Lecciones para adultos: "Cómo interpretar la Biblia"
Segundo trimestre (abril-junio) de 2020
Lección 5: "Solo la Biblia: Sola Scriptura"
Para el 2 de mayo de 2020
Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes
Lee Para el Estudio de esta Semana: 1 Corintios 4:1-6; Tito 1:9; 2 Timoteo 1:13; Marcos 12:10, 26; Lucas 24:27, 44, 45; Isaías 8:20.
Para Memorizar: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Heb. 4:12).
El postulado protestante de sola Scriptura (solo la Biblia) elevó la Escritura como criterio único y fuente concluyente para la teología. En contraste con la teología católicorromana, que enfatizaba las Escrituras y la tradición, la fe protestante enfatizaba la palabra clave “sola”; es decir, solo las Escrituras son la autoridad final cuando se trata de asuntos de fe y doctrina.
Fue la Biblia la que le dio fuerza y autoridad decisivas a la Reforma Protestante, y su revuelta contra Roma y los errores que había estado enseñando durante siglos. Confrontados con una interpretación alegórica de la Escritura, donde se inferían muchos significados diferentes del texto bíblico, los reformadores protestantes enfatizaron la importancia de una interpretación gramatical-histórica de la Biblia, que consideraba seriamente la gramática y el significado literal del texto bíblico.
Esta semana consideraremos el principio de sola Scriptura con mayor detalle. Descubriremos que sola Scriptura implica algunos principios fundamentales de interpretación bíblica que son indispensables para una interpretación adecuada de la Palabra de Dios. Como protestantes, debemos afirmar la Biblia como la máxima autoridad doctrinal.
Domingo 26 de abril: La Biblia como norma imperante
Desde el comienzo, los adventistas del séptimo día se consideran el pueblo del Libro, es decir, cristianos que creen en la Biblia. Para afirmar el principio bíblico de sola Scriptura (solo la Biblia), reconocemos la autoridad única de la Biblia. Solo la Escritura es la norma imperante para nuestra teología y la máxima autoridad para la vida y la doctrina. Otras fuentes, como la experiencia religiosa, la razón humana o la tradición, están subordinadas a la Biblia. De hecho, el principio de sola Scriptura tenía la intención de salvaguardar la autoridad de las Escrituras de la dependencia de la iglesia y su interpretación, y descartaba la posibilidad de que la norma para su interpretación fuera ajena a la Biblia.
Lee 1 Corintios 4:1 al 6, especialmente el versículo 6, en el que Pablo dice que no debemos “pensar más de lo que está escrito”. ¿Por qué este aspecto es tan crucial para nuestra fe?
No ir más allá de lo que está escrito no excluye las perspectivas de otros campos de estudio, como la arqueología bíblica o la historia. Otros campos pueden arrojar luz sobre algunos aspectos bíblicos y el trasfondo de los pasajes de las Escrituras, y por lo tanto pueden ayudarnos a entender mejor el texto bíblico. Tampoco excluye la ayuda de otros recursos en la tarea de interpretación, como los léxicos, los diccionarios, las concordancias y otros libros y comentarios. Sin embargo, en la correcta interpretación de la Biblia, el texto de la Escritura tiene prioridad sobre todos los demás aspectos, ciencias y ayudas secundarias. Otras perspectivas deben evaluarse cuidadosamente desde el punto de vista de la Escritura en su conjunto.
Lo que afirmamos positivamente cuando practicamos el principio de sola Scriptura es que, si surge un conflicto en la interpretación de nuestra fe, entonces la Biblia sola posee la autoridad que trasciende y juzga cualquier otra fuente o tradición eclesiástica. No debemos ir más allá o en contra de lo que está escrito en la Biblia. El verdadero cristianismo y la convincente predicación del evangelio dependen de un compromiso firme con la autoridad de las Escrituras.
“Solo la Biblia es el verdadero señor y maestro de todos los escritos y doctrinas de la Tierra” (M. Lutero, Luther’s Works, t. 32, pp. 11, 12).
Lee Hechos 17:10 y 11. ¿Cómo fundamentan estos versículos lo que estamos hablando aquí en cuanto a la primacía de la Escritura?
Lunes 27 de abril: La unidad de la Escritura
La Biblia misma afirma que “toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Tim. 3:16) y que “ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Ped. 1:20, 21). Como Dios es el autor supremo de la Biblia, podemos asumir que existe una unidad y armonía fundamentales entre las diversas partes de las Escrituras con respecto a los temas clave que enseña.
Lee Tito 1:9; y 2 Timoteo 1:13. ¿Por qué es importante la unidad de la Biblia para nuestra fe?
Únicamente sobre la base de su unidad interna, una unidad que proviene de su inspiración divina, las Escrituras pueden funcionar como su propio intérprete. Si las Escrituras no tuvieran una unidad general en sus enseñanzas, no podríamos encontrar armonía doctrinal sobre un tema determinado. Sin la unidad de la Biblia, la iglesia no tendría medios para distinguir la verdad del error y repudiar la herejía. No tendría base para aplicar medidas disciplinarias ni para corregir desviaciones de la verdad de Dios. Las Escrituras perderían su poder convincente y liberador.
Sin embargo, Jesús y los escritores bíblicos dan por sentada la unidad de las Escrituras, que se basa en su origen divino. Podemos ver esto en su práctica común de citar varios libros del Antiguo Testamento como de igual peso y armonía (Rom. 3:10-18; donde Pablo utiliza referencias bíblicas de Eclesiastés [7:20], Salmos [14:2, 3; 5:9; 10:7] e Isaías [59:7, 8]).
Los escritores de la Biblia consideraban que las Escrituras eran un todo inseparable y coherente en el que se desarrollan los temas principales. No hay discordia entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento no contiene un nuevo evangelio ni una nueva religión. El Antiguo Testamento se desdobla en el Nuevo Testamento, y el Nuevo Testamento se basa en el Antiguo Testamento. Como tales, los dos testamentos tienen una relación recíproca en la que se iluminan mutuamente.
La Unidad de las Escrituras también implica que todas las Escrituras (tota Scriptura) deben tomarse en consideración cuando estudiamos un tema bíblico, en lugar de construir nuestra enseñanza solo en declaraciones aisladas.
¿Qué debemos hacer cuando nos encontramos con versículos o ideas que parecen contradictorios en la Biblia? ¿Cómo trabajamos para resolverlos?
Martes 28 de abril: La claridad de la Biblia
Cualquier apelación a las Escrituras en sí tiene poco sentido si el texto bíblico no es claro en su significado.
Lee Mateo 21:42; 12:3 y 5; 19:4; 22:31; Marcos 12:10 y 26; Lucas 6:3; Mateo 24:15; y Marcos 13:14. ¿Qué sugieren las repetidas referencias de Jesús a las Escrituras con respecto a la claridad del mensaje?
El testimonio bíblico es inequívoco: la Biblia es suficientemente clara en lo que enseña. La Biblia es tan clara que la pueden entender tanto niños como adultos, especialmente en sus enseñanzas más básicas. Y, sin embargo, existen infinitas oportunidades para profundizar nuestro conocimiento y comprensión. No necesitamos ningún Magisterio de la Iglesia que nos proporcione el significado de la Biblia. Al contrario, todos los creyentes pueden entender sus enseñanzas básicas. Esta da por sentado el sacerdocio de todos los creyentes en vez de restringir su interpretación a unos pocos elegidos, como el sacerdocio clerical. Por lo tanto, en la Biblia se nos alienta a estudiar la Biblia por nosotros mismos porque podemos entender el mensaje de Dios para nosotros.
Se ha señalado acertadamente que “el ejemplo coherente de los escritores de la Biblia muestra que las Escrituras deben considerarse en su sentido evidente y literal, a menos que esta quiera proyectar un cuadro figurado especial. [...] No hay tal cosa como un ‘descascaramiento’ del sentido literal para llegar al ‘grano’ de un significado místico, oculto o alegórico, que solo los iniciados pueden descubrir” (Tratado de teología adventista del séptimo día, p. 76). Al contrario, la claridad de la Biblia guarda relación con el lenguaje, el sentido y las palabras de las Escrituras, porque los escritores bíblicos procuran una verdad definida, no significados subjetivos, descontrolados y diversos del texto bíblico.
Nada de esto significa que, a veces, no encontraremos textos e ideas que no entendamos plenamente o que no captemos. Después de todo, esta es la Palabra de Dios, y nosotros no somos más que seres humanos caídos. Sin embargo, la Palabra de Dios es suficientemente clara sobre las cosas que realmente necesitamos saber y comprender, especialmente en relación con el tema de la salvación.
Piensa en alguna ocasión en la que no entendías algunos pasajes, que posteriormente se esclarecieron. ¿Qué aprendiste de esa experiencia que quizá podría ayudar a otros a luchar contra algo similar?
Miércoles 29 de abril: La Escritura interpreta a la Escritura
Únicamente porque hay una unidad subyacente en las Escrituras, la Biblia puede funcionar como su propio intérprete. Sin esa unidad, la Escritura no podría ser la luz que revele su propio significado, donde una parte de la Escritura interpreta otras partes y, por lo tanto, se convierte en la clave para interpretar pasajes relacionados.
Lee Lucas 24:27, 44 y 45. ¿Cómo alude Jesús a las Escrituras para explicar quién es él? ¿Qué nos enseña esto acerca de cómo podemos utilizar las Escrituras?
La belleza de permitir que la Escritura interprete la Escritura es que arroja más luz sobre su propio significado. Al hacerlo, no enlazamos varios pasajes indiscriminadamente para justificar nuestra opinión, sino que consideramos cuidadosamente el contexto de cada pasaje. Además del contexto inmediato anterior y posterior de un pasaje que estamos investigando, debemos tener en cuenta el contexto del libro en el que se encuentra el pasaje. Además, puesto que en las Escrituras “las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron” (Rom. 15:4), según Pablo, debemos estudiar todo lo que dice la Escritura sobre determinado tema.
“La Biblia es su propio intérprete. Debe compararse texto con texto. El estudiante debería aprender a considerar la Biblia como un todo y a ver la relación que existe entre sus partes. Debería adquirir el conocimiento de su gran tema central, del propósito original de Dios hacia el mundo, del comienzo de la gran controversia y de la obra de la redención” (Ed 190).
Cuando comparamos la Escritura con la Escritura, es importante estudiar la Biblia detenidamente. En lo posible, deberíamos hacerlo en sus idiomas originales, o al menos con una traducción apropiada de la Biblia al significado del hebreo y griego originales. Aunque no se necesita conocer los idiomas originales para tener una buena comprensión de la Biblia, ciertamente es una ayuda. Si no, el estudio fiel y en oración de la Palabra, con una actitud de humildad y sumisión, seguramente dará grandes frutos.
Piensa en una doctrina, como el estado de los muertos. Enfocarse en algunos pasajes selectos podría conducir a un error si se ignoran otros pasajes. ¿Qué nos dice esto acerca de lo importante que es reunir y leer todo lo que la Biblia dice sobre un tema para entender mejor lo que la Biblia enseña?
Jueves 30 de abril: Sola Scriptura y Elena de White
Lee Isaías 8:20. ¿Por qué siempre es importante remitirse a “la ley y el testimonio” bíblicos como las normas para nuestra enseñanza y doctrina? ¿Qué implica esto para el ministerio de los profetas que no han llegado a formar parte del canon bíblico?
Cuando hablamos de sola Scriptura (solo la Biblia), los adventistas del séptimo día nos enfrentamos inevitablemente a la pregunta de qué hacer con Elena de White, quien también fue inspirada por Dios y sirvió como mensajera de Dios para su pueblo remanente. ¿Cuál es la relación de sus escritos con las Escrituras?
Incluso una lectura superficial de los escritos de Elena de White muestra claramente que, para ella, la Biblia era fundamental y esencial en todos sus pensamientos y teología. De hecho, ella sostuvo repetidamente que la Biblia es la máxima autoridad y la norma final para todas las doctrinas, la fe y la práctica (ver CS 581). Además, ella claramente apoyó y mantuvo el gran principio protestante de sola Scriptura (ver CS 12).
Según la misma Elena de White, sus escritos, en comparación con las Escrituras, eran una “una luz menor para guiar a los hombres y mujeres a la luz mayor” (MS 3:32), la Biblia. Sus escritos nunca son un atajo ni un reemplazo para ningún estudio bíblico serio. De hecho, ella comenta: “No están familiarizados con las Escrituras. Si hubieran estudiado la Palabra de Dios, con un deseo de alcanzar la norma bíblica y lograr la perfección cristiana, no habrían necesitado los Testimonios. Es porque han descuidado el conocimiento del Libro inspirado por Dios, por lo que él ha intentado alcanzarlos por medio de testimonios sencillos y directos” (TI 2:535).
Por lo tanto, debemos apreciar sus escritos. Comparten el mismo tipo de inspiración que tenían los escritores bíblicos, pero tienen una función diferente a la de la Biblia. Sus escritos no son una adición a las Escrituras, sino que están subordinados a las Santa Biblia. Ella nunca tuvo la intención de que sus escritos ocuparan el lugar de las Escrituras; al contrario, exaltó la Biblia como la única norma de fe y práctica.
Piensa en el increíble regalo que se nos ha dado a través del ministerio de Elena de White. ¿Cómo podemos aprender a apreciar mejor la asombrosa luz que proviene de ella y, al mismo tiempo, defender la supremacía de las Escrituras?
Para Estudiar y Meditar:
En el capítulo sobre Interpretación bíblica del Tratado de teología adventista del séptimo día, lee las partes sobre la Analogía de la Escrituras, “Las Escrituras son su propio intérprete”, “La coherencia de las Escrituras” y “La claridad de las Escrituras”, pp. 75-77. Lee La educación, capítulo 20, “La enseñanza y el estudio de la Biblia”, pp. 185-192; Mensajes selectos, t. 3, “La primacía de la Palabra”, pp. 31-35.
“Debería enseñarse al estudiante de la Biblia a acercarse a ella con el espíritu del que aprende. Debemos escudriñar sus páginas, no en busca de pruebas que apoyen nuestras opiniones, sino para saber lo que Dios dice.
“Solo se puede obtener un verdadero conocimiento de la Biblia mediante la ayuda del Espíritu que dio la Palabra; y a fin de obtener ese conocimiento debemos vivir de acuerdo con él. Debemos obedecer todo lo que la Palabra de Dios manda. [...] El estudio de la Biblia requiere nuestro más diligente esfuerzo y nuestra más perseverante meditación. Con el mismo afán y la misma persistencia con que el minero excava la tierra en busca del tesoro, deberíamos buscar nosotros el tesoro de la Palabra de Dios” (Ed 189).
“Cuando hagan de la Biblia vuestro alimento, vuestra comida y vuestra bebida, cuando hagan de sus principios los elementos de vuestro carácter, sabrán mejor cómo recibir el consejo de Dios. Exalto la preciosa Palabra delante de ustedes hoy. No repitan lo que yo he dicho: ‘La Hna. White ha dicho así’ y ‘La Hna. White ha dicho asá’. Descubran lo que el Señor de Israel ha dicho, y entonces hagan lo que él ordena” (MS 3:35).
Preguntas para Dialogar:
¿Qué creencias erróneas tienen algunos porque solo analizaron algunos textos selectos en vez de estudiar todo lo que dice la Biblia sobre un tema?
En Mateo 11:11, Jesús dijo de Juan el Bautista: “De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él”. Jesús señala a un profeta que no tiene escritos en la Biblia y aún así dice cosas de él. ¿Qué debería decirnos esto sobre por qué un verdadero profeta no tiene que tener un libro en la Biblia y aún así ser un verdadero profeta? ¿Qué mensaje podemos sacar los adventistas del séptimo día de este hecho?
Como adventistas, no estamos solos al afirmar que la Biblia es nuestra autoridad final. Otras iglesias también lo sostienen. Entonces, ¿cómo explicamos las doctrinas contradictorias que otros cristianos dicen encontrar en la Biblia?
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Colosenses 3:1.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Fieles en lo poco basada en Lucas 16:10.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Preparémonos para la inmortalidad basada en 1 Juan 5:4.
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