Lecciones para adultos: "Crecer en Cristo"
Edición para maestros. Cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2012
Lección 12: "Eventos finales"
Para el 22 de diciembre de 2012
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Ciclo de Aprendizaje:
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El sábado enseñaré...
Saber describir la obra continuada de Cristo, que inició en la cruz y que culminará en el juicio y la segunda venida.
Sentir la necesidad de que aquellos que esperan ver venir a su Maestro en cualquier momento cultiven en una vigilancia alerta y fiel.
Hacer: seguir a Cristo detrás del velo del Santuario mientras actúa como nuestro Mediador ante el trono de misericordia.
Saber: Cristo en el Santuario
¿Cómo obra Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, continuando lo que inició en la cruz por nosotros? ¿Cuál es la culminación de esta obra?
¿De qué modo las actividades del Santuario terrenal ayudan a explicar los eventos de los días finales en el Santuario celestial?
Sentir: El Rey viene
¿Cuál es la actitud adecuada que deben tener los seguidores de Cristo con respecto a las señales de los últimos días?
¿Contra qué engaños debemos estar prevenidos?
Hacer: Seguir al Sumo Sacerdote
¿Qué parte desempeñan los seguidores de Cristo mientras su Sumo Sacerdote intercede ante el Padre en su favor?
Después de purificar el Templo celestial, ¿qué sigue luego en la gran controversia y qué han de hacer los seguidores de Cristo?
Después de rescatar a sus amados en la cruz, Cristo intercede en su favor como su Sumo Sacerdote celestial. Purificará el Santuario celestial y luego retornará para llevar a su pueblo a vivir con él.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: La segunda venida de Cristo no es un cuento de hadas, sino una realidad. Sin ella, nuestra fe en Cristo es vana.
Solo para los maestros: Para motivar la fe en la segunda venida de Cristo y otros eventos de los últimos días relacionados con ella, pide al miembro de mayor edad de la clase que lea la siguiente narración imaginaria. Luego, analicen las implicaciones de la historia.
Historia para leer:
“Como adolescente, llegué a ser un miembro fundacional de la iglesia de Tesalónica. Cuando Pablo vino a nuestra ciudad, el mensaje del evangelio desafió todo sistema filosófico y de creencias que habíamos conocido. Platón salió, Jesús entró. Los ídolos se fueron, el Dios encarnado en Jesús llegó a ser nuestro Soberano. Recibimos la Palabra de todo corazón (1 Tes. 1:6). Nuestra fe se conocía en todas partes (1 Tes. 1:8), por volvernos para servir a un Dios vivo y verdadero, y por esperar la pronta venida de Jesús para establecer su Reino (1 Tes. 1:9, 10). Pero, no todo era color de rosa en nuestra iglesia. Satanás generó agitación. Hizo que algunos santos dudaran e hicieran preguntas. Una de las grandes verdades que el apóstol Pablo nos trajo era que Jesús, quien vino y murió por nuestros pecados, está en el cielo y regresará para llevarnos a casa. Vivíamos con esa esperanza. Pero Satanás se ocupó de sembrar dudas. Algunos creyentes ancianos murieron, y los miembros comenzaron a preguntarse: ¿Es real la segunda venida de Cristo? ¿Qué sucederá con los que están muriendo, uno tras otro, sin ver venir del cielo al Hijo? La duda atacaba la fe. Todos estábamos preocupados. Pablo nos escribió una carta en contra de esas dudas y preocupaciones. En la culminación de la epístola, nos aseguró: ‘Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire” (1 Tes. 4:16-18). Yo estoy vivo y estoy listo para morir con esa esperanza en mi corazón”.
Preguntas para considerar:
¿Has dudado alguna vez de la segunda venida? Si es así, ¿por qué? Si no es así, ¿por qué no?
Pasaron casi dos mil años desde que Pablo escribió esa carta. ¿Sobre qué base podemos decir que aquellas palabras todavía son dignas de confianza?
Solo para los maestros: De las muchas seguridades que Jesús les dio a sus discípulos, Juan 14:1 al 3 es una de las mejores. A pesar del dolor que la sombra de la cruz trajo a los discípulos, Jesús no los dejó sin consuelo. Se pueden dar dos razones para esta seguridad: primera, Jesús transformará el instrumento de muerte en un medio de triunfo, y se levantará victorioso sobre el pecado; segunda, Jesús irá al Padre y regresará para llevar a los discípulos a casa. La lección de hoy trata de la segunda parte; es importante guiar a la clase en un análisis renovador de la fe al estudiar este tema.
Comentario de la Biblia
Ningún otro fundador de una filosofía o una religión les dejó a sus seguidores una promesa tan importante y significativa como la que dejó Jesús. “Voy a mi Padre”, dijo Jesús a sus discípulos y, de inmediato, les aseguró: “Y volveré” (Juan 14:1-3). El tiempo entre su ida y su regreso se conoce como “los últimos días”. Esta semana estudiaremos tres de los eventos de los últimos días: el ministerio de Jesús en el cielo, la segunda venida de Cristo y la resurrección de los santos.
I. Eventos de los últimos días: El Santuario celestial
(Repasa, con tu clase, Heb. 7:22-28).
La Cruz es la solución definitiva al problema del pecado: Jesús “murió, al pecado murió, una vez por todas” (Rom. 6:10). No se necesita otro sacrificio más. Habiéndose ofrecido a sí mismo como el sacrificio “una vez por todas”, Cristo entró al Santuario celestial para realizar su ministerio mediador (Heb. 7:22-28). Hebreos enseña que el Santuario terrenal es un modelo del Santuario celestial (Heb. 8:5; 9:23-26). El Santuario terrenal nos enseñó los procedimientos –el sacrificio diario, los deberes sacerdotales, los servicios anuales de juicio– que se debían seguir para tratar con el pecado, mostrando así al pueblo de Dios la seriedad del pecado y el costo de la salvación. Todos ellos eran sombras terrenales de una realidad celestial (Heb. 8:5). La realidad celestial es lo que Cristo está haciendo por nosotros en el Santuario celestial (Heb. 9:8-15), “habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio” en la cruz (Heb. 10:12). Cuando haya terminado el ministerio en el cielo, incluyendo la purificación del Santuario celestial (Heb. 9:23), simbolizado por el Día anual de la Expiación, Cristo regresará a la tierra por “segunda vez” para llevar a sus discípulos a casa (Heb. 9:28).
Considera: ¿Cuál es la relación entre el Santuario terrenal y el celestial? ¿Cómo muestra el Santuario terrenal la seriedad del pecado? ¿En qué forma el Santuario terrenal era un tipo del celestial?
II. Eventos de los últimos días: La segunda venida
(Repasa, con tu clase, Mat. 24:5-7: 25:37-39).
La promesa de Cristo “Vendrá otra vez” (Juan 14:3) afirma una segunda venida diferente de la primera. Hebreos subraya claramente esta distinción: “Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan” (Heb. 9:28). La misión de la segunda venida no es expiar el pecado, sino reunir en su Reino eterno “a los que le esperan”.
El discurso que dio Jesús en el monte de los Olivos (Mat. 24; Mar. 13; Luc. 21) habla de la segunda venida en términos de una reunión universal de sus discípulos de “los confines de la tierra” (Mar. 13:27, NVI) en el Reino de Dios. Es el tiempo de la cosecha (Mar. 4:29; Apoc. 14:15). Su venida será precedida por diversas señales, incluyendo falsos cristos (Mat. 24:5), guerras y rumores de guerras (Mat. 24:6, 7), hambres y terremotos (Mat. 24:7), y la proclamación mundial del evangelio (Mat. 24:14). Justo antes de su venida habrá una gran tribulación (Mat. 24:21), y apatía y deterioro espirituales (Mat. 24:37-39; Luc. 17:28-30). Estas y otras señales fueron dadas no para preparar una línea cronológica de eventos para la venida de Jesús, sino a fin de mantener al pueblo de Dios en un estado de preparación. La vigilancia y la preparación son la perpetua respuesta de los cristianos a la promesa de la parousía (segunda venida).
Considera: ¿Cuál es la misión y el propósito de la segunda venida? ¿En qué se diferencia de la primera? ¿Cuáles son las señales de la segunda venida de Cristo dentro de la iglesia y en el mundo? ¿Cómo deberían esas señales prepararnos para el pronto regreso de Jesús?
III. Eventos de los últimos días: La resurrección de los santos
(Repasa, con tu clase, 1 Tes. 4:16, 17).
En el trauma de la muerte, los cristianos no deben entristecerse “como los que no tienen esperanza” (1 Tes. 4:13). Un Platón puede ver en la muerte la liberación del dolor y de la corrupción de la vida, y una puerta de entrada a una vida nueva. Un Séneca puede llamar a la disciplina propia frente a la muerte. Un hindú puede ver en la muerte la incesante reencarnación. Pero, no así el cristiano. Para él, el dolor debe ser puesto en la perspectiva de la esperanza cristiana, y esa esperanza está anclada en la certeza de que “los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tes. 4:16). Allí está la respuesta y el consuelo del cristiano ante el problema de la muerte.
Pero ¿cuándo resucitarán los muertos en Cristo? La respuesta de Pablo es clara: “Porque el Señor mismo [...] descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tes. 4:16, 17). La palabra griega para “recibir”, apantéesin, está repleta de poder e importancia; tiene la connotación del regreso de un héroe conquistador. El Héroe de todos los siglos, el Rey de reyes, el Soberano del universo, regresa, y sus súbditos lo recibirán en el aire. Jesús, el Soberano del cosmos, el Señor del cielo y la Tierra, está llegando para llevar a los suyos. Esta es nuestra “esperanza bienaventurada” (Tito 2:13).
Considera: Basándonos en la autoridad de las Escrituras, ¿cuándo resucitarán los muertos en Cristo? ¿De qué modo el conocimiento de la palabra griega para “recibir” aumenta nuestro aprecio de lo que ocurrirá en la segunda venida?
Solo para los maestros: La lección de hoy presenta muchas áreas de verdad, particulares de los adventistas del séptimo día. Al conducir la lección, enfatiza estas áreas singulares de los eventos de los últimos días.
Preguntas de aplicación:
¿Por qué nuestra fe es vana si la segunda venida de Cristo no es real?
¿Qué significa la segunda venida para ti, personalmente? ¿Puedes recordar una experiencia durante la cual encontraste que esta doctrina fue una bendición para ti?
Solo para los maestros: Asegúrate de que tu clase comprenda que sin la segunda venida de Cristo, la primera venida no tiene sentido en lo que respecta a la victoria final sobre el mal y la muerte. La cruz asegura que la victoria sobre el maligno es decisiva. Fue por la cruz y la resurrección que se ganó la batalla decisiva.
Actividad: Pide a varios miembros de la clase que lean en voz alta los siguientes pasajes y expresen qué significan para ellos: Romanos 13:13; 1 Corintios 11:26; 15:54 y 55; Filipenses 3:20 y 21; 1 Tesalonicenses 5:6; 1 Pedro 1:3 y 5; 4:7; 2 Pedro 3:12.
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Juan 12:44,45.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Servid al señor de todo corazón basada en Colosenses 3:23-24.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Fábulas por arte compuestas basada en Daniel 8:14.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
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