Guías o lecciones de la Escuela Sabática para el Estudio de la Biblia

Lecciones para adultos: "Reavivamiento y Reforma"

Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2013

Lección 13: "El reavivamiento prometido: misión divina cumplida"

Para el 28 de septiembre de 2013

Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes

 

Ir ArribaSábado 21 de septiembre

Lee Para el Estudio de esta Semana: Mateo 28:18-20; Santiago 5:7, 8; Zacarías 10:1; Mateo 3:11; Apocalipsis 18:1; 19:11-16.

Para Memorizar: “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca” (Sant. 5:7, 8).

EL DESAFÍO DE PREDICAR el evangelio en el contexto de los mensajes de los tres ángeles al mundo entero puede parecer imposible. Aunque la Iglesia Adventista del Séptimo Día está creciendo rápidamente, no se mantiene al paso con el crecimiento de la población. Hay numerosas áreas del mundo donde el nombre “Adventistas del Séptimo Día” (y mucho menos nuestro mensaje) no es conocido.

La realidad de este severo hecho conduce a preguntas serias: ¿Es posible que el evangelio sea predicado al mundo entero en esta generación? ¿Habrá algún adelanto inusual que acelerará dramáticamente la proclamación de los mensajes de los tres ángeles? Siempre hay una cosa para recordar cuando analizamos este tema: la misión es de Dios, y él la realizará. Al mismo tiempo, sin embargo, debemos recordar también que hemos sido llamados a un papel vital en esta obra final.

 

Ir ArribaDomingo 22 de septiembre: El poder prometido

La Gran Comisión de Cristo en Mateo 28:18 al 20 está acompañada por su gran promesa. ¿Cuál es esta promesa, qué significa en términos prácticos y cómo obtenemos consuelo en ella? ¿Por qué esta promesa es tan importante para nosotros?

Los discípulos no predicaron con sus fuerzas, sino con las de Cristo. Según Pablo, el evangelio fue predicado a toda criatura debajo del cielo en unos pocos años (Col. 1:23). Aunque algunos pudieran cuestionar el significado exacto de las palabras de Pablo, es innegable que el evangelio hizo un impacto poderoso en la sociedad del siglo primero. Cambió al mundo. Cristo prometió a sus discípulos que él enviaría “la promesa de mi Padre” y que serían “investidos de poder desde lo alto” (Luc. 24:49), y añadió: “Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hech. 1:8).

La tarea es desafiante, pero la promesa de Dios es segura. La declaración de Jesús de que “será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mat. 24.14) es una promesa. La proclamación del evangelio al mundo entero puede parecer imposible, pero el poder de Dios se sobrepondrá a todo obstáculo. Cada persona en el planeta Tierra tendrá una oportunidad razonable de escuchar y comprender el mensaje de amor y verdad de Dios, antes del regreso de nuestro Señor (ver Apoc. 18:1).

“Vi ángeles que apresuradamente iban y venían de uno a otro lado del cielo, bajaban a la Tierra y volvían a subir al cielo, como si se prepararan para cumplir algún notable acontecimiento. Después vi a otro ángel poderoso, al que se ordenó que bajase a la Tierra y uniese su voz a la del tercer ángel, para dar fuerza y vigor a su mensaje. Ese ángel recibió gran poder y gloria, y al descender dejó toda la Tierra iluminada con su gloria. La luz que rodeaba a este ángel penetraba por doquiera” (PE 277).

Dios terminará su obra. Derramará su Espíritu con gran poder y realizará lo que parece imposible a los hombres.

¿Cuáles son maneras en que tú puedes ser un testigo más efectivo para el Señor? Es decir, ¿qué puedes hacer para ayudar al cumplimiento de Mateo 24:14?

 

Ir ArribaLunes 23 de septiembre: La lluvia temprana y la tardía

En la Biblia, se usa el agua para representar al Espíritu Santo. Isaías dice: “Yo derramaré aguas sobre el sequedal [...] mi Espíritu derramaré sobre tu generación” (Isa. 43:3). El profeta usa el paralelismo. La segunda frase del pasaje explica la primera. Joel también usa el simbolismo del agua. Dios promete regar los campos de Israel, y declara: “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne” (Joel 2:28). Jesús también representa al Espíritu Santo con el agua (Juan 7:37-39).

¿Cuáles son los símbolos que los siguientes textos usan para indicar el derramamiento del Espíritu Santo? Joel 2:21-24, 28-32; Sant. 5:7, 8. ¿Cómo debemos entender lo que significan?

En tiempos bíblicos, se araba y sembraba en el otoño, después de la lluvia temprana, que hacía que las semillas germinaran. La lluvia tardía caía a fines de la primavera, y llevaba los frutos a la maduración. La cebada y el trigo se cosechaban en la primavera, seguido por la cosecha de las frutas en el verano y el otoño.

Dios usa los símbolos de la lluvia temprana y la tardía de dos maneras. La lluvia temprana del Espíritu cayó sobre los discípulos en Pentecostés a fin de iniciar la misión cristiana. La lluvia tardía será derramada sobre la iglesia del tiempo del fin para completar su misión. “Lluvia temprana” también es la obra diaria del Espíritu de Dios que convence, instruye y da poder a cada creyente. La “lluvia tardía” describe la dotación especial del Espíritu Santo sobre la iglesia justo antes de la venida de Jesús.

“Bajo la figura de la lluvia temprana y tardía que cae en los países orientales al tiempo de la siembra y la cosecha, los profetas hebreos predijeron el derramamiento de la gracia espiritual. [...] El derramamiento del Espíritu en los días de los apóstoles fue el comienzo de la lluvia temprana, y gloriosos fueron los resultados. […]

“Pero, cerca del fin de la siega de la Tierra, se promete una concesión especial de gracia espiritual, a fin de preparar a la iglesia para la venida del Hijo del Hombre. Este derramamiento del Espíritu se compara con la caída de la lluvia tardía, y los cristianos han de elevar sus peticiones al Señor de la mies ‘en la estación tardía’, en procura de este poder adicional” (HAp 45).

 

Ir ArribaMartes 24 de septiembre: Prerrequisitos para la lluvia tardía

¿Qué preparación es necesaria para recibir el poder del Espíritu Santo? Hech. 1:14; Zac. 10:1; Hech. 3:18-20; 4:31; Sal. 119:25; Juan 6:63.

Las Escrituras nos invitan a pedir a Dios el Espíritu Santo (Luc. 11:13). Los discípulos creyeron en la promesa de Cristo, esperaron en unidad y oraron por el derramamiento del Espíritu Santo (Hech. 1:8, 14). Tenemos que pedir el Espíritu Santo, no porque él no esté dispuesto a dárnoslo, sino porque no estamos preparados para recibirlo. Al pedirlo, Dios nos lleva a un arrepentimiento profundo. Orar en grupos pequeños con otros feligreses nos lleva a un vínculo más cercano de unidad y compañerismo. Tanto la oración como el estudio de la Biblia nos preparan para ser sensibles al ministerio del Espíritu en nuestra vida.

¿Cuál es el resultado natural de la renovación espiritual en nuestra vida? ¿A dónde conduce todo reavivamiento y reforma espirituales? Sal. 51:10-13; Hech. 4:13, 20; 5:33; 8:4.

Todo reavivamiento espiritual y reforma genuinos conducen a una pasión por testificar. Cuando apreciemos en profundidad lo que Jesús hizo por nosotros, como Pedro y Juan diremos: “No podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hech. 4:20). El Espíritu Santo en Pentecostés dio poder a los discípulos para testificar con efectividad. Su testimonio fue tan poderoso que una turba rebelde en Tesalónica gritó: “Estos que trastornan el mundo entero también han venido aquí” (Hech. 17:6).

Así como el derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés capacitó a los discípulos para ser testigos a su generación, la lluvia tardía dará poder a la iglesia de Dios para alcanzar al mundo en la generación final. Se necesitará el poder de la lluvia tardía para completar la misión de Dios sobre la Tierra, y Dios no ofrece nada menos. El don más precioso del Cielo se ofrece para realizar la tarea más urgente e importante de la iglesia.

Los primeros discípulos “dieron vuelta” al mundo con su predicación y su testimonio. ¿Por qué no se dice esto de nosotros?

 

Ir ArribaMiércoles 25 de septiembre: El bautismo de fuego

En la Biblia se usan diversos símbolos, como el agua, el viento, el aceite, para describir la obra del Espíritu Santo. Juan el Bautista vincula la imagen del fuego con esa obra (Mat. 3:11; Luc. 3:16).

Hay muchos que entendieron mal lo que dijo Juan. No dijo: “Él os bautizará con el Espíritu Santo o con fuego”. Dice: “Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”. La segunda expresión, “y con fuego”, explica la primera: “el bautismo del Espíritu Santo”, que es el “bautismo de fuego”. La palabra bautismo se usa ochenta veces en el Nuevo Testamento y se refiere a la inmersión total.

Lee los siguientes pasajes y describe lo que el fuego representa en la Biblia. Éxo. 3:2-4; 24:17; 1 Rey. 18:24; Mal. 3:2, 3; Hech. 2:1-4; Heb. 12:29.

El fuego es un símbolo de la gloria, la presencia y el poder de Dios manifestados en el ministerio del Espíritu Santo. Ser bautizado con fuego es ser sumergido en la gloria de la presencia de Dios por medio del Espíritu Santo a fin de ser testigos de su poder. Moisés se encontró con Dios en la zarza ardiente y luego fue a testificar ante el Faraón. Elías testificó a Israel ante la gloria de la presencia ardiente de Dios sobre el monte Carmelo. Cuando las lenguas de fuego cayeron en Pentecostés, los discípulos testificaron en idiomas que nunca habían conocido. El bautismo del Espíritu Santo es una inmersión en la presencia y el poder de Dios, para que podamos testificar de su gloria. Otra vez, en los últimos días de la Tierra, el pueblo de Dios será sumergido en su presencia, llenado de poder y enviado a testificar de su gloria al mundo.

La Tierra será llena de la gloria de Dios. “Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar” (Hab. 2:14). En visión, Juan vio a un ángel descender del cielo y “la tierra fue alumbrada con su gloria” (Apoc. 18:1).

La gloria de Dios, su carácter amante, se revelará por el poder del Espíritu Santo a un mundo que espera y a un universo que observa. Cada persona sobre la Tierra tendrá la oportunidad de escuchar y comprender el mensaje de Dios.

La gloria de Dios, su carácter amante, se revelará al mundo. ¿Cómo puedes tú, ahora, en tu propio círculo, revelar esa gloria en tu vida? ¿Qué requeriría de tu parte?

 

Ir ArribaJueves 26 de septiembre: Termina la gran controversia

Todo el Apocalipsis puede resumirse en pocas palabras: Jesús gana, Satanás pierde.

Lee Apocalipsis 12:17; 17:13, 14; 19:11-16. ¿Cuál es el mensaje central de estos textos?

Aquí hay buenas noticias: el mismo Jesús que derrotó a Satanás en la cruz volverá otra vez y triunfará sobre los poderes del infierno, y pondrá fin definitivamente al mal (Apoc. 19:19-21; Eze. 28:18, 19). El mal no tendrá la última palabra; ni la pobreza y la pestilencia, ni la enfermedad y el sufrimiento tendrán la última palabra. Ni el caos y el crimen, ni la enfermedad o la muerte tendrán la última palabra.

En cambio, Dios tendrá la última palabra.

Hasta entonces, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están haciendo todo lo posible para alcanzar a cada persona. El corazón de Dios se duele por el mundo perdido. Pronto su pueblo revelará a todo el mundo, tanto con el testimonio de sus palabras como con el de sus obras, la maravillosa gracia y verdad de Jesús.

Por supuesto, Satanás hará lo posible para oponerse a este testimonio. La crisis final vendrá sobre el mundo. Jesús derramará su Espíritu con el poder de la lluvia tardía, y la obra de Dios sobre la Tierra se terminará.

“Vendrán siervos de Dios con semblantes iluminados y resplandecientes de santa consagración, y se apresurarán de lugar en lugar para proclamar el mensaje celestial. Miles de voces predicarán el mensaje por toda la Tierra. Se realizarán milagros, los enfermos sanarán, y signos y prodigios seguirán a los creyentes” (CS 670).

La obra de Dios sobre la Tierra se terminará. Jesús vendrá. Todo el cielo y la Tierra se alegrarán. No hay prioridad mayor en nuestra vida que experimentar un reavivamiento de la gracia de Dios diariamente, e invitar a su Santo Espíritu a que nos haga a su imagen (1 Juan 3:1-3).

Nuestro mundo se está desmoronando. ¿Hay algo que importe más que el abrir nuestros corazones a Jesús, y suplicar el reavivamiento y la reforma tan necesarios, no solo por cada uno individualmente sino también por la iglesia como un todo? ¿Qué sucedería si nuestros corazones estuvieran totalmente entregados a él y completamente consagrados a esparcir este mensaje al mundo?

 

Ir ArribaViernes 27 de septiembre

Para Estudiar y Meditar:

“El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios. Los argumentos ya fueron presentados. Sembrada está la semilla, y brotará y dará frutos. Las publicaciones distribuidas por los misioneros han ejercido su influencia; sin embargo, muchos cuyo espíritu fue impresionado han sido impedidos de entender la verdad por completo o de obedecerla. Pero entonces, los rayos de luz penetrarán por todas partes, la verdad aparecerá en toda su claridad, y los sinceros hijos de Dios romperán las ligaduras que los tenían sujetos. Los lazos de familia y las relaciones de la iglesia serán impotentes para detenerlos. La verdad les será más preciosa que cualquier otra cosa. A pesar de los poderes coligados contra la verdad, un sinnúmero de personas se alistará en las filas del Señor” (CS 670).

Preguntas para Dialogar:

  1. En la cita que antecede, leemos: “El mensaje no será llevado adelante tanto con argumentos como por medio de la convicción profunda inspirada por el Espíritu de Dios”. En la clase, analicen lo que creen que esto significa. ¿Qué es lo que no significa? Nuestro mensaje es lógico, razonable y tiene argumentos muy poderosos en su favor. ¿Cómo hemos de entender, entonces, lo que ella nos está diciendo?

  2. ¿Qué aplicación espiritual tienen las promesas que Dios dio a su pueblo antiguo, para la iglesia actual? Deut. 11:13-18; Ose. 6:1-3; 10:12.

  3. El Dr. Stephen Hawking, el gran científico, llamó al concepto de una vida después de la muerte “un cuento de hadas para personas que tienen miedo a la oscuridad”. ¿De qué manera una declaración como esta muestra cuán vital y esperanzador es nuestro mensaje para los que no conocen a Dios ni su amor?

  4. No sabemos cuándo volverá Jesús, pero sabemos que queremos que regrese y que este mundo enfermo de pecado termine, y comience uno nuevo. Por esto, el reavivamiento y la reforma son tan vitales para nosotros como pueblo, y por eso nuestros líderes nos están llamando a ellos. A fin de cuentas, el reavivamiento y la reforma no vendrán sino por la obra del Espíritu Santo en nuestros corazones. Esto no sucederá hasta que, como individuos, hagamos la elección consciente de entregarnos con todo nuestro corazón, alma y mente al Señor. ¿Cómo podemos, sin juzgar a otros ni compararnos con ellos, hacer nuestra parte con el fin de estar preparados para recibir al Espíritu Santo en nuestras vidas?

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