Lecciones para adultos: "Preparación para el tiempo del fin"
Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2018
Lección 6: "El “cambio” de la Ley"
Para el 12 de mayo de 2018
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El sábado enseñaré...
Saber: Reconocer la importancia de la ley de Dios y examinar el papel central del sábado en la ley de Dios.
Sentir: Experimentar el amor de Dios en su ley y aprender a disfrutar de la ley de Dios.
Hacer: Encontrar maneras de obedecer la ley de Dios sin caer en el legalismo.
Saber: El sábado en la ley
¿Por qué Dios dio la ley?
¿Cuál es el lugar del sábado en el Decálogo?
¿Cómo se relaciona la gracia de Dios con su ley?
Sentir: La ley es amor
¿Por qué debiéramos disfrutar de la ley de Dios?
¿Por qué necesitamos amar a Dios para obedecer sus mandamientos?
¿Por qué el sábado es el mandamiento que expresa la mayor parte de su amor por la humanidad?
La práctica de la gracia
¿Por qué el cristiano desea obedecer a Dios?
¿Por qué debiera comenzar el sábado a tiempo?
¿Por qué muchos judíos y cristianos decidieron morir antes que desobedecer a Dios?
La ley de Dios es el elemento más visible y más concreto de la religión bíblica. Y sin embargo, es el aspecto más polémico y controvertido. Por lo tanto, es en la ley, y más específicamente, en el sábado, que la fidelidad religiosa fue y será probada.
Textos destacados: Daniel 7:25; Apocalipsis 14:9.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: La ley de Dios es para nuestra vida espiritual lo que el ejercicio físico es para nuestra sangre. El sábado es para la ley lo que la sangre es para el cuerpo. La ley es la única manera que Dios ha encontrado para hacer que nuestra religión sea real y se mantenga viva.
Solo para los maestros: Muchos cristianos han rechazado la ley. Confunden la observancia de la ley con legalismo. Y, no obstante, en realidad la ley no puede separarse del evangelio. ¿Por qué?
Diálogo inicial: Muchos cristianos piensan que la ley del sábado podría aplicarse a cualquier día. Creen que Dios, que es eterno, no se preocupa por un día específico; o sostienen que, para ellos, el sábado se celebra todos los días, porque debemos adorar a Dios todos los días de la semana.
Preguntas para dialogar:
¿Por qué guardar el día de reposo otro día que el prescrito por la ley de Dios (el “séptimo día”) afecta el contenido espiritual del sábado?
¿Qué lecciones espirituales del sábado se perderán si observamos el día de reposo en un día distinto al “séptimo día”?
Solo para los maestros: ¿Guardamos los mandamientos de Dios solo porque pensamos que son sabios y racionales, o porque creemos que nos harán más felices? Contrariamente a cualquiera de estos motivos, la única justificación para guardar la ley que se da en la misma ley es: “Yo soy Jehová tu Dios” (Éxo. 20: 2). Es nuestra relación personal e histórica con el Dios de la gracia, el Dios que nos ha salvado y nos ha amado, y el Dios que amamos a cambio lo que explica por qué debemos guardar estos mandamientos. Es porque él es “tu Dios”. Cambiar la ley desplazaría esa razón: de Dios a nosotros mismos. El cambio de la ley por otra razón, nuestra razón humana, significaría que hemos reemplazado a Dios por nuestra propia invención. La Biblia llama “idolatría” a esta maniobra (Isa. 40:19).
Comentario de la Biblia
I. La gracia de la ley
(Repasa, con tu clase, Gén. 2:16; Sal. 119:29.)
Es llamativo que la primera palabra de Dios a la humanidad (Adán y Eva) fuera un mandamiento: “Mandó Jehová Dios al hombre” (Gén. 2:16). Este verbo “mandó” se refiere más que a deberes morales u observancias rituales. Porque, como vemos, Dios “mandó” la creación del mundo (Sal. 33:9; Isa. 45:12). Asimismo, la ley de Dios no se compone solo de peticiones, órdenes imperativas, cosas que debiéramos hacer o prohibiciones: es más bien un regalo. Dios mismo se refiere a su ley como su regalo a los seres humanos (Éxo. 24:12; Neh. 9:13) para su propia felicidad y sabiduría (Sal. 19:8; Deut. 4:5, 6). Además, la ley de Dios en la Biblia se entiende como la expresión de su gracia. Como entona el salmista: “Concédeme las bondades de tu ley” (Sal. 119:29, NVI).
La gracia, como sugiere este salmo, no es incompatible con la ley. De hecho, la gracia se identifica con la ley. El primer mandamiento de Dios es un buen ejemplo. Notablemente, su primer mandamiento implica un regalo de todos los árboles: “De todo árbol […] podrás comer” (Gén. 2:16). Pero también contiene una prohibición, o ley, que garantiza la vida, porque comer de su fruto provocará la muerte. Por lo tanto, como lo demuestra la Escritura, las leyes de Dios son un regalo de Dios para nosotros, una expresión de su gracia y su amor por la humanidad.
Considera: La ley es un don de Dios, una expresión de su amor por nosotros. ¿Por qué y cómo, entonces, debiéramos obedecer la ley? ¿De qué manera el sábado es una expresión del amor de Dios por nosotros? ¿Por qué el salmista y el mismo Pablo llaman “delicia” a la ley de Dios? (Sal. 119:92; Rom. 7:22)? ¿Por qué a la ley del sábado se la llama “delicia” (Isa. 58:13)?
II. El cambio de la ley
(Repasa, con tu clase, Dan. 7:25.)
El texto bíblico de la creación informa que Dios es el que determinó los tiempos (Gén. 1:14, 17). Este acto fue su prerrogativa exclusiva como Creador del universo.
El profeta Daniel confirma esta misma verdad de la creación cuando enfatiza que es Dios quien “cambia los tiempos y las épocas” (Dan. 2:21). Sin embargo, Daniel ve en su visión profética de la historia humana la llegada de un poder, representado por un “cuerno pequeño” con rasgos humanos, que “pensará en cambiar los tiempos y la ley” (Dan. 7:25). La referencia a “los tiempos”, en asociación con la “ley” de Dios, apunta, de hecho, a un tiempo específico: el sábado; porque el sábado es la única ley que se refiere al dominio de los tiempos. Por ende, podemos deducir del texto que el poder del cuerno pequeño intentará cambiar el día de reposo. La característica humana de este poder, que simboliza su identidad religioso-espiritual (comparar con Dan. 7:4, 13) y su lugar en la secuencia de los reinos (después de la Roma pagana), sugiere que es la Iglesia Católica Romana. La profecía de Daniel predijo así la pretensión de la iglesia de ocupar el lugar de Dios como Creador.
La Iglesia Católica Romana hizo exactamente lo que predijo la profecía, al reemplazar la santidad del sábado por la adoración dominical. La razón histórica principal que motivó a los emperadores romanos, junto con las autoridades católicas, en la dirección de la observancia del domingo fue que este cambio facilitaría la integración de la mayoría de los pueblos del Imperio Romano. Ellos adoraban al sol y por lo tanto guardaban el domingo, el día del sol. Esta estrategia y transigencia “evangelizadora” ayudó enormemente al éxito político de la Iglesia Católica Romana.
Sin embargo, para justificar este cambio a posteriori, los padres de la iglesia utilizaron el argumento teológico de que Jesús resucitó el domingo. Esta defensa teológica, de hecho, expresaba la antigua filosofía dualista griega que separaba el mundo físico inferior de la creación del mundo espiritual superior.
Considera: ¿Por qué el sábado es el mandamiento más vulnerable y el mandamiento más fácil de cambiar? ¿Cuáles son los conceptos erróneos revelados a través de las razones históricas y teológicas para ese cambio?
Actividad: Analiza y desmantela el razonamiento espurio detrás de los principales pasajes de prueba utilizados por muchos cristianos para respaldar el cambio de la observancia del sábado al domingo.
III. Una señal de los tiempos
(Repasa, con tu clase, Apoc. 12:17; 14:9, 12.)
El libro de Apocalipsis nos informa que más allá del intento de cambiar el sábado por parte del “cuerno pequeño”, el sábado servirá en el tiempo del fin como prueba de fidelidad. Ya en el Antiguo Testamento el sábado fue dado como una señal entre Dios y su pueblo, una señal visible de que Dios es quien los santifica (Éxo. 31:13, Eze. 20:12). La ubicación del sábado en el centro del Decálogo (que era el lugar del sello en los antiguos tratados pactuales) atestigua esa función del sábado.
El libro de Apocalipsis utiliza el símbolo veterotestamentario de fidelidad a la ley de Dios, una señal en la frente y en la mano (Deut. 6:8) para describir al que se une al bando del enemigo de Dios y “adora a la bestia” (Apoc. 14:9). Este símbolo sugiere que la persona en cuestión se ha sometido a una ley falsa que ha reemplazado a la ley de Dios. El hecho de que la adoración a la bestia se contraponga con la adoración al Creador (Apoc. 14:7) sugiere que es el sábado lo que está en juego aquí, porque el sábado expresa la fe en el Creador (Éxo. 20:11). De hecho, el siguiente versículo explica que este comentario se aplica a los “santos” que “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Apoc. 14:12, comparar con Apoc. 12:17).
Considera: Si le preguntaras a un adventista del séptimo día qué significa el día de reposo para él, quizá responda: “No es el domingo”. Aunque esta respuesta contiene un importante elemento de verdad, no es totalmente cierta. ¿Por qué?
Solo para los maestros: Analiza las razones por las que los padres de la iglesia no querían guardar el día de reposo sabático. Muestra la relación entre el origen del antisemitismo y el rechazo del sábado.
Preguntas de aplicación:
¿Cómo debemos guardar el sábado para hacer de este día verdaderamente la señal de Dios?
Analiza esta comparación hecha por un rabino: los adventistas del séptimo día guardan el sábado mientras que nosotros los judíos celebramos el sábado.
Solo para los maestros: Muestra a los miembros de la clase la naturaleza única del mandamiento del sábado en comparación con los otros mandamientos. Ayuda a la clase a entender por qué tiene sentido que el sábado (y no otro mandamiento) será la última prueba de fe.
Actividades:
Comparte con los miembros de tu clase historias de personas que fueron perseguidas por guardar el sábado.
Considera la siguiente pregunta paradójica: ¿Por qué a veces es más difícil guardar el sábado en una sociedad libre que hacerlo en una sociedad opresiva? Analiza.
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Colosenses 3:1.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Fieles en lo poco basada en Lucas 16:10.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Preparémonos para la inmortalidad basada en 1 Juan 5:4.
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