Guías o lecciones de la Escuela Sabática para el Estudio de la Biblia

Lecciones para adultos: "El Santuario"

Edición para maestros. Cuarto trimestre (octubre-diciembre) de 2013

Lección 5: "La Expiación: Ofrenda de purificación"

Para el 2 de noviembre de 2013

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

Texto Clave: Levítico 4.

 

Ir ArribaEnseña a tu clase a:

Saber comprender la tipología de la ofrenda por el pecado (también llamada “ofrenda de purificación”).

Sentir aprecio por la obra de Jesús como se prefiguró en la ofrenda por el pecado.

Hacer: Experimentar el perdón del pecado que prefiguraba esa ofrenda.

 

Ir Arriba Bosquejo de la Lección

  1. Saber: La tipología de la ofrenda por el pecado (Levítico 4).

    1. El pecador arrepentido 1) traía su ofrenda por el pecado al Santuario; 2) ponía sus manos sobre el animal inocente, y 3) lo mataba. El animal sacrificado 4) lo comía el sacerdote (en el caso de personas comunes o líderes), o 5) su sangre era llevada al Lugar Santo (en el caso de sacerdotes o la congregación). De este modo, 6) el pecador quedaba limpio de su pecado, y 7) el Santuario quedaba contaminado por el registro del pecado. ¿Qué prefiguraba cada uno de estos pasos en el antitipo?

  2. Sentir: El gozo del perdón dado por Cristo

    1. El ritual de la ofrenda por el pecado en el Antiguo Testamento ilustra los pasos del perdón por medio del sacrificio y el ministerio sacerdotal de Cristo. ¿Cuáles son tus sentimientos acerca de la obra de Cristo al repasar esta tipología?

  3. Hacer: Experimentar el perdón de Dios

    1. La tipología del pecado en el Antiguo Testamento puede experimentarse al recibir el perdón por medio de Cristo, nuestro Sustituto. ¿Has decidido experimentar personalmente este perdón lleno de gracia?

 

Ir Arriba Resumen

La ofrenda por el pecado simbolizaba la manera en que el pecador arrepentido recibía el perdón por medio del sacrificio y el ministerio sacerdotal de Cristo. También prefiguraba la manera en que el Santuario celestial es contaminado por el registro de los pecados perdonados.

 

Ir Arriba CICLO DE APRENDIZAJE

Pasaje destacado: Isaías 53:6.

Concepto clave para el crecimiento espiritual: El ritual de la ofrenda por el pecado del Antiguo Testamento (también llamada “ofrenda de purificación”) simboliza la forma en que los pecadores arrepentidos reciben el perdón por medio del sacrificio y el ministerio sacerdotal de Cristo. También señala la forma en que el Santuario celestial se contamina con el registro de los pecados perdonados.

 

Ir ArribaPASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: En su libro sobre el Santuario, el pionero adventista Stephen N. Haskell escribió acerca de esta ofrenda: “En ninguno de los tipos el adorador individual llegaba a estar más cerca del servicio del Santuario como en la ofrenda por el pecado. No hay parte de la adoración religiosa que lleva al adorador a un contacto más estrecho con Dios que cuando se arrodilla a los pies del Salvador, confiesa sus pecados, sabiendo la fuerza de la promesa [aquí cita 1 Juan 1:9] [...] Entonces es cuando el pecador arrepentido toca el borde del manto del Maestro, y recibe su poder sanador en el alma”.–The Cross and its Shadow, p. 123.

Actividad inicial: Pide a la clase que se visualicen trayendo una ofrenda por el pecado en los tiempos del Antiguo Testamento. Luego pídeles que describan los diversos pasos en el proceso de recibir el perdón.

Considera: ¿Por qué había necesidad de una ofrenda por el pecado en el tipo? Y en el antitipo, ¿por qué Jesús necesitó morir como nuestro Sustituto? ¿Qué nos enseña la ofrenda por el pecado acerca de la justicia y la misericordia divinas?

 

Ir ArribaPASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Aquí resumiremos los pasos principales del rito de la ofrenda por el pecado y su significado antitípico, y clarificaremos las clases de pecado con los que trataba la ofrenda por el pecado.

Comentario de la Biblia

I. Panorama del rito de la ofrenda por el pecado

(Repasa, con tu clase, Lev. 4.)

Levítico 4 describe dos procedimientos diferentes para la ofrenda por el pecado: uno para el sacerdote o la congregación, y el otro para un dirigente individual o un ciudadano corriente.

A. Pasos en común. Los primeros cuatro pasos son iguales para todos:

  1. Reconocimiento de la culpa. La palabra hebrea ‘asham (vers. 13, 22, 27) implica tanto una condición legal (“son culpables”) como una experiencia subjetiva (“llegue a ser conocido el pecado”).

  2. Sustituto animal, arrepentimiento, y confesión. El pecador arrepentido traía su animal para el sacrificio a la puerta del Tabernáculo (vers. 4, 14, 23, 28). “Por el acto de traer la ofrenda al Santuario, la persona se confesaba pecadora, mereciendo la ira de Dios, e indicando su arrepentimiento y fe en Jesucristo, cuya sangre elimina la culpa del transgresor” (ST, 15 de julio de 1880).

  3. Imposición de manos, y así, en símbolo, transfería el pecado al sacrificio. El pecador arrepentido imponía las manos sobre la cabeza del animal inocente (vers. 4, 15, 24, 29), transfiriendo simbólicamente su pecado al inocente animal sustituto, que representaba a Cristo, nuestro Sustituto (ver Lev. 1; 4; 16:21; 17:11; PP 367, 368).

  4. Muerte del sustituto que cargaba el pecado. El pecador arrepentido mataba entonces al animal delante de Dios (Lev. 4:4, 15, 24, 29). Esto subraya que son nuestros pecados los que causaron la muerte del Cordero (ver Isa. 53:5, 6, 8), quien llevó nuestros pecados como nuestro Sustituto en la cruz (2 Cor. 5:14, 15; 1 Ped. 2:24).

B. Diferencias en los dos procedimientos. En las últimas fases de los dos procedimientos, hay varias diferencias en lo que el sacerdote hace con el animal.

Por el pecado del sacerdote y de toda la congregación, el sacerdote lleva algo de la sangre al Lugar Santo (Lev. 4:5, 16), moja su dedo en la sangre y la rocía siete veces delante de Dios en frente del velo interior (vers. 6, 17), unta algo de la sangre sobre los cuernos del altar del incienso (vers. 7, 18), derrama el resto de la sangre en la base del altar exterior (vers. 7, 18), quita el sebo [la grosura] (vers. 8-10, 19), quema el sebo sobre el altar (vers. 10, 19), lleva el resto del animal a un lugar limpio fuera del campamento (vers. 12, 21), y quema el resto del animal (vers. 12, 21).

Por el pecado de un líder individual y de una persona común, el sacerdote recoge la sangre (vers. 25, 30), unta con su dedo algo de la sangre sobre los cuernos del altar del holocausto (vers. 25, 30), derrama el resto de la sangre en la base del altar (vers. 25, 30), quita el sebo [la grosura] (vers. 26, 31), quema el sebo sobre el altar (vers. 26, 31), y come la carne de la ofrenda por el pecado/de purificación (Lev. 6:25-30).

El resultado final es el mismo en ambos procedimientos: el sacerdote “hará expiación por” (es decir, purgará o quitará el pecado de) el pecador arrepentido, que “será perdonado” (Lev. 4:20, 26; 31). El verbo traducido como “será perdonado” está en el pasivo (heb. nif’al) e implica que Dios es quien perdona, no el sacerdote.

La diferencia básica en estos dos procedimientos puede resumirse con este principio: cuando la sangre entra al Lugar Santo del Santuario, la carne del sacrificio no se come; pero cuando la sangre no entra, el sacerdote come la carne del sacrificio. ¿Por qué esta diferencia? La respuesta parece ser que en los casos del pecado del sacerdote o de toda la congregación (que también incluiría al sacerdote), el sacerdote no puede llevar sobre sí su propia culpa, de modo que la sangre entra al Santuario como el agente de transferencia que le quita el pecado al pecador y la deja en el Lugar Santo. Pero en el caso del dirigente y de la persona común, el sacerdote no está involucrado en el pecado; y por ello, puede llevar sobre sí el pecado del pecador (ver Lev. 10:16, 17). En este último caso, el pecado es transferido al Santuario por medio de los sacerdotes, cuando los sacerdotes ofrecen su propia ofrenda por el pecado y la sangre es llevada dentro del Santuario.

Elena de White apoya este último concepto: “Los pecados de la gente eran transferidos simbólicamente al sacerdote oficiante, que era mediador del pueblo. El sacerdote no podía por sí mismo convertirse en ofrenda por el pecado y hacer expiación con su vida, porque también era pecador. Por lo tanto, en vez de sufrir él mismo la muerte, sacrificaba un cordero sin defecto. El castigo del pecado era transferido al animal inocente, que así llegaba a ser su sustituto inmediato y simbolizaba la perfecta ofrenda de Jesucristo” (MS 1:270).

C. Resultados comunes de la ofrenda por el pecado. Por medio de la ofrenda por el pecado, el pecador era limpiado del pecado, era perdonado, y el pecado se transfería al Santuario. En su cumplimiento tipológico, Cristo es tanto el Cordero de Dios como el Sacerdote-Mediador (Juan 1:29; Heb. 8:1, 2). Él no tenía pecado en sí mismo; así que, como Sacerdote podría “llevar la culpa de la congregación” –en realidad, ¡de todo el mundo!– en su propio cuerpo. También podía ministrar los beneficios de su sangre derramada en el Santuario celestial del Nuevo Pacto.

Considera: ¿Cuál es la función de la sangre en la ofrenda por el pecado? ¿Qué purifica, y qué contamina? ¿Puede la sangre ser agente de purificación y de contaminación a la vez? (Ver Lev. 6:27).

II. La clase de pecado involucrada en la ofrenda por el pecado

(Repasa, con tu clase, Lev. 5:1; 6:2, 3.)

Algunos intérpretes sostienen que solo los pecados no intencionales (no advertidos) podían ser perdonados mediante los sacrificios, pero hay una mención explícita de pecados deliberados (no de rebeldía) que también eran perdonados por este medio (Lev. 5:1, 10; 6:2, 3, 7). La palabra shegagah, usada en todo Levítico 4 (vers. 2, 13, 22, 27) y traducida como “por yerro” o “no percibido”, deriva de un verbo que significa “apartarse, alejarse” (Núm. 35:11; Ecl. 5:6; 10:5; Job 12:16; Sal. 119:67; Prov. 5:20). (Ver R. Laird Harris, “Exodus”, pp. 547, 548.)

Considera: Números 15:22 al 31 contrasta los pecados de “alejarse” (shegagah) con los pecados rebeldes de presunción, de “soberbia”. ¿Por qué no había expiación en el sistema de sacrificios para los pecados “de soberbia”? ¿Podía la gente que cometía “pecados de soberbia” ser perdonados por Dios si se arrepentían?

 

Ir ArribaPASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Nota que la palabra hebrea jatt’at, “ofrenda por el pecado” también puede ser traducida como “ofrenda de purificación” (especialmente cuando se refiere a la purificación de la contaminación ritual no moral, como en Levítico 12:5-8).

Preguntas para reflexionar:

  1. ¿Cuál es el simbolismo de quemar la gordura (grasa o sebo) del animal sobre el altar, y la incineración de su cadáver fuera del campamento? (Ver Lev. 3:16, 17; Gén. 45:18; Heb. 13:11-13.)

  2. Los conceptos de expiación sustitutiva y transferencia del pecado, ¿son optativos en la comprensión del evangelio?

 

Preguntas de aplicación:

  1. ¿Cuál es tu reacción a esta cita de Elena de White: “No debemos inquietarnos por lo que Cristo y Dios piensan de nosotros, sino que debe interesarnos lo que Dios piensa de Cristo, nuestro Sustituto” (MS 2:37).

  2. Si recibimos el perdón del pecado cuando aceptamos a Cristo como nuestro Sustituto, ¿por qué el registro de ese pecado permanece en el Santuario celestial? Analiza: ¿Hay un aspecto de la expiación más allá del perdón? Explica.

 

Ir ArribaPASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Vuelve a visualizar las ofrendas por el pecado, pero ahora resume el significado antitípico de sus diversos pasos.

Actividad: Pide a la clase que explique lo que significa cada paso del ritual de la ofrenda por el pecado en el antitipo. Decide aceptar a Jesús de nuevo como tu Sustituto.

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