Lecciones para adultos: "Mayordomía: Las motivaciones del corazón"
Edición para maestros. Primer trimestre (enero-marzo) de 2018
Lección 13: "Los resultados de la mayordomía"
Para el 31 de marzo de 2018
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El sábado enseñaré...
Saber: Reconocer los resultados y los beneficios de la mayordomía.
Sentir: Apreciar los privilegios de una comunidad de creyentes que viven como mayordomos fieles.
Hacer: Construir una vida basada en los principios de la mayordomía estudiados a lo largo de este trimestre.
Conocer: Vidas bien vividas
¿Cuál es el significado de la frase “gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento” (1 Tim. 6:6)?
¿Cómo debieran afrontar los creyentes todas aquellas cosas de este mundo que no pueden controlar?
¿Qué relación existe entre la fidelidad de los mayordomos cristianos y su influencia entre los no creyentes?
Sentir: Cómo experimentar la reafirmación de Dios
¿Cómo nos harán sentir las palabras afirmativas: “Bien, buen siervo y fiel” (Mat. 25:23) cuando las escuchemos?
¿Qué sensación de recompensa sentirán los cristianos, cuando vean almas en el Reino de Dios, que estarán allí debido a su mayordomía?
Hacer: Librar la buena batalla
¿Cómo podemos vivir para revelar a Dios, en medio de un planeta en penumbras a causa del pecado?
¿Cómo podemos aunar esfuerzos como mayordomos cristianos, con el propósito de que nuestro trabajo individual se multiplique?
¿Cómo pueden aumentar su fe los discípulos?
El resultado de la mayordomía depende de Dios, que siempre hace su parte, y de los mayordomos humanos imperfectos, que a veces siguen fielmente sus instrucciones, en ocasiones con imperfecciones, otras en forma parcial, o no las obedecen. El elemento humano es la variable. Para mejorar los resultados, debemos mejorar al mayordomo.
Textos destacados: 1 Pedro 2:12; 3:15.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: El propósito inmediato de la mayordomía es llevar adelante la misión de Dios de redimir al mundo.
Solo para los maestros: Recuerda a los alumnos la verdad primordial de que Cristo es el centro de la mayordomía. Todo lo que hemos aprendido emana de él y gira alrededor de él. Ya sea que se trate de los diezmos y las ofrendas, de la administración del tiempo o del manejo de las influencias, Cristo debe ser en el centro. La mayordomía no tiene que ver, esencialmente, con reglamentos, prácticas e instrucciones; esas cosas tienen su lugar, pero el tema central es nuestra relación con Cristo. ¿Confiamos lo suficiente en él como para obedecerlo? ¿Lo amamos lo suficiente como para servirlo; para desprendernos de todo lo demás? Nuestras respuestas sinceras a estas preguntas no solo miden nuestra efectividad, sino también determinan nuestro destino.
Diálogo inicial: Analicen los diversos lugares de trabajo que representan los miembros de la clase. Pregúntales cuáles son las metas de sus negocios u organizaciones. ¿Es una organización sin fines de lucro, que se preocupa por mantener a los niños alejados de la delincuencia; un restaurante, cuyo principal activo es tener la mejor pasta en la ciudad; o una empresa global, con objetivos múltiples?
A continuación, pregunta cómo miden los logros y los resultados sus organizaciones. ¿Existen procesos formales de evaluación o conjuntos de herramientas de sondeo? Las expectativas de la administración, ¿son claras desde el nivel más alto hasta el más bajo de esas organizaciones?
Ahora aplica estos conceptos al Reino. ¿Cuál es el propósito o la misión principal del Reino? ¿Cómo medimos nuestra efectividad en la satisfacción de los propósitos del Reino y en el logro de metas específicas? ¿Cómo se utiliza esta información para establecer cambios que podrían mejorar nuestra efectividad?
Solo para los maestros: Graba en la mente de los alumnos la realidad de que las influencias negativas pueden obstaculizar nuestra eficiencia en la extensión misionera, de la misma manera en que una pequeña perturbación puede afectar negativamente la tracción del vehículo: la nieve, el hielo, el polvo, la grasa, la lluvia, los neumáticos gastados, desinflados o demasiado inflados, el deterioro de la superficie de la ruta, los escombros, y otros. Los neumáticos nuevos y bien inflados, y la calzada seca y bien reparada pueden influir positivamente en la tracción. Ahora pregúntales: ¿Cómo es nuestra “tracción” espiritual en nuestra comunidad? ¿Nos ven como extraños, como religiosos extremistas? ¿Somos invisibles? ¿Solo nos ven durante la época de la “recolección”? La gente, ¿percibe que trabajamos activamente por mejorar nuestra comunidad? ¿Ejercemos la mayordomía para extender nuestra influencia cristiana?
Comentario de la Biblia
I. La piedad
(Repasa, con tu clase, Job 1:1; 29:11-17; 2 Tim. 3:1-9; Sant. 1:27).
Pablo habla de quienes tienen una forma de piedad, aunque sin ningún poder espiritual. Muchos fariseos practicaban este enfoque de la piedad; para ellos, la piedad se relacionaba con las apariencias. Sin embargo, la verdadera religión, según la definición de Santiago y otros escritores bíblicos, no es ni una fachada ni la evasión que practican las órdenes monásticas que evitan el contacto con el mundo exterior.
La verdadera religión es ser un fiel mayordomo de la gracia de Dios, y se manifiesta en cambios tangibles que mejoran nuestro mundo, alivian el sufrimiento y conducen a las personas a Dios. Santiago la definió; Job la ejemplificó. Job fue íntegro en el manejo de su posesión de riquezas, y las distribuía diligentemente entre los necesitados. Jeremías ejemplificó la verdadera piedad y una mayordomía excepcional, al ser un fiel portavoz de Dios, a pesar del sufrimiento personal que experimentó. Hebreos 11 enumera cantidad de personas que respondieron al llamado de Dios a ser fieles. Nosotros somos llamados a integrar el capítulo siguiente.
Considera: ¿Cómo ejemplifica la vida de Job la definición de Santiago sobre la verdadera religión? Si los miembros de tu iglesia demostraran una revelación de piedad similar, ¿cómo podría cambiar tu comunidad?
II. Piedad con contentamiento
(Repasa, con tu clase, Fil. 4:4-13; 1 Tim. 6:1-10; Heb. 13:5-7).
Sería difícil refutar la afirmación de que la piedad por sí sola es una gran ganancia. Sin embargo, la Escritura une la piedad con el contentamiento, como una gran ganancia. ¿Qué añade el contentamiento? Indudablemente, acentúa la confianza, el aprecio y el agradecimiento. Cuando decimos que Dios es nuestro Sustentador y nos quejamos constantemente de su provisión, no parece muy congruente. Pablo dijo que podía contentarse bajo cualquier circunstancia. Fue una declaración que solo podía hacer alguien como Pablo, que soportó tantas pruebas y experiencias cercanas a la muerte. Lee 2 Corintios 11:23 al 33, si quieres considerar un ejemplo conciso, y amplía tu conocimiento leyendo la segunda mitad de Hechos. Pablo no tuvo una vida fácil, pero disfrutaba de una vida de contentamiento.
El contentamiento no tiene tanto que ver con las circunstancias sino, más bien, con la actitud ante las circunstancias. Jesús dijo que las zorras y las aves tenían nidos, mientras que él no tenía lugar para recostar su cabeza. Sin embargo, Jesús fue el ejemplo perfecto de contentamiento (Mat. 8:20). Agur pidió a Dios que no le enviara pobreza ni riquezas: las riquezas lo tentarían a la arrogancia; la pobreza podría conducirlo al robo (Prov. 30:7-9). ¡Qué sabiduría! Además, ¿qué riquezas terrenales pueden compararse con el tesoro que tenemos en Cristo?
Considera: ¿De qué manera el contentamiento demuestra la confianza en Dios?
III. El alma confiada
(Repasa, con tu clase, Prov. 3:5; Isa. 55:9; Mat. 22:37; 1 Cor. 4:5, 13:12).
Cristo dijo que el corazón va tras su tesoro. Cuán bien ilustra esto en forma negativa la triste historia del joven rico (Mat. 19). Las riquezas resultaron ser el límite de este joven prometedor y talentoso.
“Su aserto de que había guardado la Ley de Dios era falso. Demostró que las riquezas eran su ídolo. No podía guardar los Mandamientos de Dios mientras el mundo ocupaba el primer lugar en sus afectos. Amaba los dones de Dios más que al Dador [...]
“Únicamente quienes lleguen a ser colaboradores con Cristo, únicamente los que digan: ‘Señor, todo lo que tengo y soy te pertenece’, serán reconocidos como hijos e hijas de Dios. Todos deberán considerar lo que significa desear el cielo, y sin embargo apartarse de él por causa de las condiciones impuestas. Pensemos en lo que significa decir No a Cristo. El príncipe dijo: ‘No, yo no puedo darte todo’. ¿Decimos nosotros lo mismo? El Salvador ofrece compartir con nosotros la obra que Dios nos ha dado para realizar. Nos ofrece emplear los recursos que Dios nos ha dado para llevar a cabo su obra en el mundo. Únicamente de esa manera puede salvarnos.
“Los bienes del príncipe le habían sido confiados para que se demostrase un fiel mayordomo; tenía que administrar esos bienes para beneficio de los menesterosos. También ahora confía Dios recursos a los hombres, así como talentos y oportunidades, con el fin de que sean sus agentes para ayudar a los pobres y dolientes. Quien emplea como Dios quiere los bienes que le ha confiado, llega a ser un colaborador con el Salvador. Gana almas para Cristo, porque es un representante de su carácter” (DTG 479, 480).
El joven rico no podía confiar su tesoro a Dios; se alejó tristemente de la invitación de Jesús a seguirlo. Los versículos finales de Mateo 6 nos recuerdan las recompensas de confiar totalmente en Dios como lo hacen las aves. ¡Qué liberación emocional! ¡Ah, si confiáramos totalmente en Dios!
Considera: ¿Qué querrá decir Hebreos 11:6 con que es imposible agradar a Dios sin fe (confianza)?
IV. Cómo influir en la gente
(Repasa, con tu clase, Efe. 5:8; Mat. 5:16; Tito 2:7; 1 Ped. 2:11, 12; 3:15).
Imagina la influencia que Dios tiene cuando los cristianos reflejan su carácter. Ser un trabajador concienzudo y alegre, un vecino compasivo, un empleador imparcial y una buena persona, representa mucho más que un trillado discurso religioso. Compartir a Cristo puede ser tan sencillo como cuidar niños para que una madre sola pueda ir a una entrevista de trabajo; cortar el césped gratis para una pareja de ancianos; o visitar al hijo de un vecino en la cárcel. En realidad, cuando hacemos estas cosas, las estamos haciendo por Cristo (Mat. 25:31 en adelante). Esta influencia cristocéntrica tiene poder para conquistar al mundo.
Considera: ¿De qué manera las influencias negativas podrían alejar a la gente de Dios?
Solo para los maestros: Santiago nos exhorta a ser cristianos hacedores de la Palabra, no solo oidores (Sant. 1:22-27). Hablar no cuesta nada, en realidad. Si no estamos viendo los resultados que nos gustaría ver de nuestros esfuerzos de evangelización, tal vez deberíamos empezar a hablar menos y a hacer más.
Preguntas para reflexionar y de aplicación:
¿Cuáles crees que serán los criterios de aceptación cuando Jesús escoja a aquellos a quienes congratule con las palabras: “Bien, buen siervo y fiel” (Mat. 25:21)? Por otro lado, ¿cuál es el modelo de conducta de quienes oyen: “Apártense de mí” (Mat. 25:41)?
¿Cómo podemos demostrar que hemos aprendido la importancia de saber amar?
¿Cómo puede ganar amigos el contentamiento interior, y servir de puente para tener conversaciones espirituales con los incrédulos?
¿Cómo se relacionan entre sí el contentamiento, la confidencia y la confianza?
Solo para los maestros: Jesús habló de hacer “millas extra”. Cuando nuestra actitud se convierte en “¿Cuánto es lo mínimo para salir del paso?”, en lugar de “¿Cuánto puedo hacer?”, permitimos que la cuña del egoísmo haga mella en nuestra vida. El camino seguro es hacer lo que hizo Cristo: sacrificarlo todo.
Actividad:
Anota tres cosas con las que te has beneficiado por la Guía de Estudio de la Biblia de este trimestre, y determina, por la gracia de Dios, que las implementarás en tu vida. Comienza a escribir un diario, y registra cómo estos cambios determinaron una diferencia positiva en tu mundo.
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Juan 12:44,45.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Servid al señor de todo corazón basada en Colosenses 3:23-24.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Fábulas por arte compuestas basada en Daniel 8:14.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
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