El autor(a) Alexander García Urquijo, es especialista en primer grado de Medicina Familiar, residente de Cirugía Plástica y Caumatología, y Director del Departamento de Salud de nuestra Iglesia.
Categoría: Zona de Salud
Todos los recursos en esta serie:
Minutos de Salud: Consejos para el cuidado de los niños pequeños
Minutos de Salud: ¿Cómo prevenir enfermedades?
Tema 4: Las diarreas: amigas o enemigas
Tema 5: ¿Cómo evitar las diarreas en el niño?
Tema 6: Diarreas en el Anciano
Tema 8: El Acné Juvenil (1ra. parte)
Tema 9: El Acné Juvenil (2da. parte)
Tema 11: La Pitiriasis Versicolor
Tema 12: Cómo protegernos de la conjuntivitis
Las varices son una de las enfermedades más antiguas de la humanidad. Es mas frecuente en las mujeres y afecta los miembros inferiores.
La sangre de los pies para llegar al corazón, tiene que competir con la fuerza de gravedad lo cual dificulta mucho dicho recorrido, sin embargo, la venas de los miembros inferiores cuentan con pequeñas válvulas que permiten el ascenso de sangre pero impiden su descenso, con lo cual se logra que la sangre ascienda con el bombeo del corazón y que no tienda a retornar. Sin embargo, cuando se forman los trombos en estas válvulas, en el cuerpo se producen sustancias que los destruyen, pero afectan también a dichas válvulas, esto hace que la sangre tienda a estancarse y a dilatar las venas hasta formar las varices que no solo son sumamente dolorosas, sino que aumentan el riesgo de trombosis, infartos y otras enfermedades.
Algunas de las causas mas frecuentes de varices son: el embarazo, porque el aumento del vientre dificulta el ascenso de la sangre hacia el corazón, el uso prolongado de anticonceptivos hormonales, el tiempo prolongado en una misma posición como ocurre con las oficinistas, la ropa muy apretada, entre otras.
Una vez que aparecen la varices, el tratamiento es quirúrgico, sencillo, poco molesto, y permite evitar los riesgos como son: la rotura de varices, manchas en la piel, ulceras y otras.
Para evitar su aparición, se aconseja dormir con las piernas elevadas, evitar la permanencia por largo rato en posición de pie o sentado, moverse cuando está sentado y caminar rápido. Si se necesita estar mucho rato de pie, es útil realizar el siguiente ejercicio: Pararse en puntillas y después levantar los pies parándose sobre los talones, repetirlo seguidamente varias veces.
Es importante evitar el uso de ropa ajustada, fajas apretadas o ligas elásticas, evitar el uso de hormonas, el alcohol y el uso del tabaco.
Frecuentemente, podemos ver como cuando nos exponemos al polvo, a la humedad o a sustancias muy fuertes, se produce una reacción respiratoria involuntaria que lleva a lo que se conoce como estornudo. Esto no es más que la contracción violenta del pulmón que produce una presión de aire capaz de expulsar el cuerpo o sustancia irritante a varios metros de distancia.
Es frecuente ver como las personas ante la sensación de estornudo, ocluyen los orificios nasales para evitarlo sin conocer que con ello lo que están haciendo es obstaculizar los mecanismos propios con los cuales cuenta el cuerpo humano para defenderse de las agresiones respiratorias. Además, en la faringe existen microorganismos que normalmente no producen infección, pero al estornudar tapándonos la nariz, la presión del estornudo lleva los gérmenes de la faringe al oído medio, donde estos sí son capaces de producir infecciones tan temibles como la otitis media. Es por eso que estas malas costumbres deben combatirse.
Por otro lado, existen individuos que acostumbran a estornudar sin cubrir su nariz, esto no solo es una falta de educación, sino también un riesgo, pues por esta vía, el organismo se despoja de bacterias y virus que irritan la mucosa nasal y que al ser lanzados por la presión de aire del estornudo pueden viajar hasta 3 metros y quedar en microgotas suspendidas en el aire y penetrar por la respiración a otra persona, y si esta tiene inhibida sus defensas, corre el riesgo de infectarse. Aunque esta explicación pudiera parecer una obra de ciencia ficción, es la vía demostrada mas frecuente de transmisión de enfermedades respiratorias, las cuales en los ancianos puede producir graves complicaciones y es unas de las causas de muerte mas frecuentes en ellos.
Su verdadero nombre es Herpes Zoster, y es producido por el virus de la varicela.
Desde hace muchos años, la población menos informada sobre la causa de esta enfermedad, ha estado tratándola de forma dolorosa con métodos bastante agresivos. Es costumbre eliminar lesiones que esta produce en la piel, con cucharas calientes, produciendo de esta forma una quemadura que no solo daña la lesión, sino que afecta a la zona periférica a la misma. Este proceder, en ocasiones, produce mas daño que mejoría, pues la quemadura puede infectarse y complicar la situación.
Según la costumbre, se dice que la enfermedad se produce por una especie de Culebrilla o lombriz que de no quemarse su cabeza, esta podría llegarse a unir con la cola y estrangular a quien la sufre.
Sin embargo, muy lejos de la fantasiosa idea está la realidad. Realmente se trata de una reactivación del virus de la varicela en personas que después de haber padecido de esta enfermedad quedan con el virus, solo que este pasa a los nervios donde queda “dormido” hasta que una infección, la diabetes, la anemia, la desnutrición, la disminución de la respuesta inmune, el embarazo, el estrés y otras causas, lo vuelvan a activar, solo que para esta ocasión el virus es mucho mas débil y queda confinado solo al nervio el cual es inflamado hasta producir el dolor característico. En todo el recorrido del nervio se forman lesiones de la piel muy parecidas a las de la varicela y que aunque avanzan por todo el nervio, nunca pueden dar la vuelta a todo el cuerpo, pues los nervios salen de la columna vertebral o del cráneo por una y otra parte del cuerpo sin unirse. Las lesiones son más frecuentes en el abdomen y en la cara, siendo esta ultima la más dolorosa.
Esta infección cura por la acción del mismo organismo, y generalmente dura solo de 7 a 15 días para después desaparecer hasta que las causas antes mencionadas lo vuelvan a desencadenar. En la mayoría de los casos, solo aparece aun vez. El uso de antibióticos no destruye el virus pero si evitan la infección de las lesiones de la piel. El tratamiento con vitaminas, el reposo y la erradicación de la causa son las únicas soluciones. La quemadura con cuchara puede matar el virus pero deja grandes cicatrices y aumenta el riesgo de complicaciones.
Tema 4: Las diarreas: amigas o enemigas
Desde épocas remotas, las diarreas han sido vistas como una enfermedad muy temida y angustiosa. Sus consecuencias sobre los pueblos era tal, que incluso se le utilizaba en las guerras sobre todo cuando se atacaban ciudades amuralladas en las cuales no había forma de franquear las defensas, en cuyas circunstancias se contaminaban los pozos y ríos de las ciudades con cadáveres de personas muertas por diarreas, provocando tal auge de la enfermedad que el caos obligaba a la rendición.
La historia ha conocido varias epidemias que han asaltado violentamente a sus poblaciones, tal es el caso del Cólera, la fiebre tifoidea, de las cuales el primero aun continúa haciendo estragos en los países mas pobres.
En la antigüedad los médicos no conocían el mecanismo por el cual se producían las diarreas y como consecuencias se combatían con múltiples soluciones medicamentosas que disminuían el número de deposiciones con lo cual se creía curar la enfermedad. Hoy se conoce que las diarreas se producen generalmente como respuesta del organismo ante el daño que producen sustancias o microorganismos sobre la mucosa intestinal, por lo cual, si se trata de contener el mecanismo natural con medicamentos, más que ayudar, estaríamos entorpeciendo la acción defensiva del propio cuerpo. Es por eso que hoy día, la acción del médico se encamina a combatir los gérmenes causantes y la deshidratación con sales de rehidratación y sueros, y dejar que el organismo haga su parte.
Ante tal explicación, cuando sufra de diarreas, no consuma medicamentos antidiarreicos, ni cocimiento para producir estreñimientos, pues esta actitud mantendrá las toxinas en la mucosa intestinal y el daño será mayor. Si usted quiere ayudar a su organismo, deje que el se libre del agresor (sea toxinas o gérmenes), y consuma mucho líquido rico en sales sobre todo después de cada deposición, y si son muy intensas, tal vez requiera de una acción más fuerte como la que ejercen los sueros. No obstante, siempre es conveniente que visite a su médico, el estudiará la causa y sabrá si es necesario tomar otra conducta.
Tema 5: ¿Cómo evitar las diarreas en el niño?
Las diarreas pueden afectar a personas de cualquier edad, pero son los niños pequeños y los ancianos los que más riesgo tienen de complicarse tras un cuadro de diarreas.
La pérdida excesiva de agua, sales y minerales provocada por diarreas lleva a la deshidratación y a la acidosis, lo que puede causar la muerte. Por eso es necesario que los niños con diarreas ingieran líquidos en abundancia.
Cuando un lactante (niño en edad de lactancia materna, menos de 6 meses de nacido), presenta este trastorno, es imprescindible seguir dándole la leche materna y, si es posible, con mayor frecuencia. El niño debe continuar alimentándose con su dieta habitual. Los alimentos son necesarios para evitar que baje de peso la enfermedad.
En presencia de diarreas se debe consultar al médico, quien es el más indicado para orientar a la familia. No deben utilizarse medicamentos, excepto los que indique el facultativo.
La diarrea puede prevenirse con solo administrarle a su nené leche materna en forma exclusiva y a libre demanda, o sea, cada vez que su niño la solicite; hirviendo el agua de consumo; lavando las manos antes de comer tanto las del niño como las de quien le va a administrar el alimento, después de realizar las necesidades fisiológicas, o de tocar escobas, ropa sucia, basura y después del cambio de pañales. También se pueden evitar si se conservan limpios y tapados los utensilios usados en la alimentación del lactante, si se mantiene limpia la casa, si mantenemos bien tapado el envase de la basura, si lavamos bien las frutas antes de administrárselas, y si eliminamos los vectores como moscas y cucarachas.
Si cumplimos con estas medidas, evitaremos las diarreas en nuestros niños y evitaremos sus consecuencias.
Tema 6: Diarreas en el Anciano
En temas anteriores hemos estado hablando de las diarreas y como constituyen un mecanismo defensivo del organismo que no debemos combatir, sino más bien, ayudar evitando sus complicaciones que son las que si pueden afectar nuestra salud.
En esta ocasión hablaremos acerca de las diarreas pero en el adulto mayor, o sea, en el anciano.
Los ancianos son, al igual que los niños, más susceptibles a las infecciones, a las diarreas y a la deshidratación. Es por eso que en el adulto mayor, ante cualquier cuadro de diarreas, hay que administrar sales de rehidratación oral con el mismo empeño que el que se asume con los niños de menor edad. Es importante también evitar el uso de antivomitivos y antidiarréicos pues retrasan el tránsito intestinal aumentando el tiempo de contacto de los gérmenes con la pared intestinal y empeorar el cuadro, mantener la alimentación habitual aun cuando las diarreas se mantengan, y visitar a su médico cuanto antes.
En estos casos, se contraindica el uso de alimentos que contengan azúcar pues aumentan las diarreas si estas son de causa bacteriana; el té pues irrita el tubo digestivo; y los alimentos ricos en fibra dietética como la col y otros vegetales. Tan pronto se logre la mejoría, se podrán reincorporar las fibras que tan importantes son para la salud digestiva de todos.
Existen falsos tabúes que no aumentan las diarreas como por ejemplo: el jugo de naranja y la leche. Por el contrario, aumentan el aporte de potasio y calcio, sales estas que se pierden a través de las diarreas.
Es importante estar atento a la aparición de fiebre, sangre en las heces, decaimiento intenso, sed intensa, postración y cambios de conducta en el anciano. Ante tales estados, se deberá llevar al anciano ante un médico.
Las diarreas infecciosas se pueden evitar si consumimos los alimentos seguidamente a su elaboración, ya que cuando alcanzan la temperatura ambiente, los microbios pueden proliferar. Por otra parte, los alimentos no deben llevarse al refrigerador cuando aún están calientes pues de esa forma, se enfría la parte externa manteniéndose el centro más caliente por tiempo prolongado facilitando su afectación por los gérmenes, y no deben estar en contacto los alimentos crudos con los cocinados pues así uno puede contaminar al otro. Es importante el lavado de las manos después de ir al baño y antes de manipular los alimentos, antes de consumir verduras o frutas, así como mantener estos alejados de roedores, cucarachas, moscas y otros insectos. El lavado de las manos debe realizarse también, después de manipular escobas, ropa sucia, y la basura. Es recomendable que los ancianos mantengan sus uñas cortas y limpias.
La Dermatitis Seborreica, o mejor conocida como la caspa, es aquella enfermedad que se produce por afectación de las glándulas sebáceas que son las productoras de la grasa que recubre y protege la piel de nuestro cuerpo.
Aunque no se conoce bien la forma en que se desencadena esta enfermedad, se conoce que se produce por una infección de las glándulas sebáceas o productoras de grasa y que aunque afecta fundamentalmente la piel del cuero cabelludo, también puede afectar otras zonas ricas en este tipo de glándulas como son: la frente, el cuello, la espalda, y la periferia del ombligo.
Esta enfermedad se caracteriza por la producción de desprendimientos de pequeñas capas de sustancia sólida en forma de placas que pueden ser tan pequeñas como el polvo de tiza y pueden llegar incluso al tamaño de las escamas de un pez. Aunque las finas costras de piel que se separan de la piel son secas, la piel de quienes la sufren tiende a ser de aspecto grasoso. Una característica peculiar es la picazón que se produce en la piel afectada por esta declamación que además de molesta, es de mal aspecto.
A pesar del carácter incógnito de esta enfermedad, se ha logrado precisar que existen algunas sustancias que facilitan, predisponen y aumentan la intensidad de la caspa. Las comidas ricas en grasas, el consumo de alcohol, el estrés y algunos condimentos fuertes pueden producir la enfermedad, por lo que debe ser evitado su uso tanto en forma preventiva como curativa. Se ha demostrado que las personas afectadas, al abandonar el consumo de grasas, alcohol y combatir el estrés, mejoran su estado notablemente, y se logra una mejor respuesta al tratamiento.
Aunque en caso de padecer de caspa lo más recomendable es asistir a su médico, no olvide que un cambio en su estilo de vida, y en su consumo de las sustancias antes mencionadas, mejorará sus molestias.
Tema 8: El Acné Juvenil (1ra. parte)
El acné juvenil es una enfermedad de larga duración, que se produce por la inflamación de los folículos pilosebaceos o raíces de los pelos, y que afectan las regiones de la cara, el cuello, la espalda y los brazos.
Esta enfermedad aparece en el 90% de los adolescentes, generalmente con poca intensidad, y la mayoría de las veces se cura antes de los 20 años. Las lesiones que producen pueden llegar a ser grandes, infectarse, dejar cicatrices o formar quistes. Es característico de esta enfermedad, que la piel afectada mantenga un constante aspecto grasiento.
El acné es más frecuente en la mujer, en personas de piel blanca y con familiares afectados por acné. Comienza fundamentalmente en la adolescencia y rara vez afecta a la raza asiática.
Entre las causas que la provocan están los trastornos hormonales sobre todo de hormonas sexuales como ocurre en la menstruación, debido a que el aumento de estas hormonas aumenta la secreción de grasa en la piel. Es frecuente también en personas asmáticas tratadas con esteroides como la hidrocortisona y la presiona, así como en las mujeres que usan píldoras anticonceptivas. También el uso de cosméticos, el estrés mantenido, las dietas ricas en grasas y mariscos aumentan la intensidad de la enfermedad. Todos estos factores mencionados aumentan la secreción de grasa o la oclusión del conducto de salida de las glándulas sebáceas, lo cual constituye un ambiente propicio para la infección por las bacterias que viven normalmente sobre la piel, lo cual complican el acné al producir feas cicatrices.
Tema 9: El Acné Juvenil (2da. parte)
Como dijimos anteriormente, el acné juvenil es una enfermedad producida por la inflamación de los folículos pilosebaceos, y que es más frecuente en los adolescentes aunque puede perdurar por más años y producir cicatrices que pueden llegar a comprometer en gran manera la estética.
Es importante que las personas que padecen la enfermedad sepan que deben evitar el uso de cosméticos, la exposición al sol, el uso de pomadas grasas sobre la piel afectada, el excesivo lavado de la piel y el frote o masaje ya que pueden complicar el estado y aumentar las cicatrices.
Si usted desea evitar la enfermedad, deberá evitar las dietas ricas en grasas, mariscos, chocolate, y dulces. Debe además moderar el consumo de mantequilla, leche, queso, huevos y de alimentos fritos. Si está afectado por la enfermedad o es menor de 20 años, deberá evitar el uso de cosméticos, de cremas y de pomadas sobre la piel, no usar las píldoras anticonceptivas, y tomar medidas para controlar su estrés. El consumo del alcohol y sus derivados son dañinos por lo que estarán prohibidos.
La higiene es fundamental tanto para prevenir como para tratar la enfermedad. Es recomendable remover el sebo del cuero con agua y jabón evitando el excesivo lavado y las fricciones. El consumo de alimentos ricos en vitamina A y E, así como la terapia cutánea con azufre, son de muy buenos resultados.
Una de las enfermedades más frecuentes en nuestro país, son las micosis de los pies, o como mejor se les conoce: “hongos en los pies”. Esta infección muchas veces es menospreciada por quienes las sufren, sin embargo, deberían ser vistas con más cuidado pues a través de las heridas que producen, pueden penetrar al organismo, otros gérmenes capaces de poner en peligro la vida de quienes los padecen.
La micosis plantear se caracteriza por producir vesículas (conocidas popularmente como “bolitas de agua”), así como lesiones en la piel de las plantas de los pies que asemejan a las escamas de los peces. La piel dañada se mantienen húmeda, y es frecuente que se formen fisuras o grietas sobre todo entre los dedos y que son causa de muy mal olor.
Las micosis son más frecuentes en personas diabéticas, en las que usan tratamientos con hormonas o con antinflamatorios, en mujeres tomadoras de píldoras anticonceptivas, en los que no se secan bien los pies después del baño, en los que usan zapatos muy calurosos, o en aquellas personas que mantienen sus pies por largo tiempo en condiciones de humedad.
El hongo en los pies resulta muy resistente, por lo que el tratamiento debe mantenerse hasta un mes después de haber mejorado los síntomas. De no tratarse dicha enfermedad, puede complicarse y producir linfangitis, celulitis, o infecciones de los pies. Las complicaciones son más frecuentes e intensas en los diabéticos.
Para evitar la aparición de la micosis de los pies, o para su curación, Ud. Deberá seguir las siguientes medidas:
Secar bien los pies después del baño.
Usar calzado fresco, evitando aquellos que creen sudoración de los pies.
Cambio diario de medias, y secado de las mismas al sol.
Uso de talco en los pies, preferentemente antimicóticos.
Poner los zapatos al sol como mínimo una vez a la semana.
Usar chancletas de madera para el baño.
Usar una toalla solo para el secado de los pies, sobre todo en las personas afectadas por micosis plantar.
No compartir chancletas con personas infestadas.
Tema 11: La Pitiriasis Versicolor
La Pitiriasis Versicolor o también llamada popularmente como “Guito”, es una enfermedad producida por un hongo que afecta la piel. Se caracteriza por producir lesiones a manera de manchas de diversos colores que van desde el blanquecino, el pardo, y hasta el rosado. Afecta fundamentalmente la piel del tronco, las extremidades superficiales, el cuello y en menor frecuencia los muslos y las piernas. Las manchas pueden ser escasas o múltiples, y en forma dispersa o formando placas que pueden afectar grandes superficies. Las lesiones son secas y generalmente no se acompañan de otros síntomas, aunque en ocasiones puede producir picazón.
Es importante que quienes padecen de esta enfermedad comprendan que su duración es prolongada y que aunque se cura con tratamiento, este debe mantenerse por algún tiempo después de desaparecidas las manchas, y que muchas veces vuelven a aparecer. Esto no significa que los tratamientos no sirvan, sino que deben ser aplicados por largos períodos de tiempo.
Es un concepto común entre la población, que la enfermedad se produce por exposición al sol pero eso no es cierto, y aunque se tornan oscuras con la exposición al sol, esta no empeora la enfermedad.
Debido a que las manchas que produce la Pitiriasis son estéticamente desagradables, le recomendamos que si usted es afectado por ella, asista a su médico y cumpla fiel y pacientemente el tratamiento que este le imponga.
Tema 12: Cómo protegernos de la conjuntivitis
La conjuntivitis es una de las enfermedades sumamente común en los meses de Septiembre y Octubre. Con la primavera, comienzan las lluvias en nuestro país, y con ellas, llega también la época en la que muchos sufren bajo las molestias de esta enfermedad.
La conjuntivitis suele presentarse de manera rápida y se trasmite por contacto directo con las secreciones de los ojos infestados, o indirecto cuando tocamos pañuelos, u otros objetos contaminados. En la práctica hemos visto como incluso, puede producirse la infección al llevarnos a los ojos las manos después de haber tocado alguna superficie que haya sido tocada por una persona infestada.
Esta enfermedad, generalmente es de causa viral y es altamente contagiosa, que evoluciona rápidamente, y cura de forma espontánea en un o dos semanas. Los síntomas iniciales son: la secreción clara y el dolor de los ojos, sensación de cuerpo extraño y rechazo a la luz. Los ojos se tornan hinchados y enrojecidos. Cuando la infección es por bacterias, se produce la conjuntivitis hemorrágica y esta se caracteriza por un cuadro similar pero acompañado de hemorragias a nivel de la conjuntiva ocular.
Para prevenir la enfermedad, se deben tomar medidas en los hogares, los centros de estudio, y de trabajo. Dentro de las medidas más importantes está el aseo personal diariamente, lavado de las manos antes del aseo de la cara, y evitando la manipulación innecesaria de los ojos.
En ningún caso, los que presenten los síntomas antes descritos, podrán ser enviados a sus centros de estudio, trabajo, asistir a la iglesia, etc. Debe evitarse la automedicación.
Lo indicado para el tratamiento de estos pacientes es el reposo visual, el uso de compresas de agua fría hervida (inclinando la cabeza hacia fuera para que el agua drene hacia afuera y no caiga sobre el otro ojo, provocando su reinfección), y mantenerse en casa. El uso de medicamentos solo estará indicado en la conjuntivitis hemorrágica y deberá ser indicado solamente por el médico.
A todos nos gusta disfrutar de un rico chapuzón en la playa, el río o quizás en una piscina. Así se mitiga un poco el excesivo calor pero... ¡Cuidado! También puede ser un factor favorable para la aparición de uno de los trastornos más frecuentes que afectan el oído: La Otitis Externa.
Esta afección es más común durante el verano, pues el contacto del agua con la piel del conducto auditivo externo produce mucha picazón, lo cual trae como consecuencia que el individuo tienda a rascarse “con lo primero que encuentra”, con lo cual hiere la piel de la zona y facilita la entrada de las bacterias que tapizan esta zona de la piel. Posteriormente comienzan los síntomas de infección, tales como inflamación y dolor intenso, trastornos que con frecuencia llevan a la pérdida momentánea de la audición por inflamación del conducto.
Esta infección puede afectar solo una pequeña porción del tejido infectando uno o varios de los folículos pilosos (raíces de los pelos) y formar una pequeña lesión de aspecto semejante a un cráter, o afectar en forma difusa enrojeciendo casi todo el conducto auditivo externo.
Esta enfermedad, generalmente termina curándose en varios días, pero en ocasiones se hace crónica lo cual hace necesario el uso de tratamiento médico.
Ante este tipo de lesión, se debe asistir al médico para evitar las complicaciones que esta infección puede producir.
Para evitar padecer de esta lesión, se debe evitar la limpieza de los oídos con objetos no adecuados que lastimen la piel de la zona, debe evitarse el lavado constante de los oídos con agua y jabón, porque el cerumen, ese enemigo tan feroz de los escrupulosos, es un mecanismo protector natural del oído externo. Mientras menos se manipule el oído, más sano se conservará.
Cuando un paciente pregunta a un Otorrino con que es bueno rascarse los oídos, estos responden: “con los codos”. A buen entendedor, con pocas palabras bastan.
Lecciones de la Escuela Sabática
Estudie la palabra de Dios a través de las Guías o lecciones de la Escuela Sabática.
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Juan 12:44,45.
Libros de Lecturas Devocionales
- A Fin de Conocerle. Hoy con la lectura Servid al señor de todo corazón basada en Colosenses 3:23-24.
- Cada día con Dios. Hoy con la lectura Fábulas por arte compuestas basada en Daniel 8:14.
Envíe su Pedido de Oración, sus peticiones serán tratadas de una forma confidencial.
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