Guías o lecciones de la Escuela Sabática para el Estudio de la Biblia

Lecciones para adultos: "Daniel"

Primer trimestre (enero-marzo) de 2020

Lección 1: "De leer a entender"

Para el 4 de enero de 2020

Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes

 

Ir ArribaSábado 28 de diciembre

Lee Para el Estudio de esta Semana: Lucas 24:25–27; 2 Pedro 3:11–13; Jonás 3:3–10; Números 14:34; Daniel 9:23; 10:11, 12.

Para Memorizar: “Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?” (Hech. 8:30).

Nuestra iglesia nació de las páginas del libro de Daniel, nuestro estudio para este trimestre. Para comenzar, debemos tener en mente los siguientes puntos como un esquema que nos guíe en nuestro estudio.

En primer lugar, siempre debemos recordar que Cristo es el centro de Daniel, al igual que de toda la Biblia.

En segundo lugar, Daniel está organizado de una manera que muestra belleza literaria y nos ayuda a entender el enfoque principal.

En tercer lugar, debemos entender la diferencia entre las profecías clásicas y las apocalípticas. Esto nos ayudará a distinguir entre las profecías de Daniel y las de otros como Isaías, Amós y Jeremías.

En cuarto lugar, a medida que estudiamos las profecías de tiempo de Daniel, debemos entender que los perfiles proféticos de Daniel abarcan largos períodos y se miden según el principio de día por año.

En quinto lugar, enfatizaremos que el libro de Daniel no solo transmite información profética, sino además es profundamente relevante para nuestra vida personal actual.

 

Ir ArribaDomingo 29 de diciembre: "Cristo: el centro de Daniel"

Lee Lucas 24:25 al 27; Juan 5:39; y 2 Corintios 1:19 y 20. ¿De qué manera Cristo es el centro de las Escrituras?

Indudablemente Jesús es fundamental para las Escrituras, y esto incluye a Daniel también. Por ejemplo: el capítulo 1 muestra, aunque de manera limitada e imperfecta, que la experiencia de Daniel es análoga a la de Cristo, quien dejó el cielo para vivir en este mundo pecaminoso y hacer frente a los poderes de la oscuridad. Además, a Daniel y a sus compañeros se les concede de lo Alto una sabiduría similar a la de Cristo para enfrentar los desafíos de la cultura babilónica. El capítulo 2 describe la figura de la piedra del tiempo del fin (escatológica) para indicar que el Reino de Cristo finalmente reemplazará a todos los reinos del mundo. El capítulo 3 revela a Cristo caminando con sus fieles siervos dentro de un horno de fuego. El capítulo 4 muestra a Dios retirando a Nabucodonosor de su reino por un período, para que el rey pueda entender que “el cielo gobierna” (Dan. 4:26). La expresión “el cielo gobierna” nos recuerda que Cristo, como “hijo de hombre” (Dan. 7:13), recibe el dominio y el Reino, como se muestra en Daniel 7. El capítulo 5 muestra el derrocamiento del rey Belsasar y la caída de Babilonia a manos de los persas durante una noche de juerga y libertinaje. Esto prefigura la derrota de Satanás y la aniquilación de la Babilonia del tiempo del fin por parte de Cristo y sus ángeles. El capítulo 6 muestra que el complot contra Daniel se asemeja a las falsas acusaciones de los principales sacerdotes expresadas contra Jesús. Además, así como el rey Darío intenta sin éxito salvar a Daniel, Pilato trata sin éxito de salvar a Jesús (Mat. 27:17–24). El capítulo 7 retrata a Cristo como el Hijo del hombre que recibe el Reino y reina sobre su pueblo. El capítulo 8 muestra a Cristo como sacerdote del Santuario celestial. El capítulo 9 presenta a Cristo como la víctima sacrificial cuya muerte reafirma el pacto entre Dios y su pueblo. Y los capítulos 10 al 12 presentan a Cristo como Miguel, el Comandante en jefe, que lucha contra las fuerzas del mal y rescata victoriosamente al pueblo de Dios, incluso del poder de la muerte.

Por lo tanto, tengamos presente que Cristo es fundamental para Daniel. En cada capítulo del libro hay alguna experiencia o idea que señala a Cristo.

En medio de las luchas, las pruebas, o incluso en tiempos de gran felicidad y prosperidad, ¿cómo podemos aprender a tener a Cristo en el centro de nuestra vida? ¿Por qué es tan importante que lo hagamos?

 

Ir ArribaLunes 30 de diciembre: La estructura de Daniel

La disposición de la parte aramea de Daniel, los capítulos 2 al 7 (en parte Daniel escribió en hebreo y otras en arameo), revela la siguiente estructura, que ayuda a reforzar el mensaje central de esa parte y del libro:

A. La visión de cuatro reinos de Nabucodonosor (Dan. 2)

B. Dios libera a los compañeros de Daniel del horno de fuego (Dan. 3)

C. Juicio sobre Nabucodonosor (Dan. 4)

C’. Juicio sobre Belsasar (Dan. 5)

B’. Dios libra a Daniel del foso de los leones (Dan. 6)

A’. La visión de Daniel de los cuatro reinos (Dan. 7).

Este tipo de arreglo literario sirve para resaltar el punto principal al colocarlo en el centro de la estructura, que en este caso consiste en C y C’ (Dan. 4, 5): Dios le quita el reino a Nabucodonosor (temporalmente) y a Belsasar (permanentemente). Por lo tanto, el énfasis de los capítulos 2 al 7 está en la soberanía de Dios sobre los reyes de la Tierra, ya que él los pone y los quita.

Una de las formas más eficaces de transmitir un mensaje y aclarar un tema es mediante la repetición. Por ejemplo, Dios le da al faraón dos sueños sobre el futuro inmediato de Egipto (Gén. 41:1–7). En el primer sueño, siete vacas delgadas devoran a siete vacas gordas. En el segundo sueño, siete espigas delgadas y arruinadas devoran a siete espigas de cereal de grano sano. Ambos sueños plantean lo mismo: siete años de escasez vendrán después de siete años de prosperidad.

En el libro de Daniel, Dios también usa la repetición. Hay cuatro ciclos proféticos, que son repeticiones de una estructura básica general. Al final, esta estructura nos muestra la suprema soberanía de Dios. Aunque cada esquema profético principal transmite una perspectiva distinta, juntos cubren el mismo período histórico, que se extiende desde el tiempo del profeta hasta el fin, como muestra el siguiente diagrama:

Daniel 2

Daniel 7

Daniel 8, 9

Daniel 10–12

Babilonia

Babilonia

 

 

Medopersia

Medopersia

Medopersia

Medopersia

Grecia

Grecia

Grecia

Grecia

Roma

Roma

Roma

Roma

Se instaura el Reino de Dios

Juicio celestial que conduce a la Tierra Nueva

Purificación del Santuario

Miguel se levanta

¿Qué gran esperanza presentan estos textos con respecto a nuestras perspectivas a largo plazo? Daniel 2:44; Salmo 9:7–12; 2 Pedro 3:11–13.

 

Ir ArribaMartes 31 de diciembre: Profecías apocalípticas en Daniel

Las visiones proféticas registradas en el libro de Daniel son de una naturaleza diferente de la mayoría de los mensajes proféticos presentados por otros profetas del Antiguo Testamento. Las profecías de Daniel pertenecen a la categoría de profecía apocalíptica, mientras que la mayoría de las otras profecías del Antiguo Testamento pertenecen a la categoría de profecía clásica. Una comprensión de la diferencia básica entre estos géneros proféticos es fundamental para un correcto entendimiento de la profecía bíblica.

Las profecías apocalípticas muestran algunas características peculiares que las diferencian de las llamadas profecías clásicas:

Visiones y sueños. En la profecía apocalíptica, Dios usa principalmente sueños y visiones para transmitir su mensaje al profeta. En la profecía clásica, el profeta recibe “la palabra de Jehová” (que puede incluir visiones), una expresión que aparece con pequeñas variaciones alrededor de 1.600 veces en los profetas clásicos.

Simbolismo compuesto. Mientras que en la profecía clásica hay una cantidad limitada de simbolismo (que involucra principalmente símbolos que son reales en la vida), en la profecía apocalíptica Dios muestra símbolos e imágenes más allá del mundo de la realidad humana, como animales híbridos o monstruos con alas y cuernos.

Soberanía e incondicionalidad divinas. En contraste con las profecías clásicas, cuyo cumplimiento a menudo depende de la respuesta humana en el contexto del pacto de Dios con Israel, las profecías apocalípticas son incondicionales. En la profecía apocalíptica, Dios revela el surgimiento y la caída de los imperios mundiales desde los días de Daniel hasta el tiempo del fin. Este tipo de profecía se basa en la presciencia y la soberanía de Dios y se cumplirá independientemente de las decisiones humanas.

Lee Jonás 3:3 al 10. ¿Es esta una profecía clásica o apocalíptica? Justifica tu respuesta. ¿Y Daniel 7:6?

Puede ser de gran beneficio saber de los amplios géneros proféticos como la profecía clásica y apocalíptica. En primer lugar, estos géneros muestran que Dios usa una variedad de perspectivas para comunicar la verdad profética (Heb. 1:1). En segundo lugar, ese conocimiento nos ayuda a apreciar mejor la belleza y la complejidad de la Biblia. En tercer lugar, este conocimiento también nos ayuda a interpretar las profecías bíblicas de una manera que sea compatible con el testimonio de toda la Biblia y que explique correctamente “la palabra de verdad” (2 Tim. 2:15).

Sobre la base de pasajes como Oseas 3:4 y 5; Amós 8:11 y Zacarías 9:1, algunos cristianos de la actualidad esperan que los acontecimientos finales de la historia mundial se desarrollen en el Medio Oriente. ¿Cuál es el problema con esta interpretación? Conocer la diferencia entre las profecías apocalípticas y las clásicas, ¿cómo puede ayudarnos a aclarar este asunto?

 

Ir ArribaMiércoles 1 de enero: La escala de tiempo de Dios

Otro concepto importante que debemos tener en cuenta al estudiar el libro de Daniel es el enfoque historicista de las profecías apocalípticas. Este enfoque, también conocido como historicismo, se puede entender mejor si se compara con las opiniones opuestas de preterismo, futurismo e idealismo.

El preterismo tiende a presumir que los acontecimientos proféticos anunciados en Daniel ocurrieron en el pasado. El futurismo sostiene que las mismas profecías todavía aguardan un cumplimiento futuro.

El idealismo, a su vez, afirma que las profecías apocalípticas son símbolos de realidades espirituales generales, sin ningún referente histórico específico.

El historicismo, en cambio, sostiene que en la profecía apocalíptica Dios revela una secuencia ininterrumpida de la historia desde el tiempo del profeta hasta el fin del tiempo. A medida que estudiemos el libro de Daniel, veremos que cada visión principal del libro (Dan. 2, 7, 8, 11) repite este bosquejo histórico desde diferentes perspectivas y con nuevos detalles. Los pioneros adventistas, incluyendo a Elena de White, interpretaron las profecías bíblicas de Daniel y Apocalipsis desde una perspectiva historicista.

Lee Números 14:34 y Ezequiel 4:5 y 6. En términos proféticos, ¿qué suele representar un “día”?

Al estudiar el libro de Daniel, también debemos tener en cuenta que el tiempo profético se mide según el principio de día por año. Es decir, un día en la profecía, por lo general, equivale a un año en el tiempo histórico real. Así, por ejemplo, la profecía de las 2.300 tardes y mañanas debe entenderse como una referencia a 2.300 años (Dan. 8:14). Del mismo modo, la profecía de las setenta semanas debe entenderse como 490 años (Dan. 9:24-27).

Esta escala de tiempo parece ser correcta por algunas razones obvias: (1) Dado que las visiones son simbólicas, los tiempos indicados también deben ser simbólicos. (2) Como los acontecimientos descriptos en las visiones transcurren durante largos períodos, incluso hasta el “tiempo del fin” en algunos casos, los períodos relacionados con estas profecías deben interpretarse en consonancia. (3) El libro de Daniel confirma el principio de día por año. Un claro ejemplo proviene de la profecía de las setenta semanas, que abarca desde los días del rey Artajerjes hasta la venida de Jesús como el Mesías. Entonces, la manera más obvia y correcta de entender los períodos de tiempo proféticos dados en el libro de Daniel es interpretarlos de acuerdo con el principio de día por año.

Algunas de estas profecías de tiempo abarcan cientos, incluso miles, de años. ¿Qué debería enseñarnos esto sobre la paciencia?

 

Ir ArribaJueves 2 de enero: La importancia contemporánea de Daniel

Aunque fue escrito hace más de 2.500 años, el libro de Daniel continúa siendo profundamente relevante para el pueblo de Dios en el siglo XXI. Señalaremos tres ámbitos en los que Daniel puede ser relevante para nosotros.

Dios es soberano en nuestra vida. Incluso cuando las cosas salen mal, Dios es soberano y se ocupa de los caprichos de las acciones humanas para brindar lo mejor para sus hijos. La experiencia de Daniel en Babilonia se asemeja a la de José en Egipto y a la de Ester en Persia. Estos tres jóvenes fueron cautivos en países extranjeros y bajo el poder abrumador de las naciones paganas. Para el observador casual, pudieron haber parecido débiles y abandonados por Dios. Sin embargo, el Señor los fortaleció y los usó de manera poderosa. Cuando enfrentemos pruebas, sufrimientos y oposición, podemos mirar hacia atrás, a lo que Dios hizo por Daniel, José y Ester. Podemos estar seguros de que el Señor continúa siendo nuestro Señor, y que no nos abandona ni siquiera en medio de nuestras pruebas y tentaciones.

Dios dirige el curso de la historia. A veces nos sentimos preocupados por un mundo confuso y sin rumbo que está lleno de pecado y violencia. Pero el mensaje de Daniel es que Dios tiene el control. En cada capítulo de Daniel se recalca el mensaje de que Dios dirige el flujo de la historia. Como dice Elena de White: “En los anales de la historia humana, el crecimiento de las naciones, el levantamiento y la caída de los imperios, parecen depender de la voluntad y las proezas del hombre. Los sucesos parecen ser determinados, en gran parte, por su poder, su ambición o su capricho. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y contemplamos detrás, encima y entre la trama y la urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los hombres, los agentes del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios” (Ed 173).

Dios ofrece un modelo a seguir a su pueblo del tiempo del fin. Daniel y sus amigos sirven como modelos para la vida en una sociedad que posee una cosmovisión a menudo en desacuerdo con la de la Biblia. Cuando se ven presionados para comprometer su fe y hacer concesiones al sistema babilónico en aspectos que negarían su compromiso con el Señor, permanecen fieles a la Palabra de Dios. Su experiencia de fidelidad y compromiso absoluto con el Señor nos alienta cuando enfrentamos oposición e incluso persecución en favor del evangelio. Al mismo tiempo, Daniel muestra que es posible hacer una contribución al Estado y a la sociedad y seguir comprometido con el Señor.

Lee Daniel 9:23; 10:11 y 12 y Mateo 10:29 al 31. ¿Qué dicen estos versículos acerca del interés de Dios en nuestras luchas personales?

 

Ir ArribaViernes 3 de enero

Para Estudiar y Meditar:

“La Biblia estaba destinada a ser una guía para todos los que deseasen conocer la voluntad de su Hacedor. Dios dio a los hombres la firme palabra profética; ángeles, y hasta el mismo Cristo, vinieron para dar a conocer a Daniel y a Juan las cosas que deben acontecer en breve. Los temas importantes que conciernen a nuestra salvación no quedaron envueltos en el misterio. No fueron reveladas de manera que confundan y extravíen al que busca sinceramente la verdad. El Señor dijo al profeta Habacuc: “Escribe la visión [...] para que se pueda leer de corrido” (Hab. 2:2). La Palabra de Dios es clara para todos aquellos que la estudian con corazón piadoso. Toda alma verdaderamente sincera alcanzará la luz de la verdad. “Luz está sembrada para el justo” (Sal. 97:11). Y ninguna iglesia puede progresar en santidad si sus miembros no buscan ardientemente la verdad como si fuera un tesoro escondido” (CS 512).

“Estudien la historia de Daniel y de sus amigos. Aunque se encontraban en un medio donde la tentación los asediaba de continuo, Daniel y sus compañeros honraron y glorificaron a Dios en su vida diaria. Habían tomado la decisión de evitar toda clase de mal y se negaron a ponerse en la senda del enemigo. Y la rica bendición de Dios premió esa firme lealtad” (CT 177).

Preguntas para Dialogar:

  1. A medida que estudiemos el libro de Daniel, surgirá un aspecto poderoso: Dios no solo es soberano sobre todas las naciones, sino también está íntimamente familiarizado con cada uno de nosotros, incluso en el nivel más profundo. Por ejemplo, como veremos en Daniel 2, pudo darle un sueño a un rey pagano. Poder entrar en la mente de alguien mientras duerme e implantar un sueño revela una cercanía que ni siquiera podemos comenzar a comprender. Al mismo tiempo, como veremos, la naturaleza del sueño revela que Dios finalmente tiene el control incluso de los vastos imperios del mundo y sabe cómo va a terminar todo. ¿Qué consuelo y esperanza podemos obtener de estas representaciones de la realidad? Al mismo tiempo, ¿cómo te sientes al saber que el Señor está tan cerca que conoce tus pensamientos? En este contexto, ¿por qué la promesa de la Cruz se vuelve tan importante?

  2. En clase, analicen la diferencia entre la profecía clásica y la apocalíptica. ¿Qué otros ejemplos de ambas pueden encontrar en la Biblia?

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