos pone incómodos. La Palabra de Dios tiene mucho para decir sobre este tema, y necesitamos su consejo. Jóvenes y mayores, solteros y casados, creyentes e incrédulos, todos luchan con este problema. Aprovecha esta lección para llevar la convicción, la curación y la esperanza a quienes luchan en esta área.
La sexualidad humana es una de las fuerzas más hermosas, poderosas y misteriosas en el universo. Puede vincular a un hombre y una mujer para que sean uno, y crear un lazo de intimidad y amor que dure una vida entera. En agudo contraste, también puede producir vidas enteras de dolor y sufrimiento, si llega a ser el medio de explotar a otros para satisfacer las propias pasiones sexuales. Desafortunadamente, en las páginas de la historia están dispersos relatos de hombres y mujeres que han experimentado el mal de lo último, en vez de la belleza de lo primero.
Si el sexo es tan hermoso y poderoso cuando se lo enfoca de la manera correcta pero tan devastador cuando se lo usa mal, ¿a quién podemos recurrir para obtener dirección y consejo? Algunos van a celebridades populares o personalidades televisivas; otros buscan en revistas, en Internet o en el consejo de los amigos. Lamentablemente, muy pocos se dirigen a la Biblia o, por lo menos, toman su consejo con seriedad. De acuerdo con encuestas recientes de estudiantes de grado de la Universidad de Yale, el 71 %de los que respondieron dijeron que sus conceptos religiosos “de ninguna manera” afectaban sus hábitos sexuales. Del resto de los estudiantes, el 19% dijo que sus ideas religiosas afectaban su comportamiento sexual “un poco”, y apenas un 10% afirmó que la religión influía “mucho” en su conducta sexual (http://www.yaledailynews.com/news/2010/feb/11/for-faithful-few-a-balancing-act/).
Los resultados de esta encuesta sugieren que muchos estudiantes, interpretaron todas las “reglas” bíblicas sobre la conducta sexual, como que Dios está “en contra” del sexo y que él no quiere que lo gocemos. Es una lástima que la iglesia, a veces, ha presentado el sexo como sucio y no santo. Sin embargo, esto está muy lejos de la verdad. Dios creó el sexo; y si fijó tantas reglas es porque le asigna un valor muy elevado. Dios también sabe que, por causa del pecado, el sexo a menudo es distorsionado y abusado. El deseo divino es que experimentemos el sexo en su sentido más pleno y hermoso, y eso sucede cuando lo abrazamos como fue dado al principio.
Considera: ¿Qué pueden hacer las familias cristianas y las iglesias para ayudar tanto a los jóvenes como a los mayores, a ver el valor y la importancia de seguir las instrucciones de Dios con respecto a la conducta sexual?
Comentario de la Biblia
I. La situación en los días de Pablo
(Repasa, con tu clase, 1 Tes. 4:1-3).
Uno de los desafíos que enfrentaba Pablo, apóstol de los gentiles, era el problema de la inmoralidad sexual en el mundo antiguo. La inmoralidad sexual es una traducción de la palabra griega pornéia, que se refiere a cualquier forma desviada de la conducta sexual, contraria a la voluntad de Dios, incluyendo el sexo prematrimonial, el adulterio, la prostitución, la pornografía, etc. Los gentiles estaban hambrientos del evangelio; y muchos de ellos luchaban para distanciarse de las prácticas sexuales que eran aceptadas como parte de la cultura que los rodeaba diariamente. Considera como F. F. Bruce resume las relaciones disponibles para un hombre en el mundo pagano:
“Un hombre podía tener una amante... [hetaera] que podía proveerle también compañía intelectual; la institución de la esclavitud facilitaba para él el tener una concubina... [palace], mientras que la gratificación casual estaba fácilmente disponible en una prostituta... [porné]. La función de su esposa era la de administrar su casa y ser la madre de sus hijos legítimos y herederos”.-Word Biblical Commentary, 1 and 2 Thessalonians, 45:82.
Dentro de este contexto, Pablo tenía que recordarles a los creyentes gentiles que, aunque el mundo no mirara con desagrado tales conductas, estas no eran aceptadas por Dios. Y no solo les dice que no deben participar de esas costumbres, también les aconseja que “se aparten” de ellas (1 Tes. 4:3). La palabra que usa Pablo para “apartarse” significa “evitar todo contacto” con la inmoralidad sexual; “alejarse” de ella completamente. En su carta a los Corintios, Pablo ruega a los creyentes: “Huid de la fornicación” (1 Cor. 6:18). Pablo no quiere que este punto sea pasado por alto. No se ha de jugar con el pecado sexual. Una vez que atrapa a una persona, es difícil alejarse de su dominio mortal.
Considera: ¿Cómo puede un cristiano aceptar la voluntad de Dios para ser sexualmente puro, sin ser “puritano”, y desalentar la idea de que el sexo es sucio y sacrílego?
II. El plan de Dios para la conducta sexual
(Repasa, con tu clase, 1 Tes. 4:1-12).
Un padre sabio es consciente de que prohibir cierta conducta no es suficiente en sí mismo: también es necesario dar instrucción positiva sobre lo que debe hacerse en su lugar. Pablo sigue el mismo camino. En lugar de decirles a los nuevos conversos que se mantengan lejos de la inmoralidad sexual, les da instrucciones positivas sobre cómo pueden satisfacerse los deseos sexuales de acuerdo al plan de Dios.
En vez de permitir que las pasiones los lleven de un encuentro sexual a otro, Pablo dice que el contexto apropiado para el sexo es el matrimonio, y allí debe ejercerse con control propio y “honor” (1 Tes. 4:4, 5). Como señala la lección, el versículo 4 dice, literalmente, que cada uno debe adquirir “su propio vaso”. Aunque la frase es ambigua, tres factores indican que es una referencia al matrimonio.
Primero, la palabra “vaso” metafóricamente a menudo se usa en el Nuevo Testamento para referirse a los seres humanos (comparar Hech. 9:15; 2 Cor. 4:7; 1 Ped. 3:7). Segundo, el verbo griego para “tener” se usa también en la traducción griega del Antiguo Testamento con referencia al proceso de adquirir una esposa (Rut 4:10). A su vez, Pablo dice lo mismo, y aun en términos mucho más claros, a los creyentes gentiles en Corinto. Después de decirles “huid de la fornicación”, añade: “A causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido” (1 Cor. 7:2). Obviamente, esto no significa que el sexo es la única razón para casarse: Pablo en otras partes habla acercas de la importancia del amor dentro del matrimonio. Su punto aquí es, sencillamente, que el sexo ha de reservarse para el matrimonio.
Por último, la instrucción final de Pablo es que, aun dentro del matrimonio, la conducta sexual debe expresarse en santidad y honor. Una licencia matrimonial no proporciona a ninguno de los cónyuges el derecho a hacer demandas sexuales a su compañera o compañero. El matrimonio ha de ser un vínculo sagrado, en el cual un hombre y una mujer se unen por una intimidad sexual que glorifique a Dios y edifique al otro.
Considera: Una encuesta sobre satisfacción sexual descubrió que las parejas casadas experimentaban un grado más elevado de satisfacción sexual que los que tenían actividad sexual fuera del matrimonio (72% versus 31%). ¿Qué factores crees que conducen a una mayor satisfacción sexual dentro del matrimonio que fuera de él?
Preguntas para reflexionar:
¿Qué historias en el Antiguo Testamento proveen ilustraciones de conductas sexuales positivas o negativas? ¿Qué podemos aprender de esas situaciones?
¿En qué sentido el deseo de agradar a Dios es un mejor principio guiador que presentar una lista de reglas que cumplir?
Preguntas de aplicación:
La advertencia de la Biblia contra la inmoralidad sexual es muy clara: abstente de ella. Por eso, ¿qué decisiones necesitas tomar con respecto a las relaciones en las que estás involucrado o en cosas que puedas leer u observar?
¿De qué modo otros te han hecho sentir mal sexualmente? ¿Cómo te hace sentir el saber que, como dice Pablo, “el Señor es vengador de todo esto” (1 Tes. 4:6)?
Muchos de nosotros no hemos actuado con el grado de pureza e integridad sexual que Dios desea de nosotros. ¿Qué esperanza puedes encontrar en la historia del horrible pecado de adulterio de David, y en su canto de arrepentimiento en el Salmo 51?
Actividad: Comparte la siguiente situación hipotética con tu clase, y úsala como base para analizar la lección:
Un amigo tuyo alega que nuestra sociedad tiene demasiadas obsesiones puritanas relacionadas con el sexo. Entonces, te sugiere que muchos de nuestros problemas acabarían si comenzáramos a tratar el sexo como cualquier otro deseo natural y lo igualáramos con beber un vaso de agua. Él dice que quitar todos los tabúes religiosos haría que la gente no se sintiera culpable, lo que permitiría relaciones sexuales libres. De este modo, todos estarían mejor. ¿Qué le responderías?
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Juan 12:44,45.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Servid al señor de todo corazón basada en Colosenses 3:23-24.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Fábulas por arte compuestas basada en Daniel 8:14.
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