Lecciones para adultos: "Reavivamiento y Reforma"

Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2013

Lección 3: "La Palabra: el fundamento del reavivamiento"

Para el 20 de julio de 2013

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber: 1) Comprender más profundamente la importancia vital de conocer a Dios por medio de su Palabra. 2) Comprender más plenamente la importancia de la Palabra tanto en la nutrición del crecimiento espiritual como para evitar que cada creyente caiga en los engaños del maligno.

Sentir el deseo de estudiar la Palabra de Dios con una mente receptiva y un corazón alegre.

Hacer: Comprometerse a tomar tiempo con Jesús en su Palabra cada día, y procurar aplicar los principios bíblicos estudiados en situaciones de su vida diaria.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: El poder de la Palabra de Dios transforma vidas

   1. ¿Por qué la Palabra de Dios es tan diferente de otros libros inspiradores? ¿Qué la pone aparte de todos los demás libros?

   2. ¿Qué lugar ocupa la Biblia en el reavivamiento, y por qué?

2. Sentir: El impacto de la Palabra en tu vida

   1. A fin de apreciar la Palabra de Dios completamente, ¿qué necesitamos saber acerca de nuestra propia necesidad?

   2. ¿De qué modo el estudio de la Palabra de Dios, o la falta de estudio de ella, afectan nuestra relación con Dios?

   3. Comparte una ocasión en la que te sentiste más cerca de Dios al estudiar su Palabra. Piensa en un pasaje de la Escritura que te emocionó, y comparte por qué fue así.

3. Hacer: Recibir en la Palabra las más ricas bendiciones de Dios

   1. ¿Qué pasos necesitamos dar para que el estudio de la Biblia sea más significativo espiritualmente?

   2. ¿Cómo podemos hacer que la Palabra de Dios sea el centro de nuestra vida, como lo hizo Jesús?

   3. ¿En qué eventos/seminarios/retiros prácticos puede participar una congregación local para experimentar el poder revivificante y santificador de la Palabra?

 

Resumen

Cuando pasamos tiempo con Dios en su Palabra, lo conocemos mejor, dependemos más de él y testificamos más efectivamente acerca de él. El estudio reflexivo de la Biblia aumenta nuestra fe y nos prepara para experimentar el reavivamiento espiritual. Las iglesias reviven cuando la Palabra de Dios está en el centro, y se aplica en forma práctica en el corazón y la mente de cada miembro.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Pasaje destacado: Hebreos 4:12.

Concepto clave para el crecimiento espiritual: La Palabra de Dios revela la voluntad de Dios. En su Palabra, entramos en contacto con el mismo Espíritu Santo que inspiró la Palabra. Cuando el Espíritu Santo ministra a nuestros corazones por medio de la Palabra, llegamos a ser más semejantes a Jesús.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: La lección de esta semana debe ayudar a los miembros de tu clase a reconocer que la Palabra de Dios no es meramente una fuente de doctrina verdadera, aunque de cierto lo es. Más que cualquier otra cosa, es una revelación de Jesucristo (Juan 5:39). Cuando el Espíritu Santo impresiona nuestras mentes con el amor y el poder de Jesús por medio de la Palabra, nuestra vida espiritual revive (2 Cor. 3:18). La Palabra de Dios es el fundamento de todo verdadero reavivamiento (Sal. 119:25). Sin un estudio reflexivo de la Palabra de Dios, nuestra vida espiritual será estéril. El fruto de la espiritualidad genuina florece cuando nuestra vida está arraigada en la Palabra de Dios. Esta es el fundamento de todo reavivamiento verdadero. Sin ella, el reavivamiento se marchitará, degenerará hasta ser solo fanatismo emocional, siendo vulnerable a los engaños doctrinales, o se estancará en una inactividad complaciente. El propósito de la lección de esta semana no es solo enfatizar la importancia de la Palabra de Dios sino también estimular un mayor amor por el estudio de la Palabra de Dios.

Diálogo inicial: En esta lección estudiaremos la relación entre la Palabra de Dios –la Biblia– y el reavivamiento espiritual. A través de la historia, los grandes movimientos de reavivamiento nacieron por el estudio de la Palabra de Dios. Hombres y mujeres de oración, con sus mentes saturadas con la Palabra de Dios, cambiaron al mundo así como el Espíritu Santo los cambió a ellos por medio de la Palabra. Una persona que sacudió al mundo fue Martín Lutero. Sin embargo, Lutero tuvo dificultad en creer que Dios lo amaba. Su imagen de Dios era la de un juez vengador y un tirano airado. Un día, mientras examinaba algunos libros en la biblioteca de la Universidad de Erfurt, donde se encontraba como monje, Lutero descubrió una Biblia en latín. Era la primera vez que había tenido un ejemplar de la Biblia entera en sus manos. Elena de White describe su reacción del siguiente modo: “Con reverencia mezclada de admiración, hojeó las sagradas páginas; con pulso tembloroso y corazón turbado, leyó con atención las palabras de vida, deteniéndose a veces para exclamar: ‘¡Ah! ¡Si Dios quisiese darme para mí otro libro como este!’ [...] Los ángeles del cielo estaban a su lado y rayos de luz del Trono de Dios revelaban a su entendimiento los tesoros de la verdad” (CS 131). El reavivamiento en el corazón de Lutero, que encendió las llamas de la Reforma, se inició ese día en la biblioteca del monasterio al descubrir la gracia de Cristo por medio de su Palabra.

Analiza: ¿Por qué la Palabra de Dios contiene tal poder que cambia las vidas y genera el reavivamiento?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Enfatiza que el reavivamiento no está basado en nuestras emociones o sentimientos humanos. No es una emoción que experimentamos en oración, durante un sermón muy inspirador, o en una ola de éxtasis durante un canto de alabanza. El reavivamiento es la renovación de la gracia de Dios en el alma al estar en comunión con él en oración y por medio de su Palabra. No hay sustituto para el lugar de la Biblia en el reavivamiento.

Comentario de la Biblia

I. La Palabra viva

(Repasa, con la clase, Heb. 4:12).

Hebreos 4:12 está repleto de significado. Cada frase es importante. Cada palabra está llena de riqueza. Estudiémoslo, frase por frase, sintiendo el impacto práctico sobre nuestra vida hoy. “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos”. La Biblia es la Palabra Escrita, y Jesús es la Palabra viviente (Juan 1:1, 14) hecha carne. Si quieres ver cómo es la Palabra vivida en la vida humana, mira a Jesús. Su Palabra es viva e imparte vida, es creadora (Sal. 33:6, 9). En la Palabra encontramos al Cristo viviente por medio de su Espíritu, y él transforma nuestra vida. Su Palabra es poderosa. La palabra griega para poderosa es energés, de la que proviene nuestra palabra energía. Como lo declara Elena de White: “En la palabra de Dios está la energía que llamó los mundos a la existencia. Esta palabra imparte poder; engendra vida. Cada orden es una promesa; aceptada por la voluntad, recibida en el alma, trae consigo la vida del Ser infinito. Transforma la naturaleza y vuelve a crear el alma a imagen de Dios” (Ed 126). La recreación requiere el poder de la creación, y ese poder se encuentra en la Palabra de Dios.

La imagen de una espada filosa, o “de dos filos”, es una expresión común para la Palabra de Dios (ver Efe. 6:17; Apoc. 1:16; 19:13-15). A esta expresión le siguen, en Hebreos 4:12, tres pares de palabras: alma y espíritu, coyunturas y tuétanos, y pensamientos e intenciones. Un estudio cuidadoso de estos pares revela la profundidad de su significado. El alma y el espíritu representan nuestras facultades espirituales; las coyunturas y los tuétanos, nuestras capacidades físicas; y los pensamientos y las intenciones, nuestras capacidades mentales. Vemos que la Palabra de Dios puede transformar nuestra naturaleza entera. Gobierna cada aspecto de la vida y la conducta humanas.

Considera: La Biblia es diferente de toda la demás literatura. Otros libros pueden ser inspiradores, pero la Biblia es inspirada. Es el mensaje de Dios a nuestros corazones. Nos habla personalmente. Su mensaje es universal y eterno. De las muchas evidencias de la inspiración de la Biblia, ¿cuál es la que te impresiona más?

II. Oír la Palabra

(Repasa, con tu clase, Rom. 10:17).

La fe genuina, auténtica y espiritualmente renovadora viene por el oír la Palabra de Dios. En el Nuevo Testamento, la palabra para oír, akóe, implica no solo oír con los oídos sino también escuchar con el corazón. ¿Has hablado alguna vez con alguien que oyó lo que decías pero que realmente no escuchaba ni entendía lo que querías decir? En este pasaje, Pablo nos insta a oír la Palabra de Dios, realmente oír lo que ella dice, y permitir que cambie nuestra vida.

Considera: Cuando la Biblia llega a ser la “palabra de Dios” que nos habla como si pudiéramos oír a Dios que nos habla con su voz, nuestra vida nunca es la misma. Comparte una ocasión en que sentiste la profunda convicción del Espíritu Santo al leer la Palabra de Dios, o un momento cuando sentiste su presencia mientras meditabas en un pasaje de la Escritura.

 

PASO 3: ¡Aplica!

Preguntas para reflexionar:

1. ¿Cuáles son algunos de los obstáculos para el reavivamiento en mi propia vida?

2. El estar muy ocupado en mi vida ¿me está robando el poder espiritual y apagando las chispas del reavivamiento?

Preguntas de aplicación:

1. Comparte algunas maneras prácticas que han hecho que tu estudio de la Biblia sea más significativo.

2. ¿Has experimentado un reavivamiento espiritual en una institución educativa; en un congreso de la Asociación/Misión, o en reuniones de evangelización; o en tu iglesia local? ¿Qué caracterizó ese reavivamiento? ¿Se extendió su influencia durante algún tiempo? ¿Por qué los reavivamientos, a veces, son de corta duración?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: El diablo nos mantendrá tan ocupados con las cosas del tiempo que las cosas de la eternidad quedan afuera. Lo terrenal ahoga lo celestial. Cuando pasamos tiempo solos con Dios en su Palabra, podemos no sentir que estamos creciendo y notar pocos cambios en nuestra vida. Podemos pensar que hacemos poco progreso en la vida cristiana. El crecimiento puede parecer muy lento, pero está ocurriendo. Gradualmente, en forma imperceptible, el Espíritu Santo nos está transformando.

1. ¿Cuántos han tenido algún hijo que parecía crecer en forma sumamente lenta, y luego tuvieron un “estirón”, y crecieron rápidamente en poco tiempo? Describe este “estirón”. ¿Cuándo ocurrió? ¿Cuánto creció el niño?

2. ¿Ocurrió ese “estirón” meramente en cierto momento o el cuerpo se estuvo preparando para ello durante años? Compara nuestro crecimiento en Cristo con el crecimiento de nuestro cuerpo físico. Aunque los padres no pueden hacer que el niño sea más alto, ¿qué pueden hacer para cooperar con ese proceso de crecimiento? ¿Cómo se aplica esto a nuestro crecimiento cristiano? ¿Qué podemos hacer para cooperar con Dios en el proceso del crecimiento?

Sugerencia: ¿Hay algún adolescente que acaba de experimentar ese “estirón”, a quien podrías entrevistar acerca de su experiencia, y luego compararlo con la vida cristiana? Si eso no es posible, pide que los miembros analicen su propio desarrollo repentino, o el de sus hijos o sus nietos. El punto que quieres dejar con la clase es que el crecimiento ocurre si tenemos comunión con Cristo mediante la oración y el estudio de la Palabra de Dios.