Lecciones para adultos: "El libro de Apocalipsis"
Primer trimestre (enero-marzo) de 2019
Lección 2: "En medio de los candeleros"
Para el 12 de enero de 2019
Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes
Lee Para el Estudio de esta Semana: Apocalipsis 1:9-18; Hechos 7:54-60; Mateo 12:8; Éxodo 20:11; Daniel 10:5, 6; Apocalipsis 1:20; Apocalipsis 2:1-7.
Para Memorizar: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apoc. 2:7).
El Salmo 73 describe el desconcierto del salmista al observar el jactancioso orgullo de los impíos. Vivían con abundancia y comodidad, en contraste con el sufrimiento de los justos. Esta injusticia perturbaba mucho al salmista (Sal. 73:2-16), quien, en su perplejidad, fue al Santuario (Sal. 73:16, 17). Allí, en presencia de Dios, adquirió una comprensión más profunda del asunto.
Siglos más tarde, un anciano apóstol se encontraba preso en una isla rocosa debido a su fiel testimonio. En su angustia, recibió la noticia de que las iglesias bajo su cuidado estaban sufriendo. Sin embargo, en ese momento crítico, tuvo una visión en la que vio al Cristo resucitado en el Santuario celestial. Aquí, como con el salmista, el Señor le reveló a Juan algunos misterios de esta vida y las luchas que esta conlleva. Esta escena del Santuario le brindó la seguridad de la presencia y el cuidado de Cristo, una seguridad que debía transmitir a estas iglesias y a las siguientes generaciones de cristianos a lo largo de los siglos hasta el fin de la historia de este mundo.
Lee Apocalipsis 1:9. ¿Qué nos dice Juan el revelador sobre las circunstancias en que recibió las visiones del Apocalipsis?
Patmos era una isla árida y rocosa del mar Egeo; tenía 16 kilómetros de largo y 10 kilómetros de ancho en su parte más extensa. Los romanos la utilizaban, junto con otras islas circundantes, como colonia penal para los delincuentes políticos desterrados. Los primeros autores cristianos que vivieron relativamente cerca de la época de la redacción del libro del Apocalipsis afirman, por unanimidad, que las autoridades romanas habían desterrado a Juan a Patmos debido a su fidelidad al evangelio. El anciano apóstol seguramente soportó en Patmos todas las dificultades del encarcelamiento romano. Probablemente lo trataban como a un criminal, lo encadenaron con grillos, no le daban suficiente comida y lo obligaban a realizar trabajos forzados bajo el látigo de guardias romanos despiadados.
“Patmos, una isla árida y rocosa del mar Egeo, había sido escogida por las autoridades romanas para desterrar allí a los criminales; pero para el siervo de Dios esa lóbrega residencia llegó a ser la puerta del cielo. Allí, alejado de las bulliciosas actividades de la vida, y de sus intensas labores de años anteriores, disfrutó de la compañía de Dios, de Cristo y de los ángeles del cielo, y de ellos recibió instrucciones para guiar a la iglesia de todo tiempo futuro” (HAp 456).
¿Qué otros personajes de la Biblia han soportado dificultades, incluso a pesar de (o debido a) su fidelidad a Dios? Dan. 3:16-23; Hech. 7:54-60.
Los seguidores de Cristo nunca deben olvidar que cada vez que se encuentran en circunstancias similares a las de Juan, no están solos. El mismo Jesús, que se acercó a Juan con palabras de esperanza y ánimo en medio de sus dificultades en Patmos, todavía está presente con su pueblo para sostenerlo y apoyarlo en situaciones difíciles.
¿Cómo podemos entender la diferencia entre sufrir por amor a Cristo y sufrir por otras razones, incluidas nuestras decisiones equivocadas? ¿O qué decir de sufrir por lo que, al parecer, no merece la pena para nada? ¿Cómo podemos aprender a confiar en el Señor en cada situación?
Lunes 7 de enero: En el día del Señor
Lee Apocalipsis 1:10; Éxodo 31:13; Isaías 58:13; y Mateo 12:8. Según estos versículos, ¿qué día especifica claramente la Biblia que es el día del Señor? ¿Cuán importante debe haber sido este día para Juan en medio de sus dificultades?
“Fue en un sábado cuando la gloria del Señor se manifestó al desterrado apóstol. Juan observaba el sábado tan reverentemente en Patmos como cuando predicaba al pueblo de las aldeas y las ciudades de Judea. Se aplicaba las preciosas promesas que fueron dadas respecto a ese día” (HAp 464).
El mismo versículo sugiere claramente que el apóstol Juan recibió la visión el día sábado. Aunque anhelamos los acontecimientos futuros, incluso la segunda venida de Cristo (Apoc. 1:7), que también llamamos “el día del Señor” (Isa. 13:6-13; 2 Ped. 3:10), Juan hablaba del tiempo en que él tuvo la visión de estos acontecimientos futuros, y eso fue en sábado, el “día del Señor”.
No hay dudas de que, en medio de sus sufrimientos, este sábado cargado de visión debió de haberse convertido en un anticipo de una vida libre de sufrimiento, que él y los fieles de todas las edades experimentarán después de la Segunda Venida. De hecho, según la mentalidad judía, el sábado se considera un anticipo del olam haba, “el mundo venidero”.
“El sábado que Dios instituyó en el Edén era [...] precioso para Juan en la solitaria isla [...]
“¡Qué sábado fue aquel para el solitario desterrado, siempre precioso a la vista de Cristo, pero ahora honrado más que nunca! Nunca había aprendido tanto de Jesús, nunca había oído verdades tan sublimes” (CBA 7:967).
Compara las dos versiones del cuarto mandamiento del Decálogo, en Éxodo 20:11 y Deuteronomio 5:15. Estos pasajes subrayan que el sábado es una conmemoración de la Creación y de la liberación, y nos recuerdan que Dios nos hizo y nos redimió. ¿Cómo podemos, cada sábado, tener siempre presente la realidad de que Dios es nuestro Creador y Redentor? Piensa en esto también: ¿De qué serviría que fuera nuestro Creador si no fuera nuestro Redentor también?
Martes 8 de enero: Encuentro con Cristo en Patmos
Lee Apocalipsis 1:12 al 18. Compara la descripción juanina de Cristo con el Ser divino de Daniel 10:5 y 6. ¿Cómo aparece Jesús en la visión? ¿Qué está haciendo?
Juan ve a Jesús vestido con una túnica sacerdotal en medio de los candeleros. La visión refleja el antiguo templo israelita en el que los candeleros proporcionaban luz (ver 1 Rey. 7:49).
La imagen de Jesús que anda en medio de los candeleros señala la promesa de Dios al antiguo Israel de que él andaría entre ellos como su Dios (Lev. 26:12). En Apocalipsis, los candeleros representaban las siete iglesias de Asia a quienes originalmente se les envió el Apocalipsis por escrito (Apoc. 1:20). En el andar simbólico entre los candeleros, Jesús cumple la promesa del pacto dada a Israel: él estará continuamente con su pueblo hasta que lo lleve a su hogar eterno.
Además, la imagen de Jesús como sacerdote entre los candeleros se extrae de la práctica ritual del templo de Jerusalén. La tarea diaria del sacerdote designado era mantener las lámparas del Lugar Santo constantemente encendidas. Recortaba y recargaba las lámparas que se apagaban, cambiaba las mechas de las lámparas que se habían apagado, las rellenaba con aceite nuevo y las volvía a encender. De ese modo, el sacerdote se familiarizaba con la situación de cada lámpara individual. De la misma manera, Jesús está personalmente familiarizado con las necesidades y las circunstancias, no solo de estas iglesias, sino de todas ellas.
Lee Apocalipsis 2:2, 9, 13 y 19; 3:1, 8 y 15. ¿Qué indica la afirmación “Yo conozco” acerca de cuán familiarizado estaba Jesús con las situaciones y las necesidades de esas iglesias?
Jesús se identificó con los títulos de Dios: “El primero y [...] el postrero” (ver Isa. 44:6; 48:12). La palabra griega para “postrero” es eschatos (“tiempo del fin”), de la que deriva la palabra escatología. Esto muestra que el foco de la escatología está en Jesucristo, quien tiene la última palabra sobre los acontecimientos finales. Él es “el que viv[e]” y posee “las llaves de la muerte y del Hades” (Apoc. 1:18). Las llaves son un símbolo de poder y autoridad. Sus fieles seguidores no necesitan temer, porque incluso los muertos están bajo su cuidado. Y si eso es así con los muertos, ¿cuánto más con los vivos? (Mat. 22:32).
Miércoles 9 de enero: Los mensajes de Cristo para ayer y para hoy
Lee Apocalipsis 1:11, 19 y 20. Jesús también le dio mensajes distintivos a Juan para las siete iglesias de Asia. El hecho de que hubiese más de siete iglesias en la provincia ¿qué sugiere sobre el significado simbólico de estos mensajes para los cristianos en general?
Los mensajes que Jesús le encargó a Juan que enviara a las siete iglesias se registran en Apocalipsis 2 y 3. Sus significados se aplican en tres niveles:
Aplicación histórica. Esos mensajes fueron enviados originalmente a siete iglesias del siglo I, ubicadas en ciudades prósperas de Asia. Esos cristianos enfrentaban serios desafíos. Varias ciudades establecieron el culto al emperador en sus templos como muestra de su lealtad a Roma. La adoración al emperador se volvió obligatoria. También se esperaba que los ciudadanos participaran en eventos públicos y ceremonias religiosas paganas. Debido a que muchos cristianos se negaban a participar en estas prácticas, enfrentaban pruebas e incluso, a veces, el martirio. Encomendado por Cristo, Juan escribió los siete mensajes para ayudarlos con estos desafíos.
Aplicación profética. El hecho de que Apocalipsis sea un libro profético, pero que solo se hayan elegido siete iglesias para recibir estos mensajes, también señala el carácter profético de los mensajes. Las condiciones espirituales de las siete iglesias coinciden con las condiciones espirituales de la iglesia de Dios en diferentes períodos históricos. Los siete mensajes pretenden ofrecer, desde la perspectiva celestial, un estudio panorámico del estado espiritual de la cristiandad desde el siglo I hasta el fin.
Aplicación universal. Aunque originalmente los siete mensajes se enviaron a las iglesias de Asia, ellos contienen también lecciones que se aplican a diferentes cristianos de todas las épocas. Fueron enviados juntos como una sola carta, que debía leerse en cada iglesia (Apoc. 1:11). De modo que representan diferentes tipos de cristianos en diferentes lugares y ocasiones. Por ejemplo, aunque la característica general del cristianismo actual es laodicense, algunos cristianos pueden identificarse con las características de alguna otra iglesia. Lo bueno es que cualquiera sea nuestra condición espiritual, Dios “se encuentra con los seres humanos caídos donde están ellos” (MS 1:27).
Imagínate si el Señor le escribiera una carta para tu iglesia local, como lo hizo con las siete iglesias, sobre los desafíos que enfrenta y su condición espiritual. ¿Qué podría decir esa carta?
Jueves 10 de enero: Mensaje para la iglesia de Éfeso
Éfeso era la capital y la ciudad más grande de la provincia romana de Asia, ubicada en las principales rutas comerciales. Como principal puerto marítimo de Asia, era un centro comercial y religioso muy importante. La ciudad estaba llena de edificios públicos como templos, teatros, gimnasios, baños públicos y burdeles. También era famosa por las prácticas de magia y las artes. La ciudad también era notoria por su inmoralidad y superstición. Sin embargo, la iglesia cristiana más influyente de la provincia estaba en Éfeso.
Lee Apocalipsis 2:1 al 4 junto con Jeremías 2:2. ¿Cómo se presenta Jesús ante esta iglesia? ¿Qué grandes cualidades elogia de ella? ¿Qué preocupación expresa Jesús también?
En un principio, los efesios eran conocidos por su fidelidad y amor (Efe. 1:15). A pesar de que la iglesia experimentaba presiones externas e internas, los cristianos de Éfeso se mantuvieron firmes y fieles. Eran trabajadores y doctrinalmente sólidos; de hecho, no podían tolerar a los falsos maestros en medio de ellos. Sin embargo, por más que los miembros enfatizaban la sana doctrina y el comportamiento ortodoxo, su amor por Cristo y por sus hermanos comenzó a menguar. Aunque eran firmes y fieles, por falta de amor sus obras se volvieron frías y legalistas.
Lee Apocalipsis 2:5 al 7. ¿Qué tres cosas insta Jesús a hacer para que la iglesia reavive su primer amor y su devoción a Cristo y a sus hermanos creyentes? ¿Cómo se relacionan estas tres cosas secuencialmente?
Proféticamente, la situación de la iglesia de Éfeso corresponde a la situación general y a la condición espiritual de la iglesia del siglo I. La iglesia primitiva se caracterizaba por el amor y la fidelidad al evangelio. Pero a fines del siglo I, la iglesia comenzó a perder la llama de su primer amor, y con ello se apartó de la sencillez y la pureza del evangelio.
Imagina que eres parte de una congregación cuyo amor está decayendo. Los miembros quizá no practiquen ningún pecado conocido o visible. En cierta medida, incluso están haciendo lo que corresponde; sin embargo, sufren de formalismo y frialdad. ¿De qué manera el consejo de Jesús puede librar a la iglesia de esta situación?
Para Estudiar y Meditar:
Lee “Patmos”, en Los hechos de los apóstoles, pp. 454-461.
“La persecución sufrida por Juan se convirtió en un medio de gracia. Patmos resplandeció con la gloria del Salvador resucitado. Juan había visto a Cristo en forma humana, con las señales de los clavos que siempre serán su gloria, en las manos y en los pies. Ahora se le permitía contemplar de nuevo a su Señor resucitado, revestido con toda la gloria que un ser humano pudiese contemplar sin perder la vida” (CBA 7:967).
“La manifestación de Cristo a Juan debiera ser para todos, creyentes e incrédulos, una evidencia de la resurrección de Cristo. Ha de transmitirle poder a la iglesia. Hay momentos en que las nubes se ciernen en torno al pueblo de Dios. Pareciera como que la opresión y la persecución amenazasen su existencia. Pero es en estas circunstancias en que se ofrecen las lecciones más instructivas. Así como en la noche más oscura las estrellas brillan más, así también los rayos más brillantes de la gloria de Dios se revelan en medio de la oscuridad más profunda. Cuanto más oscuro sea el cielo, tanto más claros y esplendentes serán los rayos del Sol de Justicia del Salvador resucitado” (CT 313).
Preguntas para Dialogar:
Juan el revelador comparte con los lectores lo que vio y oyó en Patmos. Al leer Apocalipsis 1:12 al 20, ¿qué ves y qué oyes? ¿Qué palabras de consuelo puedes obtener de lo que se revela aquí?
El primer ángel de Apocalipsis 14:7 insta a los habitantes de la Tierra del tiempo del fin a “adora[r] a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”. Este lenguaje es tomado de Éxodo 20:11. ¿Qué nos dice esto sobre la importancia del sábado en el tiempo del fin, según se revela en Apocalipsis?
Hay una extraña ironía que enfrentan muchos cristianos. Cuanto más tiempo pasan en la iglesia, más fácil es que su fe disminuya o que incluso desaparezca. Sin embargo, debería suceder lo contrario. Al fin y al cabo, cuanto más caminamos con Jesús, más debiéramos aprender de él y de su amor por nosotros. Entonces, ¿qué podemos hacer para que la llama de la fe no solo se mantenga encendida sino también brille cada vez más, como debería ser?
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Juan 12:44,45.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Servid al señor de todo corazón basada en Colosenses 3:23-24.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Fábulas por arte compuestas basada en Daniel 8:14.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
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