Lecciones para adultos: "El evangelio en Gálatas"

Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2017

Lección 1: "Pablo: Apóstol a los gentiles"

Para el 1 de julio de 2017

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber: Describir los desafiantes eventos que llevaron a la predicación del evangelio a los gentiles.

Sentir: Sentir las tensiones que rodearon la transformación de Pablo de fariseo celoso a ferviente predicador del evangelio a los gentiles.

Hacer: Ofrecer nuestros talentos y el ministerio de nuestra vida a Dios a fin de que sea apto para el servicio.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: Id a todo el mundo

   1. ¿Qué circunstancias rodearon el desarrollo del ministerio de la joven iglesia a los gentiles?

   2. ¿Por qué la predicación del evangelio a los gentiles fue una práctica tan revolucionaria para los primeros cristianos y cómo respondieron ellos a este desafío?

2. Sentir: Desafíos y tensiones

   1. ¿Qué efecto tuvieron las persecuciones de Pablo en la iglesia primitiva?

   2. ¿En qué variedad de formas respondieron los líderes de la iglesia primitiva al transformador llamado de Pablo al ministerio del evangelismo?

   3. ¿Cómo resolvió la joven iglesia las tensiones que surgieron por el cambiante ministerio de la evangelización a los gentiles?

3. Hacer: Apto para el servicio

   1. ¿Qué transformaciones necesitamos a fin de ser aptos para el ministerio?

   2. ¿Cómo podríamos aprender a adaptarnos, como lo hizo la iglesia primitiva, a los cambios por los que pasa el ministerio del evangelismo?

   3. ¿A qué desafíos diferentes nos enfrentamos como iglesia tardía y qué transformaciones necesitamos?

 

Resumen

Al comienzo, la joven iglesia se enfrentó a una firme oposición de parte del zelote Saulo de Tarso; pero su transformación en respuesta al llamado de Dios resultó en el desarrollo de un fuerte ministerio a los gentiles.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Así como Saulo de Tarso, nosotros podemos estar completamente seguros, y a su vez completamente equivocados, acerca de lo que creemos. Tener una disposición de apertura a la dirección de Dios significa estar abierto a las sorpresas, aun cuando no sean fáciles o placenteras.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Enfatiza el hecho de que tanto Saulo/Pablo como la iglesia cristiana primitiva necesitaron permitir que Dios abriera sus mentes. Era necesario mostrarle a Pablo que lo que él no creía que fuese verdad era, de hecho, verdad. Los primeros cristianos judíos, por otra parte, tuvieron que ser despertados para darse cuenta de que el evangelio era para todos, incluso los gentiles.

¿Quieres volverte realmente malo? No malo en el sentido de “incomprendido”; no malo en el sentido de un diamante en bruto con un proverbial corazón de oro; ¿sino malo en el sentido de ser uno de los hombres más malvados del mundo? Debes comenzar por convencerte a ti mismo de que eres bueno. En realidad, tan bueno que crees que eres mejor que todos, o que no eres capaz de hacer el mal. No solo eso, sino que tienes a Dios de tu lado y cualquiera que se oponga, se opone a Dios. Blaise Pascal, el filósofo y matemático francés, escribió: “Los hombres nunca hacen el mal tan completa y alegremente como cuando lo hacen por convicción religiosa.” Ese podrías ser tú. Podría ser cualquiera de nosotros si, en una devoción mal direccionada, nos colocamos a nosotros mismos en el lugar de Dios y dejamos de escuchar al Dios real.

Esta semana estudiaremos a alguien que estaba siguiendo este rumbo: Saulo de Tarso. Saulo estaba en camino a convertirse, como él dijo luego, en el más grande de los pecadores (1 Tim. 1:15). Pero Dios tenía otros planes.

Diálogo inicial: Es importante que estemos suficientemente seguros de lo que creemos y porqué lo hacemos. ¿Cómo podemos equilibrar esa exigencia con la necesidad de humildad para darnos cuenta de que nuestras ideas y percepciones son falibles y que es posible que necesiten cambiar al profundizar nuestra relación con Dios y nuestra comprensión de su palabra?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: En los evangelios se nos presenta a Jesucristo. Nos familiarizamos con su personalidad, su naturaleza, su misión y su relación con todo lo que había sucedido antes y su cumplimiento. En el libro de Hechos vemos cómo los primeros discípulos avanzaron en la luz de la misión y mensaje de Jesús. Vemos que los antiguos formalismos fueron desafiados y transformados y las vidas fueron renovadas. En nigún otro lugar se encuentra este proceso de forma tan clara como en la vida y carrera de Saulo/Pablo. Enfatiza cómo este proceso de prueba y transformación encuentra un paralelismo en nuestras vidas.

Comentario de la Biblia

I. El observador culpable

(Repasa, con tu clase, Hechos 7:58 y 8:1-5.)

En inglés hay una expresión: “I’ll hold your coat for you” [Yo sostendré tu manto]. Así como muchas otras expresiones, es posible que haya venido de la Biblia; en este caso, de Hechos 7:58. Puede ser utilizada en una de dos formas. Una puede ser una aprobación de un acto de violencia o agresión que la persona no está dispuesta a realizar por sí misma, o puede ser un comentario mordaz acerca de la sed de sangre de una persona que nunca asumiría el riesgo de derramarla ella misma.

Como cristianos y estudiosos de la Biblia, vemos a Saulo de Tarso como un gran perseguidor. Pero sabemos poco acerca de él o de sus actividades previas a los eventos relatados en estos versículos. ¿Tenía una opinión tajante acerca de los primeros cristianos antes de ver a Esteban predicar? Obviamente, la predicación de Esteban fue suficiente para motivarlo a tomar ciertas medidas, pero ¿por qué? ¿Sentía atracción por el mensaje al mismo tiempo que sentía rechazo? ¿Sabía que era verdad, aunque intentaba forzarse a sí mismo y a otros a creer que no lo era?

Y observen sus acciones. A juzgar por el pasaje bíblico, no fue un participante activo en la muerte de Esteban. El autor podría no haberse molestado en mencionarlo, excepto para presentar a Saulo como un personaje que luego sería importante para la narrativa de Hechos. Según la información que da el texto, si Pablo no hubiese hecho nada más que actuar como un observador inocente, hubiese sido muy duro culparlo, y mucho más acusarlo, de hacer el mal. Quizás él incitó a los asesinos de Esteban a matarlo, pero eso no está registrado. Contrario a la expresión inglesa mencionada anteriormente, él ni siquiera sostuvo los mantos. Miró a sus colegas apedrear a Esteban. Dos versículos más adelante, se nos dice que aprobaba la muerte de Esteban. Pero podemos deducir que probablemente no fue idea suya.

¿Significa esto que Pablo no fue culpable de la muerte de Esteban? Él mismo sintió que lo fue; cargó la culpa el resto de su vida. Tenemos motivos para creer que el informe de los eventos fue relatado a Lucas (normalmente considerado como el autor de Hechos y del evangelio que lleva su nombre) por Pablo mismo, y que Pablo fue bastante insistente en que Lucas mencionara su rol y su aprobación. Varios versículos después, en Hechos 8:1-5, fue mostrado como el perseguidor hambriento de sangre que todos conocemos.

¿Por qué Pablo no tomó un papel más activo en el apedreamiento de Esteban? ¿Era un manipulador detrás de bambalinas, o estaba esperando ver qué harían las autoridades que él reverenciaba y que eran sus modelos a seguir? Sea como sea, su decisión de facilitar este acto de violencia colectiva, disfrazado como justicia teocrática, lo hizo tan culpable como si él mismo hubiese juntado y tirado todas las piedras, aunque aparentemente no realizó ninguna acción. Solo la gracia de Dios pudo desviarlo del curso que él había elegido para sí mismo.

Considera: ¿Has tomado una mala decisión alguna vez? ¿Una decisión que tuvo repercusiones mucho más lejanas que las circunstancias inmediatas, al no tomar partido o al actuar de forma pasiva a fin de facilitar la injusticia o el mal? Si es así, ¿cómo arreglaste esa situación para bien?

II. La conversión de Saulo

(Repasa, con tu clase, Hechos 9:1-18; 22:6-21; 26:12-19; 1 Corintios 9:1; 15:3; Gálatas 1:11, 12, 15, 16.)

Es acertado referirnos al evento mencionado o discutido en los pasajes citados como una conversión, pero no es realmente adecuado. Las palabras bíblicas que generalmente traducimos como “conversión” (sub en hebreo y epistrofe en griego, respectivamente) hacen referencia a un regreso a Dios o al camino que lleva hacia Dios. Como tal, es un acto de la voluntad, con la ayuda de Dios o de su Espíritu.

Pablo, por otro lado, no volvió sino que más bien se le hizo volver. Hasta el momento en que el Cristo vivo se le aparece y lo incapacita, no vemos señales de un cambio de corazón en Saulo. Los capítulos 8 y 9 no nos dicen nada acerca de su estado interno. Vemos mucho de su estado exterior, descripto vívidamente en términos que evocan un feroz animal predador (Hech. 8:3). ¿Estaba trabajando el Espíritu Santo en él? Sin dudas, pero verlo hubiera requerido una fe más grande que la que tenía o tiene la mayoría de la gente.

La experiencia que tuvo Saulo fue una conversión que resultó en un giro dramático de su camino anterior. Y aunque el llamado y la experiencia fueron abrumadoras y la idea misma al lector le puede resultar absurda, Saulo podría, al menos en teoría, haberla rechazado. ¿Pero qué sucedió en realidad? En primer lugar, Saulo fue privado de sus facultades, incluida su vista. Dios le quitó las cosas de las que Saulo dependía. Todo lo que pudo hacer fue sentarse y escuchar. Y cuando Dios finalmente tuvo toda su atención, le dio a Saulo una revelación, una revelación que luego describió en varios lugares como un destello del Cristo resucitado.

Aunque hubo muchos escépticos, Pablo no vaciló en relacionar su experiencia a la de los apóstoles que habían caminado y hablado con Jesucristo durante su ministerio en la tierra.
Jesucristo le dio lo mejor que tenía a Saulo, un hombre que merecía lo peor. Para algunos, su generosidad puede haber sido desconcertante o inclusive indignante. Pero si uno es consciente de su condición de pecador necesitado de la gracia, la conversión de Saulo demuestra cuán ilimitada y poderosa es la gracia.

Considera: Mientras que todos afirmamos creer en la gracia de Dios, a veces podemos estar tentados a imaginar que Jesús la concede en cucharadas estrictamente medidas. ¿Por qué nos vemos tentados a pensar de esta manera? ¿Cuándo podemos llegar a desear que eso fuera así?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Usa las siguientes preguntas para ayudar a tus alumnos a ver qué nos enseña la conversión de Saulo de Tarso acerca de la gracia de Dios y cómo uno puede responder a ella.

Preguntas para reflexionar:

1. En realidad se nos dice muy poco acerca de la vida temprana de Saulo y de las influencias que lo moldearon. ¿Cuáles piensas que fueron sus motivaciones para perseguir a los cristianos?

2. En Hechos 9:5, la voz misteriosa hace referencia a que Saulo daba coces contra el aguijón. ¿Cómo estaba Dios “dándole coces” a Saulo, aun cuando Saulo estaba actuando de forma muy alejada de la voluntad de Dios?

Preguntas para aplicar:

1. Todos hemos escuchado o conocido a personas con historias de conversiones espectaculares y quizás la nuestra es un poco más prosaica. ¿De qué formas ves que la gracia de Dios se ha manifestado en tu vida, quizás en el hecho mismo de no haber tenido que experimentar todas esas cosas?

2. ¿Cómo reaccionas cuando una persona que te desagrada, o de quien desconfías, o a quien tienes motivos para temer, parece haber cambiado para bien?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: La historia de Saulo es más que nada una historia de la gracia. Dios le mostró gracia cuando Saulo ni siquiera la estaba buscando ni sentía la necesidad de ella. Y aquellos a quienes Saulo perseguía, o podría haber perseguido, aprendieron cuánto puede cambiar alguien por la gracia y cómo mostrar gracia ellos también. Con la siguiente actividad, se busca animar a los alumnos a hacer de la gracia una parte de sus vidas y pensamientos diarios.

Actividad:

En nuestras vidas, todos los días nos enfrentamos a situaciones o a personas desafiantes. ¿Cómo reaccionamos? ¿Nos encolerizamos? ¿Decimos ciertas palabras o frases cuando pensamos que nadie las puede escuchar? ¿Alimentamos nuestro rencor en silencio?

La semana que viene, piensa en la gracia cuando te enfrentes a una situación o relación desafiante. Considérala como una oportunidad de aprendizaje o una oportunidad para practicar cómo mostrar la gracia. Cuando los pensamientos habituales entren en tu mente y salgan de tu boca, piensa y di algo en lugar de eso. Protege tus pensamientos con un versículo bíblico aplicable a la situación. Comparte tu experiencia la próxima semana. ¿Cómo el practicar la gracia cambió tu forma de actuar y de sentir durante esas situaciones?