Lecciones para adultos: "El papel de la iglesia en la comunidad"
Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2016
Lección 4: "Justicia y misericordia en el Antiguo Testamento - II"
Para el 23 de julio de 2016
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El sábado enseñaré...
Saber entender la amplitud del amor de Dios por los pobres y marginados en su comunidad, y la responsabilidad que tienen de servirles.
Sentir una renovación del compromiso para unirse a Dios en el cuidado de los pobres y menesterosos.
Hacer: Mostrar su preocupación por los pobres y los que sufren mediante oraciones, finanzas y servicio personal.
Saber: Comprender la justicia
¿Qué quiere decir Pablo cuando afirma que fuimos creados para buenas obras (Efe. 2:10)? Él acababa de decir que somos salvados por la fe, ¡no por obras! (vers. 8, 9). ¿Y no es que nuestros mejores esfuerzos son como trapos inmundos (Isa. 64:6)? Analicen el tema.
¿Qué obras buenas harían la mayor diferencia en tu comunidad local?
¿Qué buenas noticias podemos, como seguidores de Cristo, proclamar a los pobres (Isa. 61:1)?
Sentir: Mostrar simpatía
Isaías 61 habla de remplazar el luto con alegría, y el “espíritu angustiado” con “manto de alegría” (Isa. 61:3). Muchas personas hoy –incluyendo a nuestros hermanos adventistas– viven con una carga de depresión, desesperanza, soledad. Muchos lloran. ¿Cómo podemos mostrar una atención de mayor simpatía y consuelo para tales personas?
Hacer: Obrar justicia
Isaías 61:8 dice que Dios ama la justicia [o el derecho]. ¿Qué podemos hacer para trabajar por una mayor justicia en nuestras comunidades?
Cuando Jesús separa las ovejas de los cabritos al fin del tiempo, su norma no será un profundo tema teológico que haya ocupado la atención de los mejores eruditos de la iglesia. Los temas que los separan son sencillos: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber...” (Mat. 25:35, 36).
Texto destacado: Isaías 61.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Los temas de ayudar a pobres y marginados no son simplemente conceptos para ser debatidos por políticos: son temas que las Escrituras enfatizan y que Jesús mismo proclama. Tiene que ver con el trato humano y equitativo de los unos hacia los otros, una expresión práctica de las buenas noticias de la salvación.
Solo para los maestros: Aprovecha la oportunidad para sacar el concepto de ayudar a los necesitados de la retórica teórica y política, y ponerla en términos prácticos: ¿Cómo debemos tratar nosotros, como seguidores de Cristo, a quienes son menos afortunados que nosotros?
Diálogo inicial: Si visitaras el Museo del Monumento recordativo del Holocausto, en Washington, EEUU., encontrarías una cita atribuida al pastor luterano alemán, Martín Niemöller:
“Primero vinieron buscando a los Socialistas y yo no dije nada, pues yo no era Socialista.
“Luego vinieron por los Sindicalistas, y yo no dije nada, pues yo no era Sindicalista.
“Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada, pues no era judío.
“Luego vinieron por mí, y no había nadie para hablar en mi favor”.
Niemöller llegó a ser un franco crítico de las leyes nazis y estuvo en campos de concentración desde 1938 hasta el final de la guerra.
Nadie conoce las palabras exactas que usó Niemöller en la cita arriba transcrita: a menudo hablaba en forma improvisada y cambiaba la lista de tiempo en tiempo. Sin embargo, el punto que presenta la cita es claro: si no hablamos en favor de la justicia para otros y trabajamos por ella, no debemos esperar que alguien procure darnos la justicia a nosotros.
Considera: ¿Qué dirías a alguien que alega que las preocupaciones por la justicia son una distracción de nuestra verdadera vocación, la cual es predicar el evangelio?
Solo para los maestros: Al profundizar en el profundo tema de la justicia en las Escrituras, tenemos la oportunidad de ayudar a la clase a ver los problemas y desafíos actuales en la sociedad por medio de un prisma netamente cristiano. Desafía a los miembros de la clase a separar la idea de justicia de cualquier bagaje político que pueda haber adquirido y preguntarse cómo Dios, por medio de su Palabra, nos está pidiendo que respondamos a las injusticias que vemos a nuestro alrededor.
Comentario de la Biblia
I. Jesús y el jubileo
(Repasa, con tu clase, Isa. 61:1-11.)
Cuando Jesús regresó a Galilea, las noticias acerca de él corrieron rápidamente por la región. Lucas nos dice que él enseñaba en las sinagogas “y era glorificado por todos” (Luc. 4:15).
Luego, Jesús fue a su pueblo natal de Nazaret y lo invitaron a hablar en la sinagoga. Se levantó a leer, e inmediatamente estableció su clara conexión con la línea de voces proféticas que se extendía hasta el Antiguo Testamento. Jesús eligió leer de Isaías 61 y afirmó que era el plano de su propio ministerio. Este es un capítulo que destaca la importancia del ministerio de servicio a los desechados por la sociedad y a los marginados:
“El Espíritu del Señor es sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres...
Me ha enviado... a pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor” (Luc. 4:18, 19).
Y así, temprano en su ministerio, Jesús claramente proclama que el cuidado de esas personas era central en su agenda.
Jesús aún va hasta el punto de “proclamar el año del favor del Señor” (NVI) o, como lo traduce la versión Reina Valera 1960, “el año agradable del Señor”. Este año al que se refiere tiene un significado específico; es el Jubileo de Levítico: momento de nuevos comienzos durante los cuales se cancelaban las deudas, los esclavos eran liberados y las tierras volvían a sus propietarios originales (Lev. 25:10-13). Ahora Jesús afirma que este versículo es parte de su declaración de misión: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros” (Luc. 4:21).
La gente en la sinagoga de Nazaret, como en otros lugares de Galilea, estaban contentos de escuchar la enseñanza de Jesús: “Todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca” (Luc. 4:22). Había hasta un poco de pretensión de ser amigos de él, y hasta algo de cuchicheo, cuando se preguntaban asombrados, “¿No es éste el hijo de José?” Y estaban más que ansiosos de que hiciera milagros entre ellos.
Sin embargo, la marea de la opinión pública en Nazaret cambió rápidamente cuando Jesús bosquejó el panorama más amplio de su visión misional. Para su gran chasco, no tenía planes de hacer una exhibición de milagros en Nazaret. Más bien, aprovechó la oportunidad de revelar cómo su misión de amor no se limitaría a Galilea o a Israel: era una misión para el mundo entero. Señaló dos ocasiones en la historia en las que Dios realizó milagros entre los gentiles –la viuda de Sarepta y Naamán el Sirio– más bien que entre el pueblo judío.
La gente en la sinagoga quedó chocada. Ya no podían cantar sus alabanzas, expulsaron a Jesús del pueblo y trataron, sin éxito, de arrojarlo por un acantilado (Luc. 4:28-30).
Considera: ¿Por qué eligió Jesús socavar la buena voluntad de que gozaba en Galilea? ¿Por qué sus mensajes de justicia y salvación a todos los pueblos amenazaban tanto a los oyentes?
II. La hechura de Dios
(Repasa, con tu clase, Efe. 2:10.)
El apóstol Pablo escribió: “Porque somos poiēma de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efe. 2:10). La mayoría de las versiones traduce la palabra griega poiēma como “hechura”. El único otro lugar donde aparece esta palabra en el Nuevo Testamento es en Romanos 1:20: “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por poiēma, de modo que no tienen excusa”. La mayoría de las versiones aquí dice algo como “las cosas hechas”, lo que Dios “creó”.
Algunos eruditos han señalado que la palabra “poema” deriva de poiēma, y sugieren que en estos versículos hay un sentido de la creación divina de la naturaleza y su creación de los seres humanos como obras poéticas, obras de arte. Cualquiera sea el verdadero significado, este versículo nos dice que somos creados con un propósito muy específico: “para buenas obras”.
Considera: Este versículo nos da un propósito muy específico para nuestras vidas como cristianos: fuimos creados para vivir y “para buenas obras”. ¿Qué clase de buenas obras crees tú que eran las que pensaba Pablo?
Solo para los maestros: No es suficientemente bueno que como cristianos nos sintamos tristes por los pobres y los oprimidos. Aprovecha la oportunidad para analizar con los miembros de la clase diversas maneras en que podemos responder de una manera positiva y útil a las injusticias que observamos.
Preguntas para reflexionar:
¿De qué forma podemos, como adventistas, abogar por legislación pública en favor de los pobres? ¿No es que los adventistas debemos mantenernos alejados de la política? Explica esto.
¿Está involucrada tu iglesia en apoyar o participar en programas que atienden las causas de la pobreza? Si no lo está ¿debería estarlo? Indica razones de tu respuesta. ¿Cómo iniciarías una actividad tal?
¿Qué significa “vivir con sencillez y modestia”? ¿De qué manera eso puede hacer una diferencia en atender los problemas sociales?
Solo para los maestros: Nuestra esperanza en la segunda venida de Jesús, y la restauración definitiva de la justicia, no debería dejarnos en la clase con una actitud de “Bueno, no tengo que hacer nada si Dios arreglará las cosas de todos modos”. Usa esta sección final del estudio de la lección para enfocar los beneficios de atender a los pobres y necesitados, de lo que comparten con ellos, y también de los que reciben ese cuidado.
Actividad:
Forma dos columnas en un pizarrón o cartulina grande. (Si no tienes estos elementos, analícenlos en la clase.) Pon el título “Ayudar” en la columna 1, y “Recibir” en la columna 2. Resume las ideas de los participantes y anótalas en la pizarra.
Dirígeles preguntas como las siguientes:
¿Qué diferencia se manifiesta en la vida de un cristiano cuando se interesa y ayuda a los necesitados, y trabaja en favor de la justicia?
¿Puedes ser un buen cristiano, y no preocuparte por los pobres y necesitados? ¿Por qué sí, o por qué no?
Invita a los miembros de la clase a compartir sus experiencias propias o las de personas que hayan observado.
Después de analizar los efectos sobre la persona involucrada en el servicio, concéntrate en la persona que lo recibe. ¿Cómo podemos evitar hacer que la persona se sienta como un “caso de caridad”? ¿Cómo mantenemos su dignidad? ¿Cómo podemos compartir espiritualmente con las personas que tienen necesidad en forma apropiada, sin que piensen que hay otra cosa detrás de la ayuda?
Finalmente, invita a la clase a hacer una lista de maneras prácticas en las que pueden participar en la misión de Dios al mundo.
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Colosenses 3:1.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Fieles en lo poco basada en Lucas 16:10.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Preparémonos para la inmortalidad basada en 1 Juan 5:4.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
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