Lecciones para adultos: "El evangelio en Gálatas"

Edición para maestros. Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2017

Lección 7: "El camino a la fe"

Para el 12 de agosto de 2017

 

Enseña a tu clase | Bosquejo de la Lección | Resumen
Ciclo de Aprendizaje:
Motiva | Explora | Aplica | Crea

 

El sábado enseñaré...

 

Enseña a tu clase a:

Saber: Explicar cómo la ley, aunque no es dadora de vida, nos protege y nos dirige hacia Cristo.

Sentir: Cultivar un amor por la ley como el que se refleja en el sistema sacrificial y en los fundamentos del reino de Dios.

Hacer: Someterse a la disciplina de la ley mientras que nos lleva a aquel que escribe su ley en nuestros corazones.

 

Bosquejo de la Lección

1. Saber: Sometimiento a la disciplina

   1. ¿De qué formas la ley es una bendición al servir como salvaguarda y disciplinadora?

   2. ¿Qué relación tienen los creyentes en Cristo con la ley?

   3. ¿Cómo se cumplen los requisitos de la ley en nosotros?

2. Sentir: Amor a la ley

   1. ¿Cómo llegamos a amar la ley al reflexionar en las profundidades a las que el Padre y el Hijo descendieron para asegurar nuestra salvación?

   2. ¿Cómo el sacrificio de Cristo ilustra el gran valor que Dios le otorga a su hermosa, santa y eterna ley?

3. Hacer: Escrita en nuestros corazones

   1. Al ver a qué precio Cristo cumplió con los requisitos de la ley en nuestro favor, ¿cómo respondemos?

   2. ¿Cómo cooperamos mientras que Dios escribe sus leyes en nuestros corazones?

   3. ¿Qué parte realiza la fe en el cumplimiento de la ley en nuestros corazones?

 

Resumen

Mientras que la ley actúa como salvaguarda y disciplinadora, nos señala a Cristo. Al someternos a la voluntad del Padre, Cristo cumple los requisitos de la ley. Al vivir su vida, le permitimos a Dios que escriba la ley en nuestros corazones.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Sin la ley de Dios, los seres humanos no sabrían qué es el pecado o qué es lo que Dios espera de ellos. Sin embargo, guardar la ley implica más que el mero conocimiento; es necesario el poder que viene solamente del dador de la ley y que es dispensado por medio de Cristo.

 

PASO 1: ¡Motiva!

Solo para los maestros: Comparte lo siguiente en tus propias palabras. Algunos de tus alumnos pueden recordar esta publicidad icónica y su inolvidable eslogan.

Hace muchos años, una publicidad de autos captó la atención de la audiencia nacional, sin duda por el mensaje simple, y a la vez profundo, que presentaba. La publicidad mostraba una mujer que manejaba un vehículo y que pensaba en cómo sería cruzar las líneas de la autopista y arriesgarlo todo. Ella recuerda sus días de la infancia cuando “se salía de las líneas al pintar” las imágenes en su libro para colorear.

La fantasia termina abruptamente cuando la voz de su maestra de jardín la trae de vuelta a la realidad. ¿Qué dijo la maestra? “Quédense dentro de las líneas. Las líneas son nuestras amigas.”

Considera: Pregunta a la clase por qué algunas personas están fascinadas con la vida fuera de los límites, mientras que otros se obsesionan con permanecer dentro de ellos. ¿Cómo podemos guardar la ley de Dios sin volvernos legalistas?

 

PASO 2: ¡Explora!

Solo para los maestros: Los hebreos fueron elegidos por Dios para ser sus representantes en la tierra, para guiar a otros hacia él por el ejemplo de la fe y conexión que tenían con Dios. Sin embargo, eso no siempre funcionó según lo planeado.

Comentario de la Biblia

I. Justicia legal

(Repasa, con tu clase, Gálatas 3:8-10, 15 y Marcos 7:1-7.)

La ley dada por Dios a Moisés fue muy detallada. Había bendiciones específicas que iban adheridas al cumplimiento de la ley, tales como: “Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra. Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre” (Deut. 28:1,2, NVI). ¿Quién no querría una bendición como esa?

Pero Dios no paró al enunciar las bendiciones que vendrían por obedecer sus leyes; también enumeró las maldiciones por desobedecer, como: “Maldito serás en la ciudad, y maldito en el campo” (vers. 16, NVI). Ya que cualquier desviación de la ley podría traer la maldición de Dios, los israelitas se esmeraban penosamente en “guardar la ley.” Al hacerlo, se encontraron con sus estipulaciones legales. Los guardadores de la ley poseían una “justicia legal.”

Con el tiempo, el pueblo de Dios añadió más leyes que las que Dios había dado; hicieron esto para asegurarse de que las leyes de Dios se cumpliesen, o por lo menos esa era su idea. Los israelitas estaban en una misión para dominar los “haz” y “no hagas” de Dios.

Considera: ¿Cómo respondió Jesús al estilo de tradición y religión promulgada y practicada por algunos de los líderes religiosos de su época? (Mar. 7:5-8). ¿Por qué este estilo religioso era tan odioso para el Hijo de Dios? ¿Qué le faltaba?

II. Fe en la práctica

(Repasa, con tu clase, Gálatas 3:19-23 y Génesis 12:1-4.)

El estudio del día martes examina los enunciados “aparentemente” negativos de Pablo acerca de la ley moral y su contraparte civil y ceremonial. Sin embargo, Pablo asevera inequívocamente que la ley no anula la promesa de Dios a Abraham y su simiente. En realidad, trae esa simiente al pie de la cruz de Jesús, donde la verdadera justificación ocurre (Gál. 3:24, 25).

Vale recordar aquí que Pablo está regateando con los judíos en un esfuerzo por compartir el evangelio con los creyentes gentiles que lo necesitan desesperadamente. El esfuerzo de Pablo está de acuerdo con el propósito original de Dios de llamar a un pueblo, a Abraham y sus herederos (Gén. 12:1-4), por medio de quien todas las naciones de la tierra serían benditas. “El propósito del pacto de Dios con Abraham fue la venida del Mesías y la salvación de los hombres.” (Comentario Bíblico Adventista, vol. 6, p. 955).El pueblo elegido por Dios no siempre lo siguió en esta aventura. Ellos imitaron las prácticas hedonistas del mundo. En otras palabras, la fe que practicaron se parecía muy poco a la santidad del Dios a quien decían servir.

Considera: ¿Cómo impacta la práctica de nuestra fe a aquellos a nuestro alrededor? ¿Qué verdades esenciales se nos llama a compartir con un mundo moribundo? Muchos en el antiguo Israel creían que la bendición abrahámica era suya y solamente suya. ¿De qué maneras nosotros a veces valoramos nuestra exclusividad en detrimento de aquellos que anhelan las buenas nuevas de salvación?

III. Una pequeña historia

(Repasa, con tu clase, Gálatas 3:19 y Romanos 7:7-13.)

La afición de la humanidad por el autoengaño es enorme. Por lo tanto, Dios hace todo lo que está dentro de su poder para abrir nuestros ojos a la santidad de sus leyes, sus caminos y su vida. Este era el objetivo de Dios al dar la ley moral en el Monte Sinaí y las leyes civiles y ceremoniales subsiguientes.

Los seres humanos necesitan la ley porque necesitan saber qué está bien y qué está mal. Por ejemplo, el Señor reiteró la ley en el Sinaí porque, después de muchos largos años en Egipto, los hebreos habían perdido de vista cuáles eran los caminos de Dios.

“Durante el largo y oscuro cautiverio de los israelitas en Egipto, donde vivieron en medio del más tenebroso paganism y de la inmoralidad más depravada, casi perdieron su comprensión o conocimiento de las normas morales de Dios y aun de las más rudimentarias ideas de los sacrificios. Y cuando los seres humanos llegan a semejante estado, son insensibles al pecado, pues por ‘la ley’ conocemos el pecado, como Pablo lo declara en otro lugar: ‘Yo no conocí el pecado sino por la ley’ (Rom. 7:7)” (CBA 6:957).

Considera: Las leyes de Dios funcionan de la misma manera hoy. Nos ayudan a ver de forma clara la perspectiva que Dios tiene del pecado y nos dirige hacia Cristo, quien ha hecho expiación por ese pecado. ¿Existe un punto en el que la sensibilizadora influencia de la ley de Dios deje de sacudirnos de vuelta a la realidad? Explica.

 

PASO 3: ¡Aplica!

Solo para los maestros: Anima a tus estudiantes a internalizar las preguntas que aparecen más abajo. El objetivo es que cada persona se inspeccione a sí misma.

Preguntas para reflexionar:

1. Mientras contemplaba la ley de Dios, el Rey David escribió lo siguiente: “La ley del Señor es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al sencillo” (Sal. 19:7, NVI) ¿Qué es lo perfecto de la ley de Dios?

2. En Josué 1:8, Dios le aconseja a Josué que guarde el libro de la ley en su boca y medite en él día y noche. ¿Por qué era importante que el líder de la nación conociese, hablase y viviese la ley? ¿Cómo puede esta exhortación extenderse a los seguidores de Dios hoy?

Preguntas para aplicar:

1. Jeremías 17:9 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” ¿Cómo ayudan las leyes de Dios a encauzar el corazón humano?

2. ¿Cuáles de las leyes de Dios son las que más te cuestan obedecer? ¿Por qué?

Preguntas para testificar:

1. ¿Cuándo es apropiado compartir los requisitos de Dios con la gente a quien llevamos el evangelio? Muchas personas sin adoctrinamiento quedan sorprendidas por lo que la Biblia dice acerca de diferentes temas. ¿Cómo reaccionamos nosotros a su sorpresa, y a veces desdén, inicial, a fin de compartir con ellos la bendición y el gozo que da obedecer los mandamientos de Dios?

2. Piensa en el ministerio de Jesús a la mujer junto al pozo (Juan 4:1-42). ¿Qué tenía Jesús que atrajo a esta mujer hacia él? Al extenderle gracia a la mujer, ¿pasó Jesús por alto las órdenes de la ley referente al matrimonio? Contrasta esta experiencia con la de la mujer sorprendida en adulterio (Juan 8:1-11). ¿Por qué Jesús la abrazó con su perdón y amor en vez de condenarla por su conducta adúltera? ¿Cómo pudo Jesús encontrar el balance justo entre la aplicación de la ley y la aplicación de la gracia?

 

PASO 4: ¡Crea!

Solo para los maestros: Comparte la siguiente historia verdadera con tus propias palabras. El objetivo aquí es ver claramente la incapacidad que tiene la ley de prevenir que los seres humanos se comporten de forma poco ética e inclusive criminal. Haz énfasis en la necesidad que tenemos de una relación con Dios de permanencia más profunda.

Hoy vivimos en la era del robo de identidad. Hace poco, una mujer llegó a su casa y se encontró, en su correo de voz, con una cantidad de mensajes desesperados de la división de fraudes de crédito de un enorme centro comercial. ¿Cuál era el problema? Alguien de otra ciudad estaba intentando comprar bienes por el equivalente a mil quinientos dólares, usando su tarjeta de crédito. La ladrona sospechosa había intentado cambiar la dirección de la dueña de la tarjeta a su propia ciudad. Ya que la mujer a quien le pertenecía la tarjeta nunca había vivido en esa ciudad ni había estado allí en más de tres años, el episodio llamaba muchísimo la atención.

Existen sindicatos internacionales del crimen cuyo único propósito es beneficiarse del robo de identidad. ¿Pero cómo se lo explicamos a aquellas personas que intentan aventajarse por medio de la falsificación de información acerca de sus vidas? Por ejemplo, hace poco, un estudiante universitario obtuvo dinero para una beca de un valor equivalente a cuarenta y cinco mil dólares bajo falsas pretensiones, catorce mil de los cuales venían de una universidad prestigiosa. Al enviar su solicitud para varias becas, falsificó cartas de recomendación, plagió el trabajo de profesores, mencionó libros de los que había sido coautor, cursos que había tomado y seminarios que había dictado. Todo era falso.

¿Qué es lo que impulsa a una persona a cometer crímenes como los mencionados arriba? Seguramente, hay una patología criminal obvia, pero vayamos más allá de lo obvio. ¿Cómo una relación con Jesús podría haber tenido un rol significativo en el cambio de conducta de un estafador como los que mencionamos? ¿Cómo podemos cuantificar la diferencia que Jesús hace en la vida de las personas?