Lecciones para adultos: "El libro de Lucas"
Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2015
Lección 6: "Las mujeres en el ministerio de Jesús"
Para el 9 de mayo de 2015
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El sábado enseñaré...
Saber reconocer que Jesús trató a las mujeres con dignidad e igualdad.
Sentir y aceptar que los hombres y las mujeres son iguales en el compañerismo cristiano.
Hacer: Aceptar y practicar un trato adecuado con el sexo opuesto.
Saber: Cómo se relacionó Jesús con las mujeres en su ministerio
¿Por qué crees que Lucas, más que cualquier otro Evangelio, enfatiza los roles afirmativos que desempeñaron las mujeres en el ministerio de Jesús? Considera, por ejemplo, Lucas 2:36-38; 8:1-3; y 10:38-42.
Lucas 24:1 al 11 cuenta que la resurrección de Cristo fue revelada primero a las mujeres, y que ellas fueron las primeras en llevar a otros las buenas nuevas. ¿Qué nos dice esto del rol que desempeñaron las mujeres en la proclamación del evangelio?
Sentir: Las mujeres tienen funciones que desempeñar en el ministerio de Cristo
De la respuesta de María al oír que ella sería la madre del niño Jesús (Luc. 1:28-38) y de su canto de consagración propia (vers. 41-55), ¿qué lecciones se pueden aprender acerca de la importancia de las mujeres en el ministerio?
¿Cómo puedes servir mejor a los pobres e indefensos en tu iglesia, después de leer la interacción de Jesús con esas personas (Luc. 18:1-8 y 21:1-4)?
Hacer: Aceptar y practicar el trato apropiado con el sexo opuesto
Todos los feligreses –hombres y mujeres− tienen una función que realizar en el plan y la misión de Dios. ¿Cuáles son esas funciones o roles?
La cultura a menudo trasmite, de generación en generación, la desigualdad entre hombres y mujeres. ¿Cómo puedes, como cristiano, sobreponerte a las presiones de la cultura? ¿Puedes dar algunos ejemplos bíblicos en los cuales se las venció?
Pablo, después de su conversión, descubrió que en Cristo no hay judíos ni gentiles, hombres o mujeres, libres o esclavos. Lucas rastrea estas enseñanzas y prácticas a Jesús mismo. ¿Cómo podrían las mujeres reflejar a Jesús en nuestra iglesia local?
Texto destacado: Lucas 7:36-50.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: De todas las consecuencias del pecado, ninguna es tan destructora para las relaciones humanas como el pecado de la división entre las personas, sea por su sexo, raza, color o nación. Tanto la Creación (Gén. 1:26, 27) como la Redención (Juan 3:16) proclaman la unidad de la humanidad.
Solo para los maestros: Dirige el estudio respetando la diversidad de opiniones, y refuerza el principio de que no importan nuestras diferencias, deberíamos mirar a Jesús como nuestro modelo para nuestras relaciones con los demás, especialmente en áreas de conflictos sobre raza, sexo, color o credo.
Diálogo inicial:
La iglesia cristiana tiene una norma elevada para alcanzar: unidad y dignidad basada en un Dios, un Señor, un Espíritu, y una fe. A la luz de esta confesión de fe, ¿pueden justificarse las tensiones raciales, la desigualdad entre hombres y mujeres, o los prejuicios de castas, en cualquier situación o dentro de la iglesia? ¿Por qué sí, o por qué no?
Solo para los maestros: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Gén. 1:27). A partir de esa afirmación inicial de la creación del hombre y la mujer, las Escrituras sostienen la dignidad de todos los seres humanos. Esta igualdad y dignidad del hombre y la mujer predominan en el Nuevo Testamento, especialmente en las enseñanzas y el ministerio de Jesús.
En esta lección nos concentramos en el rol que las mujeres desempeñaron en el ministerio de Jesús, y cómo el Señor se relacionó con ellas con gracia y dignidad. Comienza describiendo cómo las mujeres respondieron al nacimiento de Jesús, y luego repasa cómo Jesús ministró a las mujeres. Finalmente, enfoca cómo las mujeres fueron elegidas para ser las primeras anunciadoras de la Resurrección.
Comentario de la Biblia
I. Las mujeres y el niño Jesús
(Repasa, con tu clase, Luc. 1:41-56; 2:36-38.)
De los cuatro evangelios, solo Lucas proporciona con tanto detalle el asombro y respeto con los que tres mujeres dieron la bienvenida al Salvador que nacería. Lucas enfatiza cómo Dios escogió a tres mujeres para llevar la alegre noticia del Mesías, y esto muestra la dignidad que el Nuevo Testamento le asigna a la mujer.
María. “Favorecida” y “bendita” (Luc. 1:28), María fue elegida divinamente no solo para ser la madre de Jesús, sino también la primera en proclamar la misión del Mesías. El glorioso Magnificat de María predice cuatro revoluciones que Jesús produciría en la historia: una revolución espiritual que otorgaría la tierna misericordia y gracia de Dios a todos los que le temieran (Luc. 1:46-50); una revolución moral que revelaría la fuerza de Dios (Luc. 1:51); una revolución social (vers. 51-54) que desafiaría a los orgullosos, “quitaría de los tronos a los poderosos”, colmaría “a los hambrientos”, y se ocuparía del orgullo de los ricos; y una revolución profética que establecería para siempre el reino prometido a Abrahán (vers. 55). Una jovencita llegó a ser la cantante y portadora de la esperanza de los redimidos.
Elisabet. La madre de uno que prepararía el camino para el Mesías, Elisabet descubre la mayor maravilla de todas: su prima María, una virgen, pronto sería la “madre de mi Señor” (vers. 43). Bajo el Espíritu Santo, Elisabet prorrumpe en un canto profético con tres bendiciones y dos confesiones (vers. 42-45). Considera cuán significativas son las palabras de esta mujer anciana, y encuentra sus bendiciones y confesiones.
Ana. De 84 años de edad, viuda desde hacía mucho tiempo, y pobre en bienes de este mundo, esta profetisa vivió con la esperanza de la promesa del Mesías, y hablaba cada día a quien la quisiera escuchar en los atrios del templo de que la promesa nunca fallaría (Luc. 2:36-38). Esa fe firme e inconmovible fue recompensada cuando vio al recién nacido Jesús que había sido llevado al templo. Ni la edad, el sexo o el estatus pueden borrar o empañar la gran esperanza de la venida del Salvador.
Considera: ¿De qué modo María, Elisabet y Ana refuerzan la verdad de que todos los miembros de la iglesia tienen una función que desempeñar en el plan y la misión de Dios? ¿Qué puedes hacer para ayudar a tu iglesia a fomentar y utilizar el potencial de sus miembros, particularmente aquellos que son de sectores descuidados y marginalizados del cuerpo de Cristo?
II. Jesús ministró a las mujeres
(Repasa, con tu clase, Luc. 7:36-50, y 8:43-48.)
La mayoría de los personajes que desfilan en la narración bíblica y la proclamación profética son varones, y esto ha llevado a muchos a acusar a la Biblia de ser un libro orientado hacia la dominación masculina; no obstante, ningún otro texto religioso en el mundo ha hecho tanto para liberar a las mujeres, y para proclamar su dignidad, como lo hace la Palabra de Dios.
Aunque el Antiguo Testamento está lleno de testimonios de mujeres en el ministerio y el liderazgo (Sara, Miriam, Rut, Noemí, Ester, Débora, por nombrar a unas pocas), el Nuevo Testamento proclama que Cristo abolió el muro de separación, y que en él no hay varón ni mujer, ni ninguna otra distinción divisiva (Gál. 3:28, 29; Efe. 2:14-22). Con ese trasfondo bíblico, es digno de ver que Lucas, más que cualquier otro evangelista, subraya la dignidad, el respeto y el honor que Jesús otorgó a las mujeres, e igualmente cómo Jesús dio la bienvenida al rol que desempeñaron las mujeres en su ministerio: todo esto en una época y en una sociedad muy negativa hacia la mujer. Nota algunos de estos casos:
Las mujeres recibieron curación/resurrección de los muertos de parte de Jesús. De los 15 milagros de curación que registra Lucas, cinco afectan la vida de mujeres (Luc. 4:38, 39; 7:11-17; 8:41-48, 49-56; 13:10-17).
Las mujeres fueron aprendedoras, seguidoras y sostenedoras de Jesús (Luc. 10:38-42; 8:1-3).
Las mujeres llegaron a ser ejemplos de oración persistente (Luc. 18:1-8) y de ofrendar con sacrificio (Luc. 21:1-4).
Las mujeres ministraron a Jesús en la cruz (Luc. 23:55, 56), y llegaron a ser las primeras testigos de la Resurrección (Luc. 24:1-11).
Para dialogar
La auto suficiencia es la mayor enemiga de la salvación. Los fariseos se sentían auto suficientes y, por ello, creían que no necesitaban nada, incluyendo la gracia perdonadora de Dios. Contrasta esa perniciosa auto suficiencia con la humildad de la mujer que ungió los pies de Jesús, que sintió una necesidad interior absoluta, que buscó a Jesús con fe y gratitud, y que recibió de él estas preciosas palabras de seguridad: “Tu fe te ha salvado” (Luc. 7:50).
Considera: ¿Qué clase de fe tiene el poder de captar la atención de Jesús, de detenerlo en la calle principal, de darle curación a un cuerpo muy deteriorado, y de dar propósito a un alma sin metas? (Luc. 8:43-48).
III. Las mujeres, las primeras proclamadoras
(Repasa, con tu clase, Luc. 24:1-7, 9-11; 22.)
Aunque Lucas registra varias mujeres que sirvieron a Jesús fielmente en su ministerio (Luc. 8:1-3; 10:38-42), es de importancia que las mujeres fueron las últimas en abandonar la cruz (Luc. 23:55, 56) y las primeras en testificar que la tumba estaba vacía al tercer día (Luc. 24:1-7). También fueron las primeras en proclamar las buenas noticias del Salvador resucitado (vers. 9-11). En una época y una comunidad donde las mujeres eran tenidas en muy baja estima, el cielo les otorgó el privilegio singular de ser las primeras en proclamar la resurrección de Jesús.
Preguntas para dialogar:
¿Por qué Dios eligió a mujeres como las primeras testigos y proclamadoras de la Resurrección? (Ver Luc. 24:10-12).
¿Cómo esa elección señala que Dios estaba asignando también a las mujeres una función que desempeñar en la difusión del evangelio?
Solo para los maestros: Lucas, como el primer historiador de la iglesia, notó con cuidado el rol que desempeñaron las mujeres no solo en el ministerio de Jesús sino también en el desarrollo de la iglesia primitiva. En Hechos, Lucas habla de Safira, Priscila, Drusila, Berenice, Tabita, Rode, Lidia y varias otras mujeres. Para Lucas, las buenas nuevas del evangelio son para los hombres y mujeres por igual; y también lo es la proclamación y la difusión del evangelio.
Pregunta para reflexionar:
De acuerdo con los Evangelios y el libro de los Hechos, las mujeres tuvieron un papel significativo en el ministerio y en la proclamación del evangelio. ¿Qué nos enseña esto acerca del valor que Dios asigna a las mujeres en su obra, entonces y ahora?
Solo para los maestros: Jesús dijo amorosamente a la hija de Jairo, de 12 años que había fallecido: “¡Niña, levántate!” (Luc. 8:54, NVI). ¡Qué amor! Los niños son preciosos a la vista de Jesús. El abuso infantil, tan común en estos días, viola la inocencia de un niño y pone una carga de sufrimiento para toda la vida sobre las víctimas y los perpetradores, por igual. Es un pecado fatal.
Análisis:
Muestra algunos recortes de noticias sobre casos de abuso infantil recientes. O pide a los miembros de tu clase si conocen casos de ese tipo. Luego analicen: ¿cómo deberíamos reaccionar ante el abuso infantil si lo ves en la familia, en la iglesia, en la escuela, o en alguna otra parte?
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Colosenses 3:1.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Fieles en lo poco basada en Lucas 16:10.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Preparémonos para la inmortalidad basada en 1 Juan 5:4.
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