Lecciones para adultos: "El evangelio en Gálatas"

Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2017

Lección 2: "La autoridad y el evangelio de Pablo"

Para el 8 de julio de 2017

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber: Describir cómo Pablo definió la autenticidad de su llamado al evangelio y sus enseñanzas.

Sentir: Empatizar con la pasión y la determinación fervientes con las cuales Pablo defendió la verdad del evangelio y peleó contra las enseñanzas erróneas en Galacia.

Hacer: Decidir aferrarse a las verdades de las Escrituras y defenderlas firmemente.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: La defensa de Pablo

   1. ¿Cómo anunciaron los primeros párrafos de Gálatas la postura de Pablo respecto a su llamado y autoridad para abordar y corregir enseñanzas doctrinales?

   2. ¿Cómo el relato de la historia personal de Pablo en el ministerio refuerza su demanda de autoridad? ¿Cómo fueron fundamentadas estas declaraciones por otras en el liderazgo eclesiástico?

2. Sentir: La pasión de Pablo

   1. ¿Qué frases al principio de la carta de Pablo ilustran sus fuertes sentimientos respecto de la doctrina equivocada y sus efectos en los miembros de iglesia? ¿Por qué Pablo tiene una opinión tan firme?

   2. En la historia de la iglesia, ¿cómo han causado estragos los errores doctrinales?

3. Hacer: El llamado a la defensa ferviente hoy

   1. ¿Cuáles son los desafíos doctrinales peculiares con los que la iglesia se tiene que enfrentar hoy que requieren una defensa devota, determinada y osada de nuestra parte?

   2. ¿Qué necesitamos hacer para asegurar que nuestra competencia en las verdades bíblicas funcione en cooperación con Cristo y su cuerpo para gloria del evangelio?

 

Resumen

Pablo comienza su carta a los Gálatas con una referencia autoritativa y sucinta a la supremacía de los dones de la gracia de Dios y a una firme denuncia de cualquier doctrina contradictoria.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: El evangelio predicado por Pablo sigue siendo la base inconmovible de la fe cristiana de hoy. Todo en nuestras vidas debe estar sujeto a su autoridad.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para maestros: Enfatiza el hecho de que mientras Pablo defendía su propia autoridad para enseñar, dirigía la atención de las personas a la única autoridad verdadera: Jesucristo.
La internet y otras formas de tecnología moderna han hecho posible que, de nosotros, los que están en más sintonía, tengan acceso a una increíble batalla de información. A su vez, este acceso ha hecho que sea más factible que nunca simplemente “hacer desaparecer” las voces con las que estamos en desacuerdo o que nos desafían. De esa forma, nuestra vision del mundo está moldeada por las autoridades a quienes elegimos considerar dignas de confianza.
El mundo en que Pablo escribió Gálatas no era tan diferente. Había mucha gente que decía tener autoridad y daban todo tipo de razones plausibles de que sus oponentes no tenían autoridad alguna. Los oponentes de Pablo, que abogaban por un evangelio que no era evangelio, atacaban a Pablo al menospreciar sus pretensiones de autoridad y al sembrar confusión y sospecha dentro de la iglesia. Pablo respondió basando su autoridad no en sus cualidades personales, sino en el fundamento más seguro de todos: su encuentro con Jesucristo y el mensaje recibido, el evangelio.

Diálogo inicial: Pablo depositó toda su confianza y fe en el evangelio que había sido llamado a predicar y en quien lo había enviado a esa tarea. ¿Dónde colocas tu confianza? Al final de todo, ¿quién o qué es tu autoridad?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: En la iglesia primitiva, así como hoy, la esencia de la enseñanza se encontraba en una persona: Jesucristo, y en su vida y ministerio. En ese momento, la iglesia primitiva no tenía la colección completa de documentos que hoy conocemos como Nuevo Testamento, pero contaba con los apóstoles aún vivos, gente que había conocido a Jesús y había caminado con él durante su existencia en la tierra. Esto les daba, necesariamente, una cantidad significativa de confianza y autoridad. Enfatiza la importancia del rol de Pablo como apóstol y lo que implica hacer esfuerzos por cuestionarlo o minimizarlo.

Comentario de la Biblia

I. “Según la sabiduría que le ha sido dada...”

(Repasa, con tu clase, 2 Pedro 3:15, 16.)

La mayoría de los alumnos que están informados, son conscientes de que los primeros cristianos no conocían la Escritura más allá del Antiguo Testamento y que el Nuevo Testamento, tal como lo conocemos hoy, no se formó hasta el siglo segundo, como temprano. Sin embargo, 2 Pedro se refiere a las cartas de Pablo como parte de las Escrituras, o al menos da a entender que le otorga ese estatus igualitario con “otras Escrituras.” Algunos estudiosos han propuesto, por lo tanto, una fecha posterior para 2 Pedro e incluso han negado la autoría de Pedro. Se preguntan cómo podría saber el autor que a las cartas de Pablo se les otorgaría el estatus de Escrituras.

En primer lugar, la iglesia primitiva reconocía notoriamente la presencia de la inspiración viva en medio de ella. Los apóstoles, Pablo incluido, no eran simplemente individuos muy espirituales y carismáticos con algunas ideas buenas y una comprensión ágil, como consideraríamos a algún pastor o profesor hoy. Parte de la estima en que los tenían se debía a que se habían encontrado con Cristo, lo habían conocido y/o caminado con él y habían sido hallados dignos de representarlo al mundo.

Con esas características, lo que los apóstoles escribían o enseñaban portaba una autoridad adicional. La cuestión de que esos escritos o enseñanzas fuesen considerados como del mismo nivel que el Pentateuco o que los profetas de la normativa del canon del Antiguo Testamento, es algo que queda abierto al debate. Pero indudablemente eran considerados como poseedores de total autoridad.

Este punto nos lleva a la situación específica que Pablo aborda en Gálatas. La mayor diferencia entre Pablo y sus oponentes era que Pablo podía aseverar (y de hecho lo hacía) ser un apóstol, y ellos no. Uno podría imaginar que hubiesen aseverado algo así si lo hubiesen podido fundamentar, o inclusive si los miembros de iglesia no hubiesen sabido demasiado para refutarlo o cuestionarlo. Pero claramente su (falta de) estatus era bien conocido. Todo lo que les quedaba era decir: “¡Ey! Puede que no seamos apóstoles, pero Pablo no es realmente tan apóstol tampoco.”

Considera:   ¿Cómo se ve hoy, en los intentos de minimizar la autoridad de las Escrituras, la actitud que mostraron los oponentes de Pablo hacia él?

II. La autoridad de Pablo

(Repasa, con tu clase, Gálatas 1:11-24.)

Como hemos visto, los oponentes de Pablo lo atacaron basados en sus cualidades personales y en la solidez de su llamado y enseñanzas. Superficialmente, sus ataques pueden haber sido llamativos para la gente del siglo primero, el entorno greco-romano. Pablo nunca había conocido a Jesús en la carne; él mismo admitió esto. Por lo tanto, quiérase o no, podía no ser visto de la misma manera que se lo veía a Pedro, por ejemplo.

Además, los oponentes judaizantes de Pablo hablaban a favor de la tradición. El respeto a la tradición era algo en que judíos, romanos y griegos estaban de acuerdo. Contrario a la creencia moderna en progreso, la gente de esa época creía que la Edad de Oro (literal) había ocurrido en el pasado y que las cosas habían ido en decadencia a partir de ese momento.

Entonces, las cosas que podría decirse que habían sido transmitidas desde un pasado inmemorial, eran superiores a aquellas cosas que habían salido a la luz recientemente. Muchos griegos y romanos se burlaban de la tradición judía y la consideraban rara, desagradable o antiética para el sentido común. Pero casi la misma cantidad de personas la veía con cierto asombro, como una revelación de una era en la que sus propios ancestros habían emergido del barbarismo. Algunos de ellos incluso creían en judíos helenísticos, como Filo de Alexandria, quien decía (entre otras cosas) que Platón sacó todas sus ideas de Moisés. En resumen, las innovaciones no eran valoradas. Y a Pablo se lo veía, errónea o correctamente, como un innovador.

¿Cuál era la respuesta de Pablo? Sus oponentes estaban absolutamente en lo cierto. Él no había recibido sus doctrinas por un contacto personal con el Jesús histórico durante su ministerio en la tierra. Las había recibido del Jesús resucitado, quien ahora residía a la mano derecha del Padre en los cielos. Esta revelación era tan obviamente poderosa y auténtica que aun aquellos que habían caminado con Jesús durante su ministerio en la tierra eran impulsados a reconocerlo y, de hecho, “glorificaban a Dios” a causa de esto (vers. 24).

Respecto al trasfondo de las tradiciones judías en la interpretación de las Escrituras y la práctica religiosa, Pablo tenía eso, mucho más que sus detractores. Y este conocimiento no le había servido de mucho. Lo había encaminado por el sendero incorrecto, uno que lo llevó a la persecución de los mismos judíos cristianos que ahora decían que él no poseía suficientes raíces en el judaísmo. De hecho, para convertirse en el apóstol que fue, tuvo que desechar muchas de las trampas que lo hubiesen hecho más creíble a la vista de sus detractores.

Considera: En su ministerio, Pablo no podía depender de muchas de las cosas que otros podrían usar para asegurar su propio valor y autosuficiencia. ¿En qué apoyas la seguridad de tu llamado y la presencia de la gracia de Dios en tu vida?

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Usa las siguientes preguntas para desafiar a tus alumnos a basar sus vidas sobre la autoridad del mismo Cristo de quien Pablo dependía para su autoridad al enseñar y predicar.

Preguntas para reflexionar:

1. Los oponentes de Pablo basaban sus enseñanzas en lo que esencialmente era un llamado a la tradición. ¿Cuál es el lugar de la tradición en la vida de la iglesia y en la vida espiritual de cada uno?

2. Probablemente, al principio, el apostolado de Pablo fue difícil de aceptar para los “pilares” de la iglesia en Jerusalén. Pero se nos dice que a la larga alabaron a Dios por ello. Ni aun los detractores de Pablo en Galacia atacaron frontalmente las aseveraciones de Pablo. ¿Qué tenía el ministerio de Pablo que mostraba claramente su autenticidad aun cuando los oponentes aparentemente podrían haberle dicho que estaba imaginando cosas?

Preguntas para aplicar:

1. ¿Cómo pueden nuestras vidas probar a los escépticos la veracidad de Dios?

2. Pablo habla acerca del evangelio verdadero y de “otros evangelios” falsos. A veces la diferencia es bastante sutil. ¿Cómo podemos saber que somos guiados por un evangelio verdadero, aun cuando los evangelios falsos suenan plausibles?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Gálatas analiza en profundidad porqué creemos en lo que creemos, algo que es una cuestión de autoridad. Enfatiza que en la vida cristiana hay una sola autoridad final que es Jesucristo y el evangelio que él vivió y predicó. Somos atraidos a esta autoridad por la forma en que se manifiesta a sí misma en nuestras vidas y experiencias, así como las aseveraciones de Pablo se manifestaban a sí mismas en su ministerio efectivo y en su vida cambiada radicalmente. La siguiente actividad desafiará a tus alumnos a evaluar las autoridades que ellos aceptan y a tener a Dios y su palabra en primer lugar en sus vidas. Pregunta a tus alumnos cómo saben ellos lo que saben. ¿Por qué creen en la existencia de la Antártida, por ejemplo? ¿Cuántas veces han estado allí? Quizás conocen a alguien que ha estado allí, pero ¿cómo saben que esa persona es digna de confianza? Después de que sus alumnos enumeren las evidencias respecto a la verosimilitud de las autoridades que ellos aceptan, compárelas con las Escrituras.