Lecciones para adultos: "Preparación para el tiempo del fin"
Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2018
Lección 1: "El conflicto cósmico"
Para el 7 de abril de 2018
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El sábado enseñaré...
Saber: Comprender el alcance del conflicto entre Dios y Satanás y la tragedia que involucra a la humanidad.
Sentir: Confiar en que la fidelidad de Dios nos ayudará en las luchas diarias contra el mal.
Hacer: Comprometerse con Dios por amor y obedecer sus mandamientos.
Saber: El alcance cósmico del conflicto de los siglos
¿Cuál es el impacto del mal en el mundo y en el universo?
¿Dónde y por qué comenzó el mal?
¿Cuál es la estrategia de Dios para salvar a la humanidad de la tragedia del mal?
Sentir: El amor de Dios en mi vida
¿Qué les prometió Jesús a sus discípulos para conservar su esperanza hasta el final?
¿Qué seguridad les dio Jesús a sus discípulos para que no se turbe su corazón?
Estas promesas, ¿implican que los discípulos de Dios serán librados de los problemas? ¿Por qué sí o por qué no?
Hacer: La respuesta humana
¿Cómo deben responder los seres humanos al amor de Dios?
¿Por qué guardar la ley de Dios es la única respuesta lógica a la gracia de Dios?
Nuestra esperanza para la eternidad y nuestra relación con el Dios infinito, ¿qué relación tienen con nuestra limitada fidelidad y obediencia a Dios?
Únicamente la solución cósmica de otro mundo es apropiada para resolver el problema cósmico de este. Nuestra manera de vivir debe apuntar a este otro mundo.
Texto destacado: Juan 14:1-4.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Esperar la venida de Cristo al fin de los días no es solo una doctrina o incluso una manera de encontrar consuelo o esperanza para nuestras miserias. Si bien es todo esto, primordialmente es el anhelo de encontrarse con Cristo cara a cara. Esta esperanza de su venida está en el corazón de nuestra vida espiritual. Pero esta esperanza contiene una paradoja. Cuanto más vivamos con él, más estrecha será nuestra relación con él. Sin embargo, cuanto más cerca estamos de él, más anhelamos su presencia física y personal en su reino.
Solo para los maestros: La lección de esta semana introduce el tema del “gran conflicto”, que afecta a todo el universo. La conexión entre el cielo y la tierra debiera darnos, en nuestra vida actual, la esperanza de la futura venida del reino celestial de Cristo. Esta creencia es mucho más que simplemente alcanzar una mejor calidad de vida y disfrutar de una casa más agradable en el perfecto reino de Dios. Si bien estos beneficios están implícitos, la esperanza del reino venidero de Cristo se centra principalmente en la Persona de Jesucristo, que nos ama y nos amó y con quien conviviremos por la eternidad. Jesús nos da la razón por la que nos prepara un lugar: “Para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:3). Por lo tanto, la vida del cristiano debiera enfocarse en ese reino y en esa Persona.
Diálogo inicial: Un rabino del siglo XV, el Maharal de Praga, comparó al creyente con un árbol al revés, arraigado en el cielo pero que florece y da frutos en la tierra. Por lo tanto, el cristiano debiera tener sus raíces en el cielo y dar frutos y flores en la tierra que testifiquen del cielo. Las palabras, los actos y el estilo de vida del cristiano deben despertar en los que lo rodean la profunda necesidad y el intenso deseo del reino de los cielos. En cierto sentido, como cristianos y adventistas del séptimo día, somos responsables de encender dentro de los que nos rodean la esperanza en el “advenimiento”.
Preguntas para dialogar: ¿Cómo se relaciona el cielo con la tierra? El estilo de vida de un cristiano, ¿cómo puede insinuar la belleza y la atmósfera del cielo a los demás? ¿Qué lecciones espirituales podemos aprender de la contemplación de las estrellas y de la dimensión infinita del universo (Sal. 8:3, 4)? ¿Por qué era necesario que el gran Dios del universo dejara el cielo para morar en la tierra (Juan 3:31-36)?
Solo para los maestros: El estudio de esta semana nos confronta con el drama del gran conflicto, que comenzó en el cielo con la rebelión de Lucifer y luego se trasladó al planeta Tierra con la caída de nuestros primeros padres. Su final comienza con la encarnación de Dios, que vino a vivir entre nosotros para prepararnos para el reino celestial de Dios al final de los tiempos. Anima a tus alumnos a reflexionar en el poderoso significado de estos acontecimientos.
Comentario de la Biblia
I. El origen del mal
(Repasa, con tu clase, Eze. 28:2, 11-17; Isa. 14:12-14; 2 Tes. 2:7.)
Los textos bíblicos que hablan del origen del mal son muy pocos y breves. Ezequiel nos dice que el mal surgió repentinamente, pero no da ninguna explicación: “Se halló en ti (Lucifer, simbolizado en el pasaje de Ezequiel por el rey de Tiro) maldad” (Eze. 28:15). Dios no tuvo nada que ver con la creación de esa iniquidad. Nada en este ser angelical podría haber presagiado su caída. De hecho, Dios había “creado” a Lucifer “perfecto” (Eze. 28:15) y “lleno de sabiduría” (Eze. 28:12). Dios lo había colocado incluso en el “Edén, en el huerto de Dios” (Eze. 28:13), lo que significa que Dios había puesto a Lucifer “en el santo monte de Dios” del templo celestial donde se “paseaba” (Eze. 28:14).
El texto bíblico sugiere el absurdo proceso de cómo se originó el mal. El mal comenzó en la intimidad de la mente de Lucifer; “Se enalteció tu corazón” (Eze. 28:17, comparar con Eze. 28:2). Pensó que era un dios (Eze. 28:2). El profeta Isaías describe el mismo proceso de pensamiento en Lucifer (Isa. 14:13); aquí también, Lucifer tiene la ambición de sentarse en el monte santo, e incluso llegar a ser “semejante al Altísimo” (Isa. 14:13, 14).
Lo que sucedió en el cielo llegó a ser el modelo para el inicio de la iniquidad en la tierra entre los seres humanos. Los primeros seres humanos, Adán y Eva, fueron creados perfectos, como lo fue Lucifer. Ellos fueron hechos “a imagen de Dios”. Dios los puso en el Edén. El argumento empleado por la serpiente (es decir, Satanás) para convencer a Eva para pecar nos recuerda el autoengaño y la tentación del orgullo que llevó a la caída de Satanás: “Seréis como Dios” (Gén. 3:5). Así, los seres humanos se autoengañaron y albergaron la ilusión de que alcanzarían el estatus divino de la sabiduría (Gén. 3:6). En el cielo y en la tierra, el surgimiento del mal ocurrió contra los planes de Dios, una anomalía que no tiene explicación alguna y no se puede entender. Como lo llama Pablo, la existencia del mal es “el misterio de la iniquidad” (2 Tes. 2:7).
Considera: ¿En qué sentido es un misterio el origen de la iniquidad? ¿En qué ejemplos de la historia puedes pensar que ilustran la naturaleza “absurda” del mal? En una escala más pequeña, ¿de qué manera observas el carácter irracional del mal en tu propio comportamiento? Comparte un ejemplo de una ocasión en que fuiste víctima de la injusticia irracional del mal.
II. El producto del mal
(Repasa, con tu clase, Apoc. 12:1-17; Gén. 3:15.)
No bien estalló el mal, estalló la guerra en el cielo y luego en la tierra. El libro de Apocalipsis informa brevemente sobre la guerra en el cielo entre los ángeles de Satanás y los ángeles de Dios (Apoc. 12:7). El pasaje no describe la naturaleza ni el contexto de esta guerra celestial. Simplemente se nos dice que el bando de Satanás perdió la batalla y fue arrojado del cielo a la tierra (Apoc. 12:13; comparar con vers. 4). Entonces la guerra, también conocida como el gran conflicto, cambia su enfoque principal a la tierra, donde el siguiente conflicto tiene lugar entre Satanás (“el dragón”) y el pueblo de Dios (“la mujer”), que da a luz al Mesías (Apoc. 12:13). Luego Satanás vuelve a atacar a “la mujer”. Ella huye al desierto y sufre persecución por “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” (Apoc. 12:6, 14; comparar con Dan. 7:25). Satanás entonces se vuelve contra “el resto” del pueblo de Dios y lo ataca (Apoc. 12:17).
Considera: ¿Por qué la Biblia es tan reticente con respecto al contexto relacionado con el origen del mal en el cielo? ¿Por qué la historia de la iglesia es el foco de la visión profética de Apocalipsis 12?
III. La solución al mal
(Repasa, con tu clase, Gén. 3:15; Fil. 2:6-8.)
La continuación del gran conflicto aquí en la tierra también involucra al Dios del cielo. El mal comenzó con la aberración de un ser que quería ocupar el lugar de Dios. Irónicamente, la solución por la que Dios eligió confrontar el mal fue mediante un cambio del estatus divino. Dios, el Omnipotente y Eterno, se convirtió en un ser humano (el hijo de un carpintero) y sufrió la muerte de un criminal para salvar a la humanidad. La intención divina de salvar a la humanidad se describe en la primera profecía bíblica en la que Dios se dirige a la serpiente en términos bélicos (Gén. 3:15). El apóstol Pablo capta la esencia de toda la trama: Cristo, “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil. 2:6-8).
Considera: ¿Por qué, en el proceso de la salvación, el acto de la cruz es suficiente para salvarnos? ¿Cuál es la relación entre el evangelio de la cruz, que muestra el amor y la gracia de Dios para con nosotros, y nuestra esperanza para el futuro reino de Dios?
Solo para los maestros: Analiza con tus alumnos la relación complementaria entre la cruz y el reino de Dios. Haz esta pregunta: “¿Cómo sabes que eres salvo?” Desafía a cada uno de tus alumnos a pensar su respuesta con detenimiento. ¿Por qué es imposible tener acceso al reino de Dios sin la cruz? Expláyense en la respuesta a la penúltima pregunta al final de la sección anterior: ¿Por qué la cruz es suficiente para la salvación?
Preguntas de aplicación:
Analiza este principio práctico: Conocer el final del viaje nos ayuda a orientarnos en ese viaje.
¿Cuál es la relación entre la obediencia a los mandamientos de Dios y la “fe de Jesús” (Apoc. 14:12), que nos salva por gracia?
Solo para los maestros: Comparte la siguiente historia:
“Un hombre encontró una trompeta maravillosa a la venta en el mercado local.
“El vendedor se jactaba de sus propiedades mágicas. ‘Esta trompeta’, decía, ‘tiene un poder maravilloso. Puede extinguir cualquier fuego. Sopla a través de la trompeta, e inmediatamente el fuego será controlado’.
El hombre quedó intrigado y compró la trompeta. Apenas llegó a su casa, inmediatamente decidió probar el poder de la trompeta. Incendió su casa y entonces comenzó a soplar con la trompeta. Desafortunadamente, y para su desconcierto, el fuego continuó ardiendo, y la trompeta no tuvo ningún efecto sobre él.
“Desesperado, volvió corriendo al mercado y tomó al vendedor que le había vendido la trompeta. Le espetó que la trompeta no funcionaba […]. El vendedor entonces le explicó que la función de la trompeta no era apagar el fuego, sino advertir a los demás que había un incendio para que vinieran y lo controlaran”.-Adaptado de Jacques B. Doukhan, Proverbs, p. 25.
Actividad:
Transforma esta historia en un sketch dramático que algunos alumnos representarán. Al final de la representación, pregunta qué relación tiene esto con la venida de Cristo y el fin del mundo. ¿Te ha comportado alguna vez como este trompetista absurdo?
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Colosenses 3:1.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Fieles en lo poco basada en Lucas 16:10.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Preparémonos para la inmortalidad basada en 1 Juan 5:4.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
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