Lecciones para adultos: "Cómo interpretar la Biblia"
Edición para maestros. Segundo trimestre (abril-junio) de 2020
Lección 10: "La Biblia como historia"
Para el 6 de junio de 2020
Reseña | Comentario | Aplicación a la vida
La historia es importante porque toda la vida tiene sus raíces en la historia. La humanidad no existe fuera de la historia. La historia es la urdimbre de la vida. Es donde Dios eligió colocarnos y revelarse a sí mismo. Como la Biblia está constituida en la historia, esta última es el “lugar”, por así decirlo, donde Dios nos da la oportunidad de probar y confirmar la veracidad de su Palabra. Por eso, la historia y los detalles históricos son donde la confianza de la Biblia y de la Palabra de Dios se ven desafiadas al máximo y donde a menudo comienzan las críticas. Pablo aborda este mismo problema con la iglesia en Corinto cuando menciona que algunos de la iglesia han cuestionado el testimonio de la palabra del apóstol: “Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” (1 Cor. 15:12-14). Pablo afirmó que la confiabilidad del suceso histórico de la resurrección corporal de Cristo era la piedra angular de la fe cristiana. Si ese acontecimiento nunca ocurrió, entonces nuestra fe se basa en un engaño piadoso, no en la realidad. La fe bíblica se basa en los hechos de la historia. Se basa en un Dios que actúa en la historia, y la historia bíblica es el tema del estudio de esta semana.
Ilustración
El teólogo veterotestamentario Walter Dietrich escribió recientemente: “En la era moderna, la historia debe interpretarse y describirse etsi deus non daretur (‘como si Dios no existiera’)”. Pero admite que esto es difícil al analizar la historia bíblica. En la Biblia, “Dios desempeña un papel activo [...]. Dios se interesa personalmente [...]. Envía profetas [...]. Mueve situaciones”. Dietrich concluye: “¿Qué iluminado puede aceptar todas estas cosas como relatos históricos?” (The Early Monarchy in Israel: The Tenth Century B.C.E., pp. 102, 103). Toda una serie de métodos críticos ha eliminado el marco histórico de la Biblia y sus enseñanzas, negando los mismos hechos que Dios ha dado para confirmar su obra personal a lo largo de toda la vida de su pueblo. Durante los últimos doscientos años, estos métodos de la Ilustración a menudo se han utilizado para deconstruir la clara enseñanza de la Biblia. La crítica histórica cuestiona los acontecimientos bíblicos, e incluso períodos enteros de la Biblia y los relega al mito, la saga, la historia o simplemente a la teología en el sentido de la imaginación humana. Estos períodos incluyen la creación, el diluvio, el período patriarcal, la permanencia en Egipto, el Éxodo y la conquista, la monarquía unida y otros. Los eruditos neotestamentarios que utilizan estos métodos han diseccionado los dichos de Jesús para determinar, según afirman, qué dijo realmente y lo que otros le atribuyeron (falsamente). Muchos de nuestros jóvenes se enfrentan a estos enfoques críticos cuando asisten a universidades seculares. Esto plantea algunas preguntas importantes para el que estudia la Biblia con seriedad. Los asuntos históricos ¿realmente tienen importancia para la fe? ¿Cómo puedo vivir por fe cuando esa fe es desafiada por el pensamiento moderno y posmoderno? ¿De qué manera la Biblia, como la Palabra inspirada de Dios, me abre los ojos y expande mi pensamiento?
Texto bíblico
Como estudiosos diligentes de la Biblia, debemos preguntarnos si la Biblia debe analizarse según los supuestos externos y las normas del modernismo y la posmodernidad o si la Biblia debe evaluarse en sus propios términos. El testimonio interno de las Escrituras indica que Dios habló a su pueblo a través de profetas y, a veces, directamente. Se dirigió a ellos en tiempo y espacio. Es decir, actuó en tiempo real (acontecimientos) entre gente real en lugares reales.
Gente. Se ha confirmado la existencia de al menos cien personajes bíblicos, incluyendo reyes, siervos, escribas y gobernadores, a través de cuidadosas investigaciones arqueológicas e históricas. En las últimas dos décadas, se agregaron muchos más a esta lista con el descubrimiento de sellos, impresiones de sellos, pequeñas inscripciones e inscripciones monumentales. Estos son solo algunos ejemplos.
Baalis. En 1984, en el sitio del Tell el-cUmeiri en Jordania, los arqueólogos de la Universidad Andrews descubrieron una impresión de sello de arcilla con el nombre “Milkom’ur [...] siervo de Baalyasha, indudablemente una referencia a Baalis, el rey de la antigua Amón, mencionado en Jeremías 40:14. Se decía que este oscuro rey había conspirado contra el rey de Judea en vísperas de la destrucción de Babilonia (R. W. Younker, “Israel, Judah, and Ammon and the Motifs on the Baalis Seal from Tell el-cUmeiri”, pp. 173–180).
Isaías el profeta. Las excavaciones de Jerusalén en 2009 descubrieron una impresión de sello que contenía el nombre “Isaías, [el] profe[ta]”. El excavador Eilat Mazar por cierto cree que esta era la impresión del sello del profeta Isaías. Se encontró a menos de tres metros de la impresión del sello de “Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá” (Eilat Mazar, “Is This the Prophet Isaiah’s Signature?”, p. 92) En 2014, alumnos de la Southern Adventist University hallaron dos impresiones de sellos de Eliaquim en la ciudad de Laquis. Según Isaías 37:1 y 2, los tres (Ezequías, Eliaquim e Isaías) estuvieron presentes en Jerusalén durante la invasión de Senaquerib a Judá.
Herodes el Grande. En 1996, los estudiantes que trabajaban con Ehud Netzer en Masada, la fortaleza del desierto de Herodes, descubrieron un fragmento importado de un ánfora de vino. En el fragmento, había una inscripción: regi Herodi Iudaico, “para Herodes, rey de Judea”. Era la primera mención del título de Herodes el Grande, fuera del Nuevo Testamento y de Josefo, hallado en un contexto arqueológico (“Pottery With a Pedigree: Herod Inscription Surfaces at Masada”, p. 27).
Ciudades. Se han excavado docenas de sitios en el Medio Oriente que revelan sus secretos y confirman la existencia de culturas prósperas descriptas en la Biblia. Las excavaciones de Babilonia revelaron coloridas paredes de ladrillo vitrificado cubiertas con imágenes de leones, grifos y toros. Las ruinas de Hazor, Meguido y Gezer estaban rodeadas de enormes muros dobles y puertas, atribuidas a las actividades de construcción de Salomón (1 Rey. 9:15).
Las ciudades filisteas de Ascalón, Asdod, Ecrón y Gat han sido excavadas intensamente. Estas excavaciones revelaron una cultura sofisticada de arquitectura, arte y tecnología. En 1996, se descubrió una inscripción en Ecrón que revelaba una línea dinástica de cinco reyes, incluido Aquis, el hijo de Padi, que gobernó Ecrón hasta la destrucción de la ciudad por parte de Nabucodonosor (S. Gitin, T. Dothan y J. Naveh, “A Royal Dedicatory Inscription from Ekron”, pp. 9–16). La cerámica decorada de estilo egeo y la tecnología de estas ciudades revelan que los filisteos eran la élite en el antiguo territorio de Canaán. A esta breve lista se podrían agregar docenas de otros sitios, como Jericó, Jerusalén, Aco, Dan, Abel, Azeca, Libna, todos actualmente en excavación en el Medio Oriente.
Acontecimientos. Uno de los acontecimientos más ilustrados de la Biblia es la campaña de Senaquerib contra Judá en 701 a.C., como se registra en Isaías 36; 37; 2 Reyes 18; 19; y 2 Crónicas 32. Las excavaciones de Nínive en el Iraq moderno han descubierto los anales del rey Senaquerib, quien describe su campaña en contra de Judá en detalle: “En cuanto a Ezequías de Judá, que no se sometió a mi yugo, lo encerré en su ciudad real como un ave en una jaula”. Los relieves tallados en la sala central de su palacio representan el ataque asirio contra la ciudad de Laquis, su derrota y la procesión de prisioneros ante el rey sentado en un trono. Expediciones recientes de 2013 a 2017 realizadas por la Southern Adventist University y la Universidad Hebrea de Jerusalén excavaron la destrucción masiva de Laquis en Israel, recuperando docenas de puntas de flecha, hondas y elementos de armadura en medio de los escombros que dejaron los ejércitos asirios. Sin embargo, Jerusalén se salvó, un testimonio vívido de la exactitud del registro bíblico sobre este acontecimiento.
No obstante, después de doscientos años, la arqueología apenas ha explorado la superficie de lo que se podría encontrar. Hoy solo se ha localizado una fracción de los cientos de sitios que existían. Y de esos sitios ubicados, solo una fracción ha sido excavada. Y de esa fracción de sitios excavados, solo una fracción se ha excavado en su verdadera medida (muchas veces, menos del cinco por ciento). Solo se ha publicado una fracción de esas excavaciones. Y solo una fracción de las que se han publicado contribuyen directamente a la comprensión de los personajes y los acontecimientos bíblicos. Por lo tanto, no es de extrañar que haya muchas personas, lugares y hechos por descubrir. A medida que cientos de arqueólogos, voluntarios y otros especialistas vayan descubriendo estos restos antiguos, se seguirán acumulando más evidencias que confirmen el marco histórico de la Biblia, completando los detalles de cómo trabajaban, vivían e interactuaban los pueblos de estas culturas antiguas.
La historia no es simplemente una asignatura árida que hay que aprobar en el colegio secundario y la universidad o debatir en esta clase. Es nuestra historia, y es “la historia de Dios”. Si Dios ha estado obrando personalmente a lo largo de la historia de este mundo, ¿crees que todavía está activo en tu vida hoy? ¿Todavía experimentamos liberaciones milagrosas del poder de nuestros enemigos, de enfermedades y dificultades? A menudo leemos sobre los milagros realizados en la Biblia y nos preguntamos si esos milagros todavía ocurren hoy, ¿verdad? Si tuviéramos que recopilar las verdaderas historias de los milagros de curación de Dios, de los sueños que envió y de su obra en el transcurso de nuestra vida personal y de nuestra familia de la iglesia en todo el mundo hoy, ¿no podríamos llenar un libro?
Comparte con la clase cómo Dios ha obrado en tu vida. ¿Qué ha hecho por ti o, quizá, por un familiar o amigo? Formula esta pregunta a la clase. ¿Qué testimonios tienen para compartir en respuesta?
Un joven adventista comienza las clases en una universidad pública y se enfrenta a un profesor que dice al principio de la clase que, si bien algunos de los alumnos de la clase quizá crecieron en iglesias y sinagogas, ahora están en la universidad y aprenderán lo que realmente sucedió en el pasado. ¿Cómo debería responder ese alumno en esta situación?
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Colosenses 3:1.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Fieles en lo poco basada en Lucas 16:10.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Preparémonos para la inmortalidad basada en 1 Juan 5:4.
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