4 abr 2010. Santa Clara, Villa Clara, Cuba [Estrella Mena]

Desde la mañana sábado 3 de abril, hasta las 9 a.m. del domingo 4, el Club de Conquistadores de la Iglesia Adventista en Santa Clara acampó en pleno en áreas del antiguo Colegio Adventista de las Antillas.

Actividad en la que participaron menores visitantes, tanto de la ciudad como habitantes del área circundante al lugar de acampada, invitados los últimos por los miembros del grupo pequeño que radica en ese lugar.

El culto en la mañana estuvo organizado por el Club y liderado por su director Minakpon Óscar Djigbéneude Morejón y la menor Katherine Alfonso fungió como predicadora.

Después del almuerzo, los conquistadores tuvieron charlas espirituales, y realizaron una competencia en la tarde. Separados desde el inicio de las actividades en dos equipos, se les pidió que cada equipo preparara en 45 minutos un culto, preparación que acometieron en tan sólo 30 minutos. Uno de los equipos desarrolló un culto de adoración, como el que se realiza en nuestras iglesias los sábados en la mañana en el Culto de Adoración, incluyendo todas sus partes, sin olvidar el Rincón Infantil, y con una predicación corta pero al punto, con llamado incluido.

El otro equipo preparó un culto de jóvenes, con un programa relacionado con los malos hábitos y peores decisiones que tomamos cuando vivimos de espaldas a Dios, y las consecuencias que acarrean estas malas decisiones, terminando con una profunda meditación sobre estos aspectos.

Los mayores que estuvieron presentes atestiguaron la calidad de ambos cultos, y agradecieron a Dios de cómo él está capacitando a estos jóvenes para la obra que se aproxima. Estos jóvenes trabajaron sin más ayuda que la del Espíritu Santo. Un solo resultado emergió como posible, el empate.

Después del baño, ya en las primeras horas del domingo, a la luz de las estrellas, los conquistadores comenzaron actividades deportivas de corte socializador, donde primaba el trabajo en equipo para lograr diferentes resultados, todo ello amenizado por deliciosa agua de coco.

El sueño reparador para algunos, los desvelos de los más renuentes a dejar de compartir entre ellos estas horas, hicieron un alto hasta el domingo en la mañana, donde luego de recoger el campamento y limpiar el área en que se habían realizado todas las actividades, realizaron un culto matutino donde se dieron los resultados finales de la acampada, y se felicitó al equipo que más puntos acumuló. Pero todos ganaron, pues el nombre de nuestro Dios fue glorificado.

Esta acampada, liderada por el director del Club de Conquistadores,  y con la participación y ayuda de miembros de la Junta de la Iglesia de Santa Clara, entre ellos dos Subpastores y la directora del Club de Aventureros, así como otros miembros locales, según el sentir de los presentes, fue de bendición no solamente para los jóvenes que participaron en la misma, sino para todos los que atestiguaron cómo Dios era glorificado en las actividades de estos menores.