Lecciones para adultos: "Uno de estos mis hermanos más pequeños: Servir a los necesitados"
Tercer trimestre (julio-septiembre) de 2019
Introducción
A uno de estos mis hermanos más pequeños...
Los adventistas somos llamados a proclamar “el evangelio eterno” (Apoc. 14:6) a todo el mundo. Al hacerlo, simplemente estamos obedeciendo las palabras de Jesús de hacer discípulos, bautizarlos y “enseñ[arles] que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mat. 28:20). Y entre las cosas que él ordenó fue que nos ocupáramos de los que sufren, de los oprimidos, los pobres, los hambrientos, los presos.
Al fin y al cabo, fue Jesús quien, después de contar la parábola del buen samaritano (Luc. 10:30-36), ordenó a sus oyentes: “Ve, y haz tú lo mismo” (Luc. 10:37). Fue Jesús quien, al describir el momento en que dividiría a las naciones frente a él “como aparta el pastor las ovejas de los cabritos” (Mat. 25:32), habló de cuán importante realmente es ayudar a los hambrientos, los enfermos, los desnudos y los presos. “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Mat. 25:40).
En otras palabras, además de la proclamación de las grandes verdades sobre la salvación, el Santuario, el estado de los muertos y la perpetuidad de la Ley, debemos atender las necesidades de los demás. Y ¿qué mejor manera de llegar a la gente que también trabajando en beneficio de ella? Como escribió Elena de White: “Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les pedía: ‘Sígueme’ ” (MC 102).
Según un cálculo, las Escrituras contienen 2.103 versículos que expresan la preocupación especial de Dios por los pobres y los oprimidos. En comparación con muchos otros aspectos de la fe, la doctrina y la vida cristiana en general, el peso de las referencias sobre el servicio a los necesitados es abrumador. Debemos tomarnos en serio la obra de aliviar el dolor y el sufrimiento que existen a nuestro alrededor. Esto no nos aparta de la obra de difundir el evangelio; al contrario, puede convertirse en una forma poderosa de hacerlo.
Por supuesto, es bueno ayudar a los demás por el solo hecho de ayudarlos. Debemos “hacer justicia” (ver Miq. 6:8), simplemente, porque es correcto y es bueno “hacer justicia”. Con todo, ¿no es aún mejor que, mientras hacemos justicia, y ayudamos a los demás en sus necesidades inmediatas y temporales, también les señalemos la “razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Ped. 3:15), que es la promesa de la vida eterna en Cristo?
Jesús sanó enfermedades, dio vista a los ciegos, curó a los leprosos, e incluso resucitó a los muertos. Pero todos aquellos a quienes él ayudó iban, tarde o temprano, a morir, ¿verdad? Entonces, a la larga, hizo más que atender sus necesidades inmediatas. Sí, él atendía a los que sufrían, pero luego les ordenaba: Sígueme. Y esa es precisamente la razón por la que nosotros también debemos atender las necesidades de los que sufren, y luego pedirles que sigan a Jesús.
Sin duda, al procurar la justicia y la bondad en el mundo, estamos preparándonos para el Reino de Dios (ver Luc. 4:18, 19) de una manera tan fiel, tan válido y quizá tan eficaz como la predicación. Cuando cuidamos a los pobres y a los oprimidos estamos, en realidad, honrando y adorando a Dios (ver Isa. 58:6-10). Pero, si no ayudamos a los que sufren, a los que quebrantados, no representamos bien a Dios (ver Prov. 14:31).
Por ende, este trimestre veremos lo que la Palabra de Dios dice (y dice mucho) sobre nuestro deber de atender las necesidades de quienes nos rodean.
“De gracia recibisteis, dad de gracia” (Mat. 10:8). Esto lo dice todo.
Jonathan Duffy se desempeña como presidente de ADRA Internacional (Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales) desde 2012. Antes de unirse a ADRA Australia en 2008, Duffy se desempeñó como director de salud para la División del Pacífico Sur de nuestra iglesia, donde adquirió una vasta experiencia en la promoción de la salud y el desarrollo de la salud comunitaria.
Clave de abreviaturas
CBA Comentario bíblico adventista, 7 tomos
CM Consejos para los maestros, padres y alumnos
CS El conflicto de los siglos
DMJ El discurso maestro de Jesucristo
DTG El Deseado de todas las gentes
Ed La educación
FO Fe y obras
HAp Los hechos de los apóstoles
MB El ministerio de la bondad
MC El ministerio de curación
NB Notas biográficas de Elena G. de White
NTV La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente
NVI La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional
PP Patriarcas y profetas
PR Profetas y reyes
PVGM Palabras de vida del gran Maestro
RVC La Santa Biblia, Reina-Valera Contemporánea
TI Testimonios para la iglesia, 9 tomos
Datos bibliográficos
Heschel, Abraham Joshua. The Prophets. Nueva York: Jewish Publication Society of America, 1962.
Lewis, C. S. Reflections on the Psalms. Nueva York: Harcourt, Brace and Company, 1958.
Tonstad, Sigve K. The Lost Meaning of the Seventh Day. Míchigan: Andrews University Press, 2009.
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Colosenses 3:1.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Fieles en lo poco basada en Lucas 16:10.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Preparémonos para la inmortalidad basada en 1 Juan 5:4.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
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