Lecciones para adultos: "Reavivamiento y Reforma"
Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2013
Lección 7: "Unidad: vínculo del reavivamiento"
Para el 17 de agosto de 2013
Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes
Lee Para el Estudio de esta Semana: Juan 17:9-11, 20-24; 1 Corintios 12:12-18; Hechos 4:32, 33; 1:8; 15:1-31; Mateo 18:16-20.
Para Memorizar: “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efe. 4:1-3).
LA UNIDAD ES ESENCIAL para el reavivamiento. Los conflictos, las divisiones y las luchas no crean un ambiente para alimentar el reavivamiento. En Pentecostés, el Espíritu Santo cayó sobre una iglesia que se había unido en la misión de Cristo al mundo. Sus pequeñas diferencias fueron subordinadas al llamado mayor de la misión de Cristo. Luchar por la supremacía cesó a la luz de la comisión de Cristo de alcanzar con el evangelio a los perdidos. Si los primeros seguidores de Cristo hubieran estado luchando por el poder, la obra habría sido bloqueada desde el comienzo. En su lugar, convencidos por el Espíritu Santo de que debían morir al yo, se unieron en propósito y misión.
Sin unidad, no puede haber reavivamiento. Donde los celos, la envidia y la lucha por la supremacía reinan, el poder del Espíritu Santo es retenido. Es vital romper las barreras que a veces nos separan, y que entremos en la unidad que Cristo procura para su iglesia.
Domingo 11 de agosto: Responder a la oración de Cristo por la unidad
Juan 17 contiene la gran oración intercesora de Cristo. Revela lo que pensaba en esa crítica hora de la historia de la Tierra.
Lee Juan 17:9 al 11 y 20 al 24. ¿Cuál era el sincero anhelo de Jesús? ¿Por qué era tan importante? ¿De qué modo la relación mutua de los discípulos demuestra la fe cristiana genuina? Ver Hech. 4:32, 33.
La “unidad” de los discípulos preparó sus corazones para la recepción de la plenitud del poder del Espíritu Santo. Se cumplió la oración de Cristo en favor de su iglesia. Ellos renunciaron a sus diferencias. Prevaleció el amor. Las luchas fueron eliminadas.
“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos (Hech. 4:32, 33).
Este pasaje vincula a los discípulos que eran “de un corazón y un alma” con su “gran poder” para testificar. En las circunstancias desafiantes de la Jerusalén del siglo primero, en momentos en que el cristianismo era impopular, estos cristianos comprometidos compartían sus recursos. Se sostenían unos a otros. Pusieron a un lado sus ambiciones personales. Sus actitudes abnegadas y su espíritu generoso los prepararon para recibir la plenitud del Espíritu Santo para la testificación.
“Notemos que el Espíritu Santo fue derramado después de que los discípulos hubieron llegado a la unidad perfecta, cuando ya no contendían por el puesto más elevado. Eran unánimes. Habían desechado todas las diferencias” (CPI 176).
¿Por qué es tan importante el cumplimiento de la oración de Jesús en Juan 17, para nuestra iglesia? ¿Qué revela el deseo de Jesús por la unidad de la iglesia del siglo primero acerca de su deseo para nuestra iglesia actual?
Lunes 12 de agosto: Ilustraciones de unidad en el Nuevo Testamento
El mundo del Nuevo Testamento en el primer siglo estaba dividido por castas, condiciones sociales y género. Era una sociedad en agitación social. Los conceptos de derechos iguales, libertad y dignidad humana no eran normas aceptadas.
Entonces, el cristianismo entró en la escena. Creó una revolución social. Las enseñanzas de Jesús acerca de la igualdad, la justicia, la preocupación por los pobres y el respeto por los marginalizados parecieron radicales. Al mismo tiempo, los creyentes del Nuevo Testamento se unieron alrededor de los valores centrales de la creación y la redención. Enseñaron que todos los seres humanos fueron creados por Dios, que la redención se puso a disposición de todas las personas por medio de la cruz de Cristo. La cruz mostró que cada persona, no importa cuál sea su situación, es de gran valor a la vista de Dios.
¿De qué forma las siguientes imágenes ilustran la manera en la que diferentes creyentes, no importa cuál fuera su trasfondo anterior, se unían en un todo armonioso? 1 Cor. 12:12-18; 1 Ped. 2:4, 5.
¿Qué imágenes podrían ser más poderosas para ilustrar la unidad en la iglesia? El apóstol Pablo usa el cuerpo para ilustrar a la iglesia y sus miembros. El cuerpo está estrechamente vinculado. Sus miembros están interrelacionados y son mutuamente dependientes el uno del otro. Todas las partes tienen su función. Si una parte del cuerpo sufre, todo el cuerpo sufre (1 Cor. 12:18-26).
Pedro añade la ilustración de un edificio espiritual, cuyos miembros son como piedras, ajustándose perfectamente a la construcción de un templo glorioso, que glorificará el nombre de Jesús. En estas ilustraciones, cada miembro está íntimamente unido a otro. Este lazo de amante unidad en un mundo de relaciones fracturadas, luchas por poder y cismas divisivos había de ser un poderoso argumento a favor del cristianismo. Jesús declaró esta verdad universal muy claramente: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:34, 35).
¿Cuán bien refleja tu iglesia local la unidad de que se habla aquí? Pregúntate: ¿Estás ayudando a producir esta unidad o qué actitudes puedes tener que podrían aumentar el problema?
Martes 13 de agosto: Elementos de unidad: nuestra misión y mensaje
La unidad que experimentaron los creyentes del Nuevo Testamento se basaba en mucho más que una calidez emocional entre los miembros.
Lee Hechos 1:8; 4:33; 5:42; 9:31; y 28:28 al 31. ¿Cuál era la pasión máxima de la iglesia del Nuevo Testamento? ¿De qué modo los unió esta pasión?
Los discípulos fueron consumidos por algo mucho más grande que ellos mismos. La comisión de Cristo de llevar el evangelio al mundo entero absorbió sus ambiciones personales. La iglesia no puede alcanzar a la comunidad con el evangelio hasta que esté unida, pero nunca se unirá hasta que sea consumida por la predicación del evangelio.
La misión es un gran factor unificador. Los primeros creyentes se reunieron alrededor de la misión. La vida, muerte, resurrección, ministerio sacerdotal y regreso de nuestro Señor los unía. Los nuevos conversos se afirmaban en “la doctrina de los apóstoles” (Hech. 2:41, 42). Las enseñanzas de Jesús proporcionaban el fundamento de su unidad.
El apóstol Pedro usa la expresión “verdad presente” (2 Ped. 1:12). El mensaje de la “verdad presente”, en los días de Pedro, unía a la iglesia y la impulsaba con un ímpetu profético: Jesucristo de Nazaret era el cumplimiento de las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento. Estaban unidos por el mensaje de una verdad presente con respecto al cumplimiento de la profecía.
Ahora, en los días finales de la historia de la Tierra, Dios le dio también a su pueblo un mensaje urgente de verdad presente (Apoc. 14:6-12). Es el mensaje del “evangelio eterno” en el contexto del Juicio, la obediencia y el retorno del Señor. Esto es lo que une a los adventistas del séptimo día como una familia mundial. Si a este mensaje se le diera un segundo lugar, o se lo tratara como una reliquia del pasado, la unidad de la iglesia se fracturaría, y su misión perdería su urgencia. Si el mensaje es mal entendido o distorsionado, su misión no será clara. Lo que da a los adventistas del séptimo día la razón para su existencia es la proclamación del mensaje profético de los tres ángeles.
¿Cuán conectado estás tú con nuestro mensaje y misión? O, ¿por qué eres adventista del séptimo día? Lleva tu respuesta a la clase el sábado.
Miércoles 14 de agosto: “La organización de la iglesia: estructura para la unidad”
El Nuevo Testamento revela que la iglesia primitiva tenía una estructura organizativa específica. Esta estructura ayudaba a preservar la pureza doctrinal de la iglesia, y a mantenerla concentrada en la misión.
En Hechos 6, un grupo pequeño de discípulos se reunió para resolver el problema de la distribución de alimentos a las viudas de conversos griegos. Eligieron diáconos para resolver el problema. Los miembros de la iglesia respetaron la autoridad de estos dirigentes de la iglesia.
Cuando el apóstol Pablo se convirtió en camino a Damasco, fue dirigido a Ananías, un representante de la iglesia (Hech. 9:10-17).
Después de que Ananías bautizó a Pablo, el Espíritu Santo dirigió a Pablo para que se reuniera con los líderes de la iglesia en Jerusalén, a fin de confirmar su ministerio (Hech. 9:26-30).
En Hechos 20, Pablo se reunió con los ancianos de la iglesia en Éfeso para estimularlos a estar en guardia contra los falsos maestros y sus herejías (Hech. 20:17, 27-32).
¿Cómo resolvió la iglesia del Nuevo Testamento una gran disputa sobre la circuncisión? Hech. 15:1-31.
El Concilio de Jerusalén salvó a la iglesia del siglo primero de un cisma serio. La organización de la iglesia con autoridad administrativa era esencial para preservar la integridad doctrinal de la iglesia del Nuevo Testamento. En este caso, representantes de la iglesia local fueron enviados a Jerusalén para participar en discusiones doctrinales, que tendrían implicaciones serias para el futuro de la iglesia. Una vez que este grupo de representantes llegó a un consenso, escribieron su decisión en un acuerdo de la junta y lo hicieron circular por todas las iglesias donde se había originado el problema: Antioquía, Siria y Cilicia (Hech. 15:23).
Los miembros aceptaron la decisión del Concilio de Jerusalén y se alegraron porque el Espíritu Santo los había guiado a dar una respuesta a su dilema (Hech. 15:30-35).
Si eres miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, entonces estás involucrado en la estructura de la iglesia. ¿Cuál es tu lugar en esa estructura, y cómo podrías estar más involucrado en forma constructiva?
Jueves 15 de agosto: Alcanzar la unidad
Cuanto más nos acercamos a Jesús, tanto más cerca estaremos unos de otros. Vemos con una nueva visión espiritual. El Espíritu de Cristo nos capacita para mirarnos unos a otros de modo diferente. Las cosas pequeñas que una vez nos molestaron reciben un marco nuevo por la gracia de Cristo. Hostilidades acariciadas se abandonan a la luz de su magnífica gracia. Viejos roces y disputas, hasta donde sea posible, se ponen a un lado. Se rompen las barreras. El evangelio sana las relaciones quebradas.
Cuando el Espíritu Santo fue derramado en su plenitud en Pentecostés, las actitudes mutuas de los discípulos cambiaron dramáticamente. A la luz que fluye de la cruz, se vieron unos a otros de un modo diferente.
“Cada cristiano veía en su hermano una revelación del amor y la benevolencia divinos. Un solo interés prevalecía, un solo objeto de emulación hacía olvidar todos los demás. La ambición de los creyentes era revelar la semejanza del carácter de Cristo y trabajar para el angrandecimiento de su Reino” (HAp 40).
Enumera algunas de las prácticas que fomentaron la unidad entre los cristianos del siglo primero. ¿Por qué esas prácticas son tan poderosas para unir a los creyentes? Mat. 18:16-20; Hech. 1:14; 12:5, 12; 6:7; Mat. 28:16-20.
Con esperar o desear la unidad, no se la logra. La iglesia del Nuevo Testamento oró y conversó en conjunto. Estudiaron juntos la Palabra de Dios, y juntos compartieron su fe. La oración, el estudio de la Biblia y la testificación son elementos poderosos que crean, fomentan y sostienen la unidad de la iglesia. Al orar los unos por los otros, nos acercamos unos a otros. Participar en un esfuerzo evangelizador hacia la comunidad crea un sentido de unidad. Una iglesia viva, dinámica, unificada y reavivada es una iglesia cuyos miembros están orando juntos, estudiando la Palabra de Dios, y buscan alcanzar a su comunidad.
¿Cuáles son algunas de las fuerzas que amenazan la unidad de tu iglesia local, o aun a la iglesia en su totalidad? ¿Por qué es importante comprender cuáles son esas fuerzas a fin de estar listos para tratar con ellas?
Para Estudiar y Meditar:
“En estos primeros discípulos había notable diversidad. Habían de ser los maestros del mundo, y representaban muy variados tipos de carácter. A fin de realizar con éxito la obra a la cual habían sido llamados, esos hombres, de diferentes características naturales y hábitos de vida, necesitaban unirse en sentimiento, pensamiento y acción. Cristo se propuso conseguir esa unidad. Con este fin trató de unirlos a él mismo” (HAp 17).
Preguntas para Dialogar:
¿Por qué una estructura unificada de la iglesia es muy importante para nosotros? ¿Qué sucedería con nuestra misión, nuestro mensaje y nuestra iglesia como un todo si las congregaciones, asociaciones, uniones o divisiones siguieran sus propios caminos? Imagínate el caos que seguiría.
En la clase, respondan a la pregunta: ¿Por qué soy adventista del séptimo día?
Por importante que sea la unidad para la iglesia, ¿hay algunas cosas que son aún más importantes? Si es así, ¿cuáles son? Por ejemplo, al tratar con los que predican doctrinas con las cuales no estamos de acuerdo, Pablo escribió: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Gál. 1:8, 9). ¿Qué había ocurrido con la unidad aquí, por lo menos con estas personas?
Medita en el tema de cómo nuestro mensaje y nuestra misión son vitales para toda nuestra identidad como adventistas del séptimo día. Después de todo, cuál sería nuestro propósito si no tuviéramos nuestro mensaje, que nadie más está predicando al mundo? Al mismo tiempo, ¿qué otras cosas nos unen como adventistas del séptimo día? Es decir, aunque no tuviéramos nada si no fuera por nuestra misión y mensaje, ¿qué otras cosas tenemos que nos ayudan a definirnos, y por qué ellas son importantes?
¿Por qué la unidad es tan vital para cualquier reavivamiento y reforma entre nosotros?
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Juan 12:44,45.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Servid al señor de todo corazón basada en Colosenses 3:23-24.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Fábulas por arte compuestas basada en Daniel 8:14.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
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